Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

KaiSoo ~ Recuerdame [Secuela] por Stereophonia

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y aqui volvemos con otro fan fic *O* Esta vez... di paso a un proyecto personal que lo pensé cuando la Yukii me mandó el fanfic... y cuando lo leí fue TOTALMENTE inevitable llorar a mares mientras trabajaba y me nació el deseo de hacer una secuela de ese fan fic... 

El Fan fic al que me refiero es: AnterogradeTomorrow escrita por Changdictator (: Si no lo ha leido, creo que no podrá entender esto por que como dije... es una secuela xD

Si no lo ha leido y quiere leer esto, puede leer el original aqui: http://changdictator.livejournal.com/3484.html Solo diré a modo de comentario que luego de leer el capitulo 2, vuelvan a leer el prologo y luego sigan con la historia normal ~

Bueno, sin más que decir... espero que les guste esta secuela tanto como a mi

Sintiendo como la luz poco a poco se va colando entre las cortinas de la oscura habitación, KyungSoo se enrollaba una vez más entre sus sábanas porque quería seguir durmiendo, tal como cada mañana.

Al ver que sus intentos por apartar la luz de su cuarto estaban siendo inútiles, finalmente decidió destaparse de alguna forma y mirar hacia el techo, suspirando. Tenía asuntos importantes que atender, pero de cierta forma, aquel día no tenía ánimos de ni siquiera salir de la cama.

¿Habré olvidado algo importante mientras dormía? – pensaba como cada mañana al despertar y la respuesta siempre era la misma, no tenía la menor idea. No sabía desde cuándo le había comenzado a importar el hecho de olvidar las cosas que había hecho el día anterior, pero tampoco le molestaba preguntárselo cada día a su retorcida mente.

Era un hecho de que cada día que pasaba, odiaba más y más a la enfermedad que tenía, odiaba el hecho de que no pudiera avanzar por sí mismo. Lo odiaba.

Se revolvió el cabello mientras se sentaba como podía en la cama, quedando momentáneamente ciego por los pequeños pero fuertes rayos de luz que lograban traspasar las cortinas de su habitación.

¿Desde cuándo me siento sólo? – era lo que se preguntaba al levantarse y ver su habitación vacía. Sentía que la soledad le hacía compañía día a día, cosa que antes no le sucedía… ¿Antes de qué? Claro, él estaba muy lejos de recordarlo, al menos por sí mismo.

KyungSoo revolvió sus cabellos nuevamente y puso ambos pies en el suelo, sintiendo como el frío matutino invernal lograba colarse entre sus huesos. Aquella sensación de frio no le molestaba en lo absoluto, es más, para él sentir frio de alguna forma le hacía sentir una inexplicable calidez en su pecho y con ella, venía una tristeza también inexplicable.

Tomó una frazada de la cama y la enrolló en sus hombros, logrando cubrirse por completo para luego levantarse como podía de la cama. Miró hacia la pared a un lado de la puerta y sintió una presión casi incontrolable en su pecho, pero como cada mañana, él no tenía idea porqué se sentía así al mirar hacia aquel sitio.

Sonrió casi estúpidamente y se dirigió hasta la pequeña cocina para preparar un café, debía despertar de alguna forma y el café era su única solución.

¿Desde cuándo tomo café? – pensaba mientras ponía la cafetera, claro, también eso era otro asunto inexplicable para él.

Mientras esperaba que el café estuviera listo, se dirigió hacia el ventanal que cruzaba toda la sala y vio como estaba comenzando poco a poco a nevar, aun cuando el sol estuviera presente en ese día de invierno.

- Nieve… - murmuró y nuevamente sintió aquella presión en el pecho que casi no lo dejaba respirar - ¿Por qué?

Se arropó aun más con la frazada y decidió salir valientemente hacia su balcón a encontrarse con pequeños y helados cristales que estaban tiñendo todo completamente de blanco. Sonrió al encontrarse con la brisa helada y sin darse cuenta ya estaba pegado mirando hacia el balcón de al lado, como si estuviera esperando algo o más bien, a alguien.

- Cigarrillo… – murmuró e inmediatamente sonrió. De alguna forma extrañaba aquel olor que en algún momento llegó a odiarlo, ahora… lo buscaba insconsientemente en todos lados, o más bien buscaba al fumador que inhalaba aquel toxico humo.

