Regresando a casa corriendo y riendo, así mismo era como hacían Sasuke y Naruto tomados de la mano corriendo sonrientes y pasando entre la gente y aunque algunas personas se quedaban mirándolos sorprendidos, a ellos no les importaba, solo disfrutaban el momento y correr juntos tomados de la mano, como cualquier pareja de novios podían hacer si lo deseaban. Llegaron a casa del rubio solo para caer rendidos en el pórtico de la casa por el cansancio de la carrera, los dos aún no se soltaban de las manos, se habían quitado los guantes solo para sentir sus manitos tocarse mientras corrían, ambos respiraban agitadamente y tratando de recuperar el aire, habían estado corriendo desde que salieron de la escuela ¿por qué? Pues por la sencilla razón de salir corriendo con la persona que quieres y divertirse con algo que parece tan simple.
- ¿Te cansaste dobe? -preguntó el azabache mirando a los ojos a su rubio.
- Jaja… no es eso, si no que mi corazón late de la emoción.
- ¿Emoción?
- Sí, de correr de la mano contigo en medio de las calles -le sonrió haciendo que él azabache se sonrojara- Jajaja, te puse rojo con lo que te dije -señaló con el dedo el menor.
- Pues… pues es porque dices cosas tan cursis…
- Lo siento -dijo rascando su cabeza.
- No importa, en cierta forma… me gusta mucho que digas esas cosas.
- ¿D-De verdad Sasuke?
- Sí, pero no se lo digas a nadie… tengo una reputación que cuidar.
- Jajaja, está bien, Sasuke Teme -se acercó con ganas de contacto labial.
- Naruto Dobe…
Después de un juego de miradas cómplices el azabache soltó la mano de su novio solo para poner esa mano desnuda en la mejilla izquierda del de ojitos azules y acariciar esa tersa piel, sintiendo la temperatura tibia de esa carita, Naruto terminó de juntar sus caras y que sus labios se encontraran. En ese beso había una mezcla de ternura y deseos en dobles sentidos, hacia ya un par de meses que el rubio y el pelinegro no tenían una acción más… más para grandes, por decirlo así. Y sentados ahí, sobre la madera del pórtico de la casa se siguieron besando de una forma lenta y cariñosa hasta que escucharon la puerta de la casa abrirse y algo asustados se separaron, solo para ver al hermano mayor de Naruto sonreírles con cara de “Los atrapé”
- Pues veo que ya no están peleados, niños traviesos, haciendo eso a plena luz del día.
- ¡Hermano mayor! -el rubio menor se puso de pie, contento de ver a su hermano.
- Hola enano ¿Cómo estás?
- Pues bien…
- Y ahora mejor que regresamos -dijo el azabache aún sentado- y hola por cierto… cuñadito.
- Hola niño Sasuke.
- No me digas así -dijo poniéndose de pie y abrasando a Naruto de la cintura.
- Awww, tan bonitos ustedes dos juntos.
- Sip, ya te había contado el otro día por teléfono -dijo el rubio menor.
- Jaja lo sé, pero tenía que verlos con mis propios ojos y además que me quedo hasta el domingo, hoy voy a salir con MI novio.
- ¿Cuál de todos? Mi hermano se va a molestar si se entera, jaja -dijo en broma el de cabello negro.
- Muy gracioso el chiquillo… voy a salir con Itachi.
- ¿Y a donde irán? -preguntó curioso el más peque.
- Esta vez vamos a una disco, pero no nos vamos a pasar de copas como en la fiesta anterior.
Los dos menores me miraron el uno al otro, como dudando de las palabras de Deidara, se dieron una sonrisa cómplice y volvieron a mirar al rubio mayor, que seguía con la puerta de la casa abierta detrás de él. “¿Están seguros de eso?” dijeron los dos menores al unisonó, Deidara no pudo más que tragar saliva y darles una media sonrisa. “Ehh… bueno entren de una vez, no está bien que nos quedemos aquí afuera en el frio” dijo justo antes de entrar a la casa, en parte tratando de evitar ese tema de conversación, no era que le molestara, pero si le incomodaba el recuerdo de su resaca.
