Las tres personas en la habitación se habían quedado inmóviles, mientras los dos menores miraban sorprendidos a la adulta, está también los miraba a ellos sin una expresión clara en su rostro. Esos segundos fueron realmente largos para Naruto, que ahora se sentía como idiota por no haber cerrado la puerta o peor… que por haber ignorado lo que le decía Mikoto al subir las escaleras ahora… “Les dejaré el té aquí” dijo de pronto la mayor, empezando a caminar hacia ellos y dejando la bandeja en la mesa de noche al lado de la cama. Naruto se sentía aún más nervioso no sabia que pasaría y ahora que tenía a la madre de su novio tan cerca y después de verlos como se besaban… tenía el mal presentimiento de que seguramente le darían una chateada o algo, así que cerró los ojos fuertemente.
- Mamá tú nos… -dijo de pronto la voz de Sasuke.
- Supongo que vi lo que tenía que ver…
- … -los dos menores volvieron a quedarse callados, la situación era más que inesperada para ambos.
- Entonces… he de suponer que son… ¿novios? Porque estoy segura que dos simples amigos no se besan en los labios.
Las palabras y el rostro de Mikoto aún eran inexpresivas, ni siquiera Sasuke podía descifrar como se sentía su madre, eso lo ponía más tenso aún… la adulta se había quedado parada frente a ellos, mientras que ellos estaban sentados en la cama, uno al lado del otro, Naruto con los ojos cerrados y mirando hacia abajo y Sasuke tratando de descubrir la reacción de su madre.
- Mamá… tú sabes que Itachi tamb-
- Sí lo sé, tú mismo estabas sentado en la mesa cuando nos dijo que también le gustaban los chicos.
- Entonces… entonces yo…
- Espera Sasuke, tienes varicela, si quieres curarte de una vez es mejor que no te pongas tenso… voy a hablar a solas con Naruto.
- ¿Q-Qué? -dijo por fin el más pequeño.
- ¿Podemos hablar a solas tú y yo? -preguntó con voz tranquila la adulta de cabello oscuro y largo.
Aún con algo de incertidumbre, el pequeño rubio asintió con la cabeza y antes de ponerse de pie sintió que Sasuke le tomó de la mano y la apretó fuertemente. Mikoto comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación y Naruto luego de soltar la mano de su novio, siguió a la madre de este. Naruto se sintió desprotegido mientras bajaba por las escaleras… ahora sin la compañía de Sasuke se sentía solo… ¿acaso se había vuelto tan dependiente de su azabache? Y si era así entonces… ¿acaso estaba listo para afrontar un reto él solo? No, tenía que ser alguien valiente… si quería estar al lado de Sasuke pase lo que pase tenía que aprender a hacerle frente al miedo, como ya lo había hecho antes. Tenía que tomar confianza en él mismo, cuando llegaron a la mesa del comedor Mikoto lo invitó a tomar asiento frente a ella, antes de sentarse, el rubio llenó de aire sus pulmones y dio un suspiro que le alivió en gran parte… Naruto tenía que ser valiente.
- Bueno… ¿entonces sí son novios? -preguntó la mayor mirando a los ojos azules.
- Sí… sí somos novios.
- ¿Y por qué me lo ocultaron?
- Tenemos que ocultarlo… créame que no quisiera hacerlo, para mí no estoy haciendo nada anormal.
- Si crees eso… ¿entonces por qué dices que tienen que ocultar su relación?
- Podrían separarnos… yo lo sé y no quiero que me separen de Sasuke… Señora Mikoto por favor -dijo con voz de suplica- no me separe de Sasuke.
- ¿Y no están haciendo nada malo?
- No le hacemos daño a nadie… solamente nos queremos uno al otro, aunque seamos varones, por favor entiéndalo.
- ¿Y qué tengo que entender? ¿Qué te besuqueas con mi hijo y dices que lo quieres y que no haces nada malo?