Antes de lo que hubiera esperado, la cafetera avisó que el momento del desayuno había llegado y KyungSoo salió lentamente desde el balcón sin dejar de observar el del vecino, algo no le estaba cuadrando en aquel escenario.

Sirvió su café y como cada día, comenzó a revisar su albúm de fotografías. Aquel álbum reflejaba la vida que olvidaba cada día al dormir.

“Este es Zitao, nuevo camarero Chino haciendo turnos los miercoles por la noche (6 de junio de 2010); aqui esta Yifan, solicitado modelo Rhapsody in Blue con un whisky seco cada domingo (19 de diciembre de 2009);Baekhyun ahí, pero se mudó (6 julio 2008). Es una sipnosis de Do Kyungsoo: vecinos, conocidos, viejos amigos, extraños nuevos, presentados con precisión militar”

Y como siempre, se quedó observando sin despegar la vista del único espacio sin fotografía, donde sólo decía “Vecino, fumando”.

- Con que es de allí donde recuerdo aquel olor…  – pensaba todos los días al pasar por aquel espacio en blanco

- ¿Por qué no tiene foto? – pasó sus dedos por aquel espacio y dio vuelta la página para seguir viendo que había sido su vida desde el accidente pues cada día se encontraba con una que otra foto nueva. Seguidamente tomó el diario y aunque dijera que era del día 13 de Enero del 2020, como siempre, para él aún era el día en que despertó del accidente que le arrebató la memoria.

Vio el calendario, y comprobó que aquella era la fecha la real y apartó sin cuidado el diario al darse cuenta del día que era en el calendario que tenía en frente. Aun cuando no tuviera ninguna marca en especial, KyungSoo sabía de alguna forma que ese día tenía que comprar flores.

- Otra cosa sin explicación… ¿Por qué me siento de esta forma? – murmuró algo enojado mientras se dirigía hasta el cuarto de baño para darse una ducha, quizás así lograría aclarar sus pensamientos, o quizás… recordar porque aquel día era importante para él.

Como era de esperarse, no logró ninguna de las cosas que esperaba al salir de la ducha. Se vistió con su típica camisa a cuadros escocesa, un par de jeans y botas para la nieve que no recordaba haber comprado, todo eso, lo tapó con una gruesa parka especial para los días así. Claro, tampoco recordaba haberla comprado alguna vez. 

Se miró en el espejo y se sentó en el baúl que estaba en frente de su cama, nuevamente aquella sensación de vacío y soledad apareció en su pecho. Pasó sus dedos suavemente por la cubierta de éste y una pequeña corriente eléctrica recorrió su cuerpo lentamente para luego centrarse en su estomago.

- ¿Mariposas? ¿Por qué? – susurró mientras apoyaba sus dos manos en el asiento, se sentía cómodo estando allí, mirando hacia la nada.

Se levantó y pasó la mano por la pared que se había quedado mirando en la mañana - ¿Cuántos recuerdos perdidos habrán aquí? – murmuró mientras salía de la habitación. Tomó el café que le quedaba aunque estuviera helado, ordenó lo poco que había sacado de su lugar y salió de su departamento, cuando se encontró con un desconocido mirándolo fijamente. 

- ¿Te conozco de alguna parte? – preguntó finalmente, luego de tragar más saliva de lo que ya podía, sabía muy bien que no toda su vida estaba en aquel álbum de fotos.

- ¿En Serio? – respondió el desconocido mientras sus labios trabajaban en una sutil pero bella sonrisa. KyungSoo lo miró helado sin poder articular palabra, ¿Lo Conocía? ¿De Donde? ¿Por qué? ¿Cómo es que sabe donde vivo?, ese tipo de preguntas comenzaron a rondar por su cabeza en aquel momento, viéndose interrumpido nuevamente por la voz del extraño.

- Asi que no estabas bromeando acerca de la amnesia – murmuró el desconocido y comenzó a caminar en dirección contraria de donde KyungSoo se encontraba. Así como el extraño había aparecido frente a él, había desaparecido.

Se apoyó en la puerta de su departamento y, una vez que vio que el desconocido ya se había ido de su lado, suspiró con tranquilidad.

