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Ese chico... llamado Sasuke por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

Buenas noches amigas y amigos lectores!

Aqui estoy de vuelta con un nuevo capítulo, este ya lo tenía listo, pero después de un check le mejoré algunas cosas y creo que está mucho mejor :)

Este fue un capítulo muy calido de hacer, espero les guste. ¡A leer!

Miércoles por la tarde, el día había sido tranquilo, sin problemas, todo supuestamente normal. Dos adolescentes entraban silenciosamente a la casa del menor de estos, no vieron a nadie en living, la casa parecía vacía. “¿Entonces pudiste recolectar las cosas que necesitamos también?” preguntó el mayor, que tenía el cabello oscuro y la piel muy blanca. “Sí, por suerte nadie se ha dado cuenta” respondió el menor de cabello rubio y ojos muy azules como el cielo, con tres marquitas en cada mejilla. El azabache cerró la puerta principal de la casa y ambos chicos subieron sin prisa hasta la habitación de Naruto, una vez adentro cerraron la puerta con seguro, Sasuke se sentó sobre la cama y el rubio fue directo a sacar la mochila que tenía lista dentro de su armario. Tomó la mochila que estaba detrás de algunas cajas de zapatillas, había escondido la mochila ahí, luego de sacarla la puso sobre la cama para que Sasuke la revisara.

-      Bien… botellas de gaseosa, bolsas de snacks, chocolates, caramelos y… ¿un montón de ramen instantáneo?

-      Sí Sasuke, es justo lo que necesitamos para estar bien cuando escapemos -contestó el más inocente.

-      Naru… no me gusta decirte esto pero… ninguna de estas cosas es útil para escaparnos, tienes que llevar ropa, cereales en barra, botellas de agua, dinero en monedas, esas cosas.

-      Ohh… ¿Cómo si fuéramos de campamento?

-      Exacto -suspiró el mayor- además, ¿en donde cocinaríamos el ramen instantáneo?

-      Este… yo… tienes razón, no pensé en eso -Naruto se puso rojo por la vergüenza.

Sasuke en lugar de molestarse le regaló una pequeña sonrisa, hasta para hacer algo tan serio Naruto pensaba como un niño, ni siquiera había alistado ropa, se supone que tenían que escaparse el tiempo suficiente como para que Minato se fuera sin llevarse a Naruto, no los tenían que encontrar, y eso si tenían suerte solo les llevaría unos días, tal vez hasta una semana o máximo dos, Sasuke no quería que su tiempo como fugitivos fuera muy largo, el azabache era racional: no podían jugarse para siempre, a él le encantaría la idea, pero aún eran unos niños, aún ni terminaban la secundaria, no tenían mucho dinero a su alcance y no tenían en donde vivir más que en sus casas. Si se estaban escapando sería para que no se llevaran a Naruto, luego con mucha suerte todo volvería a la normalidad. Sasuke tenía la esperanza de que su plan funcionara.

“¿Pero por lo menos puedo llevar los chocolates? Por si nos dan ganas de comer algo dulce” preguntó el rubio, Sasuke le asintió con la cabeza y luego se puso de pie para escoger la ropa que llevaría Naruto. Sasuke ya tenía su propia mochila lista, con botellas de agua, galletas, una linterna, ropa para varios días y algunas otras cosas más. Hasta le había instalado una canastilla al manubrio de su bicicleta, para que pudiera llevar su mochila ahí mientras las conducía, efectivamente, se escaparían en la bicicleta de Sasuke, irían muy lejos de ser necesario, solo para seguir juntos, para poder amarse en paz.

-      Oye Sasuke se me acaba de ocurrir una idea ¿y si preparo unos sándwiches para el desayuno?

-      Mmm… creo que está muy bien, solo espero que no se aplasten en tu mochila.

-      Claro que no ¿tú que estás haciendo?

-      ¿No lo ves? Estoy poniendo tu ropa.

-      Ya pareces mi mami haciendo eso -le hiso un puchero.

-      Ja, ya quisieras, si no fuera por mi estarías con las mismas prendas por todo ese tiempo.

-      ¿Tú crees que estemos fuera varios días?

-      Yo… espero que no… solo espero que tu papá se vaya antes de que regresemos.

-      Sí… yo también.

