Serenata de amor
Estaba cansado de la rutina en la que se había vuelto su relación, hasta ese momento, de amistad. En la que pensaban que solo era parte del fan service de un concierto o un programa al que eran invitados. Simplemente estaba cansado, incluso mas sabiendo que esa también era la idea que rondaba por la cabeza del menor.
- Me molesta que haga eso en el escenario y luego me evite. Me queda muy claro que solo lo hace por el bendito contrato pero no tiene por que tratarme de esa manera. No soy un bicho, o algo que le vaya a lastimar o incluso arruinar su vida. Hyung… solo soy yo… solo soy Taemin y me duele su tonto comportamiento, aunque que podía esperar si usted es un reverendo idiota.
No espera escuchar esas palabras cargadas de tantos sentimientos. Pues lo había sentido, una a una. El dolor, la tristeza, la desesperanza, la molestia, la decepción, la ira. Estaba en un estado de shock, en el cual sus ojos solo veían los de Lee, sonriéndole inconscientemente. Absurdo, todo era tan inverosímil.
- Taemin yo no sabia. Es que tu…
Como podía continuar hablando si esos ojos le miraban atentos, poniéndolo mas nervioso de lo que ya estaba. Como hacerlo si temía por recibir una respuesta negativa después de decir sus verdaderos sentimientos. No podía, solo no podía hacerlo.
- ¿Yo que, hyung?
- Lo siento.
- ¿Es que sus ojos no pueden ver lo que los míos le gritan desde hace mucho? ¿Sus manos no pueden sentir lo que provocan cuando me toca? ¿No puede oír el palpitar desaforado de mi corazón cuando estoy con usted? Tonto, ¡hyung es un tonto!
Llevo su mano izquierda a su mejilla, saboreando el golpe que acababa de recibir de Taemin. Lee solo lo miro una vez más esperando que dijera algo pero ni una sola palabra llego, suspiro molesto. Arreglo sus cabellos y sonrió.
- En verdad… hyung es un completo tonto.
Empujo con un poco de fuerza el cuerpo de Choi al pasar por su lado. El sonido estridente de la puerta declaro el hecho de que solo quedaba él en la sala de ensayos. Suspiro con pesadez.
- ¿Qué fue eso?
***
***
- Minho quita esa cara, me volveré loca si sigues así. No entiendo como es que tú siendo como eres, en verdad seas tan idiota.
Y ahí estaba otra vez, “idiota, tonto” esas palabras que todos, todos con los que se hablaba, se había encargado de restregarle en la cara, sin remordimiento alguno, a cada momento.
- Krystal no me llames así, no entiendo…
- Tú nunca entiendes lo que no quieres entender, pero escúchame bien Choi Minho. Me importa muy poco que estés ciego o pretendas estarlo. Si tan enamorado estas de Taemin como dices, empiezo a dudarlo. Y ahora préstame atención, si Minnie vuelve a llorar por ti, estúpida rana, te prometo que te castr… Hum… que nunca podrás tener hijos ni siquiera en sueños ¿Entendiste Min?
- S-si
- Que bueno, bien cariño me voy.
Krystal dejo un beso en su mejilla, susurrándole un leve “no lo olvides”. Vio la delgada silueta perderse tras la puerta de ese café, volvió a suspirar.
Estaba vez dejaría llevarse por lo que su corazón le decía. Dejo unos cuantos billetes sobre la mesa y salió del lugar tras las atentas miradas de algunas fans y sus susurros inaudibles.
Bien, tal vez primero debería ir a buscar el valor necesario para confesar sus sentimientos. Un par de copitas no le haría mal. ¿Verdad?
***
***
Los golpes en la puerta harían perder la paciencia a cualquiera, mucho más si se trataba de Kibum. Odiaba el ruido innecesario. Lo volvía loco y eso no era para nada algo bueno.
- ¡Taemin te dije que fueras a ver quien es el demente que quiere romper la puerta!
- Pero omma estoy tomando mi lechita y me da miedo ir…
- Maldita sea Lee Taemin. Te he dicho que abras la puerta, ¡ahora!
