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Cumpliendo mi fantasía por Cyaa

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Notas del capitulo:

Hola ~~

Una noche cuando eran las 4 de la mañana me vino la inspiración y simple salió esto (?).

Lea, lea :'D

Obsesión, si eso era lo que él sentía por aquel adonis cuerpo, una especie de escultura humana admirable o quizás una pintura donde se escogieron los más delgados y finos pinceles para retratar aquellas perfectas facciones.

Observar, eso era lo que más amaba de pasar tiempo en ese lugar o más bien la biblioteca, donde podía leer tranquilo, y disfrutar de sus pensamientos sin que nadie pudiera refutar aquello, a menos que sus pensamientos fueran revelados involuntariamente en voz alta por culpa de su subconsciente. En pocas palabras, todos vivían su mundo y el de él era dibujar inspirándose hacia lo que tenía frente suyo, una tienda.

 Una tienda con la prendas más elegante que algún día habría visto, pero donde jamás entraría. Allí se encontraba su amor platónico, su amor extraído de una manga, con el que nunca podría hablar ni entablar una conversación, y eso le pesaba, porque era maniquí, sí, se estaba enamorando de un maniquí.

Un maniquí bien cuidado, todos los días lucia diferentes prendas y las más refinadas. Su pelo jugaba un rol importante, ya que tenía que combinar con cada vestuario que le pusiesen y si era necesario hasta el color cambiaba cada cierto tiempo. Su pose no era la de cualquiera maniquí, bueno sí, estático así como todos, pero esta también cambiaba todos los días. 

Un maniquí algo especial que parecía real a los ojos de cualquiera.

-Tú debes ser mío. Quizás, solo quizás… si fueras real podrías ser mío. Pareces tan real, eres real… … ¿Un maniquí?... Cheol Yong, eres un estúpido- pensó.

Se levantó de donde estaba sentado, tomó lo que tenía encima de la mesa y se dirigió a dejar la manga que había tomado al momento de llegar allí, para luego salir de aquel grato lugar.

Todo eso se estaba volviendo habitual en él, llegar tomar una manga y sentarse en el mismo lugar, comenzar a dibujar o quizás leer o simplemente observar al maniquí y cada vez obsesionarse, inspirarse, admirar o quizás enamorarse más de aquella escultura humana, así era como le llamaba Mir.

Ese día caminando hasta más no poder, reflexionando sobre la utópica situación que le estaba sucediendo y más él se la permitía, ya de noche llegó otra vez a la zona donde había iniciado su caminata y por primera vez se armó de valor para acercarse a la famosa tienda que él solo se permitía ver desde lejos.

-¿Dónde estás?- pensó mientras solo miraba con asombro el espacio vacío que había dejado el maniquí, más se fijaba en un dibujo que había retratado de su perfecta cara aún sin terminar,

Corrió hasta su departamento donde se encerró y acurruco en su cama, para que luego las lágrimas invadieran su cuarto y mojaran sus sabanas, sin entender lo que le sucedía.

- Este no soy yo… ¿Quién soy?… ¿Un maniquí?... ¿Es posible que un hombre le suceda algo así?… NO, no lo es… bueno sí, a un hombre loco. Pero parece tan real… yo-yo tan solo no puedo dejar de mirarlo…y menos dejar de… Quizás lo que siento es solo admiración por él, si eso es. Debo retratarlo una vez más, solo una vez más…-

Convenciéndose de esto, Mir se durmió en sus pensamientos.

Al día siguiente se levantó, se dirigió nuevamente al lugar y se dio cuenta que el espacio donde solía estar el muñeco continuaba vacío.

-Buenos días…- dijo una vez que se encontraba dentro del lugar y un joven que atendía allí le prestaba toda su atención.

-Buenos días… ¿Se le ofrece algo?- respondió.

-Bueno yo… básicamente… yo-yo quería preguntar por el maniquí que solía estar allí- dijo para señalar a lo que se refería.

-¿Joon?- respondió.