Unas horas después, ya cuando la noche había caído en los suburbios estaban los mismos tres chicos sentados en la alfombra del living jugando con la Xbox muy entretenidos, las horas se les habían pasado casi volando. Los tres adolescentes estaban atentos a la pantalla hasta que el timbre de la casa desvió su atención. Naruto fue quien se puso de pie para abrir la puerta, encontrando a su cuñado de cabello negro.
- Hola Itachi vienes a buscar a Dei ¿verdad?
- Sí, hola Narutín.
- Ven pasa, estábamos jugando los tres aquí -Naruto hiso pasar a Itachi y este vio como su novio ni siquiera se había cambiado de ropa para salir.
- Deidara ¿todavía no te has vestido?
- Ups… lo siento amor, me distraje con estos dos.
- Pues ya pareces un niño otra vez olvidando las cosas -dijo el azabache mayor cruzándose de brazos.
- Está bien, deja que me duche rápido y me visto en un dos por tres.
Deidara dejó el control de la Xbox a un lado, se puso de pie y le dio un beso rápido a su novio, para luego subir rápidamente las escaleras. El azabache mayor dio un suspiro y se sentó en el sofá, al instante vio que su hermano menor se le había quedado mirando, como si tuviera ganas de preguntarle algo.
- Sasuke, si me vas a preguntar algo dilo de una vez.
- Ok… ¿podemos ir con ustedes?
- ¿Qué? -pronunció el mayor, ¿acaso había escuchado mal?
- Te pregunté si Naruto y yo podemos acompañarlos a la disco hoy.
- Hermano… este… no sé, solo tienen 14 años…
- Pero sé muy bien que en esas fiestas entran jóvenes de todas las edades, cuando tenía trece me dijiste para ir y yo te dije que no… pero ahora tengo novio -dijo el azabache menor con mucha seguridad.
- ¿Sasuke en serio quieres ir a la disco? -preguntó con curiosidad el rubio.
- Sí… quiero ir contigo y saber que se siente… que nos divirtamos juntos.
- Si lo pones así… ¡Entonces yo también quiero ir! -el de ojos azules ahora se le veía emocionado con la idea de su novio.
- ¿De qué están hablando? -preguntó una voz femenina, Kushina bajaba las escaleras y estaba entrando al living.
- ¡Mamá, mamá! ¿de dejas ir a la disco también? -dijo Naruto corriendo hacia su madre que se sorprendió un poco ante su petición.
Convencer a Kushina fue un poco difícil, ya que la madre estaba preocupada por la seguridad de los menores, al principio la respuesta fue no, pero después de tanto insistirle y de tantas promesas de que sus hermanos mayores los cuidarían con recelo, al final la mujer pelirroja terminó aceptando, pero con la condición de que no llegaran después de la una de la mañana. Cuando al fin le dieron permiso a Naruto para ir, Deidara ya estaba listo y vestido y bajaba las escaleras, cuando le explicaron todo lo único que dijo fue “Y si solo tenemos hasta la una de la mañana, ¿entonces por qué siguen con el uniforme de la escuela ustedes dos? ¡Vayan a cambiarse rápido!”
Naruto subió corriendo las escaleras con una gran sonrisa en su rostro mientras que Sasuke se llevaba a Itachi jalándolo del brazo para que lo llevara rápido a casa en auto, para poder cambiarse y regresar lo más rápido posible.
Una media hora después, el auto de Itachi ya estaba nuevamente frente a la casa de los hermanos rubios, que los esperaban fuera de la casa, cuando vieron al auto llegar al fin caminaron hacia él para entrar.
- Pensé que se habían ido a la disco sin nosotros -dijo Deidara sentándose en el asiento de copiloto.
- Nada que ver, ahora tengo que ser el chofer de este pequeño antipático -respondió el azabache mayor.
- ¿A quién llamas pequeño?