Una vez más comprobaba que nunca debía desobedecer a Key y mucho menos hacerlo enojar. Entre uno que otro bufido se dirigió a la puerta del departamento. Abrió lentamente sintiendo como un cuerpo se abrazaba al suyo.
- Minnie…
- ¿Minho hyung? ¿Qué le paso? ¿Por qué esta tan borracho?
- Es que quiero decirle a alguien que lo amo, y si estaba sobrio nunca lo haría.
No era algo que le hubiese gustado escuchar, saber que el corazón del mayor tenía dueño o dueña le lastimaba, demasiado.
Alejo a Choi de su cuerpo y le miro molesto.
- Entonces vaya a decírselo, a mi no…
- Te amo Taemin.
Solo podía sentir como su corazón parecía querer salirse de su cuerpo, pero algo mucho más maravilloso, era sentir los gruesos labios de su hyung sobre los suyos, solo rozándolos, temiendo tal vez de hacer algo equivocado.
Después de unos segundos se separaron apenas unos centímetros, mirándose a los ojos y perdiéndose en ellos.
Pero había algo, Minho estaba borracho y probablemente al día siguiente no recordaría nada de lo sucedido.
- No estoy ebrio, no te preocupes, apenas tome un vasito de vodka, solo fue uno. Jamás me hubiese perdonado no recordar la confesión que le daría a la persona que me gusta, a la persona que amo, a la única persona que hace que mi mundo no sea nada sin el a mi lado. No me perdonaría no recordar la reacción de esta persona, no me perdonaría no recordar su respuesta, por muy buena o mala que esta sea.
Y a partir de ese momento todo pareció tomar su rumbo. Taemin sonrió y se lanzo a los brazos del mayor, este le recibió contento, cargándolo un poco. Sin percatarse del momento en el que ya tenían sus labios unidos de nuevo.
Nada podía ser más maravilloso que ese momento.
- Yo también te amo Minho hyung.
Tiempo después.
- Minnie...
- ¿Hum?
Contesto el menor acomodando su cabeza en las piernas del alto. Quien acariciaba los cabellos del menor.
- Quiero decirte algo.
- ¿Qué es?
El mayor solo negó son su cabeza e hizo que Lee se sentara en el sillón. Él se levanto y se arrodillo frente al menor, tomando su mano y sonriéndole.
- ¿Qué haces?
- Si fuese posible en este mismo momento te pediría matrimonio, pero sé que ninguno de los dos esta en estos momentos en la posibilidad de eso. Sin embargo, ahora quiero hacer algo que nunca antes he hecho. Solo escucha ¿de acuerdo?
Hola ¿Cómo estas mi bella rosa?
Cada día luces más hermoso.
¿Sabes una cosa mi precioso?
Te amo, es una bendición que este a mi lado.
- Yo también te amo Minho hyung. Te amo tanto que pensé que moriría con este amor, creí que tú nunca te fijarías en mí, pero ahora soy tan feliz. ¿dime hyung, este no es un sueño verdad?
- Taemin, si este es un sueño, quiero dormir por siempre para mantenerte a mi lado. Te amo tanto Minie.
Son tantas cosas las que yo quiero decir.
Por ejemplo, lo que siento yo al verte sonreír.
Siento que me elevo en piso y que por dentro me fizo.
Oye… Dios pensaba en mi cuando te hizo.
- Taemin debemos decirle a nuestros hyungs que estamos saliendo.
- Si… pero tengo miedo.
- Yo estaré contigo, no temas, ok?
El menor solo sonrió alegre asintiendo con su cabeza, ¡Cuánto amaba ver esa sonrisa en el rostro de Lee! Hacia que su corazón latiera como loco.
Eres tan original, para hacerme feliz tan natural.
Definitivamente el hombre ideal, para mi.
Gracias por ser tan especial.
Se mantuvieron viéndose a los ojos fijamente. Taemin acerco su rostro al de Minho y beso sus labios rápidamente, sonrío triunfante y empezó a caminar empujando el carrito de compras.
