Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Day and Night por Aquarius No Kari

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

As long as you love me-:-:-:-Solo quiero que tengas un poco de mi respiración,Mi corazón es tuyo amor…-:-:-:-Para Saga, ese día había resultado ser de locos –le dolía la cabeza y se sentía mareado- después de todo lo ocurrido.En primer lugar estaba lo de Mu… su actitud tan extraña al verlo, la manera en que lo esquivó –su entrecejo se frunció- cuando no quiso ir con él al coliseo… prácticamente se sentía rechazado por el carnero –suspiró-Después del ataque de Kanon, se había quedado inconsciente, escuchando solo la voz desesperada de Camus preguntando por su bienestar… deseando abrir los ojos para saber si se veía tan preocupado como posiblemente debería verse Mu, en caso de que si sintiera algo por él…-“OW”- Su cabeza le dolía tanto, provocando que las ideas fueran tan confusas –“Estúpido Kanon”- Murmuró de malas. Saga podía entender que el arrebato de su hermano al atacarlo, fuera por sus celos ante la estupidez de Camus…Camus… otra vez ese nombre. También él tenía la culpa de todo lo que estaba ocurriendo… si no hubiera tratado de besar a Milo delante de todos… DELANTE DE ÉL –precisamente-, las cosas no estarían tan mal como ahora lo estaban… y Kanon no se hubiera puesto celoso… tampoco él…¡Momento! –Detuvo su andar hacia la salida de su templo- Él… ¿Celoso? –una risa escapó de sus labios- Eso seria imposible… A menos que si estuviera enamorado de…¿Y lo estaba? –Se agarró de nuevo la cabeza, ante el dolor que acababa de atacarlo- Es que no lo sabía con seguridad, ya que siempre que pensaba en alguno de los dos –ya fuera Aries o Acuario-, terminaba sonrojándose… sintiéndose supuestamente celoso… o incluso perdiendo la razón y el conocimiento como esa tarde… Todo por distraerse…Un suspiro salió de sus labios antes de dirigirse de nuevo hacia la entrada de su templo, donde podría sentarse a esperar que terminara de anochecer mientras decidía que hacer con su vida y sentimientos. Bajó solamente un escalón y se apoyo únicamente en brazo para dejarse descansar sobre el peldaño… colocando sus manos en su cabeza, por si algún dolor se hacia presente en esos momentos…-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Su brazo se movió hacia arriba en busca de una posición un poco más confortable para poder estar ahí… la sangre estaba por reventar su cabeza, habiendo ya cubierto gran parte de su semblante; y él simplemente se giró hacia un lado, para evitar el molesto hormigueo que se ocasionaba en esos momentos por su rostro.Su cuerpo se encontraba en esos instantes en su propia habitación; pero su mente vagaba por otro lugar… hallándose algo distraído, pensando en todo lo ocurrido esa mañana: la actitud de Saga… la de Milo… de nuevo la de Saga y una vez más de Milo…¿Por qué el escorpión dejó que casi lo besara? ¿Lo haría por Kanon?... es decir, él mismo le había dicho unos meses antes, que estaba sumamente interesado en el dragón marino. Si así era, Camus había sido un simple objeto para dar celos, tal como había utilizado a Milo… Y ahora no sabía si sentía ofendido, o curioso por saber si al bello escorpión le interesaba hacer un trato para que tanto él mismo pudiera quedarse con Saga, como su amigo con su gemelo…Una sonrisa bastante amplia se marcó en sus labios, cuando se incorporó para sentarse en la cama y que la sangre regresara a su sitio, bajando de su cabeza hasta recorrer la mayor parte de su cuerpo, de donde había subido a causa de la posición tan incomoda que momentos antes había adquirido. Sus ojos se clavaron en algún punto de la pared–“Quizá se una excelente idea, ¿Por qué no lo pensé antes?”