SeHun estaba rodando en su cama, justo antes de que su alarma sonara, él ya la estaba apagando y levantándose, eso era todos los días, pero hoy estaba más que ansioso, sin embargo, también fastidiado ¿Cuál era el motivo? Que hoy sería su primer día en aquel nuevo instituto, no es que fuera a ser su primera vez en un instituto, no, él acababa de ser transferido porque sus padres decidieron que era bueno mudarse, ahora tampoco es como si fuera la primera vez que pasa eso, sus padres se la pasan viajando y lo arrastran con ellos.
Soltando un gran suspiro, se fue a bañar, no estaba emocionado pero si ansioso, no es como si fuera a ser diferente a las otras veces, de hecho no cree que sea posible, pero aun así, él ya está acostumbrado.
Cuando salió del baño traía puesto unos pantalones color azul rey, una camisa blanca y con una toalla secaba su cabello, el agua escurría por su cuello sin lograr llegar a mojar su ropa y camino con dificultad hasta la estar frente a la mesita de noche, la cual está al lado de su cama y a tientas agarro sus lentes, colocándoselos para poder ver bien.
SeHun es un joven de 15 años de edad, cabello negro y lacio, ojos pequeños, pupilas profundas y obscuras, tez pálida y aterciopelada. Sus labios de color rosa, el inferior más abultado que el superior, es alto y con cuerpo esbelto, usa lentes y es considerado un simple nerd, aunque no lo sea. No precisamente, las personas lo juzgan sin conocerlo, solo se basan en la apariencia, no ven lo que hay más allá de los lentes, porque él es un chico normal como cualquier otro, quizás tenga las notas más altas, pero también juega videojuegos, practica deportes, sabe arreglarse y bailar, no es como si no fuera un chico apuesto, pero como sus lentes de fondo de botella o abejorro permitan ver al apuesto SeHun, detrás de su facha de nerd, es tan solo un joven más de su edad.
Con tranquilidad después de colocarse el uniforme, se dispone a bajar las escaleras para desayunar, saluda a su nana, no es como si sus padres estuvieran en casa, no, ellos siempre están ocupados haciendo negocios (dinero), no es que a él le moleste no tenerlos en casa, pero en ocasiones desea poder verlos, pasar tiempo con ellos, saber que les importa, ya que siempre le demuestran que todo es importante menos él. La mujer amable que le ha criado desde que nació, le sirve el desayuno, él lo toma en silencio, después se despidió de la mayor y tomando su maleta, se dispuso a ir al instituto.
Aventurándose por las calles de Seúl llego hasta su destino, no es que el instituto estuviera lejos, más tampoco cerca, era como un punto intermedio entre su casa y el centro de la ciudad, ni muy lejos, ni muy cerca, la distancia justa.
Caminando sin prisas entro en aquel inmueble inmenso, las instalaciones eran magnificas, un sueño de la educación y los deportes, unos enormes jardines, instalaciones deportivas extraordinarias, una gran biblioteca, múltiples edificios, infinidad de aulas y laboratorios, todo en un simple instituto.
SeHun caminó más lento cuando vio que había muchas personas en los pasillos, conocía su destino, aula 2—A, solo debía ir ahí, entregarle un papel que trae en su mochila al profesor y entrar a su nuevo infierno. Sin ganas recorrió el lugar, viendo como las personas pasaban de él, escuchando algunos murmullos sobre sí, sobre su atuendo, entonces pensó >>Aquí vamos de nuevo<<, así es cuando vives en un mundo superficial, ignorando a los demás, que con burlas y comentarios como: “de donde salió esa cosa” o “mira nomas, creo que ya encontré quien hará mi tarea”, “¿De dónde sacaría esos lentes?” o “wow que ridículo, no le dará pena andar por ahí”.
Sin desviar su vista del camino llego hasta su destino, pero justo antes sonó la campana que indicaba el inicio de clases, un hombre de bastante joven entro con portafolio en mano, yendo hasta el sitio del maestro, saludo a todos los alumnos, pero SeHun seguía afuera, por lo que a paso lento se dirigió a la puerta y toco la misma, llamando la atención de su docente.
El maestro se dirigió hacia él, recibiéndole el papel, con una sonrisa tranquila hablo.
—Te estaba esperando, pasa – y se hiso a un lado para dejarle el paso libre, SeHun ingreso en el aula, todo parecía tranquilo, más fue igual, pronto murmullos se hicieron presentes y una que otra risa burlona, miradas de asco e indiferencia, no es que a él le interesara, igual siempre se guían por la aparecía, el docente se dirigió a él con una sonrisa amable. — Yo soy Mr. Teuk— después se dirigió a la clase. — Chicos, hoy tenemos un compañero nuevo, su nombre es Oh SeHun, espero que se lleven bien y le den una cálida bienvenida, se acaba de mudar, así que sean amables con él— menciono el hombre antes de indicarle que tomara asiento, SeHun de inmediato camino viendo los puestos, pero todos estaban ocupados a excepción de uno donde un chico rubio con pinta de ser popular; suspiró y volvió a buscar con la mirada, pero nada, así que simplemente se sentó en aquel puesto vacío.
