- Hola dobe.
- Sas… ¡Teme, que sorpresa!
- Sí, eso creo. No pensaba venir, pero bueno no tenía nada mejor que hacer.
- ¿Sasuke cuando cambiaras? ¡Ven, pasa! -Naruto tomó de la mano al pelinegro y lo hiso pasar a su casa, en realidad si estaba contento de que viniera.
- Mmm… ¿te pasó algo, que te hiciste en las rodillas? -Sasuke notó de inmediato las curitas en ambas rodillas del rubio.
- Oh… me caí cuando regresaba a casa ayer.
- Estabas fuera… por eso no te encontré ayer que vine a las cinco… -Sasuke puso cara de desinterés y se sentó en el sofá, tal vez podría manipular un poco a Naruto.
- Se… se me olvidó ¿Sasuke dime que no me esperaste, cierto?
- ¿Para qué esperar? Aunque… digamos que me quede quiero frente a tu casa por una hora, nunca llegaste y regresé a casa -no era del todo cierto, el azabache solo esperó cinco minutos y regresó a casa a dormir. Pero quería ver la reacción del rubio.
- ¡¿Una hora?! Yo… ¡Te recompensaré teme, de verdad!
- Ja no es necesario, pero si tu insistes… ¿Qué me darás?
- ¿Te gusta el helado?
- ¿Solo eso? necesitarás algo mejor que eso dobe -Sasuke persistía con su cara de desinteresado.
- Bueno, entonces te haré panqueques y le pondré helado encima.
- ¿Sabes hacer panqueques? -Sasuke se sorprendió un poco, él solo sabia freír un huevo.
- Aja, mi mamá se cansó de hacerlos siempre y me enseñó para que yo los hiciera cada vez que quiera.
- Te… te gustan mucho los postres… se ve a kilómetros.
- Después del ramen… son mi comida favorita.
Naruto estaba animado, fue de inmediato a la cocina seguido por un intrigado azabache que en secreto quería verlo cocinar. El rubio se sabía los ingredientes de memoria: leche, harina, huevos… bla, bla, bla, lo más importante: azúcar. El de las marquitas en cada mejilla mesclaba todo mientas que Sasuke lo miraba recostado sobre la pared con los brazos cruzados, no quería interrumpirlo así que se quedo callado. Naruto estaba tan concentrado en los panqueques que se olvidó que el chico que le gustaba lo estaba mirando, no se puso nada nervioso como acostumbraría, lo que si sabía es que tenían que ser panqueques deliciosos, tanto para él como para su… digo, para Sasuke.
Naruto ya tenía dos platos de panqueques con helado sobre la mesa, esperaba que el pelinegro sea el primero en probarlos. “Uhh… nada mal” -fue todo lo que el azabache dijo. Naruto se decepcionó al principio, pero cuando Sasuke ya estaba a la mitad, vio una pequeña, muy pequeña sonrisa en su rostro… ¿eso quería decir que le había gustado? El más pequeño sonrió ante esto, por alguna extraña razón ahora el postre estaba más dulce que hace solo unos segundos.
Cuando terminaron regresaron al living para ver televisión, claro que Naruto no se dio satisfecho solo con un plato de panqueques así que tomó su cuchara y la inundó con crema batida, era una improvisación pero sabía muy bien. El peque regresó al living lamiendo poco a poco la crema batida y se sentó junto al azabache, Sasuke no podía concentrarse para nada, ver disimuladamente a Naruto como lamia… era demasiado.
- ¿En serio no estás satisfecho? -dijo el pelinegro sin voltear a mirar al rubio.
- Nop.
- Al menos podrías compartir un poco ¿sabes?
- Lo sé, por eso traje el embase de la crema batida conmigo -dijo el menor mostrándole el embase.
- Dámelo -dijo el azabache y se lo quitó de las manos, tomó una cuchara de la mesa y empezó a comer igual que el rubio.
Los dos no paraban de comer la crema batida mientras veían televisión, un poco más y se terminarían toda la crema, en algún momento a Sasuke se le prendió el foquito… puso un poco de crema en su dedo y luego lo deslizó por la mejilla derecha del rubio.
- ¿Teme que haces? Me manchaste.
- Ya sé… quédate quieto y déjame limpiarte.
Sasuke se acercó sin previo aviso al rubio que abrió los ojos con sorpresa, pero no se movió. Sasuke lamió lentamente la mejilla de Naruto… el rubio cerró los ojos mientras Sasuke proseguía con su labor, su corazón empezó a latir más rápido. Naruto no estaba muy seguro de que estaba pasando… El azabache terminó de “limpiar” la mejilla de Naruto y mirándolo a los ojos le preguntó “¿quieres intentarlo tú?” de inmediato el pelinegro tomó su cuchara y mancho sus labios con crema, esperando la respuesta de Naruto… El rubio estaba por decir algo cuando la puerta se abrió.
