¡El viernes al fin había llegado! Y también la ilusión de un fin de semana largo y sin preocupaciones, claro, dije ilusión. Pero es lo que todos los jóvenes ansiamos cuando llega el viernes. Naruto estaba sentado en su asiento sonriente de la vida y con la imaginación volando ¿Cómo no hacerlo? Si ayer su guapo azabache le dijo que son novios, novios de verdad y lo más importante: le dijo que lo quiere. Cada vez que el rubio se acuerda de eso pone una sonrisa muy curiosa, si Deidara estuviera aquí le diría sin problemas que pone una sonrisa muy boba, pero al fin y al cabo… así sonríe Naruto cuando piensa en Sasuke y no culpen al rubio, está enamorado.
- Naruto, ¿aún no empiezan las clases y ya estas tan alegre? -dijo Gaara llegando del baño y sentándose junto al rubio.
- Sip, ¿Qué cosas no?
- Estas muy empalagoso… se me va a subir el azúcar con solo verte.
- Jaja… tonto -dijo para sacarle la lengua.
Como siempre, el último en entrar al salón de clases fue Neji, que esta vez cuando pasó por el asiento de Naruto tenía una… sonrisa algo rara, el rubio no pudo descifrarlo, pero Neji pasó sin decirle ni hacerle nada, un nuevo record: tres días sin molestarlo. El profesor Kakashi ya estaba entrando en el salón y cerró la puerta para comenzar las clases, que extraño… faltaba Kiba. El castaño le dijo a Naruto que hablarían y además el rara vez faltaba a clases, siempre llegaba antes que Naruto…
Ya había pasado hora y media desde que las clases habían dado inicio, el rubio sintió vibrar el celular de su bolsillo, con disimulo lo tomó…
Nuevo mensaje de: Kiba!
Narutooo! Me quedé dormido :9 jaja en serio! Cuando desperté no había nadie en casa, acabo de despertar y ya son más de las 9:30 tengo flojera Naru zzzzz así que hablaremos el lunes :3 Pórtate bien, bye Naruto ;)
Naruto terminó de leer con una enorme gota de sudor en la cabeza, Kiba faltaría a clases para dormir… ¡que suertudo! Él también quisiera hacerlo, pero su mamá no lo dejaría. Bueno ya hablaría con Kiba el lunes y por su mensaje parecía que todo volvía a ser como antes, amigos. O al menos eso es lo que esperaba el rubio.
El receso por fin había llegado y hoy nuestro pequeño de tres marquitas en cada mejilla tenía un hambre voraz. Lo único malo es que para salir al receso Kakashi le ordenó que terminara de copiar la pizarra, por que el rubio pensando en cómo sería dormir hasta tarde en un día de escuela, se distrajo. El peque solía distraerse con facilidad, es parte de su naturaleza. Faltaba poco para terminar de copiar, Gaara y Hinata ya estaban en la cafetería, le habían guardado el almuerzo al rubio y pensar en lo deliciosa que estaría la comida animaba a Naruto para terminar más rápido. Una visita inesperada entró al salón de clases, Neji se asomó por la puerta, vio que el único estudiante en el salón era Naruto, sonrió de esa forma otra vez y se acercó a él.
- Así que no terminaste de copiar ¿eh? -dijo parado frente al pupitre del rubio.
- En realidad, eso no te interesa -respondió sin dejar de escribir y sin mirarlo a la cara.
- Ja, en que o en “quien” estarás pensando…
- Ya te lo dije, eso no te importa, ya vete de una vez.
- … ¿No vino Kiba verdad?
- Jaja ¿Qué, ahora te preocupas por mis amigos? -dijo el rubio terminando y cerrando su cuaderno.
- Si no vino ese tipo… entonces no tiene caso que lo haga hoy, me voy bebé llorón -dijo saliendo del salón.
Naruto se quedó pensando un segundo, Neji estaba muy raro y no estaba tan agresivo con él como es de costumbre y… esperen ¿dijo “no tiene caso que lo haga hoy”? ¿Qué carajos significaba eso? La panza de Naruto hiso un ruido, exigiéndole comida de una vez. El rubio se sonrojo por el ruido de su estomago y salió directamente a la cafetería. Naruto decidió olvidar las tonterías de Neji, después de todo… ese tipo no le arruinaría el viernes diciéndole estúpidas indirectas. Aún faltaba medio día de clases y el fin de semana llegaría, eso animaba al rubio.
