No entiendo
Daba vuelta la carne una y otra vez. …l era aplicado a todo, hasta en cosas no tan importantes. Toda la familia estaba en el gran jardín de la casa Uchiha, una tarde, un radiante sol, las risas, bebidas y tragos, su padre estaba a unos metros conversando con sus tíos y su madre, riendo alegremente, todos transmitían esa pequeña alegría.
Una tarde en familia, se le podía decir.
Cada quien con lo suyo, el siempre, como el mayor, con un ojo en lo que era su trabajo y en su hermanito. Viéndolo en la piscina, sonriendo, esa risa tan tierna y coqueta que sacaba cuando se entretenía de verdad.
Quizá era de los pocos seres vivos en el mundo que podía diferenciar a Sasuke entre la realidad y la falsedad. Sonrió viendo que su hermano le miraba antes de volver a la piscina, esa mirada cargada de cariño que solo pocos tenían el honor de tener en sus memorias.
Volvió a mover la carne, cortándola para ver si ya estaba lista, lanzando un poco de sal. Todo con una tranquilidad como si fuese todo un experto.
Respirando hondo, quizá no lo dijera libremente, pero ese tipo de momentos, los adoraba, sin llanto ni peleas que eran comunes en esa casa con sus padres y el siempre, distrayendo a Sasuke, sacándole a comer o ver películas a gran volumen, con tal de que jamás notara nada, siempre protegiéndole de todo, quizá también pensaba que hacia el bien.
Creándole un mundo en donde todo estuviera bien y seguro. En su cabeza todo iba viento en popa, pero la verdad era, que había preparado a Sasuke para un mundo donde todo fuese bueno y lindo, pero no para lo que era la realidad.
-vamos, no estés tan serio, es una gran tarde – sonrió, llegando un amigo suyo, el más cercano, quizá con ciertas características que lo hacían parecer casi un tiburón, pero nunca había sido muy figado en la estética, si no más en la persona.
- lo se lo sé, perdón – sonrió suave, mientras su amigo le ofrecía una cerveza fría recién abierta, alejándose un momento de la carne una vez alguien más vino a cuidar. Acercándose a la piscina, se sentó a la orilla, llevaba un pantalón corto hasta las rodillas no teniendo problema de entrar sus pies a la fría agua, relajándose unos momentos.
-nii-san! – escucho ese tierno llamado, viéndole ser abrazado por su rubio amigo, ambos en el agua, sonrientes. Llamándole en un fingido tono de ayuda, antes de botar al ojiazul al agua, ahogándole momentáneamente.
Soltó una suave risa. Viéndoles muy tiernos a la vez. Su hermanito era su adoración más grande, tan pequeño y tierno…
Levanto su mirada al cielo, conversando con Kisame en todo momento, mientras la tarde pasaba. El asado listo, la gente se sentó a lo largo de la gran mesa que habían puesto, todos pasando un gran momento, hasta que comenzó a atardecer.
Los adultos entraron a tomar café y té mientras que en el jardín, el mayor se sentó en el césped, mientras el pequeño Sasuke se sentaba a su lado junto a Naruto y Kisame. Todos conversando sobre lo que había pasado en la semana.
-ya nos queda un año. Sasuke tattebayo! – grito el rubio. Haciendo un pequeño brindis con sus cervezas, era verdad, dentro de un año, terminarían sus estudios de una vez, entrando al fin a la universidad.
-sí. Solo un año más – sonrió. Admitía que aquel rubio sacaba lo mejor de su hermanito menor, siempre le había gustado su amistad tan sincera y duradera ante todo.
- ototo ya está bastante grande, hasta ya aprendió a beber, algo al menos – dio una pequeña broma, Sasuke aún era principiante, tomaba un poco y comenzaba a marearse, quitándole la cerveza, se tomó la suya.
- eso no es justo, nii-san!
Sonrió, sin poder evitarlo, tomo al pequeño de la cintura, sentándole entre sus piernas, lo apreso entre sus brazos, pasándolo por su pecho, dejándole medio recostado en el. Ya sus amigos acostumbrados, no eran hermanos como los demás, era una relación muy cercana, ya todos lo sabían.