Y así fue como dio inicio a su día en aquel lugar, estaba en clase de historia cuando escucho algunos comentarios que lo desconcertaron, tales como “¿Pero este quien se cree?” o “mira se sentó con JunHong-oppa” o “¿Cómo se atreve a sentarse con oppa?”, ya comenzaba a cansarse, sabía que no era buena idea sentarse en ese lugar, pero como le iba a hacer si no había más. Suspiro mientras continuo con sus clases, el joven a su lado seguía dormido como cuando llego, así que no le tomo importancia.
El tiempo transcurrió, dando lugar a la hora del almuerzo, entonces como por arte de magia el rubio abrió los ojos y le sonrió, SeHun no le tomo importancia y comenzó a empacar sus cosas para salir de ahí, sentía que se estaba ahogando, escuchar comentarios sobre ti es sofocante y estresante.
—Hey ¿a dónde vas?— le preguntaron mientras le sostenían el brazo, SeHun volteo la vista encontrándose con aquel rubio, quien bostezaba aun, sus ojos color gris, que SeHun estaba seguro eran pudientes o lentes de contacto, porque ningún asiático tiene los ojos de ese tono, piel blanca y suave, muy apuesto; con los labios de un tono rosa suave, simplemente encajaba perfecto en la etiqueta de popular, por lo que SeHun se le quedo mirando un momento antes de contestar.
—A conseguir algo para comer y después a buscar un buen sitio para descansar— SeHun no era grosero, por alguna extraña razón con ese chico no estaba a la defensiva como con los demás, el rubio sonrió y después le soltó poniéndose de pie.
—Entonces vamos, por cierto soy Zelo, bueno mi nombre es Choi Jun Hong, pero mis amigos me dicen Zelo, así que siéntete libre de hacerlo— se presentó el rubio para después mostrar una amplia y cálida sonrisa, SeHun se quedó quieto un momento mientras veía como su compañero comenzaba a caminar. — ¿Qué te piensas quedar ahí parado y no decir nada?, anda vamos— entonces SeHun sonrió y siguió a su compañero de banca y próximamente amigo.
—Soy Oh SeHun— se presentó y a cambio obtuvo una risa por parte de su compañero, el rubio pasó su mano por los hombros de SeHun sonriendo aun.
—Lo sé, si estaba prestando atención, solo tenía los ojos cerrados porque me dolían, pero eso no importa, vamos, quiero que conozcas a unos amigos— dijo el muchacho emocionado y SeHun solo le siguió, ya que él no estaba acostumbrado a ese tipo de trato o contacto, pero se limitó a seguir así con el rubio.
Estaban caminando rumbo a la cafetería mientras conversaban un poco de trivialidades, para comenzar a conocerse y cuando llegaron al sitio deseado por el rubio, quien camino junto con SeHun hasta un pequeño grupo de jóvenes de primer año, uno de ellos pelirrojo, alto y con porte deportivo, otros dos completamente idénticos, ambos morochos, altos y delgados. Cuando estuvieron cerca de los mismos, vio como estos les sonreían.
—ChangJo, Kwang y Young, les presento a SeHun, SeHun ellos son mis amigos— los presento el rubio emocionado, los tres jóvenes miraron a SeHun con una sonrisa y se volvieron a presentar, para que supiera quien es quien.
La hora del almuerzo de ese día se la pasaron conversando e informándole a SeHun sobre cada cosa importante en la escuela, hablándole cobre los talleres y cosas por el estilo, al igual que le informaron sobre las personas que debe evitar si no quiere tener problemas, también hicieron varias bromas, riendo, hablando y tomando algo a la vez.
Estaban listos para irse cuando un grupo de chicos pasó frente a su mesa, todos ellos brillaban por así decirlo, eran llamativos y al parecer populares, porque no tardo en escucharse un griterío por parte de las alumnas que estaban en el lugar, ellos eran los mejores deportistas, bailarines y los más apuestos de toda la institución, la gran mayoría estaba en último curso, uno de ellos se detuvo frente a ellos, saludo a ChangJo y los demás, entonces fijo su vista en SeHun, le sonrió y siguió caminando, como Zelo y los demás pertenecían a diferentes clubes deportivos les conocían, además de que eran como una sub categoría de los mismo, SeHun no les prestó atención, ya que pensó que era lo correcto, no quería hablar con personas superficiales y ese grupo parecía serlo.
Después de otro rato hablando con sus nuevos amigos, SeHun se dirigió a su aula para la próxima clase junto con Zelo, quien le conto que ChangJo y él eran primos, también le hablo un poco sobre los chicos populares y esas cosas, sin olvidarse de comentarle que él y sus amigos eran homosexuales, pero no es que a SeHun le molestara el hecho, sin embargo le parecía agradable que tuvieran la confianza de decírselo, pero no es como que valla a alejarse de ellos, porque SeHun no juzga a las personas, ya que él no es quien para hacerlo, de hecho les tiene envidia porque saben lo que prefieren, en cambio SeHun aún no lo sabe.
