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La Carta por lolitasherry

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Notas del fanfic:

los personsjes de Saint Seiya le pertenecen a sus creadores

El 14 de febrero muy temprano en la mañana el caballero de leo encuentra algo fuera de lo común en la sala de su casa. La carta comenzaba más o menos así, según la leía un hermoso griego de ojos verdes y una sonrisa que de seguro derretiría hasta el helado corazón de Camus sin importar que se pusiera celoso el caballero de escorpión. --Toma mi mano y consumiente en mi fuego como yo me consumiré en el tuyo, desgárrame el alma como yo hare pedazos la tuya, húndeme en el dolor infinito de la entrega que yo hare que te deshagas la garganta por la furia eterna de poseerme sin pausa, duramente y sin pena de hacerme daño.

 

¡Como lo que somos!, dos fieras salvajes de la estepa, dos sombras que se dejan ver en plena luna llena, dos amantes furtivos sin sentimentalismos, sin demostrar lo que en realidad uno siente por el otro y viceversa.

 

Toma mi mano si no tienes miedo de sentir dolor, mas allá de todo lo imaginado por ser humano alguno, si estas dispuesto a renunciar al cielo y hundirte en el infierno eterno.

 

No te ofrezco cuentos de hadas, ni castillos en el aire, ni finales felices de procesas rosas, no te ofrezco nada de eso porque no lo se dar, pero puedo marcar tu piel con mis dientes, hacer surcos en tu hermoso cuerpo moreno con mis manos y dejar mi saliva en tus heridas sangrantes, hundirme en tus hermosos ojos verdes y ofrecerte los míos azules como el mar  para que te ahogues en ellos de lujuria, placer y quizás en el fondo amor, amor que no se explicar ni llegar a comprender  como yo quisiera.

 

Se que quizás aspiro demasiado, porque eres un sol que irradia calidez a todo aquel que se acerca a ti, quizás yo busco esa misma calidez, pero a diferencia tuya yo soy oscuridad, frio y miedo y soy como la luna cambiante, como todo lo que me conforma.

 

Te ofrezco todo lo que soy sin mentiras ni engaños, me muestro a ti abiertamente, con pleno conocimiento de que puedas rechazarme, pero te deseo y se que en el fondo en algún lugar de tu corazón, tu también me deseas.

 

Te ofrezco mi ser a cambio del tuyo, porque ya no puedo mas con esto que siento y no logro describirlo ni darle un nombre definido, si me aceptas tal y como soy no te arrepentirás de haber tomado esa decisión, tuyo siempre Death Masck.

 

--Aioria termina de leer la carta que encontró en uno de los sillones de su sala junto a un hermosísimo girasol tan radiante como el astro rey, tal vez Daath Masck fuera un hombre fiero y con poco tacto para tratar a la gente, pero el sabia que había más bajo ese grueso caparazón que le ocultaba del resto del mundo, el italiano se le ofrecía entre líneas y le dejaba saber que se había dado cuenta del interés de parte de el hacia su persona, con una sonrisa de esperanza y satisfacción aspira el delicado perfume de la flor que le ha dejado como muestra inconsciente de que aun el mas temido de los caballeros de oro por su oscuridad puede tener detalles tan hermosos.

 

--Encamina sus pasos al templo que se encuentra mas abajo, donde se encuentra aquel que le ha escrito tan peculiar carta de amor, ¡claro que lo acepta!, porque en el fondo Aioria tambien tiene su lado oscuro y salvaje, ese lado que solo le mostrara a esa persona tan especial para el. --¿Death?—pronucia inseguro el nombre del dueño de la casa adentrandose un poco buscando su cosmos--¿Death esta aquí?—al no obtener respuesta decide regresar a su templo cuando….   --¿Me buscabas, gatito?—apareciendo justo detra de el diciendo en su oido con voz terriblemente seductora el apodo del guardiian de leo—este no dice nada, se gira para robarle un beso de los labios a un sorprendido cangrejo, al separarse le dice con una voz igualmente seductora que la del dueño de la casa—Acepto—enseñandole la carta y la flor que lleva en la mano derecha, Death habre muy grandes los ojos, su león le esta diciendo que acepta y le ha dado un beso, lo toma de la cintura y ahora es él el que contra todo pronostico le da un tierno beso al griego que no tarda en hacer que ese beso sea apasionado y demandante –sera un 14 de febrero fuera de serie—comenta un emociomado león a su cangrejo—mientras vuelven a besarse apasionadamente dejandose perder uno en brasos del otro.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer mi historia.


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