El pelinegro terminó de alistar la ropa para Naruto y luego alzó la mirada para verlo, lo vio sentado en la cama con la carita hacia abajo, parecía algo triste por tener que escaparse. Sasuke se enterneció, lo comprendía, él tampoco quería estar lejos de su familia por mucho tiempo, pero hacia eso por Naruto, para poder estar junto a él, en todos esos meses de ser novios se había dado cuenta de una cosa y este era el momento de decírselo, Sasuke se sentó al lado de su peque, lo abrazó suavemente y Naruto se pegó a él, el rubio le sonrió tiernamente pero tenía pequeñas lagrimas agolpándose en sus ojitos. El azabache acarició las mejillas del menor y le regaló un beso en la frente.

-      Naruto, tú eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida -le dijo tranquilamente y con seguridad.

-      S-Sasuke… ¿de verdad?

-      Sí, ahora ya no puedo imaginarme la vida sin ti… durante todos estos meses me he dado cuenta que… que siempre te había estado esperando, estoy completamente enamorado de ti… eres la única persona a la que le puedo decir te amo, porque es la verdad, te amo mucho.

El corazón del pequeño de ojos azules no podía estar más feliz, Sasuke… le había dicho las palabras más bonitas que había escuchado, todo eso parecía de novela, pero no, era verdad… Sasuke se lo había dicho de corazón, había expresado sus sentimientos. Las lagrimas brotaron de los ojitos del rubio, pero estas eran lagrimas de felicidad, Naruto ahora se sentía muy feliz y como siempre: muy enamorado de Sasuke, desde que lo vio por primera vez esa tarde de otoño y ahora que empezaba la primavera… era amor del bueno, el amor que sentía por Sasuke era sincero, lo que algunos adultos ni siquiera entendían él, que solo era un adolescente lo podía sentir: amor verdadero.

“Sasuke… cuando dices esas cosas me haces tan feliz, yo te amo mucho también” le dijo con una sonrisa en su carita, justo antes de que unieran sus labios en su beso, un beso tibio y dulce… un beso lleno de ternura y buenos sentimientos, un beso de verdad. Ambos al separase del beso sentían cosquillas, agradables cosquillas. Todos los que piensan que el amor entre dos chicos tan jóvenes es imposible, es porque no conocen a estos chicos, pues ellos se amaban de verdad, tanto como para no querer separarse y hasta escaparse si es necesario, para proteger su relación, una relación que poco a poco fueron formando y ahora no querían terminar por nada. Naruto secó sus lagrimas con sus manos, no había llorado mucho, solo un par de lágrimas se le habían escapado.

-      Bien, ahora vamos a hacer esos sándwiches antes de que se haga más tarde, recuerda que a la una de la madrugada vendré a buscarte… y nos iremos.

-      Sí, está bien Sasuke. Si es irme contigo entonces lo haré muy feliz -le respondió con seguridad en sus palabras.

-      Recuerda ponerte ropa de calle antes de que venga por ti y no te olvides de dejarle la nota a tu familia.

-      Sí, la dejaré en mi cama… así mi madre la leerá por la mañana.

-      Tranquilo Naru, ya verás que volveremos.

-      Para estar juntos, yo no quiero sepárame de ti ni una semana -lo abrazó fuertemente.

-      Ni yo de ti… mi pequeño Dobe.

Ese cálido abrazo duró un par de minutos, ambos estaban muy sensibles, dejar a sus familias por un tiempo no era fácil, pero ya estaban listos para escapar esa noche, aunque les doliera dejar sus hogares, lo estaban haciendo por lo más importante, seguir estando juntos. Al separarse del abrazo guardaron la mochila de Naruto de nuevo en el armario, Sasuke revisó que la soga por donde bajaría su amado estuviera ahí, fuerte y resistente, todo tenía que salir bien, durante la madrugada no los tendrían que ver ni hacer ruido. Dejaron todo listo y salieron de la habitación, irían a la cocina para preparar su desayuno del día siguiente.

-      Pero Sasuke, si llevo las gaseosas y los snacks me lo agradecerías.

-      Van a hacer que tu mochila pese mucho, ya te estoy dejando que lleves los chocolates.

-      Vamos teme, al menos déjame llevar las papitas picantes, yo sé que te gustan mucho.

-      Mmmm… está bien, pero deja todas las gaseosas aquí.

-      Yaaay, está bien, igual llevaré dinero para comprar gaseosa luego -sonrió victorioso.

-      No creo que yo te de permiso de hacerlo.

-      Que no eres mi mami -le sacó la lengua.