- …No solo eso, no lo besuqueo y listo… lo beso porque lo quiero, porque lo amo.
- Esa palabra es muy fuerte Naruto.
- Lo sé, en serio que lo comprendo.
- ¿Entonces qué es lo que sientes?
Naruto se sentía confundido… confundido por la relativa calma de la adulta que tenía enfrente, pero de lo que no tenía dudas era en las palabras que estaba a punto de pronunciar: “Yo… Naruto Uzumaki amo a Sasuke Uchiha” dijo claramente y sin tartamudear. Mikoto lo quedo mirando en silencio por unos segundos…
- Bien… eso era lo que esperaba oír -dijo la mayor y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios.
- Mmmm?
- Por un momento tenía miedo que solo fuese un amor de pasatiempo… eso no me gusta.
- No señora Mikoto, yo en serio amo a Sasuke y él a mí, ya me ha demostrado.
- Bueno, eso me alivia mucho.
La adulta se puso de pie y le dio una caricia al cabello de Naruto, dejando las mejillas rojas al menor, aunque Naruto aún tenía una duda y tenía que ser respondida para su tranquilidad.
- Señora Mikoto ¿usted no está molesta porque Sasuke y yo somos novios?
- Molesta no, yo sé que los tiempos cambian… solo tengo que acostumbrarme a la idea que mis hijos les gustan los chicos.
- ¿También sabe que Itachi es bi?
- Nos lo dijo a toda la familia cuando tenía quince, al principio me dolió un poco pero aprendí que mientras mis hijos estén felices yo también lo estoy… y tienes razón, al final no le hacen daño a nadie.
Naruto sonrió, se sentía aliviado por las palabras de la madre de su novio. “¿Quieres una taza de leche?” le preguntó la adulta dirigiéndose a la cocina, Naruto contestó de forma afirmativa y se quedó esperando en la mesa. Ahora tenía que decirle a Sasuke que su mamá no lo había tomado a mal.
- ¿Entonces puedo seguir siendo novio de Sasuke?
- Yo no te voy a obligar a que no lo seas Naru -le contestó.
- Gracias señora Mikoto.
- Te dije que puedes llamarme por mi nombre sin problemas -dijo entrando al comedor con dos tazas, una de leche y otra de café.
- Bueno, gracias Mikoto. Es que estoy tan aliviado… mi mami también reaccionó así y eso me pone muy contento.
- ¿En serio? ¡Qué bueno!
- Sip -el rubio sonrió de oreja a oreja y le dio un buen sorbo de leche a su taza.
- ¿Sabes qué Naruto? Podría conocer a tú mamá algún día ¿cierto?
- Claro, sería bonito.
La adulta y el rubio adolescente se regalaron una sonrisa mientras seguían tomando de sus tazas, mientras conversaban de ahora trivialidades o Naruto le contaba pequeñas anécdotas de tener a Sasuke como novio. Cuando terminaron, Mikoto le dijo que fuera a ver a Sasuke y lo tranquilizara, ya había pasado un buen rato y se les había olvidado que Sasuke estaría preocupado seguramente. La adulta llevó las tazas vacías a la cocina mientras que el rubio subía las escaleras contento. Como la puerta de Sasuke estaba abierta Naruto vio que Sasuke estaba recostado abrazando una almohada con los ojos entrecerrados, como si estuviera pensando en sus cosas.
- ¡Sasuke! -entró sonriendo.
- Naruto ¿Qué pasó?
- Bueno… tu mamá… -dijo ya en forma seria y medio triste, tratando de asustar a su novio por un ratito.
- Naruto no te atrevas a asustarme ¿mi mamá está molesta o no?
- Nopi, reaccionó parecido a mi mami ¿no es genial?
