Jamás pensé que en un lugar como aquel, que solo demostraba soledad y que podía ser comparado con la soledad y el abandono que existía en mi vida, encontraría a alguien como el… ¡No creí que existiera alguien como él!
Sus ojos, que al mirarlos fijamente, son capaces de mostrarte su interior, su alma, sus emociones y sus sentimientos.
Su cabello azabache alborotado con el viento, su altura no muy exagerada más bien perfecta, su piel blanca y suave, sus manos, sus ojos… ¡Oh Dios sus ojos! Jamás había sido capaz de ver ojos más bellos que aquellos que el misterioso chico poseía, al mirarlos de frente me llevaron a un mundo en donde solo éramos nosotros dos, en donde solo importábamos nosotros con nuestras virtudes y defectos, aunque para mi aquel chico no poseía ninguno, solo una palabra lo definía y esa palabra era "Perfecto”. Cuando mire por primera vez sus ojos puede ver como se reflejaban en ellos una gran alegría y a la vez gran tristeza.
Aún recuerdo lo que hicimos aquella vez, aún recuerdo cuando, con aquella pequeña y hermosa sonrisa, tomo mi mano invitándome a pasear de noche bajo la luz de la luna que brillaba sobre ese lugar nuevo y completamente desconocido para mí. Al sentir su tacto creí que moriría, el latir presuroso de mi corazón no ayudaba en nada. Si soy sincero no recuerdo con exactitud las palabras que dijimos aquella noche, ni si quiera recuerdo con claridad si entablamos una conversación; pero hay algo que jamás podría olvidar y son esas dos palabras pronunciadas con aquella voz grave “Soy Yoochun”…En ese momento, de mis labios, solo salió un pequeño susurro con el cual esperaba que supiera mi nombre, que pudiera notar que era Junsu y que quizás lo había esperado toda mi vida…
La brillante luz parecía iluminar nuestro camino, invitándonos a seguir aquel paseo silencioso en que nos habíamos fundido. Podría afirmar que nada en mi vida había sido tan placentero ni había provocado tantas cosas en mí como aquel primer y único beso que compartimos en medio de la nada mientras, sin estar conscientes, buscábamos estar los más cerca que nuestros cuerpos permitieran.
Fue tan triste y un poco decepcionante despertar de todo esto, comprender que todo aquello había sido un sueño, que nuestro encuentro casi predestinado no había sido más que una hermosa ilusión, él había sido creado por mi mente, por mi imaginación, por la necesidad de sentirme valorado e importante. Pero tengo claro que jamás podría olvidar las horas que estuvimos juntos, porque durante esas horas nos quisimos más que en toda una vida, porque todo esto fue especial para mí y estoy seguro que también lo fue para él, y los momentos que pasamos juntos aunque fueron momentos creados y pensados, momentos que no existieron en la realidad para mi fueron los más reales y verdaderos que tendré en mi vida…momentos que serán imposibles de borrar porque guardo hermosos sentimientos por él aun cuando tengo claro que solo vive en mi cabeza. Es por esta razón que espero el momento de dormir nuevamente para poder verlo una vez más...Porque Yoochun era lo que Junsu había buscado toda la vida.