-¿Hasta tiene nombre?- preguntó con asombro,

-Sí, todos los maniquís aquí tienen uno…- respondió con extrañeza -¿Por qué?-

-Yo-yo… planeaba comprarlo… para una exposición de arte que tengo y… su cuerpo, perdón, el maniquí me pareció perfecto- mentía.

-…avisaré-

-Sabe que… mejor vuelvo más tarde – Mir volvió a decir casi saliendo de aquella tienda, no muy convencido de sus actos y se destinó a la biblioteca realizando lo mismo de todo los días. Pasó toda la tarde ahí, tratando de leer, observando una y otra vez el lugar vació.

-¿Joon? ¿Comprar un maniquí para mí?... ¿para qué?...para ti, así puedes inspirarte todo lo que quieras y en tu propia casa… ¡ESTÚPIDO!- un diálogo interior que fue interrumpido por alguien.

-¿Querías comprarme?- Un voz suave y baja dijo tras él.

-¿PERDÓN?- Mir giro en sí mismo sorprendiéndose y de un brinco se levantó de esa silla quedando frente a un hombre, su escultura humana.

-Yo-yo… tú…a-allá- simplemente no le salía palabra alguna.

-¿Hola? ¿Hola?- volvió a decir el chico, mientras movía su mano delante de la cara de Mir haciendo que tratara de reaccionar.

-el vendedor dijo que me andabas buscando para… ¿Comprarme?... y de inmediato supuse que era tú, le pregunte si eras tú señalándote, después de todo estos ventanales son bastante grandes y transparentes…-

-Yo... siempre te ve… ¿OYE? ¿ME ESTAS ESCUCHANDO? ¿OYE?-

-Tú estás aquí…- dijo Mir saliendo del trance que ese chico le estaba haciendo pasar. “¡ES REAL!”  Le gritaba su subconsciente.

Se sentó mientras Joon hacia lo mismo en la silla de al lado.

-No pensaste que de verdad era un maniquí… o ¿sí?-  dijo el mayor en un tono burlesco, soltando una que otra sonrisa.

-¿SI? JAJAJAJAJAJA-

-Yo… sí- respondió Mir, desconcertado por toda aquella situación y su cabeza por otro lado que quería explotar de tantas preguntas.

-¿En serio?...Oh esto es un… ¿Tú lo hiciste?- Dijo Joon tomando una hoja que estaba encima de un libro arriba de la mesa.

-¡Hey! No, no tomes eso- regaño el menor arrebatándole de las manos el dibujo que él había hecho.

-He-e-ey oye ese…-volvió a tomar la hoja ya un poco arrugada y en un brusco movimiento sus manos hicieron contacto con las del contrario, cosa que hizo resaltar al menor, pero Joon no le dio importancia y volvió su vista a lo que él quería ver en ese momento.- eh-eh soy yo…-

-¡YAAAAAY!... para ser un maniquí revivido tienes mucho que hablar- dijo Mirya vuelto en sí pero sin perder el nerviosismo y revolviendo su cabello.

-Ya decía yo… dibujas muy bien. AH y por eso me mirabas tanto…- comentó soltando una amplia sonrisa.

-pero… ¿te gusto?- volvió a decir mientras sus ojos se llenaron de leve brillo que hacia resaltar más su sonrisa.

-Yo-yo…-

-Si quieres puedes… contratarme no comprarme, porque es ilegal comprar una persona, ¿cierto?. Así puede retratarme las veces que quieras o simplemente… ¡RETRATARME DESNUDO!- bromeaba.

-¿QUÉ?- Mir no podía creer lo que sus oídos escuchaban.

“Este maniquí no tiene nada de tonto… ¡ACEPTA, ACEPTA!, podrás verlo… ¡ES REAL!”  Una vez más su subconsciente le hablaba.

-¡ASH! Yaaaaay cállate- dijo golpeándose la cabeza con una mano.

-Entonces… dime que sí- Joon insistía.

-No, claro que no. Bueno… aunque… está bien- de pronto  una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de Mir.

