-Avioncito de papel III-
Me puse los audífonos y cambié la página de la revista.
Hoy llega Taemin de su experiencia en Japón y la escuela militar, espero que haya pasado algo bueno en tanto a la carrera que quiere tomar, criminalística para ser policía investigadora.
Suspiré por enésima vez, ¿habrá crecido más? ¿se habrá vuelto a perforar los oídos? ¿El ombligo? ¿Su cabello seguirá siendo castaño? Su piel se habrá hecho más oscura? ¿Estará enfermo por el cambio de clima? Ahh~ tantas dudas hacen que me duela la cabeza.
Miré el tablero de vuelo, registraba que había aterrizado el avión que procedía de Japón, espero que sea en el que viene Taemin. Volví a cambiar la hoja de la revista, no aguanto las ganas de poder abrazarlo.
-jejeje.- reí mientras hacía puños mis manos, estoy emocionado, abrí mis ojos cuando me di cuenta de que se me pegó ese gesto de Nana, de presionar las piernas y mover los pies, me eh de haber visto raro haciendo eso.
Le quité los audífonos a mi celular y los guardé en la bolsa de mi pantalón, la revista la deje sobre la banca en la que estaba sentado y miré hacia la puerta que cruzan las personas que bajan del avión.
Esperé un par de minutos pero no apareció por ningún lado, tal vez ese no es el avión, suspiré cansado y me volví a sentar. Tome la revista para seguir viéndola en lo que llega.
Creí que ya era el correcto, eh estado aquí desde que abrió el aeropuerto y no llega, estoy seguro de que era hoy el día en el que regresaría, tks.
Sentí un hormigueo recorrerme seguido de un temblor en la espina, un avión de papel y cayó justo en mis piernas, sobre la revista. Lo tomé y abrí “atrás de ti.” Me levanté de la banca y giré para ver detrás.
-¡Minhooooo~!- sonreí y solté la revista, viene Taemin corriendo, soltó su maleta de rueditas y ésta cayó, también se quitó una mochila que llevaba en el trayecto hacia mí, así que rodeé la banca para estar enfrente de él, extendí los brazos y su cuerpo se impactó contra el mío.
Caímos al suelo, me recargué en mis codos y él pasó sus piernas por mi pelvis, tomó mi cara entre sus manos y comenzó a besar mis mejillas.
-te extrañé, missyou, dansgini geuliwo, manchi, anata ga inakute sabishii.- sentí sus labios por toda mi cara, las mejillas, frente, parpados, barbilla pero no en la boca. –ahhh~ ¡se me hacia tarde que el estúpido avión aterrizara!- gritó y me abrazó tan fuerte que comenzó a lastimarme.
-Ta-Taemin… no respiro.- susurré, él me soltó y el aire regresó a mis pulmones. Me senté y él se recorrió pero no se bajó de mi pelvis, solo me sonrió y despeinó el cabello. –También te extrañé.- le sonreí y abracé.
-ehm…- escuché que alguien dijo cerca de nosotros, entonces busqué a quién lo mencionó, era una chica. Sonreí apenado por todo el escándalo.
-sí, ¡¿es mi primo, y?! Lo extrañé mucho, ¡¿qué no puedo demostrarle amor a mi primo?!- le gritó Taemin, siento que llegó más energético de cómo lo recordaba. –levántate Minho, vámonos que la gente no tolera las bienvenidas, uno que viene cada que pasa el cometa y se ponen de mirones.- se levantó de mi cuerpo y me levantó, caminó hacia sus maletas y las tomó.
-lo siento, no quería importunar con tu primo, es que me preguntaba en dónde compraste la revista.- me apuntó con la mirada a la banca.
-si quieres puedes conservarla, ya no la necesito.- le sonreí y caminé hacia Taemin, le quité la maleta de rueditas y la mochila, así salimos del aeropuerto. –¿por qué dijiste que eras mi primo?- lo alcancé y pasé una de mis manos por sus hombros.
-porque te da weskeleke en el asdasdas. ¿En dónde está tu auto?- se detuvo en el… ¿weskeleke?
-¿en dónde?- lo miré y él sonrió.
-jerga de Japón.- regresó sus ojos al estacionamiento. –¿el auto?-
-en Seúl, nos iremos en camión.- me volteó a ver con una mueca de pánico, eso me extrañó y a la vez se me hizo tierno. –¿sucede algo malo con el trasporte público?-
-sucede todo lo malo en el trasporte público, me da miedo ir en camión, ¿por qué no le llamamos a alguien para que venga por nosotros?- alcé una ceja, pensemos en retrospectiva… jamás lo eh visto usar el trasporte publico.