Ambos llegaron a la cocina y se pusieron manos a la obra, tendrían que hacer dos emparedados para cada uno, mientras estaban en eso, llegó Deidara de la universidad y al encontrarlos preparando comida aprovechó y le robó un sándwich a su hermano menor cuando este estaba distraído.
“Dei no es justo, lo necesito” le dijo su hermano pero ya era muy tarde, Deidara ya le había dado una buena mordida a ese sándwich de queso. Naruto al ver eso se puso a patalear y gracias a su pequeña rabieta Deidara terminó ayudándolos a hacer varios emparedados más. Al final la ayuda del mayor fue muy buena, lograron hacer casi una decena de emparedados, así que Naruto tomó cuatro de esos, los envolvió en bolsas de papel y se los llevó con intención de guardarlos en su mochila de escape, pero antes de salir de la cocina escuchó…

-      Hey enano ¿A dónde crees que le llevas esas delicias?

-      Ehhh… es que  les prometí a mis amigos que se los llevaría mañana.

-      ¿Y no podías hacerlo en la mañana? Así estarían más frescos ¿no crees?

-      Pues… me da flojera hacerlo, me llevo estos que ya están listos, bye -Naruto subió las escaleras corriendo.

-      No le hagas caso, se está haciendo algo flojo -le dijo Sasuke a su cuñado.

-      Eso es lo normal en el enano, ahora que baje vamos a ver tele todos.

-      Sí, está bien.

Mientras tanto, arriba, Naruto estaba guardando los emparedados en su mochila, “Bien, ahora solo falta mi cepillo de dientes, pero lo guardaré luego de usarlo, después de la cena” cerró su mochila y la volvió a esconder en su armario, luego de salir de su habitación y bajar las escaleras vio a su hermano y a Sasuke sentados frente al televisor, sentados en el sofá, comiendo sus aperitivos y concentrados viendo anime. “Oigan espérenme yo también quiero ver con ustedes” dijo el más pequeño tomando un emparedado de la mesa del comedor y sentándose al lado de su novio.

Los tres se quedaron ahí viendo la tele, casi se terminan todos los sándwiches, pero se acordaron de guardarle uno a Kushina. Ya satisfechos de comer, los tres estaban muy atentos en la trama del anime que estaban viendo, solo cuando dieron los comerciales ya se animaron a hablar, así de hipnotizados pueden estar los chicos cuando ven en televisión algo tan entretenido.

-      ¡Woooow! Eso es tan genial… ¿Se imaginan como sería todo si nosotros fuéramos ninjas? -preguntó el rubio con los ojos brillándole.

-      Pues… la verdad no me lo imagino -respondió Sasuke.

-      Jajaja, de seguro tú quisieras ser el héroe en todo momento Naruto, yo en cambio, sería uno de los malos -exclamó el mayor de los tres.

-      ¿Sí claro y te pondrías ropa negra y todo eso verdad?

-      Obviamente Sasuke y seguro tú irías a todos lados con Naruto saltando por los arboles.

-      No, yo también sería uno de los chicos malos -dijo Sasuke cruzándose de brazos.

-      Pero Sasuke… tú no eres malo, tú tendrías que ser de los buenos -dijo Naruto con una voz súper inocente.

Tanta fue la ternura que sintió Sasuke que se sonrojó un poco, sin dudas Naruto si fuera un ninja sería uno de los chicos buenos. Todos se quedaron callados de pronto y miraron al televisor, habían terminado los comerciales.

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Faltaba poco para la una de la madrugada, Sasuke Uchiha terminaba de ponerse la chaqueta, apagó su celular y lo dejó sobre su cama, al lado de la nota que había dejado para su madre, era una verdadera suerte que su padre estuviera fuera de la cuidad por varios días, así sería menos problemática su huida de casa. El azabache se puso su mochila con todas sus cosas listas, abrió la ventana de su habitación, se subió al marco de esta y dio un gran salto hasta la rama del árbol que estaba frente a su ventana, sus pies chocaron contra la firme rama del árbol, con una destreza muy buena Sasuke bajó silenciosamente del árbol, cuando llegó al suelo limpió su ropa con sus manos, vio que todas las luces estaban apagadas excepto la de la habitación de su hermano mayor, así que tenía que ser más cuidadoso aún. Caminó hasta el patio trasero, donde a propósito había dejado su bicicleta, se quitó la mochila y la puso en la canastilla nueva. A pasos lentos y silenciosos fue alejándose de la casa con su bicicleta, mientras que se adentraba a las calles vacías y silenciosas, con la luna como testigo y el viento soplando en su espalda. Vio su reloj de pulsera, aún faltaban diez minutos para que sean la una en punto, ahora iría a recoger a Naruto.

