Él era el guardián de la maravilla, las cosas simples no existían tanto para él, los inventos ingeniosos que podía crear de la nada eran su felicidad, hacer juguetes para maravillar a los niños bien portados, ¡fabricar cosas era su razón de ser! ¡Tenia 364 días para crear maravillas con las cuales hacer felices a los niños del mundo!
¡Todos los niños amaban la navidad! ¡Para él era la fecha más importante del año! ¡Que conejo dijera que era la pascua era algo tonto! Todos se preparaban para navidad, desde que la nieve caía en invierno todos sabían que su día se acercaba, todo se adornaba de rojo y blanco, no importaba el lugar siempre habría algún niño esperado un regalo de navidad.
Su taller estaba en medio del invierno casi eterno, así eran las cosas, aunque hace poco había conocido, bueno realmente ni lo conoció pero ya lo había visto algunas veces, el chico creía que no lo había notado pero no, él era norte, le respaldaban años de experiencia como para no notar al chico alvino que parecía estarlo cazando durante algún tiempo.
Salió de su taller en busca del duende invernal, aun a pesar de lo ocurrido el año pasado iría a decir hola, aunque una duda le llego ¿Dónde se encontraría el chico? Bien quizás ahora el debería cazar a Jack frost, así se lo había "presentado" el hombre de la luna cuando le pregunto quién era el chico que no había visto. Decidió no usar el trineo sería muy obvio para todos, una esfera de nieve bastaría además de ser más rápido, aunque no sabía bien como buscar al chico
Después de buscarlo un rato en diferentes países helados, suponiendo que no pudiera estar en climas cálidos, que esperaba que fuera así, logro encontrar algo, se acercó con cautela, tenía que ocultarse muy bien, solo daría una miradita
El chico estaba jugando, con su palo de madera, estaba creando formas con el agua congelándola, eran formas sin un sentido realmente pero le basto para que se le ocurriera algo.
Llego a su taller pidiendo bloques de hielo, bien no sabía muy bien cómo hacer cosas de hielo, pero descubriría como, ya podía verlo, trenes de hielo funcionando, juguetes de hielo, ¡¿Por qué no se había dado cuenta de que podía hacer eso con el hielo?! ¡tanto tiempo rodeado de aquel material tan puro y no se le paso por la mente!
Con el tiempo estaba perfeccionando aquellas esculturas de hielo, haciéndolas mas duraderas, a veces pequeñas, a veces grandes, las aria funcionales ¿Por qué no se le había ocurrido antes?
El seguiría siendo el guardián de la maravilla, con el pasatiempo de hacer maravillas de hielo