Capítulo 1: Te quiero Parte I
Los días pasaban, algunos eran tranquilos y otros agitados, pero el amor que Takano sentía por Onodera no se apagaba. Masamune Takano pronto cumpliría 28 años, igualmente un año junto a la persona que más quería y por alguna razón se había acostumbrado al ritmo de Onodera, a veces era un chico celoso que se enojaba cuando se acercaba a Yokozawa, y otras uno que con trabajo le dirigía la palabra, pero así lo aceptaba.
Onodera por su parte siempre estaba al pendiente de que por sus labios no saliera la frase “te quiero”, no negaba que su corazón volvía a latir por Takano lo que pasaba era que su orgullo le impedía mostrar sus sentimientos, claro, eso cambiaria a partir del cumpleaños de Takano.
—Onodera espérame— decía Takano cuando veía que Ritsu empezaba a tomar sus cosas dispuesto a irse —recuerda que hoy prometiste cenar conmigo—.
—Ya lo sé Takano-san— Ritsu se sentó de nuevo en su escritorio mirando a Takano que acomodaba sus cosas — ¿por qué es importante esta cena?—.
—Dije que procuraras no preguntar—.
—Takano-san tengo cosas que hacer— decía Ritsu — además últimamente nos hemos estado viendo a diario en tu casa—.
—Y hemos gozados mucho—respondió Takano provocando un sonrojo en Ritsu — pero hoy quiero proponerte algo—.
— ¿Qué?—dijo Ritsu un poco asustado.
—Espera a que lleguemos a casa Ritsu— el que lo llamara por su nombre siempre provocaba que Ritsu se enrojeciera y ocultara el rostro, Takano se acercó a él y con una seña apunto la salida. Ambos chicos vivían en el mismo edificio, pero en el último mes Ritsu había vivido prácticamente en la habitación de Takano.
Al llegar a la casa de éste, había una mesa preparada para una cena especial, fue cuando Ritsu empezó a pensar muchas cosas como: “me propondrá matrimonio” “me pedirás una posición más de kamasutra”. A lo lejos Takano veía como Ritsu se torturaba con sus pensamientos, incontables veces vio que movía la cabeza en señal de negación. Cuando llego la cena ambos se concentraron en ella, ni uno dijo una palabra, ambos se preparaba para lo que venía después.
—Bien— dijo Takano al terminar de recoger los platos de ambos— hoy quiero proponerte algo Ono…no—se quedó un momento en silencio —quiero proponerte algo Ritsu—.
—Dilo rápido Takano-san, quiero irme a descansar pronto— decía nervioso Ritsu cerrando los ojos en señal de disgusto.
—Después de que has pasado el último mes aquí conmigo —Takano miro a su alrededor— y que mitad de tu ropa se encuentra en esta casa, creo que lo más oportuno sería que vivieras junto a mí—.
Ritsu quedo en silencio, una cosa es que ocasionalmente (diario) se quedara a dormir con Takano, y otra muy distinta a que él decidiera ya vivir junto a Takano como una pareja.
— ¿Qué?—.
—Vamos Onodera— Takano se acercó más a Ritsu— nos conviene a ambos, de esa manera será menos renta y pues dado que a veces no salimos de la oficina podremos descansar juntos—.
—No es mala idea por la renta pero…hay una sola recamara—dijo inocentemente Ritsu.
— ¿A estas alturas te importa dormir conmigo?, no seas tímido Onodera, que conozco mejor tu cuerpo que tú— lo último provoco un sonrojo notable en la cara de Ritsu —así podremos estar juntos más tiempo— Takano se acercó a Ritsu aprisionando sus labios con los de él, su mano empezó a masajear el miembro de Ritsu, sus labios empezaban a chupar partes de su cuello y al final lo quería empezar a recostar.
Ritsu estaba confundido, no sabía qué hacer. La mente de Ritsu estaba en un dilema, si aceptaba vivir con Takano era como aceptar que lo quería y mucha gente se enteraría de la relación entre ambos, y si se negaba sabía que tarde o temprano Yokozawa llegaría a vivir en su lugar.
En un movimiento Ritsu aventó a Takano dejando al pelinegro con una molestia notable, Ritsu recogió sus cosas y antes de salir logro articular:
—Takano-san yo…lo pensare— cerro la puerta y corrió rumbo a su casa quería espantar todo lo ocurrido, quería pensar con la mente fría. Pocos minutos después Ritsu empacaba sus cosas.