- ¿Quién era él? No recuerdo su rostro en mi álbum – murmuró mientras sus pies se movían inconscientemente en la dirección que el extraño había tomado. No dejó de caminar hasta que se encontró frente a una puerta, la cual, sorprendentemente, era la de su vecino. Tocó la puerta sin pensarlo dos veces, y se sorprendió cuando una mujer salió por el umbral 

- ¿Si? – dijo la mujer apenas salió al encuentro, pero KyungSoo no dijo nada y se fue hacia el elevador, dejando a la mujer con una expresión bastante pesada en su rostro.

Eso… ¿Fue real? O… ¿Sólo recordé algo importante? – pensó el chico mientras bajaba por el elevador.

Apenas se encontró en el primer piso, saludó al recepcionista sin recordar muy bien su nombre con una pequeña y corta reverencia y salió por la puerta del edificio en dirección a la florería más cercana.

- ¡KyungSoo! – gritó la dueña de la florería al verlo, como cada año – Ya pensaba que este año no vendrías…

- Yo…

- ¡Aish, Lo siento! – se disculpó la señora, había olvidado que el chico tenía amnesia - ¿Cuáles quieres esta vez?

¿Esta vez? – pensó - ¿He venido antes? – murmuró desconcertado viendo fijamente las azucenas que estaban en un rincón

- Claro, vienes todos los años desde hace 6… y como veo, no cambias – la señora sonriente, tomó las azucenas que el chico estaba viendo con tanta admiración y las envolvió todas en un papel.

- ¿Si?... ¿Desde hace 6? – KyungSoo claramente, no recordaba nada de lo que estaba sucediendo, pero de una u otra forma, sabía que era cierto.

- Asi es – respondió la señora mientras le entregaba el ramo de flores –

- Y siempre dices lo mismo Hyung – se metió en la conversación el hijo pequeño de la dueña de la florería, quien lo metió de nuevo detrás de la tienda. Si, la señora sabía todo lo que había sucedido.

- Ohhh… azucenas – murmuró Jongin mientras estaba pegado en aquellas flores del rincón de la tienda.

- Si… son las flores de la unión dicen – respondió rápidamente la señora

- ¿Unión? – el chico miró con más atención al rincón

- Si… aunque mas que eso reflejan la pureza, la inocencia y la amabilidad de un corazón…

- Creo que alguien vendrá a comprarlas dentro de poco… y cada año – volvió a murmurar el chico

- Entonces cada año las tendré en el mismo lugar – respondió nuevamente la señora, dedicándole una sonrisa al pálido cliente.

Luego se enteró de que aquel enfermizo chico había fallecido y tal como él le había dicho, KyungSoo iba cada año a comprarlas sin equivocarse.

KyungSoo no pudo evitar sonreír al escuchar aquel Hyung, ¿Hacía cuanto tiempo nadie le llamaba así? Su sonrisa se volvió triste de un momento a otro y, aunque intentó hacer alguna mueca extraña, nada salió.

Tomó el bus sólo fijándose en el número, sin saber donde iba. Sólo sintió que debía tomar aquel bus, como si lo hiciera todos los días.

De cierta forma se sorprendió cuando se vio en la entrada del cementerio, pero sin darle más rodeos a sus pensamientos, entró al lugar rápidamente. Vio como todo el mundo lo saludaba con frases como “Vaya, hoy pensé ya no vendrías” o “Buenos días…”

- ¿Acaso vengo al cementerio cada día? – murmuró mientras seguía caminando evitando cruzar palabra alguna con los que cuidaban el lugar hasta que uno lo detuvo por el hombro.

- ¿Si? – KyungSoo evitó hacer contacto visual con el guardia, pero éste no dejaba de mirarlo.

- Con que es como cada año… cada día – murmuró el guardia mientras lo soltaba

- ¿Cada día? – repitió el chico mirando al guardia

- Cada día y estas – apuntó hacia las azucenas – son de cada año… hace 6

- ¿6 años? ¿Por qué todos dicen lo mismo? – pregunto KyungSoo, pero ya era tarde porque el guardia ya estaba muy lejos caminando con las manos en los bolsillos.

- Señor Jongin… está más delgado de la última vez que nos vimos – dijo un señor canoso al ver al más joven atravesar el umbral de la puerta

- Si… ya sabes, queda poco – murmuró el chico mientras se sentaba al frente del escritorio.