- Oh… lo siento… no sabía que interrumpía -dijo Deidara en cuanto los vio con una sonrisa algo burlona por haberlos encontrado así: tan cerca y al azabache con los labios manchados de crema ¿Qué habrán estado haciendo estos niños? -se preguntó en su mente.
- ¡Deidara! No… no pasa nada… estamos viendo la tele -dijo un sonrojado rubio menor.
- … -Sasuke solo lamió sus labios para limpiarlos.
- Uhh.. si quieren me puedo ir y regreso luego ¿vale? -dijo el rubio mayor aún con la sonrisa burlona.
- No, mejor tu quédate Deidara, Naruto y yo vamos a salir -dijo el pelinegro mirando al mayor.
- ¿Ehh… vamos a salir? -preguntó el peque.
- Sí, ven… mi bicicleta está afuera -Sasuke tomó a Naruto de la muñeca y se lo llevó afuera donde estaba su bicicleta.
- No se demoren demasiado -dijo el mayor, sonriente mientras entraba al living.
- No, lo traeré de vuelta para antes de cenar ¡Adiós!
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La tarde aún estaba singularmente soleada, no había duda que el sábado es un día genial, Sasuke manejaba su bicicleta mientras Naruto iba sentado entre el manubrio y el asiento, a veces miraba a Sasuke, estaba muy cerca a su rostro… lo hacía sentir… raro… como cosquillas en el estomago… pero una sensación agradable. Cuando sus miradas chocaban Naruto inmediatamente miraba hacia otro lado, aún no podía verlo a los ojos… eran demasiados… demasiados cosquilleos…
Para sorpresa del rubio, llegaron hasta el mismo parque donde lo había llevado Kiba el día anterior, Sasuke entró al parque y manejó hasta donde habían columpios, no había casi nadie… seguro todos estaban en sus casas o en el centro de la ciudad, ya que los suburbios son demasiado tranquilos los fines de semana.
Naruto al bajarse de la bicicleta se fue a sentar en uno de los columpios y empezó a columpiarse. Sasuke estacionó su bicicleta y regresó donde el rubio, se veía tan tierno columpiándose… ¿Cómo rayos Naruto había mantenido esa inocencia? Para tener catorce años era demasiado tierno, inocente, tan… lindo… tal vez por eso es que el azabache se comportaba tan “amable” con el peque… desde que lo conoció no se pudo resistir a su personalidad… y tampoco quería ignorarlo como normalmente hacia con las demás personas, su hermano Itachi siempre le decía que era un antipático con todos… ¿Entonces por qué no era así con el rubio? No hacía falta esa pregunta, Sasuke ya sabía la respuesta desde semanas. El pelinegro se sentó en el columpio junto a Naruto, pero no se columpió, solo quería ver a Naruto divertirse con algo tan simple.
Toda una hora pasó desde que llegaron, ahora estaban sentados en el césped debajo de un árbol, Sasuke miró el reloj de su muñeca… diez minutos para las cinco.
- ¿Entonces aquí es donde vienes todos los días? -preguntó sorprendido el rubio cuando Sasuke se lo dijo.
- Sí… ¿nunca te has preguntado a donde voy cada vez que pasaba frente a tu casa?
- Bueno…
- Aquí es el lugar perfecto para tener algo de paz y silencio, siempre vengo aquí y me quedo más o menos una hora.
- ¿Por qué? -pregunto curioso el de tres marquitas en cada mejilla.
- Mi hermano mayor… siempre que llego a casa está con la tontería de su guitarra eléctrica y la toca y la toca hasta la noche.
- ¿Qué y no te gusta como toca?
- No es eso… el pendejo lo hace bien… solo que practica demasiado.
- Ya veo -finalizó el rubio para reír.
Sasuke aprovechó y tomó con ambas manos la mano izquierda de Naruto, acarició su palma con los pulgares… cundo vio a la cara a Naruto este estaba sonrojado y con la respiración algo agitada ¿era en serio? ¿Naruto quería atacarlo con lo hermoso que es o cual rayos era su plan?
- Tienes las manos muy suaves -dijo Sasuke luego de unos momentos de silencio.
- ¿Tú crees?
- Claro… ehh estas algo agitado ¿te pasa algo?
- Yo… no estoy seguro
Naruto estaba sonrojado, Sasuke seguía tocando su mano. De un momento a otro el azabache recostó su cabeza en el pecho del rubio, Naruto ahora estaba muy nervioso, parecía que Sasuke estaba escuchando sus latidos.
- Tu corazón también late rápido… siente el mío -dijo el azabache para poner la mano de Naruto en su pecho, el rubio podía sentir los latidos del pelinegro, era cierto… también latía rápido.
- S-Sasuke… ¿y eso que significa? Nuestros latidos así…
- Solo hay tres posibilidades: la actividad física, los nervios o… cuando te gusta alguien.
- ¿Y tú qué crees que sea? -preguntó un muy inocente Naruto.