Mientras tanto, en la habitación del pequeño rubio de ojos azules, este estaba leyendo otra vez la carta que le había dejado a su familia, donde se despedía de su madre y de su hermano mayor, no era un adiós para siempre, era un hasta luego, pero les dejaba muy claro que no lo hacía por ellos, lo hacía para no estar lejos de Sasuke y también en su carta le pedía a su padre que se vaya a Europa sin él, que no quería estar lejos del chico al que amaba de verdad. Con los ojos aguaditos Naruto terminaba de leer su carta, al hacerlo, la dejó sobre su cama y recordó lo que le dijo Sasuke, que dejara su celular también, así que guardó su teléfono móvil en el cajón de su mesa de noche. Ya no faltaba nada para la hora indicada que le había dicho Sasuke. Así que Naruto que ya tenía la ropa puesta, ya que no había podido dormir casi nada, no hiso más que ponerse las zapatillas, sacó su mochila del armario y la dejó al lado de la ventana, ya tenía en sus manos la soga que usó para salir de su casa una vez, ahora solo esperaba a Sasuke mirando por la ventana. La noche era hermosa mirándola desde ahí, la luna blanca ahí en el cielo y el silencio de los suburbios… Naruto suspiró cuando vio a Sasuke acercarse con su bicicleta, venía a una buena velocidad, se detuvo al lado de la casa y bajo de la bicicleta, “Bueno, llegó la hora” susurró el rubio abriendo las ventanas.

Primero amarró su mochila con la soga y lentamente la bajó, para que Sasuke la recibiera en el suelo, el azabache desató la soga de la mochila y Naruto la volvió a subir, ahora solo tenía que bajar él, ató un extremo de la soga en la pata de su cama y luego con la soga en mano y con muchos nervios se acercó a la ventana. “Vamos Naruto, ya lo hiciste una vez, ahora debe ser más fácil” le decía Sasuke en voz baja, el rubio tragó saliva y lentamente empezó a bajar por la pared de la casa. El mayor tenía razón, esta vez no fue tan difícil, Naruto ya había podido bajar él solito, se demoró un poco pero lo hiso. Para que la soga no quedara colgando Sasuke la amarró con una bolita y con ese peso la lanzó hacia la habitación, ahora ya nadie se podía meter como un intruso.

Estaba todo listo, Naruto y Sasuke se abrazaron muy fuerte, estaban nerviosos, pero era por el bienestar de ellos lo que estaban haciendo, eso siempre lo tenían en mente, al separarse del abrazo Naruto puso su mochila en la canastilla, las dos mochilas no cabían muy bien pero al menos no se caían porque estaban apretadas en ese espacio. Sasuke se subió en su bicicleta mientras Naruto veía su casa con nostalgia “Hasta luego hogar, cuídate mucho sin mi” pensó, luego sintió la mano de Sasuke tocando su hombro, el rubio le sonrió y le regaló un beso en la mejilla, se sentó en el manubrio de la bicicleta y… partieron, ambos se fueron, dejando sus hogares atrás por una causa de amor, para unos podría ser una locura, pero para ellos era lo correcto. Sasuke manejaba a una velocidad no muy rápida, sabía que tenían que alejarse, pero primero tendrían que tener un lugar para dormir, no era bueno viajar en plena noche, era muy peligroso.

-      Naruto, vamos a dormir esta noche y al amanecer nos alejaremos de aquí lo más que podamos ¿De acuerdo?

-      Está bien… la verdad es que no he podido dormir y ahora… tengo sueño.

-      Bien, entonces vamos a un lugar seguro -dijo el pelinegro conduciendo y concentrándose en el camino.

La noche era un poco tenebrosa, no sabían que se encontrarían, lo que más temía Sasuke era encontrarse con una pandilla de maleantes, nunca había visto a alguien por esos lugares, pero aún así no se iba a confiar. Las calles estaban vacías y demasiado callados, parecía una ciudad abandonada, Naruto estaba acostumbrado pues todo su vida la había pasado ahí, pero Sasuke que era un chico de ciudad, tanto silencio le extrañaba, aún no se acostumbraba del otro a la tranquila vida en los suburbios. El lugar donde estaban yendo estaba un poco lejos, pero era un lugar seguro, nadie los buscaría ahí, al menos por esa noche. Llegaron a la colina verde donde se dieron su primera escapada nocturna, se había convertido en un lugar muy especial para ambos chicos, en esa colina habían pasado muchos momentos justos. Sasuke se detuvo y ambos chicos bajaron de la bicicleta, subieron caminando hasta la cima de la colina, ahí podrían dormir seguros por esa noche, al llegar a la cima Sasuke al fin pudo descansar, sacaron sus mochilas de la canastilla y dejaron la bicicleta recostada sobre la hierba.