- Ya, ya… tranquilo hermanito, tienes suerte que mamá y papá te hayan dejado ir.
- Bueno, sí… y eso que Sai cuando se enteró también quería ir con nosotros.
- ¿Y no lo dejaron ir? -preguntó el menor de todos.
- Claro que no Naruto, solo tiene once… o bueno ya casi cumple doce -le respondió Sasuke.
- Mmmm… es que como a nosotros si nos dieron permiso…
- Además, esta noche es para los dos Naruto -le susurró al oído.
El de ojos azules se sonrojó, dejando notar parte de su nerviosismo ante algo nuevo, era la primera vez que iría a un club nocturno pero la verdad a parte de nervioso se sentía emocionado. El auto se puso en marcha, con la música rock que Itachi escuchaba y con los menores en la parte de atrás tomados de la mano, Sasuke se dio cuenta que a Naruto se sudaban un poco las palmas, eso lo hiso sonreír, en realidad también era la primera vez que Sasuke Uchiha saldría a uno de esos centros de reunión juvenil, pero tenía muchas ganas de experimentar esa experiencia con Naruto, no podía esperar a cumplir los 18 años para ir. De una forma casi inesperada le dio un beso en la mejilla a Naruto, este volteó a mirar a los ojos a su novio y juntó sus cabezas como diciéndole “yo también te quiero”.
- Awww… mira a los niños enamorados que están ahí atrás -dijo casi riendo el hermano mayor de Sasuke, viéndolos desde el espejo retrovisor.
- Pues sí, se nota que están muy emocionados, seguro están pensando en bailar juntitos, Jajaja -dijo Deidara, apoyando a su novio.
Los hermanos menores no dijeron nada, estaban muy ocupados dándose besos ahí en el asiento trasero como para hacerles caso a las bromas de sus hermanos. Los mayores notaron que están siendo ignorados así que no les dijeron nada, pero en el primer semáforo rojo donde se detuvieron, Deidara aprovechó para besar a Itachi, de una forma apasionada y algo pervertida. “Oigan consigan una habitación si se van aponer así” dijo el azabache menor. Los mayores los miraron por un segundo, les dieron una sonrisa traviesa y se volvieron a besar, ese gesto hiso que Sasuke se sonrojara… sin dudas el mundo de los mayores era interesante… un mundo del que descubriría un poco más esa noche.
Los cuatro adolescentes llegaron al club nocturno acalorados ya, sin dudas con tantos besos a cualquiera se le olvidaría que era invierno, la luna se veía hermosa en el cielo, estaba a la mitad y las luces de la ciudad le contrastaban muy bien. Entre tanta gente entrando al establecimiento nadie les dio problemas en que dos chicos de catorce entraran, aparentemente nadie se había dado cuenta, ni los guardias que estaban cerca a la puerta de entrada. Cuando ya estuvieron por fin dentro del local y con toda la música alta, al fin Naruto soltó de la mano a Sasuke, estaba nervioso pensando que los descubrirían y llamarían a sus padres, pero por fortuna ya estaban adentro y nada malo había pasado.
- Ya tranquilo Naru… ya ves que estamos a salvo -le dijo abrazándolo Sasuke.
- Aja… que suerte Sasuke, pensé que nos descubrirían -contestó aliviado.
- Bueno chicos ya pueden estar tranquilos, aquí nadie se dará cuenta que tienen menos de 18 -dijo el rubio mayor para tranquilizar los nervios de su hermano.
- Ok, entonces ya podemos ir a bailar -pronunció el pelinegro más alto.
- ¿B-Bailar?
- Claro que sí Narutín -le sonrió el mayor- vinimos aquí a bailar y divertirnos, no pensaras estar con mi hermano sentado y besándose toda la noche ¿no?
- Pues… -Naruto no sabía que contestar, sabía que tenían que bailar pero en ese momento le daba algo de pena.
- Vamos Deidara, después de un par de canciones ya escogemos una mesa y pedimos algo, vamos a la pista.