- Se dijo a sí mismo bajando solo unos cuantos milímetros sus parpados, para luego salir corriendo de su habitación en dirección al octavo templo-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Su blanca mano estaba congelada a escasos centímetros de la puerta color café que tenía enfrente, con la misma indecisión desde hacia unos minutos por golpear un poco la puerta, para que el custodio del tercer templo le abriera y pudiera ver si se encontraba bien… ya que Camus –su entrecejo se frunció y sus labios hicieron una mueca de desagrado, y es que comenzaba a tenerle antipatía y quizá odio- no le permitió acercársele un solo centímetro en el coliseo…Y ahora que pensaba en eso, en su cabeza se hacia una maraña de ideas sobre lo que pudo haber sentido Saga cuando el aguador estuvo por besar a Milo… ¿Sintió celos?... ¿El geminiano estaba celoso de Camus y por eso le sucedió aquello?De sus labios salió un suspiro lleno de resignación al cruzar por su mente esa idea, ya que después de todo se sentía desilusionado por creer que él tenía oportunidad con Saga… vaya… que ciego fue al no darse cuenta de que el peliazul tiraba la baba por Acuario. Agachó la cabeza y bajó el brazo, dispuesto a regresar al primer templo de donde no debió salir ese día; pero antes de que si quiera pudiera darse la vuelta o hacer algún otro movimiento, la puerta se movió para abrirse y dar paso con ello al custodio que la habitaba-“¿Mu?”- Su voz sonaba… ¿Alegre?... ¿Acaso Saga se alegraba de verle?¡SI! El gemelo de Kanon estaba sonriendo por el simple hecho de tenerlo parado a las fueras de su habitación; y este echo hizo que el estomago del carnero cosquilleara, que sus mejillas se calentaran por un breve lapso y que las manos le sudaran. Aries sonrió con timidez, soltando una pequeña risa mientras sus ojos se cruzaban con los del más alto para robarle un poco de la luz que esos esmeraldas destellaban-“¿Llevas mucho rato aquí parado? ¿Ya habías tocado?... porque si así fuera, no te escuché”- Su voz sonaba preocupada, y la forma en que sus cejas delinearon sus ojos en aquellos momentos con tales palabras, le dieron la impresión al carnero de que se sentía decepcionado consigo mismo. Mu hizo más amplia la sonrisa en su boca, tranquilizando con esto a su interlocutor que imitó el gesto-“Acabo de llegar; pero no quería tocar…”- Saga le miró confundido –“No deseaba importunarte”- Respondió acomodando un mechón de cabello tras su oreja. El geminiano se dio cuenta de que si le importaba, y que no le era tan indiferente como pensaba, algo que le hizo sentirse… bien… muy bien en realidad…-“Me dirigía a la cocina, ¿Quieres acompañarme y tomar algo conmigo?”- Mu abrió, cerró y movió la boca varias veces para articular una respuesta a tal petición; pero de sus labios no salía ni media palabra, era como si un ratón le hubiera comido la lengua o como si su cerebro se negara a reaccionar con la sola imagen que sus bellos ojos le mandaban sobre Saga. Después de tantos torpes y desesperados movimientos por dar una respuesta, movió de arriba abajo la cabeza en señal afirmativa, dando paso después a una risa casi forzada por los nervios…Y es que si hubiera sido el antiguo Mu, lo más seguro era que su primera reacción hubiera sido salir corriendo como alma que llevaba el diablo; ¡Pero no más! Todo era diferente y la guerra por conquistar a Saga, apenas comenzaba…-:--“¿Cuántas cucharadas de azúcar?”- Preguntó amablemente el geminiano. Aries clavó sus ojos en los de él, provocando que nuevamente hubiera esa horrible barrera que le impedía hablar; así que con los dedos le dijo que dos. Saga le miró un tanto confundido, sintiéndose algo tonto por no poder entender el comportamiento de Mu, ni el porque de pronto se interesaba tanto en mirarle a los ojos. Sacó la pequeña cuchara de la azucarera dos veces, para vaciar el contenido en la pequeña taza de café que estaba en la mesa y endulzar con eso el contenido-“¡AH!”- Exclamó de pronto el carnero, haciendo que al geminiano retrocediera algunos pasos, por lo asustado que se sintió –“Discúlpame…”- Musitó bastante avergonzado por su comportamiento. Una gota de sudor recorrió la mejilla del más alto, quien negó con la cabeza dándole a entender que no importaba; pero a la vez pidiendo con sus esmeraldas, una explicación. Mu inexplicablemente se sonrojó cuando extendió hacia Saga, una pequeña canasta que llevaba consigo, como regalo para GéminisEl griego sonrió, tomando con ambas manos la canasta que el tibetano le ofrecía –“¿Qué es?”