- ¿Es por eso que vienes ahora? – respondió el anciano mientras sacaba unos papeles del cajón más cercano

- Y también porque… alguien vendrá cada día… y cada año – murmuró Jongin intentando sonreir, evidentemente sin lograrlo, a lo que el anciano sonrió.

- Entonces cada año habrá que abrirle las puertas – el anciano le extendió los papeles y lo quedó mirando con algo de pena en sus ojos.

Tiempo más tarde, se enteró de que el chico había muerto y tal como él le había dicho, KyungSoo iba cada día, con la misma cara de perdido en el espacio durante los últimos 6 años, ya era una costumbre verlo casi a la misma hora bajándose del bus.

Siguió caminando entre medio de las lapidas que habían en el lugar, viendo cada frase que había grabada en ellas, cada nombre, como si intentara ver a cual iba a ver, pero sin darse cuenta se detuvo en la ultima de la fila.

KyungSoo se arrodilló frente a aquel frio pedazo de mármol y sintió como la capa de nieve que cubría el piso se iba colando entre sus jeans, pero nuevamente, aquel frio le iba proporcionando una calidez infinita en su pecho. Dejó las flores encima del mármol blanco y acarició la superficie casi con miedo a romperla cuando se dio cuenta de la frase que estaba grabada en el brillante mármol.

“Ayer tú me amabas. Hoy tu me amaras otra vez”

Las lágrimas lo golpearon de frente y sin miedo, comenzaron a rodar desde sus ojos pequeñas gotas de agua sin intención de detenerse y KyungSoo no hizo el menor intento por detenerlas, las dejó allí, caer cuanto quisieran. Sintió que no era la primera vez que estaba allí, llorando y pensando en quien era el ser que estaba allí abajo.

- Feliz cumpleaños a… nosotros – soltó el chico de repente, mientras se levantó de golpe.

- ¿Qué acabo de decir? – murmuró mientras las lagrimas caían con más fuerza que antes - ¿Quién eres?

“Nos vemos mañana, hyung. No lo olvides!" – murmuró antes de empezar a correr a toda velocidad por el cementerio, llegó hasta la puerta y cruzó la calle rogando que el bus no se tardara en llegar, quería llegar lo más rápido que pudiera a su casa, necesitaba… leer el libro que veía todos los días al lado de su cama, aunque no supiera si alguna vez lo hubiera abierto o quien se lo hubiera dado, aquel día sentía la necesidad inminente de correr a leerlo.

Bendijo a quien sea que hubiera mandado el bus justo a tiempo, sonrió cuando lo vio y lo tomó sin darse cuenta a donde iba. Se sentó en el primer asiento, impaciente, intentado recordar pero sin lograrlo, sumido en sus pensamientos, preocupado de sus sentimientos, poco a poco se estaba volviendo loco.

Se levantó de golpe cuando se percató de que el bus dio vuelta en donde no debía y apretó el timbre para hacerlo parar lo más fuerte que pudo. Ni siquiera esperó a que éste se detuviera, cuando KyungSoo saltó desde el bus y corrió lo más rápido que pudo, casi con desesperación, hasta su edificio que se veía a unas pocas cuadras de distancia. Sonrió al cruzar el umbral del elevador y apretó su número de piso unas 100 veces, como si de esa forma fuera posible que aquel transporte vertical avanzara más rápido de lo que iba.

Apenas se comenzaron a abrir las puertas, nuevamente el chico volvió a salir corriendo hasta la puerta de su departamento, revolvió sus bolsillos buscando las llaves pero, no lograba encontrarlas. Se sacó la parka que lo envolvía del frio y cuando la dio vuelta en el piso las dichosas llaves cayeron al piso provocando un eco a través del pasillo, pero no le importó, ya eran más de las 2 de la tarde y era imposible que alguien siguiera durmiendo a esa hora.

Tomó la parka, abrió la puerta, y casi al instante la cerró de golpe. Dejó todo tirado apenas entró en su departamento y se fue derecho hacia aquel libro con cubierta de cuero que estaba cerrado en su mesita de noche, lo tomó con ambas manos y lo quedó mirando un buen rato mientras pasaba sus dedos delicadamente por su tapa. Acercó su rostro a ella y pudo sentir un leve aroma a nicotina saliendo desde sus hojas, sonrió al sentirlo nuevamente cerca de sí. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que sintió ese aroma cerca suyo? No tenía la menor idea.