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Habían pasado 3 días y Ritsu no aparecía por ningún lado, Takano lo había empezado a buscar por todos los lugares, no quería aceptar que quizá Ritsu había huido nuevamente.
—Takano-san— decía Kisa— termine lo que tenía pendiente Rit-chan, ¿ha sabido algo de él? —
—No—decía Takano con un rostro apagado, las personas pensaban que era porque Ritsu lo había dejado con la edición del manga más popular, pero el corazón de Takano estaba destruido, él no había recibido respuesta y se negaba a aceptar que el chico se fuera sin decir algo.
Yokozawa empezaba a notar que Onodera no llegaba a trabajar, se preocupaba porque Takano volviera a decaer en su ánimo, quería matar al pequeño insecto. Cuando intentaba hablar con Takano él se negaba y decía que tenía una junta pendiente.
Cuando pasaron los cuatro días, Takano pedio al encargado del edificio que abriera la puerta del departamento de Ritsu pues había faltado ya lo suficiente al trabajo y empezaba creer que se estaba escondiendo de sus obligaciones.
Al abrir la puerta se encontró con lo más horrible, el cuarto de Ritsu estaba prácticamente vacío, había sólo cuatro cajas en el centro del cuarto las cuales apenas estaban selladas, cuando las abrió noto que era ropa y material de trabajo.
—Cierto— dijo el encargado del edificio— hace unos días me platico una vecina que la dueña ordeno que sacaran unos muebles de la casa del joven Onodera, parece que se mudaría—
—Ah si— decía Takano con la sonrisa fingida, empezaba querer gritar que se saliera del cuarto, pero no se animó —Bueno pues es visto que se fue y sin avisar, tengo que conseguir un nuevo trabajador —decía Takano con el corazón roto, ambos salieron del cuarto de Ritsu.
—Entiendo, hoy llego una persona preguntado por la habitación libre y como no fui notificado, le dije que estábamos ocupados—decía el encargado riendo, se despidió de Takano— estos jóvenes de ahora, seguro se enamoró y se fugó con la novia—.
Takano entro a la habitación, se desplomo en la puerta pero sin llorar, solo empezó a reír.
—Supongo que Yokozawa tenía razón— decía para sí mismo— estabas jugando de nuevo conmigo, te fuiste cuando empezaba creer que esto sería para siempre, pero ¿ni un adiós fuiste capaz de decir?, me dejaste de nuevo solo…—.
Se levantó y se dirijo a la cama, pensaba que era hora de olvidar por completo a Onodera pero en esa habitación se encontraban muchas cosas de Ritsu que lo traían a su mente, ocultando su rostro empezó a llorar.
—Siempre te vas cuando más te necesito, cuando más acostumbrado me tienes a ti, cuando creo que eres la persona que compartirá todos mis días me dejas….porqué Onodera, porqué— mientras el dolor crecía, Takano se dejaba envolver por el sueño —justo te vas sin importar que mañana será mis cumpleaños—.
Takano no asistió ese día a trabajar, los empleados le había preparado la sorpresa de haber terminado con éxito el manga, y además un pequeño paste para animarlo por la desaparición de Ritsu, Yokozawa al notar esa situación se dirigió al departamento de Takano.
Cuando llego noto que estaba abierto, al entrar no había nadie, empezó a buscar por todo el edificio hasta que lo vio venir, Takano venia tambaleante, con una bolsa llena de bebida alcohólicas, y riéndose de todos. Yokozawa fue y lo abrazo pero Takano lo empujo.
—Ríete—dijo Takano— mírame regrese a lo que originalmente soy…un asco de persona, una persona que no es capaz de retener lo que ama, mi familia se fue al barranco y ahora he sido herido dos veces por la misma persona—.
Yokozawa lo abrazaba y conducía a la habitación de éste, en sus ojos había tristeza y enojo, pensaba que había vuelto a empezar su tarea de rescatar a su gran amigo y su único amor, y todo por un escuincle que no tiene claro lo que quiere en la vida.
Al llegar a la habitación, Takano aventó todas botellas a la pequeña mesa, quedándose él frente a ésta. Yokozawa a cerco un pequeño paquete a la cara de Takano.
—Feliz cumpleaños Masamune — Takano no podía más y abrazo a Yokozawa rompiendo en llanto.
— ¿Por qué Yokozawa? ¡Por qué no te escuche!—decía Takano mirando el pecho que lo abrazaba— siempre me lo dijiste, él jugaba conmigo y no te creí, perdóname, perdóname Yokozawa…duele tanto—.