El pelinegro más alto tomó a su novio de la mano y se lo llevó a la pista de baile, dejando a sus hermanos prácticamente solos por un rato. Naruto se pegó más a Sasuke, ahora se sentía tímido por la cantidad de gente. Sasuke tomó de la cintura a Naruto y acercó sus labios a la cara de su pequeño novio.
- ¿Crees que nos molesten si nos ven juntos? Ya sabes… dos chicos… -dijo tímidamente el menor.
- Pues… solo hay una forma de saber si nos molestarán.
El pelinegro acercó más a Naruto y lo besó, el rubio cerró los ojos con fuerza y sentía su corazón latir rápido, la mezcla de emociones era grande, ambos chicos movían sus labios de una forma tan gentil, juntando sus lenguas un poco y luego separándolas, probando el sabor del uno al otro. Sasuke pensaba que si se besaban y no les hacían problema alguno, entonces podían ir a bailar con tranquilidad, los pequeños gemidos de Naruto se ahogaban en ese beso. Cuando se separaron el menor suspiró, estaba tan nervioso y ansioso a la vez… Sasuke miró atento a ambos lados… nada, todo tranquilo, como si nadie los hubiera visto… “Bueno, esa es una buena señal…creo” pensó el de cabello oscuro.
- E-Eso fue intenso Sasuke…
- Creo que todo está tranquilo Naruto… ok, entonces vamos a bailar.
- ¿H-Hablas en serio? -se sonrojó nuevamente.
- Sí… -dijo también con las mejillas coloradas- ven, vamos a divertirnos.
Lo tomó de la mano, el corazoncito de Naruto latía rápidamente, como antes de declarársele a Sasuke, esa mezcla de amor y de nerviosismo era desesperante… pero también era inevitable, mientras caminaban a la pista de baile el rubio tragó saliva. Y para su buena suerte, justo cambiaron de canción cuando llegaron a un lugar cómodo. “¡Amo esa canción! Ahora si quiero bailar” dijo el más pequeño aumentando su sonrisa. El de tres marquitas en cada mejilla empezó a moverse y dejarse llevar por la música, dejando sorprendido a su novio por el cambio tan rápido de actitud, primero tímido y sumiso y ahora suelto y sin preocupaciones… solo veía eso en el pequeño rubio… Sasuke sonrió con sinceridad, una vez más se sentía afortunado de haber encontrado a Naruto, la única persona que le conquistó. El azabache de dejo llevar también por la música y empezó a bailar con su novio, esa tenía que ser una noche sin frenos, con diversión y amor para ellos dos.
Una hora después todos los hermanos estaban juntos una vez más, esta vez sentados en una de las mesas del local, los cuatro comiendo un sándwich cada uno y los menores tomando gaseosa, mientras Itachi y Deidara si podían tomar unos tragos. Todos estaban conversando cuando de pronto el rubio de cabello largo se emocionó esta vez por una canción que a él le gustaba y jaló del brazo a Itachi llevándolo a la pista de baile, dejando una vez más a sus hermanos en privacidad. Los dos se quedaron conversando y en un momento Naruto se dio cuenta que sus hermanos mayores habían dejado sus copas al alcance…
- Naruto te brillan los ojos… no estarás pensando en…
- ¿No sería divertido? -le giñó un ojo.
- Pues… si te pones como la última vez que tomamos… puede ser…
- ¿Ahh? ¿Cómo me puse esa vez?
- Jaja, ya después te cuento… pero ¿estás seguro que quieres probar? Tu hermano te dijo que no podías tomar nada con alcohol.
- Mmm… no creo que se dé cuenta si tomo solo un poco… además, es solo una piña colada.
- Bueno, si tu lo dices Dobe.
- Oye, te dije que no me digas así.
- Ya, ya apúrate que en cualquier momento regresan.
Naruto tomó la piña colada de su hermano y le dio unos cuantos sorbos, al parecer si tenía más alcohol del que pensaba pero en realidad si le sabía rico esa bebida.
- Oye… esta rico después de todo… ¿no vas a probar también la copa de tu hermano?