- Bueno… ahora estamos sentados así que la primera opción no cuenta… y yo no me siento nervioso… así que…
- P-Pero… Sasuke… estaría mal si a mi… si a mi…
- ¿Qué?
- ¿Estaría mal si te digo que… soy gay?
- …No… no estaría mal si me lo dices… yo… también lo soy… -Sasuke ahora se acercaba lentamente a Naruto.
- ¿De… de verdad? -Naruto casi no lo creía… él deseaba tanto que así fuera… - Pero… todas las chicas de la escuela están detrás de ti…
- Lo sé… pero ya sabes que a mi muy poco me importa… no sé cómo sería si supieran que no me gustan las chicas -dijo con una sonrisa divertida
Al rubio también le pareció gracioso eso, aunque Sasuke es gay las chicas lo persiguen… ¿Cómo serían las cosas si lo supieran? Era muy gracioso. El pelinegro rodeó a Naruto con sus brazos y lo abrasó. Naruto estaba emocionado por dentro, su cabeza estaba acurrucada en el pecho del azabache, y su aroma es muy agradable… ¿Cómo es posible que todo esto sea real? Pero no era ninguna broma del destino, ese abraso era muy cálido como para serlo. Luego de unos minutos así en silencio Naruto estaba listo para hablar.
- Sasuke… ¿yo te gusto? -sus ojos estaban llenos de esperanza y el azabache al verlo casi se derrite, pero debía guardar la compostura, eso siempre.
- Dobe… ¿hasta ahora no te has dado cuenta que sí?
- … -Naru no respondió al instante, aún ordenaba esas palabras una y otra vez en su mente, en especial el “sí” del final.
- ¿Y yo te gusto a ti?
- … Mucho… me g-gustas… -Naruto sonrió muy tímido, después de mucho tiempo le había dicho a alguien que le gustaba.
- Entonces nos gustamos -el pelinegro se acercó al rostro del rubio y tomó sus mejillas con ambas manos.
- ¿Qué haces? -preguntó un sonrojado y feliz Naruto.
- Pues me acerco para besarte… ¿no es obvio?
- ¿Tenemos que besarnos?
Sasuke casi se cae para atrás, la inocencia de Naruto era un crimen.
- C-Claro que tenemos que hacerlo… eso hacen las personas cuando se dicen que se gustan… ¿o no quieres?
- …Sí quiero… solo… que no quiero decepcionarte… verás… yo nunca he besado a nadie.
- Bueno… si te hace sentir menos nervioso… te diré un secreto… yo tampoco he besado a nadie…
- … -Naruto estaba feliz, eso significaba que sería el primer beso… ¡de los dos!
- Cierra los ojos.
Naruto obedeció, cerró sus ojos y a los segundos sintió los labios de Sasuke sobre los suyos, se rozaban… era un roce… muy agradable y algo torpe, ninguno sabia como empezar. El pelinegro trató de recordar todas las películas donde habían besos, tal vez eso funcionaría… ¿Cómo es posible que él, Sasuke Uchiha no sepa besar? No podía demostrarlo. El azabache movió lentamente sus labios, mientras Naruto seguía quieto. “Tal vez debería usar mi lengua ¿cierto?” -pensó el azabache para luego lamer los labios de Naruto. El rubio sintió extraño esto así que se separo del beso.
- Sasuke… teme usaste la lengua -dijo el rubio muy sonrojado.
- Así es como se hace.
- ¿Y cómo sabes si nunca lo has hecho?
- Porque lo sé y ya… bueno tal vez es algo pronto, ¿quieres seguir intentado? Pero esta vez sin lengua -dijo volviéndose a acercar al rubio.
- Está bien… -dijo Naruto para otra vez besarse con el azabache, rozando y chocando sus labios.
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Naruto y Sasuke ya regresaban a casa, la tarde había pasado muy bien, con nuevas experiencias, eso de besarse era muy agradable, en verdad que sí. Sasuke detuvo su bicicleta frente a la puerta de la casa de Naruto, los dos bajaron y se detuvieron en la puerta. Se miraban a los ojos, Naruto se sentía feliz, tanto que se atrevió a abrasar a Sasuke. El azabache le correspondió, era cierto… no podía portarse mal ni antipático con él… el peque se merecía que lo tratara bien, así que…
Sasuke volvió a besar en los labios a Naruto, aunque estuvieron practicando por un par de horas, siempre se sentía genial. Cuando se separaron Naruto dijo: “Sasuke nos podrían ver ¿sabes?” Sasuke le dio una pequeña sonrisa, Naruto es tan inmaduro…
Naruto sacó sus llaves y abrió la puerta, cuando lo hizo encontró a Deidara en el sofá del living con… ¿Quién era ese chico? se parece a Sasuke… Naruto y el azabache entraron al living, los cuatro chicos se quedaron viendo.
- ¿Itachi, q-que haces aquí? -preguntó un extrañado azabache menor.