Al abrir el libro, se encontró con muchas notas amarillas entre medio de sus hojas, pasó su dedo por la primera hoja y se encontró con la primera hoja que estaba escrita. Sonrió al ver aquella tosca letra, grabada con tinta negra en aquel papel. Era la de él, sin duda.

“Él tiene un tipo de amnesia en que no recuerda nada de lo que hizo el día anterior, provocando que viva el mismo día cada día […] Un álbum de fotos, lo trae de vuelta a la realidad cada día y un diario puesto todos los días en su puerta, le ayuda a saber en que día del año estamos…”

¿Está hablando… sobre mi? – murmuró mientras cerraba el libro y lo volvía a abrir en cualquier pagina.

Hoy pensé en una forma de hacer que me recuerde… pegaré pequeñas notas por toda su casa, a ver si de esa forma no me olvida. Pues no quiero que lo haga, me resisto a no verlo más […] Quizás un día no los necesite…”

¿Papeles? ¿Notas? – volvió a cerrar el libro y a abrirlo en cualquier hoja.

“Como lo pensé… sin esas notas él no me recuerda… Estoy a punto de morir… no se las regresaré, prefiero que me olvide antes de ser recordado por alguien casi a la fuerza. Claro, ya no me quedan fuerzas… mañana… quizás…”

¿Quizás? – murmuró esperando leer el resto, pero no había más que eso en aquella pagina, por lo que pasó sin pensarlo a la siguiente.

“Ha pasado una semana y ya estoy en el hospital… ¿Cómo estará?...”

¿Cómo estoy yo? – Murmuró KyungSoo - ¿Quién es Jongin para mi?

“Ya apenas escribo… y hoy tuve que ir a verlo… claro, no me reconoció, pero ha estado todos estos días conmigo […] Como quisiera… que recordara nuestro cumpleaños…”

Las lágrimas volvieron a caer por sus mejillas sin control alguno y sin aviso comenzaron a humedecer la página que se encontraba abierta del libro. Se levantó para buscar algo con que limpiar el desastre que sus lagrimas estaban causando y fue allí donde la realidad lo golpeó con toda su fuerza. El libro cayó al piso provocando un fuerte estruendo que recorrió toda la casa, acompañado de un sinfín de pequeñas notas color amarillo que quedaron esparcidas por el piso.

Se sentó al lado de ellas y comenzó a levantarlas una por una mientras las leía para volver a ubicarlas.

"Tu nombre es Do Kyungsoo. Tienes pérdida de memoria a corto plazo, ante algo así amnesia, por lo que no te acordaras de lo que paso anoche. Pero déjame ayudarte." Era la primera, y él supo exactamente donde volver a pegarla, como si lo hubiera recordado todo de golpe, pero aún no.

"Aquí es donde te desvestí" – KyungSoo sonrió y pegó la notita amarilla en la pared.

"Aquí te sentaste, colgando tus piernas. Puse mi mano en tu rodilla y te inclinaste hacia adelante y me besaste primero" KyungSoo volvió a sonreír de forma estúpida al ver hacia el baúl, si… allí había sucedido eso. Nuevamente, pegó la notita amarilla encima de él mientras las lágrimas no dejaban de caer.

Se demoró casi toda la tarde en leer y re-pegar cada nota que había caído del libro, pero con aquellas notas pegadas en la pared, el vacio había desaparecido y la soledad también se había ido junto con él. Extrañamente esta solo, pero sentía que tenía a alguien a su lado nuevamente.

Quizás… sólo debería decirle que lo amo… ¿no?”

¿Lo Amo?- recordó la frase grabada en el mármol que tapaba su nicho y su garganta volvió a anudarse de forma abrupta.

“Ayer tú me amabas. Hoy tu me amaras otra vez” – repitió a medida que su temblorosa y llorosa voz le permitía. Se fue hacia el balcón y como cada día, miró primero al del vecino, donde Jongin debería estar. Lo buscó en vano, sabiendo que no lo volvería a encontrar fumando allí o masticando un chicle de menta en su lugar… Dio un par de pasos y cuando chocó contra las barandas del balcón comenzó a gritar con todas sus fuerzas hacia el aire todas las cosas que sentía en ese momento.