-si es justo, si no le haces caso a tus mayores – dio un mordisco cerca de el, como imitando a una bestia - Podrías tener un castigo – sonrió ampliamente, sacándole suaves risas al menor. Pasando sus manitos a los brazos del mayor, le gustaba esa cercanía con Itachi, le hacía sentir seguro.
Escucharon la reja de la casa desde lejos. Mirando todos hacia ese lugar. Fugaku había abierto, mostrándole el camino al recién llegado, dejando aparecer a un hermoso rubio, bajito, con una larga cabellera rubia e impactantes ojos azules grandes. Mirando el jardín, con una sonrisa, que se hizo más grande al ver al mayor de los hermanos, sonrojándose un poco.
-awww, llego tu parejita – molesto Kisame al ver al rubio, ya llevaban una relación de más de un año y medio, se les veía realmente enamorado a ambos.
Itachi no pudo evitar sonrojarse un poco, dejando despacio a Sasuke a un lado, levantándose fue donde el rubio, dándole un pequeño beso sus labios, sincero, tierno. Comenzando a conversar entre sus cosas. Alejándose de los demás, sentándose en una banca.
-Deidara se ve muy lindo hoy, no te parece Sasuke? – sonrió el rubito, le gustaba ver esa pareja, se veían realmente bien juntos.
- sí. Hacen buena pareja, me pregunto cuando se van a casar de una vez – comento Sasuke, ladeando su cabeza, siempre le había caído bien Deidara, cualquiera pensaría que sería celoso con su hermano, pero no, comprendía bien. Al principio le había sido difícil verle menos en casa, pero verle tan contento le gustaba.
-quien sabe. Itachi-san no me ha mencionado nada – dijo el Hoshigaki. Tomando más de su cerveza. Viendo todos curiosos, tratando de escuchar un poco de la conversación, los cambios de cara de la parejita eran para una foto.
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-como te fue?
- mmh..Bien – no quitaba la sonrisa que tenía, con un suave sonrojo decorando su tierno rostro.
- Tardaste más de lo que pensaba, ya todos comieron y están adentro. Se supone que era a las dos, no a las seis cariño… - regaño suave, llegando a la banca, mirándole sin comprender. Recargando su rostro en una mano contra el respaldo de la banca.
-bueno…veras que fue más complicado de lo que creía… - comenzó a relatar.
- hu? Entonces que tienes? El otro día me asustaste, estabas pálido y no querías levantarte de la cama…y me golpeaste – toco su cabeza como auto reflejo, le había dolido, cuando quería el rubio sacaba fuerza de quien sabe dónde.
- perdón por empujarte contra la puerta…pero no me dejabas pasar – se excusó.
- estaba jugando. Quería darte un beso.
-eso no es una excusa Uchiha – lo miro con enojo, dejándole callado, respiro profundo, tranquilizándose.
-estas raro…
- no estoy raro…-se cruzó de brazos, mordiendo su labio inferior – fui al médico en la mañana y…se puso a preguntarme cosas….raras como bueno, ya sabes, eso y lo otro y…y también….- después de un rato comenzó a murmurar más bajo y bajo no entendiéndosele nada. Había sido un momento vergonzoso para el.
-ah? Que dijiste? – se acercó más. Realmente no se entendía ni una palabra.
- cosas, Itachi – desvió la mirada, con el rostro como un tomate.
- cosas? Que cosas?
- sexo! Eres feliz?! – grito ya por la vergüenza. Viendo pasar cerca de ellos a Fugaku y Mikoto, ambos miraron a otra parte, caminando más rápido. Sintiendo miles de gotitas bajar por su cabeza, como podía pasarle eso solamente a el?!
- …?? – miro hacia atrás por la cada que había puesto. Notando a sus padres, sin poder evitarlo, comenzó a reírse bajo, tapando su boca lo más rápido que pudo, tratando de que no fuera tan audible.
- tú no te rías?! – se puso aún más rojo si podía.
- jajá….perdón – dijo aun con una linda sonrisa en su rostro. Abriendo apenas uno de sus negros ojos, viendo los de color azul – que te dijo el médico?