- Ehh… ¿debería?
- Solo si tú quieres -dijo tomando de la mano a su azabache.
- Naruto… -el de cabello negro vio como las mejillas de Naruto ya estaban enrojeciendo, al parecer un poquito de alcohol y Naruto ya se ponía así.
- Sasuke… te amo…
Naruto se acercó hasta plantarle un beso a su novio, abriendo la boquita y uniendo sus lenguas para que se tocaran y bailaran juntas, Sasuke sentía el sabor peculiar y empezaba a entrar en calor también, Naruto si que se ponía travieso. Cuando se separaron Naruto se mordió el labio inferior ese beso sí que lo había puesto caliente. “Está bien pequeño, tomaré un poco también” dijo el pelinegro antes de darle unos sorbos a la copa de Itachi. Unos minutos después los dos ya se estaban riendo y acariciándose juguetonamente, sus hermanos llegaron justo para verlos con las mejillas rojas y riendo. “Ay no… ya se tomaron nuestras copas otra vez” dijo Itachi en voz alta y Deidara se golpeó la frente con la palma de su mano. Bueno ya no podían molestarse, solo cuidar que sus hermanos no hicieran un escándalo o algo así.
Ya casi media noche… la luna estaba casi en la mitad del cielo, la noche no terminaba y la diversión tampoco, Naruto y Sasuke regresaban de bailar por séptima u octava vez, acercándose a la mesa donde estaban sus hermanos, esta vez encontrándolos besándose muy apasionados.
- Oye Dei… ya me está dando algo de frio.
- Mmm… -Deidara no respondía porque estaba muy ocupado.
- Dei, deja un rato eso y hazme caso.
- Mmm… hermanito eso te pasa por dejar tu chaqueta en el auto.
- Es que no quería entrar muy abrigado a la disco, no quiero parecer un nerd.
- Claro que no lo eres mi pequeño sexy -le dijo Sasuke besándolo en la mejilla.
- Sasuke…
- Bueno, Itachi danos la llave del auto para sacar la chaqueta de Naruto.
- Ok… pero prométeme que no vas a arrancar el auto.
- Claro que no… ni siquiera se conducir todavía.
- Promételo Sasuke -le dijo su hermano con las llaves en la mano.
- Está bien lo prometo, ya dámelas.
Itachi le lanzó las llaves a su hermanito, quien las atrapó con facilidad y antes de alejarse de ahí Naruto aprovecho que sus hermanos ya se estaban besando otra vez para darle un sorbo a la nueva copa de su hermano. “Naruto, ya estamos medio mareados” le susurró el azabache mientras se alejaban, “Es solo para que se me pase el frio, tontito”. Los dos salieron del club nocturno y llegaron hasta el auto de Itachi, abrieron la puerta de la parte trasera y Naruto tomó su chaqueta estaba por ponérsela cuando se le ocurrió algo interesante. “Oye Sasuke… ¿te parece si entramos un ratito tú y yo? Ya sabes… para estar calentitos”. Sasuke se demoró solo dos segundos en analizar con clama las palabras de su novio.
Entraron a la parte trasera y cerraron todas las puertas y ventanas, se abrasaron. Naruto se acurrucó contra Sasuke, pegando su cabeza al pecho de este. Con tan solo unos minutos pasaron de los mimos y las caricias a los besos apasionados y con deseo, tanto Naruto como Sasuke se deseaban el uno al otro.
- ¿Ya no tienes frio Naruto?
- No… estoy muy caliente contigo…
- Jaja, si no fueras tú, eso sería doble sentido.
- ¿A qué te refieres?
- Nada Naru… solo quiero besarte y mostrarte que te amo.
- Yo… te amo a ti también, me encantan tus besos.
El de ojos oscuros recostó al menor sobre el asiento mientras se besaban, las manos de Sasuke acariciaba el pecho de Naruto, después de cada beso intenso el más pequeño gemía y suspiraba, como si Naruto no fuera lo suficientemente sexy… cada vez que gemía era como la más dulce melodía para Sasuke. El mayor empezó a quitarle la camiseta a su novio, quien no se opuso, pero cuando se dio cuenta que ya estaban desabrochándose los pantalones y ya estaban de la cintura para arriba desnudos Naruto tenía que decir algo.
