Por fin era sábado por la mañana, Naruto al despertarse salió volando de la cama hacia el baño para tomar una ducha rápida, se sentía muy emocionado, después de un buen tiempo iría a acampar y esta vez lo haría con su novio, con su hermano mayor y con Deidara, solo los 4 en el bosque, aunque estar solos en el bosque lo asustaba un poco igualmente se sentía seguro cuando recordaba que su novio le protegería de cualquier cosa, hasta de los hombres lobo que se esconden en los bosques. Mientras Naruto frotaba su lindo cuerpo desnudo y lo enjabonaba recordaba todas las cosas que habían pasado en esa semana: primero cuando Sasuke regresó sanito de nuevo a la escuela y después hicieron cosas pervertidas en el baño, de solo recordar los nervios que sintió cuando casi los descubren le hacía sentir mariposas en el estomago y más luego una tarde de hacer el amor, luego un baño caliente con Sasuke dándole besitos y luego el susto que les dieron sus hermanos mayores.
Naruto soltó una pequeña carcajada al recordar que al día siguiente a ese cuando él y Sasuke acompañaron a Gaara para recoger a Sai de la escuela, el pequeño azabache caminaba de una forma muy graciosa, como si le doliera la colita o algo así, al principio Naruto no se dio cuenta, hasta que Gaara le contó en privado el porqué Sai caminaba tan gracioso, luego vinieron las preguntas de “Y como se sintió tu primera vez” haciendo que el pálido pelirrojo se pusiera rojo como una cereza. Y la cereza del pastel fue que durante todos esos días, después de hablar con Kiba al inicio de la semana, Naruto se había dado cuenta como Neji y Kiba se tomaban de las manos o se sonreían el uno al otro disimuladamente, era la señal de que estaban enamorados y ya lo habían admitido, Naruto se sentía orgulloso, al final todo estaba resultando bien y eso lo hacía sentirse feliz.
El de los ojitos azules salió de la ducha y se puso su bata rápidamente, ya no hacia tanto frio como antes, pero igualmente Naruto era muy sensible con las temperaturas, salió de la habitación y fue a tocarle la puerta a su hermano mayor “Dei no te olvides que tienes que estar listo antes de que llegue Itachi” le dijo pero no escuchó respuesta, Naruto hiso un puchero y trató de abrir la puerta de la habitación, él pensaba que estaba cerrada pero se sorprendió al descubrir que no tenía el seguro puesto. Lentamente el menor asomó su cabeza por la puerta y vio a su hermano durmiendo plácidamente en su cama, cubierto hasta el cuello por todas sus mantas. “No hace tanto frio hermano, que exagerado que eres” pensó para sí mismo, el rubio empezó a caminar despacio y en puntitas de pie, intentando ser sigiloso para acercarse a su hermano y despertarlo de un susto, siempre que podía le gustaba hacerlo, con una sonrisa traviesa tomó impulso y se lanzó sobre su hermano, el cual se despertó de inmediato por la sorpresa de tener a su hermanito sobre él.
- Despiértate tonto -le dijo Naruto todo divertido.
- ¿Siempre me tienes que despertar así?
- Sip, es muy gracioso.
- Oye estas todo mojado ¡Sal de aquí!
- Jaja, tengo que estar mojado si me acabo de bañar ¿no? -Naruto se puso de pie, separándose de su hermano.
- Ahora mojaste las mantas -dijo Deidara fingiendo estar enojado.
- No exageres y ya apúrate o llegaremos tarde al campamento.
- No podemos llegar tarde enano, recuerda que Itachi nos vendrá a recoger.
- Sí pero igual no los quiero hacer esperar -le sacó la lengua.
- Aprovechando que ya me mojaste, yo también tomaré un baño.
Deidara que ahora entonces aún seguía cubierto por las mantas, se sentó al borde de la cama y se puso de pie, Naruto vio que su hermano estaba completamente desnudo, seguro por eso estaba durmiendo tan abrigado, porque no traía nada de ropa.
- ¿Y qué haces desnudo? -Naruto podía ver cada parte del cuerpo de Deidara sin nada que lo cubra, no era la primera vez que lo veía así.
- Es más rico dormir así y cubrirse bien.
- Pensaba que solo dormías desnudo en verano.