La sonrisa de Sasuke fue de fotografía, tanto así que el azabache con puntitos rojos por todo su cuerpo se puso de pie de inmediato, saltó de su cama y tomó a Naruto de los brazos, plantándole un beso ahí mismo, en medio de la habitación. El beso tomó por sorpresa al de ojitos azules, pero le encantó. Sentir los labios de Sasuke moverse con tanta alegría, con tantas ganas de besar… era algo cautivador… una de las cosas que amaba de su novio y que siempre amaría, ese cariño incondicional que sentían. Tanto las mejillas del rubio como del azabache estaban rojas cuando se separaron de ese beso, fue un beso riquísimo…
- Ejem… ¿van a besarse cada vez que quiera entrar a la habitación?
- ¡Mamá! ¿desde cuándo estás ahí parada? -dijo alertado el de cabello negro viendo a su madre parada en el marco de la puerta.
- No te asustes hijo, el tiempo suficiente para ver un lindo beso.
El azabache se tapó la cara de inmediato, se sentía súper apenado de que su mamá lo haya visto por segunda vez besándose y aún más ahora que su madre había dicho algo tan vergonzoso, mientras que Naruto no pudo evitar par una risita.
- Vine a cambiar sus tazas de té, deben estar frías ya.
- Ammm… me las tomé las dos -dijo el de cabello negro- estaba algo nervioso.
- Jaja, bueno en ese caso está bien ¿desean algo más?
- … -tanto Naruto como Sasuke negaron con la cabeza.
- Bueno entonces les daré algo de privacidad, estaré abajo.
Justo después de salir de la habitación fue Mikoto quien cerró la puerta, ahora que los adolescentes estaban solos, Naruto tomó de la mano a su novio. “Bueno es hora de regresar a la cama, ya fueron muchas emociones para el paciente” dijo divertido el ojiazul.
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Habían pasado una horas desde que Naruto había regresado a su casa y aún faltaba una hora para la cena, Sasuke apagó su reproductor de música y caminó hasta el baño de su habitación, hiso del numero uno y luego se lavó las manos, mientras lo hacia se miraba en el espejo, ahora se sentía mujo mejor y la fiebre había bajado, estaba seguro que ya se curaría en cuestión de horas y otra vez por fin tendría a su hermoso novio también en la escuela. El de cabello negro tomó la toalla y secó sus manos, mientras hacía eso se dio cuenta que se estaba quedando sin rollos de papel sanitario, así que decidió ir al baño principal para tomar unos rollos más. Salió de la habitación y caminó por el pasillo, llegó al baño principal y tomó lo que había ido a buscar, finalmente tomó el camino para regresar a su habitación pero mientras caminaba por el pasillo escuchó un sonido parecido a unos quejidos. Primero pensó que solo era su imaginación pero cuando pasó por la habitación de sus padres se dio cuenta que no lo estaba imaginando, los quejidos venían de ahí.
El azabache lo pensó dos veces pero se decidió a pegar su oreja a la puerta de la habitación de sus padres… era su madre, parecía que estaba llorando. Al azabache no le gustaba para nada escuchar a su madre llorar pero… ahora estaba en duda del porqué de sus lagrimas… entonces escuchó lo que le aclaró su duda: “Entonces… creo que ya no voy a tener nietos”.
Sasuke se quedo pasmado… esa era la razón del llanto de su madre, no pudo evitar sentirse un poco culpable por eso… sabía que no era exactamente su culpa pero era cierto, dos chicos no le podían dar nietos a su madre, pero… no había otra manera, Sasuke no quería separarse de Naruto. Lo que sí sentía era tristeza de escuchar a su madre llorar y si se ponía en su posición… era una buena razón para llorar, después de todo, uno de los deseos de las madres es seguramente ver a sus nietos, era comprensible. El pelinegro no pudo seguir escuchando, así que siguió su camino y llegó a su habitación, puso los rollos de papel en su baño y luego regreso a su cama, ahora si tenía ganas de dormir… de relajarse y tratar de tranquilizarse.
Más o menos una hora después, el de cabello negro se despertó al oír que tocaban a su puerta, después de dar a afirmativa para entrar vio a su madre asomarse, ahora con una sonrisa maternal y sin rastros de haber llorado.