- Sasuke… nos van a ver si lo hacemos aquí…
- Tranquilo, las ventanas son casi polarizadas, es difícil que nos vean, especialmente porque ya es de noche.
- Ok… que bueno, porque en realidad sí tengo muchas ganas de hacerlo contigo.
- Naruto…
- Acércate teme… te quiero mucho.
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El aire entre ellos era dulce y la temperatura era perfecta, ambos chicos estaban desnudos y recostados sobre el asiento trasero del auto, las piernas de Naruto envolvían la cintura de Sasuke, mientras que sus miembros chocaban uno contra el otro y sus labios no se separaban, los besos era una de las cosas más deliciosas que habían probado en sus vidas, sus lenguas jugaban y bailaban una con la otra, el dulce sabor de sus bocas. Algo intenso se apoderaba de sus respiraciones y llenaban sus corazones, el deseo y el amor estaban flotando en el aire como burbujas. Cuando se separaron de ese beso se miraron a los ojos y sabían que querían decir en sus miradas… “Te amo”.
Los minutos pasaban, los gemidos suaves rebotaban en las paredes del auto, los dos se encontraban haciendo un 69, mientras saboreaban sus miembros con pasión y una pisca de lujuria. Naruto estaba debajo de Sasuke y mientras chupaba el pene del azabache miraba con curiosidad la rosada entradita de este… era la primera vez que la veía tan de cerca y la lujuria cada vez era mayor… Naruto sintió que Sasuke metió más profundo su pene en su boquita, eso lo exitó más, después de complacer a su novio un buen rato, sacó el pene de su boca y fue en busca de esa linda entradita.
- ¡Ahh! ¿q-que… que es eso? ¿Naru que haces? -dijo el azabache de manera entrecortada.
- Probando tu culito… se veía tan lindo que no pude resistirme.
- Ahh… Naru… -Sasuke sentía como la tibia y suave lengua de Naruto jugaba en esa zona tan sensible y por muy raro que suene, se sentía muy bien que su dobe le lamiera ahí.
- ¿Te está gustando? ¿se siente rico verdad?
- Ahh… sí… se siente… se siente bien…
- Sigue chupando, no te detengas…
Por las nuevas sensaciones a Sasuke se le había olvidado atender a su novio, le dio una lamida a toda la extensión del pene de Naruto y luego se lo volvió a meter en la boca, le encantaba sentir a Naruto, saborearlo de esa forma… “¡Ahh!” Sasuke abrió los ojos como platos, había sentido algo completamente nuevo…
- ¿Te dolió? Solo metí un dedito… -dijo con voz suave el rubio.
- Ahh… Ah… -Sasuke no respondía nada, estaba impresionado.
- Lo haré lentamente para que lo disfrutes.
Naruto metió por completo su dedo medio en el culito de Sasuke, el cual gemía cada vez más fuerte, sentía como las paredes del culito de Sasuke lo envolvían y apretaban, de cierta forma era excitante también… pasaron unos segundos hasta que Naruto volvió a sentir la lengua de Sasuke acariciar su pene, fue entonces que decidió mover su dedo de adelante hacia atrás, entrando y saliendo lentamente de esa entradita tan caliente. Mientras lo hacía escuchaba los dulces y masculinos gemidos de su azabache, al parecer no esta tan mal, casi parecía que Sasuke lo estaba disfrutando. Estuvieron unos minutos más así y luego lo más sorprendente fue que el azabache terminó eyaculando, manchando el pecho de Naruto, este sonrió y sacó su dedo del culito de su novio, solo para darle una lamidita de despedida a esa suave entrada.
- Naru… eso fue intenso…
- Ya creo que sí… me manchaste.
- Aun falta que tu eyacules… déjame todo el trabajo.