- Preguntó con curiosidad-“Galletas recién horneadas”- Respondió concentrando su apenada mirada en la taza de café que Saga le había puesto enfrente. La sonrisa en los labios de Géminis se hizo mayor, completamente complacido por el gesto que el bello lemuriano había tenido con él.Saga quitó la pequeña servilleta que cubría el contenido de la canasta, para tomar una de las galletas color café claro con manchas negras y probarla; sintiendo como su paladar era complacido por el sabor tan dulce que aquella pasta derritiéndose en su boca, le provocaba. Y es que sabía, por algunos comentarios de Shaka y a Aioria, que Mu sabía cocinar muy bien.Los agraciados ojos de Aries, llamaron su atención de inmediato… dejándole leer claramente la impaciencia acerca de lo que Saga opinaba. El mayor terminó su galleta y se relamió los labios, provocando que los labios de Mu se curvaran mostrando una sonrisa que los de Géminis le imitaran–“Cocinas muy bien… tienes el don y el ingrediente especial”- Su ojo se cerró en un guiño dedicado para el lemuriano. Aries se sonrojó por tal comentario halagador, bajando de nuevo sus ojos hasta la taza de café, tomándola con ambas manos y degustarla para calmar sus nerviosos.-“¿Enserio te parece?”- Preguntó. Saga dejó la taza en la mesa y asintió con la cabeza, sin dejar aun lado la sonrisa que marcaba su blanca dentadura-“Claro, aunque a decir verdad ya me había hablado de tus talentos culinarios”- Mu rió nervioso-“¿Enserio?”- El geminiano asintió con la cabeza-“Si, Shaka y Aioria me lo dijeron”- Aries se sintió inmensamente agradecido con sus amigos por aquél gesto, Dejó la taza de café y suspiró, recordando que la idea que el escorpión le había dado, aún no terminaba-“Bien… ¿Te parece si desayunamos mañana temprano… juntos?... Yo podría cocinar para ti…”- El palpitar de su corazón aumentó, esperando una respuesta por parte del peliazul.Saga se sintió consternado por la pericón, asombrándose por el repentino cambio de actitud del lemuriano y preguntando con cierta timidez -“¿Lo harías… por mi?”-“… Si…”- Respondió con debilidad, concentrando sus ojos en la mesa. El geminiano sonrió ante la apariencia apenada del cordero, con sus blancas mejillas teñidas por un color carmín-“Muy bien, acepto la invitación para almorzar”- Mu casi saltó de la silla al oír la respuesta, dejando que en su cara se hiciera bastante notable una sonrisa de oreja a oreja, haciendo juego con lo soñadores que sus ojos se veían.-“¡De acuerdo, te veo mañana por la mañana, después de entrenar!”- Exclamó el lemuriano sumamente emocionado, corriendo hacia la puerta para bajar hacia su templo, loco de felicidad; en tanto que Saga se quedaba sonriendo bastante divertido por su reciente actitud-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Esa noche Escorpio se sentía muy molesto, ya que el negarle algo a Camus no era su estilo; pero pedirle que ambos hicieran un pacto para conquistar mutuamente a las personas de su interés, era de locos, porque al griego le gustaba precisamente Acuario…-“Por favor Milo…”- Recordaba las suplicas de su amigo… y por supuesto que él iba a decir que NO. Después del arreglo con Mu, esperaba de todo corazón que Saga y él fuera inmensamente felices para que el santo de Géminis saliera de una vez por todas de su camino…Aunque la petición de Camus, hubiera sido una buena oportunidad para tener a su amigo para él, conquistarlo de cierta forma y que se olvidara completamente de Saga para darse cuenta de que en realidad amaba a Milo; pero el escorpión no deseba eso, simplemente anhelaba obtener su corazón por las buenas…-“¿Por qué tan pensativo?”