- ¿Te acuerdas de esa vez cuando tenías 9 y los dos nos dormidos sin nada en mi cama? -recordó riéndose el mayor.
- Jaja, sí me acuerdo, hacia tanto calor ese día y luego nos dio tanto sueño después de jugar.
- ¿Quieres hacerlo otra vez un día de estos? -le guiñó el ojo.
- ¡Claro que no! -dijo el menor poniéndose muy rojo- eso era cuando estábamos más pequeños.
- Jajaja, tranquilo hermanito, solo bromeaba.
- Ohh… está bien si era una broma.
- ¿Pero tendría algo de malo? Tú ya me estás viendo desnudo -el mayor se dio una vuelta para que Naruto lo mirara por completo.
- Tonto -el pequeño tapó sus ojitos con sus manos, para contradecir a su hermano mayor.
- Jaja, eres tan tierno a veces, bueno ya me voy a la ducha.
Naruto seguía sin abrir los ojos, hasta que escuchó la llave del agua de la ducha y por fin ya sacó sus manitas de sobre sus ojos, sentía sus mejillas muy calientes, hiso un puchero pensando que su hermano mayor lo podía avergonzar tan fácilmente y luego salió de la habitación para ir a la suya y vestirse de una vez. Una hora después los dos hermanos rubios estaban terminando de desayunar con su madre, quien les recordaba que nunca apagaran los celulares, que apagaran bien el fuego de la fogata y que no se adentren en el bosque ellos solos, Kushina especialmente instruía a Naruto, que en realidad era más distraído y obviamente más inocente que su hermano mayor.
- Y si encuentras bayas no te las vayas a comer, ni aunque se vean ricas ¿entendiste?
- Ehhh… pero si se ven ricas me van a dar ganas…
- ¡Naruto!
- Está bien, está bien mami, no comeré nada que no sea la comida que llevemos.
- Me alegro de oírlo -la adulta le acarició el cabello a su hijo- Y Deidara tú tendrás que cuidar que tu hermanito no haga nada peligroso.
- Pero mamá, Naruto ya no es un niño pequeño.
- Igualmente tienes que cuidarlo.
- Eso hacen los hermanos mayores -dijo el pequeño todo sonriente.
- Ajá… está bien -suspiró el rubio de larga cabellera- además no creo que Sasuke te quite los ojos de encima tampoco.
Justo en ese momento sonó el timbre de la casa. “Hablando del rey de Roma” dijo Deidara mientras se levantaba a abrir la puerta y Naruto llevaba todo a la cocina para que el comedor se vea ordenado.
- Naruto si llevas todos los platos y tazas juntos se te van a caer.
- Pero no quiero que Sasuke vea el desorden, mami.
- Jaja, está bien deja que te ayude -Kushina igual se levantó de la mesa para ayudar a su hijo a dejar todo ordenado.
Deidara abrió la puerta y saludó con un beso en los labios a su novio azabache, Naruto pensó que los haría pasar de inmediato pero vio que en lugar de hacerlos entrar Deidara salió de la casa, dejando la puerta entreabierta. Después de dejar todo limpio el pequeño ojiazul salió a ver que estaban haciendo todos afuera, ni bien salió de la casa vio que Sasuke ya estaba casi frente a él, seguramente se dirigía a saludar a su Narutín, mientras que los mayores estaban parados frente al auto conversando de sus cosas.
- ¡Hola teme! -Naruto fue directo a abrazar a su pelinegro, como todos los días.
- Buenos días Dobe ¿Y ya estás listo?
- ¿Para acampar? ¡Claro que sí! Pero quiero mi beso de buenos días.
- Oh, claro.
Sasuke acercó sus labios a los del menor y los unió suavemente, sintiendo la suavidad de los labios de Naruto, mientras que el ojiazul abría más la boca para dejarse llevar por el beso, en serio que Naruto había avanzado mucho con respecto a los besos, ahora mucho menos inocente a la hora de juntar las boquitas en un beso. Sasuke se dio cuenta que Naruto quería usar la lengua, pero no podían hacerlo con sus hermanos detrás de ellos, aunque ellos estuvieran distraídos, así que el azabache dejo que Naruto lamiera sus labios y luego se separaron lentamente.
