Capítulo 1: ¿Qué tipo de vida has llevado hasta ahora?
Tenía la vida que todos desearían tener, todo estaba a su favor, absolutamente todo. Su nombre era Choi SeungHyun, pero la verdad nadie le llamaba de esa manera, de hecho muchos no sabían que ese era su nombre real, solo sus mejores amigos lo sabían, para todos los demás él era T.O.P, un hombre de 25 años exitoso, con fortuna, apariencia y sobre todo actitud. Era dueño de uno de los clubs más grandes y lujosos de Seúl y vivía la vida de un PlayBoy disfrutando de ella cada noche todos los días. Era muy sencillo vivir de esa manera, no había compromisos serios que cumplir, no tenía una relación complicada y sobre todo lo más importante era que no te enamorabas, no necesitaba el amor cuando lo tenía todo, no se sentía solo o vacío en las noches ¿Por qué la gente seguía diciendo que si tenías amor tenías todo?, ¿era una broma?, aunque quizás era porque nadie podía experimentar tenerlo todo sin algo molesto llamado amor como él.
En esos instantes tenía una noche como todas las demás, al salir del baño vio a aquella mujer mirándolo fijamente desde la cama, aparto la vista de ella ignorándola.
-¿A dónde vas? –le pregunto agarrándolo de la camisa que al parecer se puso mientras entro al baño, deteniéndolo.
-Simplemente me voy, ¿no lo puedes ver? -siendo lo más seco posible le respondió, la mujer intento levantarse y lo hizo después de cubrir su desnudes con una sábana.
-¿Porque siempre te vas después de tener sexo? –se mostró afligida, sin poder ocultar los sentimientos que tenía hacia él.
-¿Qué querías? que me quedara charlando sobre tus problemas, ja –mostrando su sorpresa ante las estupideces que le decía, para después coger su chaqueta gris con la intención de irse.
-¿Entonces me estuviste usando todo este tiempo? –le reclamo encarándolo con delgadas lagrimas saliendo de sus ojos.
-¿Usarte, de que me serviría hacerlo? –respondió T.O.P con otra pregunta extrañado- y no fue "todo este tiempo" fue solo una o dos noches, ya supéralo –le aclaro indignado por lo inmadura que podía llegar a ser.
-¿Porque me haces sufrir siempre? –de nuevo combinando su tristeza con ira le cuestiono gritándole antes de que se fuera.
-Si no quieres sufrir, la próxima vez no te ofrezcas cada que me veas y por favor deja de hacer tantas preguntas tontas, no tengo suficiente tiempo como para dedicártelo a ti -la miro hostilmente y al ella bajar su cabeza sonrió de lado triunfante y se fue, las mujeres en realidad eran un problema, en eso estaba de acuerdo con su difunto padre, era un mujeriego y ¿qué? era la culpa de ellas que se le ofrecían y le pedían que pasara así fuera solo una noche a su lado, no era su culpa que se ilusionaran y pensaran que el quería algo serio, eso caía en lo ridículo.
-T.O.P, ¡eres tan cruel! –le grito, observándolo con tanto odio que su mirada daba escalofríos. Con un tono de voz áspero- te odio, eres el peor hombre que he conocido -y después de eso se dio la vuelta, marchándose hacia el baño con pasos lentos y temblorosos dejándolo allí.
-¿Acaso todas las mujeres son tan dramáticas? –se preguntó irritado en un susurro, para después ignorar lo que acababa de suceder sin darle ninguna importancia. Salió del cuarto y bajo al lobby del hotel abandonándolo para entrar en su lujoso auto encendiéndolo y se fue con dirección a su exclusivo club, en donde tendría las mujeres y la bebida que quisiera durante lo que quedaba de noche.
Lejos de ese lugar había alguien más quien disfrutaba de una vida llena de diversión, era diferente y quizás no tan extravagante como la de SeungHyun pero similar.
Concierto de G Dragón, última fecha en Seúl.
Ji Yong era uno de los idols más famosos actualmente en corea, quizás Asia, con la edad de 24 años había alcanzado muchas cosas en la vida, claro gracias a su talento ya que cuando empezó a entrenar para volverse un artista era como cualquier otro adolescente con la diferencia del talento que a esa edad muy pocos tenían. No lo podía negar no todo fue fácil, paso por tiempos difíciles en los que entrenaba 10 horas al día y en los que ni siquiera podía dormir más de 4 horas ya que tenía que volver a entrenar, pero era su sueño y cada uno de esos años los atesoraba como ningún otro recuerdo, eran la razón por la que pudo debutar, solo podía sentir gratitud en su corazón; ahora era diferente, entrenaba igual de duro pero no existía la posibilidad de fallar, el aprendió a no hacerlo.