-porque Onew está en la Universidad, Jonghyun y Key en la prepa y fin. Vamos a comprar los boletos.- me le acerqué para que caminara conmigo hacia donde compraré los boletos. –¿por qué te dan miedo los camiones?- llegué con el señor, uno simpático y con uniforme del servicio de trasporte publico. –dos para Seúl, por favor.- él asintió y empezó a imprimir los boletos. –Tengo tarjeta de estudiante.- dije para que me hagan un descuento, el señor me miró con obviedad que solo atiné a sonreír nervioso. Después volvió a la pantalla y se imprimieron de nuevo.
-para la otra, primero dígame que trae tarjeta de estudiante, ya imprimí dos boletos que nadie va a necesitar.- me los entregó y los pagué, me disculpé con él para alejarme y esperar el camión junto con Taemin.
-son antihigiénicos.- dijo Taemin mirando el camión con el letrero de Seúl. –se sube mucha gente y en Death Note se subió un sujeto con un arma… ¿tienes claro por qué no me gustan?- me miró solo le sonreí y me encogí de hombros.
-esta línea de camiones es muy higiénica, vamos.- tomé su mano pero se resistió. –Taemin muévete, entre más rápido te subas, mas rápido te vas a bajar.- caminé con su maleta de rueditas y la metí en el compartimento inferior del camión. Al ver esto, se resignó y subió, lo seguí a los segundos, entregué los boletos y nos sentamos en los asientos medios.
Él quedó del lado de la ventana y yo del pasillo, entonces recordé que traigo desinfectante en el bolsillo, lo saqué y le di un poco a Taemin, él se extrañó y después de preguntarme por qué lo traía y desde cuándo lo cargo, se lo puso.
Suspiré feliz, ya de regreso no solo a Seúl, sino con Taemin. En el camino vi que estaba haciendo pucheros por usar el camión, pero estos se fueron cuando una parvada de pájaros pasó sobre nosotros, él los miró por la ventana hasta que ya no pudo más porque nos alejamos.
Entonces note que miraba el camino muy curioso, como si fuera único y jamás lo hubiese visto antes, admiraba los arboles sonriendo, apuntaba algunos autos que iban en sentido contrario a nosotros, saludos a varios conductores y sin olvidar, el hecho de que se cubría el sol con su mano para ver bien por la ventana.
De la nada su cabeza quedó sobre mi hombro y sus ojos se cerraron, supongo que está cansado del viaje. Me quité uno de los audífonos y se lo puse, él sintió esto pero no se quejó, solo se acurrucó contra mi hombro.
Incliné mi cabeza, de este modo yo me sostenía en la suya, entrelacé nuestros dedos y cerré los ojos. Aunque no me dormí, solo descansé un poco. Cuando llegamos lo desperté, parece que eso le molestó por la cara que puso pero bajamos, fui por su maleta y trasbordamos a un taxi, este nos llevó hasta su casa.
Pagué y lo busqué con la mirada, estaba abriendo la puerta de su casa. Tomé sus maletas y lo seguí, él abrió por completo y estaba vacía. Supongo que su madre aun no llega o no sé.
-en casa.- susurró. -…- noté cierto desánimo en eso, lo seguí hasta su cuarto, estaba silencio y daba miedo. Entró y se dejó caer en la cama. –tengo sueño, me despiertas mañana… buenas noches.- solo vi como abrazaba la almohada. Lo arropé y salí de su cuarto, su madre dijo que iría a comprar un par de cosas para el regreso de Taemin, posiblemente se haya retrasado con algo.
Suspiré. Salí de la casa de Taemin y cerré bien, no quiero que pase algo malo. Caminé hacia la de Key, cruzando su jardín. Llegué a la puerta y llamé tres veces. Espero que su madre lo deje salir, últimamente se ha portado muy sobreprotectora con él.
Por enfrente de mis ojos pasó un avión de papel, lo seguí con la mirada hasta que cayó al suelo, dudé en ir a recogerlo porque si abre la madre de Key y no hay nadie se enfadará, pero serán solo unos segundos así que caminé hacia él.
Lo tomé y abrí.
“Dame 20 minutos y salgo, tengo mucho que contarte de estas 2 semanas en Japón. No tardo Keroro~ <3” sonreí, cómo lo extrañaba.