- Rico…
- Naruto eres muy comelón -le susurró el pelinegro.
- Pero a ti te gusta así ¿cierto?
- Sí, pero es nuestro secreto.
Sasuke estaba por darle un piquito a su novio cuando vio que en la puerta de la casa estaba Kushina con una expresión divertida, al parecer los había visto besarse, Sasuke sintió mucha vergüenza de que la madre de su novio los haya visto en algo tan intimo, así que escondió su rostro en el pecho el menor.
- ¿Qué te pasa? ¿Acaso te dio frio? -le preguntó el pequeño mientras le acariciaba el cabello.
- No creo que sea el frio -dijo Kushina entendiendo lo que le pasaba a Sasuke.
- ¡Mamá! No sabía que estabas ahí.
- Jaja, pasen para que tomen algo caliente antes de irse.
- Sí, vamos Sasuke -Naruto intentó caminar pero su novio aún seguía inmóvil.
- Bueno hasta que entren les iré sirviendo el té -La adulta volvió a entrar en la casa dejando la puerta abierta.
- Sasuke no sientas vergüenza, está bien -le dijo de forma tierna.
- ¿Quién dijo que estoy avergonzado? -Sasuke levantó la cabeza, pero estaba con la cara toda roja.
- Jajaja, está bien… pero vamos a entrar y ya luego nos vamos al campamento.
Unos veinte minutos más tarde ya habían puesto las mochilas de los hermanos Uzumaki en la cajuela del auto y ya todos estaban listos para salir. Los dos mayores sentados en la parte de adelante mientras que los menores iban en la parte de atrás tomados de las manos, solo estaban esperando que Itachi acomodara de nuevo el espejo retrovisor para ya ponerse en marcha.
- Oigan niños esta genial que vayamos de campamento y todo eso pero… no lo vuelvan a hacer en mi auto por favor.
- ¡Itachi! ¡Cállate! -reaccionó el azabache menor.
- Lo siento… no me disculpé por…
- No, no… Naruto no pidas disculpas -dijo Itachi- solo no lo vuelvan a hacer aquí… se manchan los asientos.
- Pero menos mal que ya cambiaste el tapizado -dijo Sasuke con cara de enojón- ya necesitaban un cambio.
- Sí, pero fue de mi mesada para pagar el tapizado.
- Bueno yo soy un niño, no me puedes pedir dinero a mí.
- Ay sí, Sasuke cuando le conviene se convierte en niño y luego dice que ya está grande para todo lo demás.
Deidara solo atinó por reírse con la pequeña discusión de los hermanos azabaches, parecía que nunca podrían llevarse bien, pero sabía que en realidad Itachi valoraba bastante a su hermano mejor, aunque fuera muy antipático según palabras del pelinegro mayor. “Oigan ya penden de pelear y vámonos de una vez” expresó el rubio mayor ya calmando su risa. Itachi le hiso caso y encendió el auto, partiendo a las afueras de la cuidad; mientras avanzaban hacia la zona de acampar más cercana, los mayores conversaban y se reían sobre sus propias ocurrencias, a veces discutían de la nada pero siempre lo arreglaban cuando uno le robaba un beso al otro, por suerte Itachi tenía la útil habilidad de poder besar y conducir al mismo tiempo, claro que eso no funcionaba cuando eran besos largos. Y en la parte de atrás Naruto le enseñaba a Sasuke su colección de canciones que apenas se había descargado para el viaje, cada uno usaba un audífono en una de sus orejas y estaban sentados muy cerca, a veces Naruto no se podía aguantar y le pedía a Sasuke que lo besara, el cual no le podía negar ningún beso, en serio le gustaba besar a su rubio de ojitos azules.
Fue un viaje de un poco más de una hora, pero llegaron a en buen tiempo a la zona de acampar, como apenas estaba terminando el invierno y recién se asomaba la primavera ellos eran los únicos suertudos que habían ido de campamento ese fin de semana, luego de recibir las instrucciones de los guardabosques entraron a la zona para campistas, estacionaron el auto y se bajaron contemplando la belleza del bosque.
- Waoh… en serio está muy bonito aquí -dijo el rubio apretando más fuerte la mano de su novio.
- Y va a ser aún más bonito con la oscuridad, los vampiros y los lobos.