El último concierto de su gira, había logrado posicionarse como uno de los mejores actos solistas del país y tenía muchos fans que le regalaban amor y apoyo, pero Ji Yong era un buen chico, dulce, carismático y con una sonrisa siempre en el rostro.
Sus amigos cercanos y familiares estaban allí, sus fans llenaban todo el estadio y el hacia lo que más amaba hacer, rapera hasta cantar, simplemente estando en el escenario divirtiéndose. Cada que daba un concierto era una bendición, de verdad a su vida no le faltaba nada, se sentía tan tocado que estuvo por llorar en medio de la última canción de su repertorio y al finalizar la canción, pudiendo llorar levemente al fin.
-Gracias a todas las personas que vinieron, estoy agradecido y están en mi corazón, seguiré trabajando duro para corresponder todo su amor ¡GRACIAS! –hizo una reverencia de 90 grados como acostumbraba y una ovación de aplausos lo aturdió, mientras escuchaba como gritaban su nombre, actualmente GD era un idol muy talentoso que había cambiado el medio musical, él no era solo una imagen impactante, él era un compositor y productor excepcional, su talento no se podía tomar a la ligera.
Salió del escenario tras agitar sus manos entusiastamente como despedida, en el Backstage se limpió el sudor del rostro con una pequeña toalla blanca, por los pasillos del camerino le dieron una botella de agua, agradecido abrió la botella y tomo unos tragos sin exagerar finalmente suspiro tras cerrar los ojos y lleno de gratitud dio una reverencia a todos los miembros del staff por su trabajo duro y haber ayudado a que su concierto fuera un éxito.
Habían pasado dos horas y lejos de allí en la más exclusiva zona residencial de la ciudad se encontraban dormidos dos chicos en una de las muchas habitaciones de una hermosa mansión. Un celular sonaba desesperadamente sin dejarlo dormir, odiaba eso, había tenido un maldito día tan agotador y ¿qué demonios podía suceder ahora?
-TaeYang hyung contesta -le pidió alguien que estaba acostado con él a su lado mientras lo sacudía, abrió los ojos de inmediato ¿quién rayos estaba en su cama?
-Daesung, ¿qué haces en mi cama? -le hablo con tono sorprendido y adormilado.
-Que tiene de malo, hey que contestes –volvió a insistir el mayor rodo los ojos y contesto como pudo.
-¿Qué? –Daesung lo miro haciéndole mala cara, ¿Cuál era esa forma de contestar? Su hyung no era así, de hecho era una persona muy amable y dulce pero bueno alguien interrumpía su descanso.
-TaeYang shi, soy el mesero que atiende a T.O.P shi cuando viene al club, ¿me recuerda? –le preguntaron hablándole con sumo respeto.
-Sí, ¿qué es lo que sucede? –frunció el ceño levemente sentándose en la cama, el menor lo imito.
-Pues... bueno T.O.P shi se excedió con la bebida esta noche y parece estar como inconsciente, ¿puede venir a recogerle? –se explicó avergonzado por la situación en la que se encontraba.
-¿Qué? de nuevo, maldita sea porque es tan molesto... bien, busca las llaves de su carro y guárdalo, yo iré a recogerlo en mi auto no se preocupe –ordeno indignado levantándose de la cama.
-Gracias TaeYang shi y perdone –fue lo último que le oyó decir ya que le colgó y casi tira su celular al suelo después de hacerlo.
-¿Que hizo SeungHyun ahora? -obviando de quien se trataba el menor paso sus dedos tirando hacia atrás su cabello rubio.
-Tenemos que ir por él, se emborracho y no esta consiente –contesto aburrido estirando los brazos tratando de desperezarse con esta acción, mirando por todas partes en busca de algo de ropa discente que ponerse.
-Hyung es tan tonto, todas las noches hace lo mismo, que frustrante… yah hyung, no le digas que lo llame tonto –le rogo asustado soltando una risita entre tonta y nerviosa.