- grrr….bueno, en resumen…- sintió la mano cálida del mayor correr su cabello a un lado para verle mejor, enterneciéndose por el hecho – que…no estoy enfermo…-bajo la mirada, tímido.
- Hum? Y entonces? No creo que sea normal eso…
Negó con su cabecita, haciendo un pequeño ruido tierno. Inclinándose, le dio un suave beso a sus labios – nop. Pero te comenzare a decir papi Itachi… - hablo bajito, solo para ellos. Mirándole bien de cerca.
El ojinegro lo miro con enorme sorpresa, dándose unos segundos para procesar bien, si, Itachi Uchiha le estaba costando asimilar la situación y pensar racionalmente.
-Q-Que estás diciendo? – la cara de completa sorpresa y estupidez del mayor era digna para Naruto, pero era tan rara verla en el pelinegro, no sabía si reír, llorar, solo atino a tomar más fuerte la mano del rubito. Sonriendo como si le dieran la noticia más genial del mundo. Viendo a Deidara asentir con la cabeza, muy sonrojado – desde cuándo?
- Desde hace 4…
- Días?
- Meses…- acaricio la mejilla del moreno, dándole otro suave beso.
Eso significaba que en 5 meses más podrían tener un pequeño moreno o un rubiecito con ellos.
-Dei…- lo abrazo fuerte contra el, dejándole en su pecho, besando su rostro una y otra vez. Era una noticia genial para ellos. Hacía tiempo ya pensaban vivir su vida juntos, un niño, era un gran paso – creo que ya es tiempo…no crees?...
El rubio lo miro, asintiendo, estaba en lo correcto. Ya era tiempo ya, que tuvieran su vida juntos, su espacio, su casa…
-por qué tan acaramelados? – Se acercaron los demás chicos, hablando el más pequeño de los hermanos – hola, Deidara – saludo.
-Sasuke, te tenemos una pequeña sorpresa – sonrió el rubio de larga cabellera.
-y cuál es? – los miro con sorpresa. Imaginándose que quizá se casarían al fin. Sonriéndoles, esperando a lo que le tenían que decir.
- ototo, Deidara y yo…nos iremos a vivir juntos – sonrió el mayor. Pasando una mano al vientre de su pareja – tendrás un sobrinito en poco tiempo.
- enserio?! Deidara tú! – señalo Naruto, sonrojándose, no lo evito más, abrazándole fuerte- felicidades!!
- ho, asique seré tío? – Kisame estrecho la mano de Itachi con fuerza, como buenos compañeros – vaya, será niño o niña?
-quiero esperar a que nazca, no quiero saber – hablo Deidara, mientras Itachi asentían – mientras este sano. No importa que sea – dijo con emoción.
- exacto, no importa nada más – tomo la mano del ojiazul, apretándola suave, era un día más que genial para ellos dos.
- buscaran una casa? Un departamento? – hablo el ojiazul más pequeño, emocionado, maravillado con todo eso.
-Creo que será un departamento por ahora. Ya lo hemos pensado hace tiempo, solo que no dábamos el paso aun – hablo el moreno por ambos, ya habían conversado esas cosas – tendrás un sobrino, no estas feliz, ototo? – quería escuchas, las palabras, la alegría de Sasuke, quería que el también fuera parte de ese cambio, tal y como Sasuke había cosas que no le gustaba hacer si su hermano no estaba presente, Itachi también.
-…- el moreno se mantenía en silencio, su sonrisa se había borrado hacía tiempo, dejando una de sorpresa y confusa. Tendría un sobrino?....e Itachi se iría? era lo único que proceso su cabecita, la partida de Itachi y la llegada de alguien que le quitaría el poco tiempo que tendría el mayor entre su casa, su trabajo y su pareja.
No lo entendía…
De repente una noticia que alegraba a todos, acababa con su mundo perfecto de Itachi y el. Le quitarían de lo que más se sostenía. Por qué?…
No podía simplemente tener al niño en casa y vivir con ellos. La casa era grande…suficiente para Deidara y el niño.
Que les pasaba?...a pesar de que su razonamiento era bastante tonto e infantil, no tenía otra cosa en la cabeza, tenía que ser una broma…
Simplemente.
No lo entendía…
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