Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yo no soy un error por Hanami Beilschmidt

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: Ni la serie ni los personajes del anime y manga Hetalia: Axis Powers me pertenecen, son propiedad Hidekaz Himaruya-sensei y este fic lo hago solo con el fin de entretener.

 

Holaaa!~ Muy buenos días/tardes/noches a todo aquel que entró a ver mi humilde fic :3~ Como es el primero que hago de Hetalia no sé si me vayan a salir muy bien los personajes pero hice mi mejor esfuerzo y espero que me haya salid bien x3

 

Me inspiré para hacer este fic con una alocada pero trágica historia que me imaginé del por qué de la timidez de Matthew y decidí volverlo un fic para ver como quedaba xD Creo que no me salió muy mal... creo. En fin, los dejo con la historia y espero les guste mucho~

Matthew se levantó de golpe de su cama, respirando agitadamente y con el corazón latiéndole a mil por hora. Giró su cabeza varias veces para ver donde se encontraba y suspiró del alivio al darse cuenta de que todo había sido un sueño. Se revolvió sus rubios y desordenados cabellos, recordando ese sueño que veía cada vez que dormía, y esa noche no fue la excepción.

''¡Tu... eres un error! Jamás debiste haber nacido, ¡estúpido engendro!'' Le gritó un hombre de mediana edad a una pequeña criatura que lloraba confundida y aterrada por el mayor

''Pero... padre... yo...'' Fue lo único que llegó a decir el contrario, con miedo a que le llegasen a lastimar como las anteriores veces.

''¡NO ME LLAMES ASÍ!'' Volvió a gritar, ésta vez en un tono de voz más alto y le metió sin compasión alguna una bofetada al niño. Tanta fuerza usó en aquel golpe que dejó en el suelo al chiquillo de llorosos ojos violetas ''Si no fuera por ti, mi vida sería mejor... Eres un error... Y siempre lo serás, nunca lo olvides'' Fueron sus últimas palabras antes de marcharse del lugar y dejar solo al pobre e indefenso menor en una esquina, llorando en silencio.

De sus ojos iban a salir lágrimas, pero se dijo a sí mismo que no volviera a caer en una depresión por culpa de aquellas crueles palabras que muchas veces le dedicó su ''querido'' padre cuando niño. Esas palabras que varias veces, al recordarlas, hicieron que el joven canadiense intentara quitarse la vida por propia voluntad para no tener que sufrir un día más, sabiendo que su existencia era un error de su padre, quien nunca lo amó, a quien nunca le importó y a quien jamás le importaría. Pero no, no lo hacía y no se quitaría la vida, no quería darle el gusto de desaparecer del mundo a su figura paterna, no se dejaría dominar por sus palabras ni sus actos. Si lo hacía le daría a entender que se estaba rindiendo y que aceptaba que su existencia era un error, y estaba seguro de que eso no era así. Tenía que haber una razón del por qué llegó al mundo y no se rendiría hasta encontrarla, aunque tardase muchos años en hacerlo la hallaría. Sí, esa era la única razón que lo mantenía vivo, no era su familia, ni sus amigos (ya que casi ni tenía), mucho menos su padre. Era eso, solo eso.

- Hey Mattie, wake up! ¡Vamos a llegar tarde el primer día de escuela! -Escuchó desde detrás de la puerta la ruidosa y entusiasta voz de su estadounidense hermanastro llamarlo. Matthew solo soltó un suspiro y se levantó de la cama para acercarse a la puerta del baño a paso lento. La verdad es que no sentía muchos ánimos como para ir a la escuela ya que ahí nadie le hacía caso, no era algo emocionante para el canadiense. En cambio, Alfred pensaba muy diferente a él. Él sí estaba emocionado con la idea de un nuevo año escolar, aprovecharía el ser parte del consejo estudiantil para darle la bienvenida a los nuevos estudiantes y de paso decirles que si necesitan algo que recurran a su genial y heroíca persona- Come on Mattie, hurry up! -Insistió el de ojos azules, tocando la puerta desesperadamente.