- Los vampiros no existen Sasuke -dijo el rubio haciendo un puchero.
- Pero los lobos sí y cuando los oigamos aullar me darás la razón.
- Lo dices solo para asustarme. Aquí no hay lobos… ¿verdad?
- Tranquilo, solo te estaba molestando -le acaricio la carita.
- Teme.
Naruto y Sasuke se abrazaron, ambos se gustaban mucho, aunque a veces se molestaran el uno al otro era muy lindo para ellos. “Oigan ya déjense de tantos corazoncitos y miel y ayúdennos a bajar todo del auto” dijo Itachi mientras bajaba las tiendas de campaña. Todos se pusieron a trabajar, se quedarían todo el sábado y el domingo hasta las 2 de la tarde, luego ya regresarían a casa, por eso tenían que aprovechar al máximo ese fin de semana. Armaron las dos tiendas de campaña que usarían: uno para los mayores y otra para los menores, también armaron una fogata que prenderían cuando anocheciera y Deidara había preparado una parrilla para azar salchichas y hamburguesas para comer. Cuando por fin habían terminado ya era casi la hora de almorzar.
- Listo ahora es hora de comer ¿cierto? -dijo Naruto ni bien terminaron.
- No, no hermanito. Primero vamos a nadar al lago y luego ya comeremos.
- Pero ya me está dando hambre -se quejó el rubiecito.
- Vamos Naruto, si no vamos al lago ahora luego se hará muy tarde y no quieres nadar en la noche ¿cierto?
- Ehh… Itachi tiene razón -dijo el rubiecito de nuevo.
Dejaron sus cosas listas como estaban y fueron caminando hacia el lago que no estaba tan lejos, solo a un par de minutos caminando, cuando llegaron a la orilla los dos mayores se quitaron toda la ropa rápidamente, quedándose solo en los bóxers que usaban y sin más se metieron al agua.
- ¡Hey! ¿No se van a poner traje de baño? -preguntó el menor de todos.
- Naruto no pierdas el tiempo en eso y entra.
- Tal vez tu hermanito quiere que lo veamos desnudo mientras se pone el traje de baño.
- Ehhh… -Naruto se puso colorado al escuchar eso.
- Naruto, mejor vamos a meternos con la ropa interior y ya -Sasuke ya se había quitado la camiseta.
- B-Bueno…
Los dos menores se quitaron la ropa y la dejaron a un lado, y estándo ya igual que los mayores se acercaron al lago con la intención de entrar a esas aguas tan cristalinas, Naruto entró rápido y se zambulló, mojándose por completo y cuando salió a la superficie vio que Sasuke aún no se metía al agua.
- Sasuke ¿por qué no te metes? El agua está rica.
- Ehh… está muy helada -le contestó el azabache.
- Teme… no exageres, está muy buena.
- Dei ayúdame a meter a Sasuke al agua, creo que necesita algo de ayuda.
- Creo que tienes razón Itachi.
Los dos mayores intentaron salir del agua con la intención de meter a la fuerza a Sasuke, pero este al ver que de todas maneras lo iban a meter al agua que según él estaba tan helada, fue corriendo antes de que los mayores salgan a atraparlo y de un salto se zambulló en el lago.
- Ahh… ¡Esta fría! -dijo al salir a la superficie con todo su cabello mojado.
- Jajaja, eso fue inteligente, ya te íbamos a lanzar.
- Ya lo sé… par de idiotas -dijo tiritando de frio.
- ¿En serio tienes frio? -Naruto se le acercó.
- Sí… no me congelo, pero si hace frio… al menos dame un abrazo para que se me pase.
- Oki doki.
Naruto sonrió ante la petición de Sasuke y lo abrazó, era un abrazo mojado y además sentía como Sasuke temblaba un poquito, pero mientras el contacto duraba, el ojiazul notaba que a Sasuke se le iba desapareciendo el frio.
- Así ¿estás mejor?
- Aja… gracias Naru… te amo.
- Awww… de pronto estás tan cariñoso -le sonrió mirándolo a los ojos.
- Sí quieres puedo ser frio.
- No, no. Me gusta el Sasuke cariñoso, te amo.