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Naruto y Gaara esperaban en la esquina de la escuela, al azabache se le veía poco en los recesos ahora, después de unos pocos minutos llego Sasuke corriendo y agitado.
- Perdón chicos, en serio no sé qué pasa conmigo… antes era mucho mejor evadiendo a esas… acosadoras.
- ¿No te habrás oxidando un poco? -dijo Naruto sonriente.
- Jaja, muy gracioso, no puedo ni comer tranquilo… ¡Bah! Ya no hablemos de eso.
- Sí Naruto, creo que ya tuvo suficiente por hoy, mira la cara de susto que tiene ¿qué cosas te harán? -dijo el pelirrojo, en una de sus pocas bromas.
- Ni me lo recuerdes… Naruto, hoy traje mi bicicleta.
- Oh, ¡vamos a regresar en tu bicicleta!
- … ¿Love time, verdad? No quiero hacer mal trió así que…
- ¡No Gaara! En serio que no tienes que irte, te prometo que no incomodarás -dijo el rubio mirándolo con una cara de suplica.
- Lo sé, no incomodaré… pero seguro ustedes se pondrán muy acaramelados… y no quiero que se me suba el azúcar ¿me entiendes? -dijo Gaara con una sonrisa burlona.
- Jaja creo que tiene razón Naru, lo vamos a incomodar a él -dijo el azabache ya con su bicicleta al lado.
- Mmm… ¿estás seguro?
- Sí Naruto, además Temari me pidió que la acompañara al centro comercial y que si me porto bien me comprará el videojuego que estaba esperando… ¿Lo ves ya me está llamando? -dijo tomando su celular con la llamada entrante.
- ¡Bueno! Nos vemos Gaara ¡Y consigue el videojuego!-dijo el rubio mientras Gaara se alejaba.
Mientras Naruto y Sasuke iban a la casa del primero en bicicleta, Gaara colgaba la llamada, Temari sonaba muy emocionada… ¿por qué tenía que ser él quien cargara todas sus bolsas llenas de ropa? Bueno, su hermano mayor dijo que ni loco sería él, así que no le quedaba más opción al pelirrojo y cargar las compras de su hermana. Gaara se sentía raro… él sabía que no eran celos lo que sentía, pero aún así ver a Naruto irse con alguien más era extraño al menos para él, que desde niños regresaban juntos de la escuela… Bueno al menos Naruto es feliz, eso hacia sonreír al pelirrojo mientras caminaba por la acera.
Mientras tanto Naruto y Sasuke regresaban a toda velocidad a casa, el viento alborotaba sus cabellos y a Naruto le daba muchas cosquillas eso. Llegaron a la casa del rubio, antes de entrar se dieron el primer beso del día. Naruto sacó sus llaves y abrió la puerta encontrando a su hermano mayor y a Itachi en el living muy… ¿qué?
- Ehh… ¿Qué se supone que están haciendo? -dijo Sasuke con una gota de sudor en la cabeza.
- ¡Sasuke! ¿tenían que llegar justo ahora, no ven que ya lo estaba a punto de besar? -dijo Itachi con mirada de reproche a los menores.
- ¿Qué, nada de eso, yo estaba a punto de besarte a ti, no es al revés? -dijo el rubio mayor.
- ¿Y no tienen vergüenza de decirlo frente a sus hermanos? ¡se pasan! Vamos Naruto.
- ¿A mí habitación?
- Sí, o estos dos nos enseñarán cosas poco sanas -dijo del azabache menor llevándose a Naruto de la mano.
- Claro y ustedes dos si se van a una habitación… -dijo Itachi con una sonrisa lasciva.
Sasuke no respondió a la indirecta de su hermano y entró a la habitación con Naruto, tenían que terminar sus tareas y
unos besos en privado nunca están de más.
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Sábado, uno de los mejores días de la semana ya había llegado. Después del almuerzo Naruto y Deidara jugaban con su Xbox en el living, Naruto le preguntó a su hermano por qué no había salido el sábado, y este solo le respondió que tenia cosas que hacer en casa. Los padres de Naruto habían salido de viaje desde el miércoles y no regresarían a casa hasta el lunes en la mañana, la casa estaría sola todo el fin de semana, aunque Deidara no era el mejor tutor que digamos. Eran casi las tres de la tarde, el timbre sonó. Deidara abrió la puerta y entraron los dos hermanos Uchiha. Deidara le dijo a Naruto que sea buen anfitrión y fuera con Sasuke a su habitación, que dejara que los mayores jugaran en la Xbox. Naruto acepto pero solo porque Sasuke estaba ahí, si no se hubiera amarrado al aparato, no le gustaba que los más grandes siempre le dijeran que hacer. Naruto y Sasuke subieron las escaleras y entraron a la habitación del rubio menor, dejando a los dos mayores en el living.