Sasuke salió de esa pose de 69 y separó las piernas de Naruto para tener mayor acceso al pene de Naruto, ahora podía atenderlo con muchos más mimos… Cada segundo que pasaba era más intenso, Naruto se mordía el dedo pulgar mientras Sasuke lamia sus testículos y lo masturbaba, el azabache estaba haciendo un muy buen trabajo… el rubio terminó eyaculando manchando su vientre y también algunas gotas de semen cayeron en la cara de Sasuke, con Naruto tumbado y suspirando sobre el asiento Sasuke sonrió y chupó dos de sus dedos, el índice y el medio, para luego después de dejarlos bien húmedos, meterlos con cuidado en la entradita de Naruto, una entradita que quería darle placer una vez más. Hacia un buen tiempo que no sentía la estreches y la calidez de Naruto en ese sentido. Mientras Naruto gemía por el placer que sentía en su culito, el pelinegro se excitaba cada vez más y su pene volvía a ponerse duro de nuevo.
- ¿Te gusta cuando meto dos dedos mi Naruto? -le dijo de forma provocativa y pervertida.
- Sí que me… ahh… gusta… pero me gusta más cuando metes tu pene.
- Mmm… niño travieso, está bien… te daré lo que más te gusta.
Unos veinte minutos después, las embestidas y los gemidos ahogados en besos continuaban, Naruto estaba con las piernas envolviendo la cintura de Sasuke mientras este lo penetraba con deseo y también el azabache masturbaba con su mano izquierda a su novio. Las ventanas del auto ya estaban completamente empañadas, el calor de ahí dentro era solo el que el sexo con amor podía proporcionar. Mientras que las lenguas juguetonas de nuestros protagonistas bailaban en una melodía perfecta, una melodía de gemidos de placer.
- Sasuke… más, dame más fuerte… me encanta -decía el rubio entra gemidos.
- Me encanta hacerte el amor… extrañaba tanto hacerlo… mi amor.
- ¿Me… me llamaste mi amor?
- Sí… ahhh… Naruto eres mi amor -dijo Sasuke justo antes de que Naruto lo besara con pasión y amor a la vez.
Y así siguieron por un buen rato más, haciendo el amor entre besos y miradas de amor y deseo, hasta que ambos eyacularon y se tuvieron que separar solo para limpiarse con las toallitas húmedas que había en el compartimiento del copiloto y finalmente vestirse cada uno, ya vestidos y sintiéndose más relajados abrieron las ventanas para ventilar el calor que se sentía ahí dentro. Naruto se recostó sobre las piernas de Sasuke, tenía mucho sueño y prefería quedarse dormido sobre el regazo de su amado. Mientras que Sasuke mandaba un mensaje al celular de su hermano. Unos cinco minutos después, el azabache vio como los mayores ya salían del establecimiento y se acercaban al auto, Sasuke dio un suspiro y acarició a Naruto, quien se había quedado dormido.
- Recibí tu mensaje, antipático… pensábamos que se habían perdido en la disco… ehh…
- ¿Qué es ese olor? -preguntó el rubio mayor.
- Eso no es lo importante, vamos a dejar a Naruto en casa, ya van a ser la una de la mañana.
- Ok, ok -dijo el azabache más alto y ambos mayores entraron al auto, se pusieron los cinturones de seguridad y partieron rumbo a la casa Uzumaki.
- Sasuke… no me digas que…
- … -Sasuke no dijo nada, prefirió ignorar las sospechas de su hermano.
- Yo creo que sí lo hicieron Itachi.
- ¡Rayos! ¿tenían que hacerlo justo aquí en mi auto?
- ¿Y donde querías que lo hiciéramos? ¿en la calle o en la disco? -respondió el pelinegro menor, sonrojado.
Deidara intentaba aguantar la risa e Itachi solo dio un suspiro resignado, ahora tenían que dejar a los rubios en su casa. Sasuke miraba las luces de la ciudad por la ventana, sin duda eran bonitas… pero lo más bonito de todo, era ver la carita de Naruto, dormido en su regazo.