Después de clases, SeHun se despidió de Zelo y los demás, yendo a su casa, en cuanto ingreso en la misma fue directo a su habitación, después de informar que ya había llegado, inmediatamente se puso a hacer su tarea y a jugar un rato con su PlayStation 3, un juego en línea, para ser precisos Call Of Duty.
Al día siguiente, fue exactamente la misma rutina que el día anterior y así los días siguientes, hasta que SeHun ya llevaba un mes en aquel lugar, por lo que decidió invitar a Zelo y los demás a su casa para jugar videojuegos, pero solo el rubio acepto, no es que los otros no hayan querido ir, lo que paso es que tenían practica en sus respectivos clubs.
Por eso cuando SeHun llego con Zelo a su casa, su nana los recibió con algunos bocadillos, pero SeHun le dio la tarde libre, pasando junto con Zelo hasta su habitación, el rubio quedo impactado, su amigo tenía el lugar completamente ordenado y limpio.
SeHun sonrió al ver como su amigo estaba parado en el umbral de la puerta, se dirigió a prender la consola y le indico que pasara, entonces el rubio sonrió y corrió tumbándose a un lado de SeHun, quien ya acomodaba el juego.
Entonces se pasaron toda la tarde haciendo tonterías y jugando con la consola, hasta que se hizo de noche y Zelo pensó que era mejor irse a casa y así fue, SeHun se quedó pensando un rato más, en ocasiones hasta se desvelaba con tal de cambiar de prestigio y volver sus armas de alto calibre.
Al día siguiente cuando llego al instituto fue diferente, sus compañeros murmuraban sobre su apariencia, y de nuevo volvió a la rutina de los comentarios sobre él y las burlas, pero eso no le importo, de hecho recuerda una pequeña platica con Zelo, donde el rubio le pregunto porque no usaba lentes de contacto y SeHun solo le dijo que le daba flojera.
Caminando tranquilamente paso por la cancha de soccer donde un balón iba directo a su figura, escucho los gritos de cuidado y sus reflejos se accionaron haciendo que detuviera el balón, pero aun así, pronto alguien estaba frente a él y SeHun creyó que le estaba fallando la vista, porque la persona frente a él era tan hermosa que hasta parecía irreal.
—SeHun ¿estás bien?— grito Zelo corriendo hacia donde su amigo, le sonrió a su capitán, SeHun miro al rubio con una ceja alzada, pues este traía un uniforme de futbol, entonces el líder del equipo de soccer se fue sin decir nada y reto a Zelo para que no demorara mucho, pues debían seguir con la práctica.
—Sí, oye ¿Por qué nunca mencionaste que practicaras por las mañanas?— interrogo SeHun al rubio, el cual se encogió de hombros y sonrió.
—No es como que siempre practiquemos por las mañanas, es solo que hoy el entrenador tiene que irse temprano, porque su esposa está en el Hospital lista para dar a Luz— se encogió de hombros el rubio de nueva cuenta, una sonrisa enorme adornaba sus labios, SeHun frunció el ceño y después hizo una mueca graciosa.
—No necesitaba detalles, solo con que dijeras porque si, bastaba— susurro SeHun, entonces Zelo se rio y le paso el brazo por los hombros.
—Tonto, pero te dejo que tengo que seguir entrenando, por cierto tengo algo que decirte— grito el rubio mientras trotaba de regreso a donde sus compañeros practicaban, SeHun se encogió de hombros, pero eso no evitaba que se cuestionara ¿quién era ese chico?, y ¿qué le quería decir Zelo?, bueno con preguntarse no encontraría respuesta, así que siguió su camino hasta su salón de clases.
Después de un rato sus clases comenzaron y el rubio ya estaba ahí con él, cuando salieron a almorzar se encontraron con los demás y fueron a sentarse en su mesa, sí, porque siempre se sentaban donde mismo, donde dieron a lugar a una interesante platica sobre videojuegos, pero de pronto un tema salió a colación.
—SeHun, ¿te gustaría ir a patinar con nosotros?— pregunto ChangJo y SeHun nunca creyó que ellos patinaran, bueno desde que había llegado nunca los vio con alguna Skate, por lo que nunca pensó en la posibilidad, pero eso le alegro el día sin duda, porque tenía tiempo sin patinar.
—Claro— menciono con una sonrisa en los labios, todos rieron y Zelo le miraba fijamente sin dejar de sonreír.
—Entonces paso por ti como a las 3— dijo Zelo mientras tomaba un trago de su coca-cola, SeHun asintió y después se fueron a clase, SeHun aún tenía la duda de que era lo que Zelo quería preguntarle.
Las clases siguientes se les fueron volando, por lo que cuando salieron todos se fueron a sus respectivos hogares, esa tarde será ajetreada y divertida para SeHun, ya que nunca había visto a sus amigos sin uniforme, creía que sería divertido, él estaba listo para sorprenderlos, no es que fuera a hacer algo diferente a lo que comúnmente hacía por las tardes.
Cuando SeHun llego a casa le informo a su nana que saldría más tarde, que no preparara nada para él, porque comería fuera, se fue a su habitación para cambiarse, estaba en controversia por si usar sus lentes o usar otros que tenía guardados, entonces miro la hora y supo que Zelo llegaría pronto.