—Masamune…quiero que sepas que a pesar de todo siempre estaré contigo, a pesar de que hoy vuelvas a llorar por él, no dejare que caigas, no te dejare nunca, de ahora en adelante solo me tienes que elegir a mi— Yokozawa beso los labios de Takano, empezaba tomar el control de su cuerpo y Takano no lo impedía.
—Creo que tienes razón—decía Takano mientras era besado en el cuello por Yokozawa— amare a la persona que en verdad me ama— Yokozawa abrió los ojos de la impresión, y volvió a besar los labios de Takano.
Takano empezaba ser acariciado por Yokozawa y no le importaba, él quería olvidar que alguna vez amo a alguien llamado Oda Ritsu, y ahora olvidaría a Onodera Ritsu. Yokozawa desprendía la camisa de Takano cuando se escuchó el ruido de la puerta, ambos abrieron los ojos al notar la presencia de Onodera.
— ¡Quita las manos de Takano-san!—grito empujando a Yokozawa dejando sin palabras a Takano— ¿quién te has creído? —.
—Una persona que lo ama, y que no lo ha dejado— Yokozawa aventó a Ritsu a contra la pared al darle un golpe en la cara, estaba punto de golpearlo otra vez cuando Takano le detuvo la mano.
—Vete—dijo Takano mirando serio a Yokozawa— ¡Por favor vete!—.
— ¿Te hirió más que nunca y vuelves protegerlo?—gritaba Yokozawa— míralo se ve tan frágil, pero es una rata venenosa—.
—…— Takano no podía responder, miro a Onodera ahí tirado, quería abrazarlo pero pensaba que de nuevo quería jugar con él.
—Onodera es mejor que te vayas— dijo Yokozawa —Takano me ha aceptado. Ritsu busco la mirada de Takano buscando la negación, pero recibió a un Takano que miraba a la ventaba tomando la mano de Yokozawa, agacho la mirada y se dispuso a salir.
Takano lo veía dirigirse a la puerta, sentía morir pero no podía detenerlo, estaba tan dolido, cuando sintió el impulso de ir tras de él Yokozawa lo aprisiono con los brazos.
Onodera tomaba las cajas que había dejado en el departamento, la dueña del edificio lo miraba con tristeza, cuando por fin el señor de mantenimiento termino de bajar dos cajas se dispuso a irse del lugar.
—Lo siento mucho Ritsu— decía la mujer.
—No sé preocupe, creo que era algo que el destino ya había trazado y es mejor que me vaya— los tres caminaron juntos hacia el estacionamiento.
— ¿Y a dónde iras?—
—Me iré a Canadá, quiero empezar a trabajar con la traducción de libros— decía Ritsu con la cabeza baja, la mujer solo podía sonreírle y lo despidió cuando subió al taxi.
El encargado del edificio quería avisarle a Takano que el joven que buscaba había regresado, cuando abrió la puerta encontró a Takano sentado en el sofá y Yokozawa le servía un plato de comida.
—Disculpe por entrar de esta manera — dijo —pero el joven que buscaba hace unos días, regreso—.
—Si ya lo vi— dijo Takano con la voz débil.
—Pues al menos aclararon todo, pobre chico es horrible que su madre haya muerto en el accidente— cuando Takano escucho eso su corazón se paralizo, empezó a temblar— al menos demos gracias que es fuerte—.
— ¿Qué?—grito Takano apenas reaccionando— ¿qué dijo?—.
—Pensé que habían hablado, pues al parecer el ultimo día que estaba aquí le marcaron y avisaron que su madre había tenido un accidente en el avión de su padre, salió de aquí rumbo a Nueva York donde la estaban atendiendo, dejo su celular y todo, al final encontró a su madre muerta— el señor se quedó mirando a Takano— ¿qué pasa? —.
— ¡Takano!—grito Yokozawa cuando lo vio tomar su abrigo— ¿a dónde vas?—.
— ¿Dónde está él?—gritaba Takano.
—Tiene como tres horas que salió del edificio, creo que se va a otro país, la verdad no alcance a escuchar muy bien— Takano empezaba sentir que su corazón no respondía, sabía muy el fondo que Ritsu lo amaba entonces porqué desconfió de él en los últimos minutos, porqué si el rostro de Ritsu mostraba celos de Yokozawa no lo defendió, ahora…ahora había perdido a Onodera quizá para siempre.