-¿QUÉ?- esta vez el sorprendido era Joon.

-¿Por qué me miras así?... no-no… oye era broma- volvió a expresar Joon.

Mir continuaba mirando con cara de malicioso debido a que en su cabeza pasaban muchas cosas e imaginaba que haría con un maniquí.

-Entonces en eso quedamos…- diciendo esto Mir saco una tarjeta de su bolsillo la cual tenía su nombre, su número de teléfono y por supuesto su dirección. Se retiró victorioso dejando el dibujo allí junto a su, ahora, estatua andante.

 

 

[*****]

 

 

Caminaba y caminaba, hasta que llegó al lugar que buscaba. “Aquí es” dijo para sí animándose a tocar la puerta, le abrió una mujer baja, él le pregunto por Mir y la mujer le hizo pasar, dándole indicaciones de cual camino seguir para luego ella cerrar la puerta con llave, pero por fuera, dejando a Joon solo dentro de una casa un poco tétrica.

Joon siguió las indicaciones hasta llegar a una habitación donde se encontraba Mir tras un enorme papel blanco y al ver llegar a su invitado se paró de inmediato.

-Llegaste… por fin... te estaba esperando.- dijo en un tono seductor.

-Yo-yo… si- de pronto los roles habían cambiado y  ahora al que no le salía palabra alguna era a Joon. Pues estaba dudando si posar desnudo para el menor, no tenía idea de cómo había llegado pero al parecer sus impulsos son más fuertes.

-Pasa a cambiarte por allí… te deje una bata para que te cubrieras, luego pasa a sentarte al sofá.- indicó Mir.

El mayo sin más nada que decir, obedeció. Por otro lado estaba Mir acomodando el caballete que poseía un lienzo encima en donde dibujaría a su maniquí, lo puso frente al sofá que había indicado a Joon para que al rato se sentase.

-Estoy listo…- dijo Joon, una vez ya fuera de la pieza donde se cambió.

-siéntate en el sofá y… por favor quítate la bata- indicó una vez más el menor.

-¡Hey! Tú… tanto mandarme y olvidaste por completo que esto yo no lo haría gratis-

-Lo sé- habló el menor, para tomar un sobre y votando todo lo que estaba cerca suyo, estaba nervioso y se le notaba. El sobre contenía un fajo de billetes, los cuales se los entregó al mayor y volvió a su lugar para poder recoger lo que había votado.

Joon abrió el sobre sin decir nada, vio su contenido y lo dejo al lado de su bolso, regresó donde estaba, dudo y avanzó hasta donde Mir, quedando frente a él.

-¿Así está bien?- quitándose la bata y dejándola caer sobre el piso.

-¿Qué cosa?- Mir levanto la cabeza y se encontraba con una grata sorpresa.

-Ah-ah-ah-a…- faltaba poco para que su baba comenzara a caer.

-Al sofá… y re-e-cuést-tate co-como más te aco-comode…- Tartamudeo.

El mayor obedeció, completamente desnudo se dirigió al sofá, recostándose ahí como si de una cama se tratase. Apoyó todo su lado izquierdo en los cojines, mientras que con su brazo derecho se tomaba el cabello de una forma sensual y con su pierna derecha jugaba abriéndola y cerrándola dejando bien visto su miembro.

Mir un poco nervioso comenzó a bosquejar la escultura humana que tenía frente a él, en un delicado papel.

Así pasaron toda la tarde sin cruzar palabras, a excepción de Joon que no paraba de preguntar si ya había terminado pero la respuesta era un simple no.

La verdad era que Mir había terminado el dibujo en dos horas, ya había dibujado a ese cuerpo un montón de veces, por lo tanto ya tenía demasiada experiencia. Decidió perfeccionar todo los detalles, no habría pagado tanto por solo verlo así dos simples horas y decidió dejarlo ahí con esa facha hasta que atardeciera, obviamente con algunos recesos, donde Joon podía descansar y cambiar de posición hasta incluso abrigarse un poco, pero aun así no cruzaban palabras.