- ¡NO TE OLVIDARÉ! ¡NUNCA MÁS! ¡LO PROMETO! – rompió a llorar nuevamente y entró al departamento, cerrando de golpe el ventanal

Se maldijo a si mismo por haber dejado que muriera allí en aquella cama del hospital, no había sido capaz de decirle por última vez que lo amaba, no había sido capaz de decirle tantas cosas que ahora recordaba, ya después de 6 años.

KyungSoo volvió a tomar el libro y una última nota verde cayó desde una de sus hojas, el chico apartó el libro y con cierto miedo comenzó a leer lo que decía aquella nota que… tenía su propia letra.

"Feliz cumpleaños, a Kim Jongin y Do Kyungsoo" – leyó en voz alta al mismo tiempo que un grito desgarrador salía desde su garganta sin dejar de mirar aquel papel de color verde. Buscó rápidamente la hoja de donde se había desprendido aquella nota y se dio cuenta de que otra caligrafía estaba grabada en ella.

“¡KyungSoo! Soy Sehun y vengo a contarte lo que no está escrito… tú, aquel día recordaste el aniversario por ti mismo, sin la ayuda del papel que está pegado aquí arriba… luego de eso, Jongin sonrió… y nos dejó… Creo que eso hizo que él se fuera feliz de aquí…también... fui yo quien te entregó este libro al poco tiempo de que aquello sucedió… Sólo para que recuerdes ir a visitarlo cada año el 13 de Enero…”

- ¿13 de Enero? – volvió a mirar al calendario y se dio cuenta de que aquel día hace 6 años, todo había terminado, comenzaron a temblarle las manos sin control mientras pegaba su propia nota en aquella pagina, ¿Cuántas cosas se había perdido por aquel estúpido accidente? Nuevamente se maldijo a sí mismo y prometió no volver a olvidar, así tuviera que estampar cada rincón de su casa con notas, más de lo que ya estaba… se obligaría a recuperar esos recuerdos a diario… de la forma que fuere.

Se dio cuenta de que algo más había caido y sólo un grito agudo logró salir desde su garganta cuando se dio cuenta de lo que era... era él, Jongin. Corrió hasta la mesa de la sala y abrió el album de fotos que tenía hasta llegar al espacio en blanco correspondiente al vecino, sonrió cuando se dió cuenta de que era él y pegó la polaroid en su lugar, el lugar de donde nunca debió haber salido. Tomó un plumón negro y escribió abajo de la leyenda anterior "Él... sólo pensó que olvidaría, pero al parecer recordar es mucho más facil que olvidar"

KyungSoo dejó el plumón a un lado y se secó las pocas lagrimas rebeldes que quedaban alojadas aun en su rostro para luego volver a cerrar el libro. Aunque despues de pensarlo volvió a abrirlo en la última página para ver como terminaba la historia, pues no le gustaban los finales tristes cuando leía, aun cuando un final feliz estaba muy lejos de existir en la historia entre Jongin y él.

"Mi nombre es Jongin. Soy el escritor que vive a lado. Nos vemos mañana, Hyung. No lo olvides!"

KyungSoo miró a su nueva pared, completamente empapelada de piso al techo por pequeñas notas amarillas y verdes, las cuales leería cada día, a cada hora…

- Supongo que… no lo haré – KyungSoo sonrió, tomó su parka nuevamente y salió por su puerta en dirección al bar donde cantaba, se le estaba haciendo tarde… y quería volver temprano, para seguir leyendo lo que Jongin… pensaba sobre él… sobre ellos.

Feliz cumpleaños a nosotros, Jongin… 

Saranghae ~

Notas finales:

Y QUE LES PARECIÓ???

De verdad espero que les haya gustado skjdfhsjdfd era un proyecto personas y soy feliz de por fin haber sido capaz de hacerlo *O*

Espero RWS con comentarios y que se yo ~

Recuerden seguirme en twitter ~ (Está en mi perfil) <3

MUCHAS GRACIAS POR LEEEEER

Ya volveré con mis fan fics JooMir (?) <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).