Ni bien cerraron la puerta se besaron como si no se hubieran visto en semanas, en serio besarse era una de las mejores cosas que habían descubierto esos dos, casi por instinto y sin darse mucha cuenta Sasuke recostó en la cama a Naruto continuando con los besos… ¿o era su imaginación o la temperatura había subido?
- Teme, te dije que no sé hacerlo con lengua -dijo el rubio sonrojado después de separase.
- Pero yo fui quien usó la lengua, tú no.
- Lo sé pero… cuando lames mis labios, me siento muy raro… no me da asco pero me da unos cosquilleos muy raros.
- Ohh…
- ¿Qué son esos cosquilleos teme?
- No estoy muy seguro dobe, pero ¿quieres intentarlo con lengua? Por favor Naru me da mucha curiosidad.
- No sé…
- Si no te gusta no lo volveremos a hacer.
- B-Bueno…
Ni bien Sasuke estucho la aprobación de Naruto lo volvió a besar, ¡Naruto era demaciado! Al azabache le encantaba o le excitaba la inocencia del rubio. Sasuke sabia claramente que eran esos cosquilleos de los que hablaba Naruto, era excitación, deseo… le excitaba demasiado que fuera él quien provocará esas sensaciones a Naruto.
Luego de una hora de apasionados besos y agradables y… excitantes sensaciones los dos menores bajaron al living. Y encontraron a los dos mayores en su mismo plan, recostados en el sofá llenándose de besos… Itachi sobre Deidara. Sasuke al verlos golpeó su frente con la palma de su mano y Naruto se puso muy rojo. Pasaron caminando hacia la puerta principal y los dos mayores parcia que ni notaban su presencia.
- En serio… búsquense un hotel -dijo Sasuke abriendo la puerta.
- ¡Oh! ¿Van a salir? -preguntó Deidara.
- Sí, vamos al cine. Regresaremos en la noche, temprano claro está -contestó el azabache menor.
- Nah, tómense su tiempo -dijo Itachi.
Los dos menores salieron de la casa y Sasuke cerró algo fuerte la puerta, su hermano es todo un pervertido.
- …No sabía que ellos… -dijo Naruto.
- Yo ya me lo imaginaba.
- Ja, es algo gracioso… tú y yo estamos juntos y ahora nuestros hermanos…
- Sí, aunque yo no le veo tanta gracia.
- Sasuke no seas gruñón. Y vamos por tu bicicleta que ya va a empezar la película.
- Ja, que suerte que a mí se me ocurrió ir al cine.
- Bueno ¡Vamos! -dijo un impaciente rubio.
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Tal vez no Sasuke no debió haber escogido esa película de terror, ahora Naruto estaba temblando mientras salían de la sala de cine. Por suerte al rubio pareció olvidarse de todo el miedo mientras regresaban a casa en bicicleta, el viento en su rostro y cabello en serio le daban cosquillas y lo hacían reír. Regresaron a casa conversando animados. Cuando abrieron la puerta encontraron el living vacío, solo en la mesita central había una botella de vino a medio acabar y dos copas vacías ¿Sus hermanos mayores habrán estado tomando? La respuesta era obvia, esos dos chicos de 19 años solos en casa…
Sasuke le pidió a Naruto que se quedara en el living. Naruto se sentó en el sofá mientras Sasuke subía las escaleras silenciosamente, cuando llegó a la puerta de la habitación de Deidara escucho claramente unos gemidos y el crujir de la cama, eran las voces de los dos… no hacía falta preguntarse que estaban haciendo. El azabache menor bajo algo sonrojado las escaleras y se dirigió donde Naruto. Caminó hasta el sofá donde estaba el rubio sosteniendo la botella de vino con ambas manos. “Sasuke… ¿no te da curiosidad si tómanos un poco de esto?” -dijo el rubio con sus inocentes ojos brillantes. El azabache se sonrojó aún más, trago saliva y se sentó al lado de su lindo y curioso novio.