- Beso…
Sasuke tomó a Naruto de la carita y el más pequeño terminó de acercarse juntando sus labios con los del mayor, esta vez si usaron sus lengüitas, eso hacia el beso más caliente, húmedo y erótico… cuando se separaron de ese besito Naruto que dio cuenta que algo chocaba con su pierna, era la erección que se le había formado a Sasuke.
- Sasuke pervertido… -se sonrió.
- Es que… de pronto me excité.
- Jaja, eso es lindo.
- Sí… pero lo que no es tan lindo es la escena de allá.
Sasuke señaló a sus hermanos mayores que se estaban besando también en el agua, pero ellos ya lo hacían de una forma más pervertida, manoseándose con sus manos. “Les recuerdo que por aquí no hay hoteles” les dijo Sasuke, pero sin conseguir respuesta alguna, los mayores estaban demasiado concentrados en sus eróticos besos.
- Vaya… Itachi tiene un lindo cuerpo -dijo Naruto pensando en voz alta.
- ¿Qué dijiste? -Sasuke comenzó a voltear hacia él en cámara lenta y con una vena en su frente.
- Ehh… que Itachi tiene lindo cuerpo… p-pero…
- ¿Pero qué?
- La verdad es que tú eres mucho más lindo, en serio.
- Ohh… está bien, más te vale -dijo Sasuke ya tranquilizándose.
- Siiii.
Naruto volvió a abrazar a Sasuke mientras que comenzaban un nuevo beso, parecía que el frio inicial ya se le había olvidado por completo al pelinegro.
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La noche ya había llegado, el grupo ya había cenado y ya habían visto las hermosas estrellas del cielo, que desde la ciudad no se notaban casi nada. Se habían sentado en la fogata para contar historias de terror, Naruto ya había abrazado cientos de veces a Sasuke para no asustarse y finalmente para antes de dormir habían asado malvaviscos en la fogata antes de apagarla. Ahora eran casi las 11 de la noche y cada uno estaba en su respectiva carpa supuestamente tratando de dormir, pero Sasuke no podía dormir ya que su novio se movía mucho.
- Oye Naru ya sé que estás despierto ¿por qué no te duermes?
- ¿Y si viene el hombre lobo?
- Naruto… sabes que los hombres lobos no existen.
- Pero Deidara dijo que era una historia real.
- Eso es algo que a veces dicen para que la historia de más miedo, no te lo creas.
- ¿Y entonces que son esos ruidos? ¿Los oyes?
- Mmmm… vale sí los escucho, pero no son aullidos.
- Ve a revisar Sasuke -dijo el menor tapándose con la bolsa de dormir.
- ¿Qué? Voy pero si tú vienes conmigo.
- ¿YO?
- Vamos, sé un niño valiente -le dio un beso en la frente.
- E-Esta bien… vamos.
Ambos salieron de la tienda de campaña en silencio, tratando de escuchar de donde venían esos extraños sonidos, los dos chicos de la mano empezaron a caminar mientras escuchaban, no se demoraron mucho en descubrir que esos sonidos algo extraños venían de la tienda de campaña de sus hermanos mayores.
- ¿El lobo los estará atacando? -preguntó alarmado el pequeño.
- Que no hay ningún lobo, son esos dos pervertidos que se estarán besuqueando… y seguramente más cosas…
- ¿Estás seguro?
- Sí… mejor vámonos a dormir ya.
- ¿Y si revisamos que estén bien?
- No… espera… podría ser una linda venganza por el susto del otro día.
- ¿Ehhh? -el rubio no había logrado oír ese susurro.
- Nada, sí… vamos a ver si están bien.
Los dos adolescentes caminaron lentamente hacia la tienda de campaña y cuando Sasuke ya estaba por abrir la puerta de golpe, vieron como está se abrió e Itachi sacó la cabeza, asustando de nuevo a los menores.
- ¿Sabían que podemos escuchar todo lo que hablaban? -pronunció con sarcasmo.
- Perfecto… broma arruinada.
- ¿Entonces están bien? -preguntó Naruto.
- Sí estamos bien ¿No Dei?
- Sip, es una linda noche, hola chicos -Saludó el otro rubio también sacando la cabeza.
Oigan ya que todos estamos aquí… Naruto, Sasuke ¿quieren entrar con nosotros un rato? -preguntó el azabache mayor como si nada.