- Un escalofrío recorrió todo su cuerpo al sentir la presencia de Kanon detrás suyo, justamente con la barbilla recargada en su hombro. Las mejillas del octavo custodio se matizaron de carmín, sus rodillas temblaron a tal grado que se imaginó en cuestión de segundos en el suelo y sus manos comenzaron a sudar cuando el dragón marino las tomó entre las suyas para entre lazarlas-“… Estaba… pues…”- Kanon sonrió para sí mismo al verlo tan… ¿Frágil? Al menos estaba a su completa disposición.El escorpión tragó saliva con dificultad, sintiendo unos calidos y húmedos labios recorrer con pequeños besos su cuello, descubierto ahora por las manos del gemelo, entrelazadas con las suyas. El dragón marino quería aprovechar esa oportunidad para tenerlo solo para él; sin embargo estaba consiente de que en sus pensamientos estaría Camus sin importar lo que hiciera para conquistarlo o que al menos lograra tenerlo bajo su completo controlSintió como el santo de Escorpio comenzaba a tensarse y tal vez a resistirse bajo sus besos apasionados -“Sabes que él nunca va a quererte…”- Le dijo, sabiendo de más, que Milo entendería perfectamente a lo que se estaba refiriendo.El escorpión sintió aquellas palabras como una ofensa, arto y bastante fastidiado de que siempre que quisieran obtener algo de él, primero lo lastimarán con algún comentario sobre Camus y sus estupidos sentimientos no correspondidos. Se dio la vuelta fulminando al gemelo de Saga con la mirada, para luego empujarlo y dirigirse hacia su habitación, más que cansado de tener que aguantar semejantes comentarios por parte de todo el que quisiera obtener algo suyo. Kanon adivinó sus pensamientos y lo empujó contra la pared, acorralándolo con ambos brazos y piernas, pegando su rostro al de Escorpio-“Yo puedo darte algo que él jamás podrá…”- Milo giró el rostro hacia un lado, soltando un bufido de exasperación e impotencia; porque en realidad el acoso de Kanon le hacia sentirse tal vez importante, amado… incluso deseado. En pocas palabras, el dragón marino le hacia sentir lo que Camus jamás podría por estar siempre pensando en Saga. Cerró los ojos con fuerza para contener el cosquilleo que en sus ojos se producían, amenazando con soltar algunas lágrimas ante el dolor y la humillación que Acuario le hacia pasar algunas veces… justo como esa mañana…El dragón marino tomó su mentón con sutilidad, obligándole a que abriera los ojos para mirarlo, para que viera la sonrisa que en esos momentos se asomaba por sus labios –“No quiero que llores, él no se merece ni una sola lágrima tuya, Milo”- Las mejillas del octavo custodio se encendieron, su cuerpo dejó de tensarse y de sus ojos solo brotó una lágrima, que Kanon secó con sus labios. El escorpión cerró los ojos ante el contacto, descubriendo unos instantes después… que la boca tan sensual y a veces seductora del gemelo de Saga, era más apetecible de lo que él mismo se hubiera imaginado… y que esos labios que tantas veces le coquetearon en besos y sonrisas, podían darle la vida y alegría que los de Camus no harían… ni siquiera en una segunda vida…-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-El tercer custodio jamás sabía donde se metía su hermano gemelo, y la verdad no era que lo extrañara ni nada por el estilo… si no todo lo contrario, ya que la mayoría de las veces –o siempre- le fastidiaba su presencia; pero en aquella ocasión quería encontrarlo para reclamarle el haber casi muerto en el Coliseo por su culpa.Cuando quería, Kanon era amable con él; como la vez que se dedico a limpiar el tercer templo, solo para terminar de pedirle que de favor, sedujera a Camus para que Milo fuera solo para él…Al principio esa sonaba una idea un tanto descabellada, ya que el onceavo custodio nunca mostró mayor interés en él, hasta hace unos días, donde de pronto se vestía de manera sexy, le sonreía, le guiñaba el ojo e incluso le dedicaba una que otra sonrisa perversa… Algo que en verdad lo traía desconcertado, porque Camus no era así; aunque quizá fuera cierto que siempre se la pasaba en pleito y guerra con Mu…El carnero… que lindo detalle de su parte cocinar esas exquisitas galletas solo para él, para Saga de Géminis; y como si eso no bastara, lo invitaba a almorzar…Quizá fuera la emoción porque el día siguiente llegara, puesto que de pronto escuchaba pasos dentro de su templo en dirección hacia donde él se encontraba.El geminiano adoptó una posé de pelea, listo para cualquiera que fuera el intruso en atreverse a cruzar su templo, y con mayor si razón si se trataba de Kanon; sin embargo, su semblante serio y amenazador, fue cambiado por una sonrisa, cuando distinguió entre las sombras, la presencia del onceavo guardián-“¿Por qué la hostilidad?”