El chico de ojos negros se sentó cansado sobre el pasto, abrió su mochila y sacó una botella de agua, la cual tomó hasta la mitad. Cuando ya se sintió mejor y más hidratado miró a Naruto a su lado, quien estaba comiendo sonriente los snacks que había traído.

-      Oye, apenas escapamos hace unos minutos ¿y ya estas comiendo?

-      Lo siento Sasuke… es que como cuando estoy nervioso.

-      No, tú comes cada vez que se te antoja.

-      ¿Quieres? -le alcanzó la bolsa de papitas

-      Está bien, pero será lo único que comamos ahora -Sasuke tomó los snacks y empezó a comerlos.

-      Espera… ¿dijiste algo de levantarnos al amanecer?

-      Sí, exactamente a las seis de la mañana, de ahí nos iremos y tendremos que apurarnos.

-      Pero mañana hay clases ¿y si nos ven todos?

-      Mmmm… tienes razón, entonces será mejor irnos a las cinco de la mañana.

-      ¡¿Qué?!

-      Fue tu idea Naru y la verdad fue muy buena idea.

-      Rayos… ahora tengo menos horas de sueño -dijo el rubio haciendo caritas.

-      Exactamente… tres horas y media para dormir, pondré la alarma de mi reloj.

Sasuke programó la alarma en su reloj de pulsera a las cinco de la mañana en punto, si querían descansar algo tendrían que dormirse ya. Mientras Naruto se terminaba la bolsa de papitas, el azabache sacaba algo muy útil de su mochila.

-      ¿Trajiste una manta? -preguntó el rubio.

-      Claro que sí, es para que los dos durmamos calentitos.

-      Awwww, te preocupas por mí.

-      Bah… sabes que sí lo hago.

-      Eso es muy lindo.

-      Sí, lo es… ahora ven y recuéstate, vamos a taparnos.

Ambos se acomodaron al lado de sus mochilas y de la bicicleta, Sasuke los cubrió a los dos con la manta y Naruto se acurrucó a Sasuke, no era precisamente una cama, pero por lo menos dormirían juntos, el rubio acomodó su cabeza sobre el pecho de Sasuke, así podía escuchar los latidos de su corazón, eso lo relajaba mucho.

-      Sasuke… gracias por todo esto.

-      ¿A qué te refieres Naru?

-      A preocuparte por mí, a no dejar que nos separen, gracias por amarme… por todo Sasuke.

-      Naruto -Sasuke le apretó las mejillas al menor haciéndolo ver gracioso.

-      Auch… deja de hacer eso -decía mientras el azabache jugaba con esas suaves mejillas.

-      Pequeño Dobe, ya te dije que todo esto lo hago porque te amo, eres la persona que más me ha hecho feliz en todos estos años, eres mi media naranja.

-      Awwww… yo también creo que eres mi media naranja.

-      ¿Desde cuándo somos fruta?

-      Jaja… ¿y desde cuando haces buenos chistes? -Naruto le sacó la lengua.

Sasuke sonrió, eso era lo que quería, despreocupar a Naruto, hacerlo sonreír. Sasuke no se aguantó a sus impulsos y se acercó tanto a Naruto para besarlo mientras lo abrazaba, podía sentir sus delicados labios moverse… su húmeda y tierna lengua lamer los labios de él, Naruto era como un pequeño postre que se quería comer… Al separarse del beso notó gracias a la luz de la luna que Naruto estaba rojito, Sasuke pensó que veía al chico más bonito del mundo… eso lo hiso sentirse genial, tenía al chico más tierno, bueno y bonito del mundo como su novio, obvio que no lo dejaría ir, en serio lo quería mucho. “Ya vamos a dormir Naru, mañana será un largo día” dijo Sasuke cerrando los ojos y abrazando suavemente a Naruto.

Ambos adolescentes se quedaron dormidos en esa colina, protegidos del frio con una manta, en una noche donde la única testigo de su escape fue la luna y dentro de poco lo que les esperaba era el amanecer…

Notas finales:

Hola a todos otra vez! Y bueno, aqui termina el capí de hoy espero me dejen sus comentarios para saber que piensan ustedes :)

Hacer los últimos capítulos, por extraño que parezca, me está haciendo acordarme bastante a cuando escribia los primeros capítulos del fic >w< Y entonces, el próximo capítulo se llamará: "Bajo el cielo y el destino" y será el penultimo capítulo del fic.

And so, les agradesco mucho por su paciencia y como siempre les doy las gracias por leer, por comentar y por su fidelidad ^^ hasta el próximo fin de semana! cuidense mucho!


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