-No estás diciendo nada que no sea cierto –encogiéndose de hombros relajado, sin darle demasiada importancia al tema- no importa, levántate que debemos irnos, Aigo cuanto deseaba descansar por una noche –diciendo lo último en un susurro miro su cama impotente con ganas de tirarse en ella a dormir de nuevo.
-Está bien solo iré porque es mi hyung –aclaro haciéndole caso, y no era que no quisiera a el mayor, era que siempre les hacia esta tipo de cosas y era algo realmente cansado a veces.
-Es mi amigo… pero lo golpeare en cuanto lleguemos –dijo el mayor en forma de broma, o quizás no del todo.
Tomaron el ascensor tras haberse puesto, en el caso de TaeYang ropa deportiva negra y Daesung por último se puso unos jeans pegados y un buzo sencillo gris, todo estaba muy solo y no había ni un sonido en el ambiente, se mantuvieron en silencio hasta que las puertas del ascensor se abrieron frente a sus ojos, entraron al parqueadero y el mayor desactivo la alarma de su camioneta entrando en ella ambos. Era un camino que se sabía de memoria y no le tomo mucho tiempo llegar realmente, vio a unas calles el hermoso club de su amigo y suspiro, era de madrugada y aun el sitio estaba lleno de gente, de verdad era muy popular y se alegraba por T.O.P ya que tenía éxito en sus negocios pero en esos momentos deseaba con todo su ser que ese lugar no existiera, activo la puerta corrediza que daba con el parqueadero el cual quedaba más alejado de la entrada del club, este solo lo usaba T.O.P, ellos y alguna reservación V.I.P que lo ameritara, entro y apago el auto saliendo los dos de él.
-Aquí la música siempre es genial –comento Daesung percibiendo el fuerte ruido que provenía del club, moviendo sus brazos en un baile improvisado y raro.
-No vinimos a eso Daesungie –mirándolo divertido bailar de manera tan extraña, rio y lo jalo del brazo para que dejara de hacerlo y lo siguiera hasta la zona V.I.P que quedaba al fondo de la pista del baile, no tuvieron que entrar en el club necesariamente, ya que había unos pasillos que daban conexión a esa zona y a la oficina de T.O.P y otras oficinas que usaban los trabajadores del bar en el día.
En la entrada los esperaba el mesero con el que TaeYang había hablado antes por teléfono, los recibió cordialmente y los acompaño hasta la zona donde se encontraba su amigo acostado en un sofá de terciopelo negro, la mesa al frente de este era baja y del mismo color, con la diferencia de que esta estaba rebosada de tragos y licor, Daesung se tapó la nariz con su mano mareándose de solo el olor.
-Hyung –lo llamo este tras acercarse hasta el tocándole la espalda- Vinimos por ti, despierta –le pidió sin ver alguna reacción por su parte- ¿yah porque no te levantas, que demonios te pasa? –TaeYang alzo las cejas sorprendido y después rio, no podía creer que le hubiese hablado así. De un momento a otro T.O.P como un títere se paró mirándole con odio, el rubio corrió hasta quedar atrás de su otro hyung.
Él no era alguien a quien le hablabas como se te viniera en gana, en ese aspecto tenías que ser cuidadoso con el trato que tuvieras hacia él y obviamente como sus mejores amigos lo sabían pero en situaciones extremas el menor de los tres lo hacía y nunca dejaba de ser algo realmente divertido en todo caso.
-Esta vez… te salvas porque no te encuentro –dijo como pudo T.O.P, mirando para todos lados sin lograr aclaras su vista, estaba por chocar contra la mesa cuando un brazo paso velozmente por su hombro sosteniéndolo.
-Vamos SeungHyun, y no causes problemas –pidió TaeYang, él no lo llamaba “hyung” y era prácticamente a la única persona a la que T.O.P le permitía tal “blasfemia” simplemente por el hecho de que eran amigos desde la adolescencia.
-Si hyung no causes más problemas, que seas bueno en eso no significa que lo hagas siempre –musito divertido, clavándole levemente el dedo índice en sus costillas picándole con este para molestarle.
-¡Yah! ¿Qué diablos haces? No puedes decirme que hacer o que no hacer –lo reprendió molesto dándole leves palmaditas a la mano del menor para que lo dejara de tocar, el otro los miraba en silencio con una pequeña sonrisa en los labios, eran molestos, irritantes y muchos de sus dolores de cabeza eran a causa de ellos, pero… eran sus amigos, quizás si tuvieran personalidades más calmadas y comunes no se divertiría tanto con ellos.