- Le preguntó cruzándose de brazos, marcando en sus labios una sensual sonrisa. Se paró a escasos pasos de Saga, recargando su espalda en un pilar, para cruzar los brazos y piernas en una pose un tanto deseableLa primera reacción del tercer custodio, fue quedarse unos minutos hipnotizado, tal como lo había hecho en el coliseo; y al percibir el sonrojo y aumento de la sonrisa en la faz de Camus, desvió la mirada hacia otro punto de su templo –“Pensé que eras Kanon”- Dijo un tanto serio-“Ah… Lamento decepcionarte…”- Saga le miró pensando que se había ofendido; pero todo lo que encontró fue una media sonrisa-“Fue todo lo contrario, prefiero tu compañía…”- Respondió el griego, tratando de no ser grosero.El francés arqueó una ceja sin borrar de sus labios la sonrisa -“¿Soy un premio de consolación?”-“No… quiero decir que…”- Los nervios de alguna manera le impedían entablar una conversación con él, algo que no ocurría con Mu. De pronto el geminiano se sintió más confundido, porque la sensación que acompañaba a su estomago cada vez que Acuario se acercaba, sonreía o incluso al hablar… se hacia bastante agradable… más de lo que el carnero podía provocar en él…-“Saga…”- Acuario llamó su atención, cuando se le quedó viendo más tiempo del que siempre solía tomar para mirarlo-“¿Hum?... si… dime…”- Saga se rasco la cabeza para que el sonrojo en sus mejillas pasara desapercibido, algo que lamentablemente no logró-“¿Estas molesto conmigo?”- El tercer custodio se sorprendió ante tal pregunta formulada por Camus –“Es que casi no me hablas… y te noto… diferente”- Fingió un poco de entristecimiento en su voz, para que su pena fuera aún más creíble.El geminiano frunció el entrecejo e hizo mueca de desagrado -“Quizá si lo estoy. ¿Por qué besaste a Milo?”- Acuario dejó su teatro, para soltar una carcajada, inclinándose un poco para tocar sus dos rodillas. Ante este hecho, Saga se sintió furioso y caminó hacia él, tomando sus dos hombros con fuerza para recargarlo de nuevo en el pilar y que le mirara. Camus mostró un semblante asustado por su acción, sintiendo que la respiración se le iba de lo cerca que el más alto estaba de él –“Te hice una pregunta”- La voz del tercer custodio sonaba diferente, y casi podría jurar que efectivamente estaba enojado-“No lo besé… Estuve apunto de… pero no lo hice…”- Respondió recuperando su sonrisa, aunque por dentro se moría; pero no sabía si de miedo, ansiedad o nervios. Saga volvió a tomar este gesto como una burla y lo empujó con más fuerza contra el pilar, provocando que gimiera de dolor por lo brusco de su acción. Al geminiano, aquél ruido que salió de la garganta del francés, le gustó… le… ¿Le excitó?Una sonrisa placentera, se marcó en los labios de Camus al ver el semblante sumamente contrariado del mayor, tratando de descifrar su extraño comportamiento y sus confusos sentimientos, ante aquella tan loca y descabellada situación.Saga por otro lado, sentía la tremenda necesidad de provocar una vez más el sonido que hace unos instantes había escuchado por parte del más bajo, escuchando una voz en su cabeza que le decía que no estaba mal desearlo, y que tal vez si sentía algo más por Acuario y no por Aries…-“¿Por qué no admites que estas celoso?”- Dijo Camus soltando una risa nerviosa.El geminiano perdió todo rastro de cordura que le quedaba, ante aquellas palabras dichas por el onceavo custodio… siendo casi como una bomba que explotó dentro de él y un deseo por cerrarle de una vez la boca y comprobar que sus palabras NO ERAN CIERTAS…… Tomó al penúltimo guardián entre sus brazos, y haciendo caso de la voz en su cabeza… le dio un fuerte, apresurado y apasionado beso en los labios…… o … o …

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).