 

Alfred F. Jones era su hermanastro desde hace 2 años. Les contaré la historia completa para que comprendan mejor. Verán, el padre de Matthew siempre fue muy cruel con él y lo trató como si de un animal se tratase, debido a eso su extrema timidez y dificultad a relacionarse con los demás. Él era un hombre de grandes negocios, podrido en dinero y por eso viajaba constantemente a diferentes naciones alrededor del globo. En un viaje a los Estados Unidos de América conoció a una maravillosa y bella mujer que cambió su vida por completo. Se enamoró de ella al instante que la conoció y gracias a eso renunció a todas sus fortunas y empresas para mudarse junto a su hijo a una ciudad de New York y casarse con su amada. Desde ese día el trato de padre e hijo fue diferente, pero seguía siendo igual al de antes al mismo tiempo. Su padre lo trataba bien frente a ella para que pensara que era un excelente hombre y con eso llegó a enamorarla. Pero cuando su madrastra se marchaba el trato hacia su hijo era cruel e indeferente como siempre. Matthew no decía nada por miedo a resultar lastimado así que tuvo que aceptar mudarse de esa gran y solitaria mansión, llevándose solo como equipaje a su querido osito Kumajirou. Lo único que esperaba de su nueva vida es que fuese mejor y que no se llenara de soledad como solía pasarle en su nación de nacimiento, Canadá.

- Ya, ya estoy despierto... -Gritó desde el baño el menor de los hermanos, cepillándose los dientes sin mucho entusiasmo. Para la molestia del canadiense, esto no fue suficiente como para calmar las ansias que sentía el rubio tras la puerta, quien seguía gritando que se apurara y que llegarían tarde a la ceremonia de bienvenida por su culpa. Matthew se limitó a rodar sus ojos mientras se daba una rápida ducha y se colocaba en uniforme. Al ponerse sus lentes, salió finalmente del cuarto que ambos compartían, no sin antes cubrir con las mantas de su cama a su única amistad y darle un beso en la frente- Volveré pronto... No hagas nada malo, ¿sí? -Le habló al oído en un susurro, acariciando su suave y blanco pelaje, sonriendo enternecido al verlo acurrucado entre las sábanas. Aún recordaba haberlo encontrado dentro de una caja en medio de la calle en un paseo con una de sus muchas niñeras, el haber insistido a su padre el poder tener una mascota como esa había valido la pena. Sonrió inconscientemente, algo nostálgico, y al terminar de darle una última caricia a la cabecita del animal abrió la puerta para encontrarse con un enojado rubio de ojos azules que esperaba impaciente frente a él.

 

- ¿See? Te dije que ya estaba despierto -Dijo lo más tranquilo que pudo y bajó las escaleras, siendo perseguido por un aún enojado estadounidense.
- You took a really long time, Mattie! -Se quejó, haciendo un pequeño berrinche.
- No, I didn't, es que tú eres un desesperado -Le contestó casi de inmediato, sin prestar atención a sus quejas y antes de que pudiese reclamarle algo continuó- Solo quieres encontrarte con Arthur de nuevo, ¿right? -Preguntó, volteando a verlo y aguantándose la risa que manezaba con salírsele de la boca por su reacción.
- O-o-of course not! ¡Sí que te tardaste mucho! Y no, no quiero a ver a ese cejón otra vez! Es más, ¡hasta preferiría no estar en el consejo para no verlo tan seguido! -Mencionó casi en un grito de forma no muy convincente y con sus mejillas levemente sonrojadas. Matthew solo se rio por esto sin poder evitarlo, ganándose un suave golpe en el brazo por parte de su hermano y, después de comerse un trozo de pan tostado como desayuno y despedirse de su madrastra, entró al autobus de la escuela seguido por su hermano.

 

Adoraba pasar tiempo con él ya que, además de Kumajirou, Alfred era el único con quien podía hablar sin timidez. Además de que él era una de las pocas personas que podía verlo, ya que no entendía el por qué pero para muchas personas era invisible o algo. Por eso odiaba la escuela, porque no lo veían. Y ahora que entraba a una nueva, junto con su hermano, dudaba que las cosas cambiaran. ''Este será un largo día...'' Pensó, sentándose al lado de la ventana, sin escuchar las múltiples cosas sobre cuales le hablaba su hermanastro cuando el bus comenzó a avanzar hacia su destino: El International Academy of New York.

Notas finales:

¿Qué cosas le pasarán a Matthew al llegar a su nueva escuela? Descúbranlo en el siguiente capítulo próximamente~

 

Onegai, dejen un review con criticas, halagos (?), tomatazos y cualquier cosa que se les venga a le mente~ A cambio recibirán pancakes con miel de mapple hechos por el Matthew mismo nee nwn


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).