-¡LISTO, terminamos!... Ahora… tengo que pintarte- por fin dijo las palabras que Joon quería escuchar.

-¿A mí?- Preguntó el mayor levantándose.

-No tonto, al dibujo-

-¿Puedo ver?- sin esperar respuesta camino hacia donde estaba Mir y su retrato.

-Obvio…- respondió, pero ya era tarde pues el mayor estaba al lado de él completamente desnudo observando aquella obra de arte.

Como Mir estaba sentado en una especie de banca de bar inclino la cabeza para poder mirar a Joon y este lo miro a su vez, entrelazaron miradas por unos segundos. Sus caras se iban acercando más y más hasta terminar donde ambos querían, pegado a los labios del contrario. Se besaron, pero no fue un beso cualquiera, fue lento y dulce. Un rose de la labios quizás, pero Mir no quiso que eso fuese así y simplemente profundizó abriendo su boca levemente a lo que Joon accedió he hizo lo mismo, para dejar pasar la lengua del menor y a la vez él también lo hacía. Así pasaron unos cuantos minutos y finalmente se separaron por falta de aire.

 -Yo-yo… me iré a vestir…- diciendo esto, Joon se alejó poco a poco del lado de Mir, dándole la espalda.

-¿Sabes?... siempre he querido pintar a un maniquí-

Joon no sabía ni como, ni cuando, el menor había llegado tras él y ahora lo abrazaba. Los brazos de Mir rodeaban los brazos y el estómago del mayor, su cara se apoyaba en su espalda, mientras Joon por otro lado se queda estático a semejante acto y sus ojos  se abrían cada vez más por la impresión, hasta de un momento a otro se había olvidado de respirar, pero su cuerpo se lo exigía pues su corazón estaba a punto de estallar.

El menor lentamente retiraba sus largos brazos del cuerpo de Joon y ahora se disponía a…

-¿Qué haces?...- un escalofrío viajaba por su cuerpo.

-Cumpliendo mi fantasía…-

Con un fino pincel manchado con pintura azul recorría su espalda desde su cuello hasta llegar a su trasero, dejando una línea ni tan gruesa ni tan delgada. Y en la parte superior de su espalda, hombro derecho escribió “MIO”.

-Quizás algún día… termine de pintarte.- Diciendo esto, Mir besó su espalda y se apartó, dejo el pincel cerca de su retrato tomando su chaqueta.

Joon seguía ahí, paralizado y deslumbrado por esa situación que ahora le estaba encantando.

-Vístete… - termino de hablar y salió de aquel cuarto, cerrando la puerta por fuera.

Efectivamente terminaría de pintarlo pero no hoy, ni tampoco mañana, después de todo tendría toda la vida para hacerlo. 

Notas finales:

¿Les gusto?... cucucu~

-SEMATA-

La verdad lo quise hacer así, porque desde que soy pequeña quede extramadamente traumada con un poema donde un hombre estaba enamorado de una maniquí, lo amé, pero hasta el día de hoy no me puedo acordar de como se llama 8(. Y también porque he escuchado que hay un libro sobre algo así, pero jamás lo he leído 8( #EPICFAIL

De pronto me acorde de eso y ¡PAAAF! comencé a escribir ;;, me inspire un poco con un video relacionado sobre un maniquí y así (?)JDSHFAEW LOL.

¡ESTOY TRAUMADA, LO SÉ! AHAHAHA u_ú. Siempre he querido ser uno (?) GADSJFAWE ESTOY LOCA, MATENME (?)

Espero realmente que les haya gustado si no pueden lincharme por los rvws ;;

Perdón, porque creo que me falto redacción y ser un poco mas melosa... pero aveces eso no se me da (?)

Y MUUUUUUUCHAS GRACIAS A @YukiiKurosaki ♥, porque me ayudo con algunas cosillas y dudas que tenía acerca del fic.

 

 

Tengo muchos JooMi a medias y otros terminados, pero me da paja subirlos u_ú sUAHEJA

Eso. Nos vemos en otro fic. Chau♥~~


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