- Y tú… ¡¿Qué te crees animal?! -dijo molesto Sasuke.
- ¡Tú no te metas, el problema no es contigo! -digo Neji sin retroceder ni un paso.
- ¿A no? Pues si quieres hacerle algo a Naruto, ni siquiera lo pienses… -dijo en tono amenazante.
- … -sus miradas chocaban con electricidad de por medio. -Pues entonces dile a Uzumaki que no quiero que su noviecito me deje sin receso otra vez…
- ¿su noviecito? -dijo algo confundido.
- ¡Ya lo sabes Uzumaki, tu lindo castaño no debe meterse en lo que no le importa! -dijo mirando a Naruto.
- ¡No digas tonterías! -expreso Sasuke amenazante.
- ¿Qué? ¿Buscas pelea? -estaban a punto de empezar a pelear cuando…
- ¡Ya basta! -Gaara por muy sorprendente que fuera ya estaba en medio de los dos conteniéndolos. -En serio… no quiero lastimarlos, ya cálmense. -dijo muy serio el pelirrojo que era cinta negra en Judo.
Ambos no dijeron nada, Neji los miró a los 3 y se fue en silencio. “En serio Sasuke… no valía la pena” -dijo Gaara dándole pequeñas palmadas en la espalda al ojinegro. Naruto toda la escena estuvo en silencio y en su mente gritando muy fuerte pero… ¿a quién se refería Neji… acaso era…? La voz de Sasuke lo sacó de sus pensamientos, que ya estaba nuevamente tranquilo y manteniendo su tranquila sonrisa, los tres decidieron olvidar lo sucedido y caminaron juntos.
Claro que en la mente del azabache aún estaba pensando en ese “noviecito” y en realidad… ya tenía una idea de quién podía ser, pero por ahora no se preocuparía ¿no? Los 3 hablaban divertidos mientas caminaban, cuando llegaron a casa de Gaara, este se despidió y entró a casa. Ahora solo eran el pelinegro y el rubio. Cuando llegaron a casa del ojiazul se detuvieron para terminar su conversación.
- ...Entonces ¿está bien si te acompaño a casa a diario? -preguntaba el ojinegro.
- Claro que está bien, además vivimos cerca ¿cierto teme? -respondió risueño.
- … “Creo que no sabe a qué me refiero” -pensó con una gota en la cabeza.
- Entonces nos vemos mañana.
- Sí y… Naru… ¿estás soltero cierto?
- … Sí, claro que lo… estoy… -respondió algo sorprendido por la pregunta.
- ¡Entiendo! Te veo mañana dobe -dijo Sasuke antes de despedirse de Naruto con un beso en la mejilla.
Sasuke ya caminaba tranquilo a casa mientras Naruto lo veía irse, el rubio estaba notablemente sonrojado y ahora con su corazón acelerado, esas sensaciones… en serio no se sentían nada mal, era algo… singularmente lindo. Cuando el ojiazul entro a su hogar encontró su almuerzo servido en la mesa y una nota al lado. Kushina había salido y Deidara también con sus amigos, al parecer Naru estaría solo casi toda la tarde, momento perfecto para escuchar música a alto volumen sin que lo molesten.
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Así fueron pasando los días en la escuela, Naruto ya se había olvidado por completo de lo que “advirtió” Neji ese día y ahora Sasuke era mejor esquivando a todas las chicas que lo acosaban literalmente y así aprovechaba para pasar más tiempo con Naruto lo cual a Kiba lo hacía fruncir el ceño de vez en cuando. Sin darse cuenta ya había pasado casi dos semanas desde que el rubio y el pelinegro se conocieron.
Era un jueves, el frio se hacía presente cada vez más. Naruto y Sasuke caminaban a casa mientras que sin saberlo, a lo lejos un castaño con un triangulo rojo en cada mejilla los seguía sin perderlos de vista.
- ¿Y cómo te está yendo con el libro dobe, ya lo terminaste?
- Sasuke teme, no me llames dobe…
- ¡Pero tú me sigues diciendo teme!
- Porque es divertido.
- Sí, seguro… además Naruto respóndeme ¿Cómo estas con el libro?
- Mmm digamos que no nos llevamos muy bien.
- ¿Qué, no te gusta? ¡Pero está muy bueno!
- Sí… lo que pasa es que… no me concentro, voy en el capítulo 4 -la respuesta del rubio hiso que Sasuke casi se callera de espaldas.
- ¿S-Solo en el 4? Yo voy en el 12.
- Sasuke no presumas teme.
- ¿Qué tienes en tu cabecita que no te concentras dobe?
- … -Naruto solo lo miró mientras se empezaba a sonreír.
- En todo caso, creo que mejor te ayudo a terminarlo, tu tarea es para el lunes ¿cierto? Vamos a tu casa y lo terminamos juntos.
- ¿A mi casa? Mmm ¡está bien!
Cuando Kiba vio entrar a Sasuke a la casa de “su” rubio sintió como la sangre le hervía por los celos, mientras caminaba ya en dirección a su hogar pensaba… “No, ya no puedo esperar más… mañana, mañana se lo diré y esta tonta rivalidad se acabará”
Las horas ya habían pasado, eran más las seis de la tarde, después de que Sasuke conociera a Deidara y que el rubio mayor llenará a Naruto de miradas cómplices al verlos entrar juntos haciendo que el pequeño rubio se pusiera muy rojo. Kushina invitó gustosa a almorzar al azabache y este no se pudo negar. Luego del almuerzo los dos menores subieron a la habitación del ojiazul. Ahí estuvieron hablando, porque Naruto le pidió a Sasuke que le contará todos esos capítulos (que flojo) cuando llegaron al capítulo 15 se pusieron a leer juntos, claro siempre con risas y bromas de por medio. Al llegar por fin al capítulo final el rubio ahora agotado ya se dejo caer dormido apoyando su cabeza en las piernas del azabache, están por “comodidad” sentados en el suelo.
Sasuke miró a Naruto mientras dormía, ahora sí estaba seguro de sus sentimientos… acarició la mejilla del rubio con su pulgar y luego lo cargó sin despertarlo hasta su cama. El ojinegro puso su alarma en el celular para despertarse en media hora y se recostó al lado del ojiazul. Naruto se ve tan lindo dormido…
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Ya era viernes, con un fin de semana prometedor en espera. Naruto ya estaba en casa, ya había terminado de almorzar con sus padres sí, con Minato y con Kushina. Deidara había salido, por algo era vieres ¿cierto? El pequeño rubio estaba entretenido viendo televisión en el living cuando alguien tocó la puerta.
- ¿Sí? -preguntó el rubio un segundo antes de abrir la puerta.
- ¡Hola Naruto! -saludo Kiba con su cachorro Akamaru en sus brasos.
- ¡Kiba que sorpresa! ¡¡Y trajiste a Akamaru!! -digo alegre el ojiazul mientras acariciaba al perrito.
- Sí, mira… estaba por aquí y quise preguntarte si quieres salir conmigo hoy.
- ¿Hoy?
- Sí ahora, son las cuatro y no nos dejaron tareas y… me dijiste que estabas libre hoy.
- Es cierto, ¡Esta bien vamos! Solo déjame avisarle a mamá.
- Ok.
Naruto entro a su casa y a los dos minutos salió, tenia puesto un gorro de lana color marrón que le quedaba muy bien, Kiba dejo que Naruto cargara a Akamaru mientras caminaban. “Definitivamente cuando regresemos seremos novios Naruto” -pensaba alegre, mientras que las hojas cafés de los arboles caían una por una en la acera.