- Hijo, la cena ya va a estar lista ¿quieres que te la traiga a la cama?
- No gracias mamá, ya me siento mucho mejor… hoy quiero acompañarte en la mesa para cenar.
- Oh… muy bien, entonces bajemos.
Sasuke obedeció y se puso de pie con todo y pijamas, desde que estaba con varicela su ropa diaria consistía en sus pijamas, ya que su madre prefería que no saliera de la cama, pero ya que se sentía mejor ahora si podía dejarlo bajar, al menos por un rato. Sasuke se sentó en la mesa y su madre fue a traer los platos de la cocina, para después ya sentarse a su lado y poder empezar a cenar.
- Hoy tu padre tiene una reunión y llegará algo tarde.
- Entiendo… ¿y cuando se supone que regresa Itachi de su “viaje de estudios”?
- Hoy ya tiene que regresar, pero no estoy segura de a qué hora ya esté aquí.
- Bueno.
- Ehh… Sasuke, es mejor que este tema de que tienes novio no se lo digamos a tu…
- Lo sé, si ya se decepcionó con Itachi una vez, conmigo sería peor.
- No lo digo por eso… a tu papá le tomo algo de tiempo acostumbrarse a la idea con Itachi, creo que deberíamos esperar un poco más para contarle sobre ti también.
- Bueno.
- …
- Mamá… ¿estás decepcionada de mí? -preguntó de una vez el pelinegro, dejando de lado sus cubiertos.
- Claro que no hijo, no me decepciona que te gusten los chicos.
- Chico… solo me gusta ese chico: Naruto.
- ¿Ósea que no te gustan los demás?
- No lo sé, ni siquiera estoy seguro si me gustan las chicas… solo sé que quiero mucho a Naruto, estoy… enamorado de él.
- Bueno, está bien… además nunca traías a nadie a casa antes, ni a amigos ni a “amiguitas”.
- Mamá… -dijo poniéndose rojo el azabache.
- Jajaja, tranquilo. Yo creo que está bien que la persona que te gusta se preocupe tanto por ti.
- Sí… pero mamá…
- Dime Sasuke.
- Tú quieres tener nietos, lo sé…
- … Toda madre quiere nietos.
- Bueno… lo siento…
- Oh no, no pidas disculpas -Mikoto dejo de comer y acarició la cabeza de su hijo- puedes adoptar ¿no?
- Sí, eso creo…
- Entonces está bien.
- Gracias mamá… te quiero.
Mikoto sin poder evitarlo le dio un abrazo a su hijo menor, haciendo que este se pusiera aún más rojo, no le gustaba sentirse consentido con su familia… ¡pero que más da! Era un momento muy especial como para ignorarlo, así que el azabache también correspondió el abrazo. “¡Hey familia ya estoy en casa!” dijo en voz alta Itachi entrando con sus maletas, viendo a su madre y a su hermano mayor abrasados en el comedor.
- Ahhh… ¿Qué tanto pasó aquí mientras no estaba? -pronunció con cara de sorpresa.
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Por fin era lunes y Naruto estaba llegando a la escuela temprano, acababa de leer un mensaje que le había mandado Sasuke: “Hey Dobe, por fin estoy bien como te dije ayer, así que espero estés temprano para poder estar contigo, tú sabes… bueno ya estoy saliendo para allá, nos vemos… te quiero ¬//¬” el rubio no pudo evitar sonreír, por fin vería otra vez a su azabache en la escuela. Estaba por entrar a su salón de places cuando sintió que alguien le tomaba del brazo.
- ¿Qué? Kiba ¿Qué pasa?
- Hola Naruto, tenemos que conversar -dijo el castaño empezando a caminar y a llevarse a Naruto con él.
- Y no lo podemos hacer en...
- No, tiene que ser un lugar privado… los baños a estas horas están vacios.
- Pero dime qué pasa.
- Ya lo sabrás… solo acompáñame.