- Hoy comeremos carne, ¡si!
Hablo cuando el alto ya estaba su lado. Simplemente era tan feliz estando con él, incluso cuando siempre cedía ante cualquier petición de Taemin.
Siempre me levanto mas temprano y estas rendido.
Y es tan dulce ver tu cara cuando estas dormido.
Eres el rey de mi vida, mi consentido.
- ¡Pero sunbae! Minho no puede hacer eso… ¡Aish! ¿Por qué él? Que lo haga Jonghyun
- Taemin – chillo Key en protesta – yo no quiero que mi puppy se bese con cualquiera, el es solo mío.
- Y Minho también es solo mío y no pienso compartirlo por nada del mundo. ¡Minho hyung es mío y punto!
Las risas del manager, Onew y Minho le hicieron avergonzarse y hacer que sus mejillas se pinten de un tierno tono carmesí.
- Muy bien Taemin, así se defiende lo que es tuyo – rio su manager.
- Sunbae… ¿no le molesta que nosotros estemos juntos? – pregunto tímido el menor de todos.
- Claro que no, todos ustedes son como mis hijos, los quiero demasiado y verlos felices es una gran alegría para mí.
- Eso es muy bueno sunbae, por que a partir de ahora no hará que mi Minho tenga que estar con alguna chica o algún chico, ¿verdad mí querido manager?
- No Taemin, ya me quedo claro que no piensas compartir a TU Minho con nadie.
Minho solo miraba entretenido la escena, era tan lindo ver a Taemin celoso por el.
- Min deja de mirarme así.
- Es que te vez tan lindo cuando estas celoso.
- ¡Hey! No soy celoso.
- ¿entonces?
- Es precaución, mi amor.
- Te amo pequeño.
- Yo también hyung.
Por que tu amor sabes demostrar.
Y porque eres tan bello te di mi corazón.
Por ser así, tan especial, hoy le traigo a mi estrella serenata de amor.
- Por que eres mi todo Taemin, y sin ti no se que haría con mi vida, déjame quedarme a tu lado hasta que ya no podamos continuar mas. Déjame amarte hasta que se me agote las fuerzas, déjame llenarte de besos y abrazos, de palabras amorosas a cada momento, no te pido mas, ¿puedes permitirme solo eso Minnie?
Taemin limpio sus lagrimas con las mangas de su camisa y sonrió un poco.
- Claro que si Minho y permíteme hacer lo mismo por ti. Permite que te muestre mi amor en cada una de mis palabras, en mis gestos, mis acciones, en todo. Permíteme descubrir un nuevo mundo a tu lado, permite que tome tu mano si te sientes solo o estas molesto, que te de un abrazo si estas triste, que bese tus labios si empiezas a olvidar que te amo.
Mi compañero, mi ayuda, mi soporte.
Dios te trajo a mí para hacerme más fuerte.
Que estemos juntos no es casualidad o algo de suerte.
Nacimos el uno para el otro hasta la muerte.
- Taemin, gracias por soportarme con mis manías y el desorden de la casa todos los días, por quererme más y más de lo que ya me querías, a mi pasa lo mismo por si no lo sabias.
Ahora eran sus lagrimas las que corrían por sus mejillas, trazando un camino que quemaba de alegría en todo su ser.
Taemin negó con su cabeza, y en medio de sollozos continuo con la canción.
- Por felicitarme cuando lo hago bien, por que me corriges cuando lo hago, yo te amo con todo mi corazón. Te amo Minho, en verdad te amo.
- Y yo a ti Taemin, como no tienes idea, te amo.
Allí, fuera de esa casa había un mundo dispuesto a darles alegría y dolor. Las cosas no serian siempre color de rosa, lo sabían. Conocían el riesgo que conllevaba el estar juntos, las miradas de desprecio o compasión, las palabras hirientes y las que suponían entender la situación. Pero estaban dispuestos a continuar.
Si su destino no era estar juntos lo tomarían tranquilos, rememorando los momentos alegres y tristes que vivieran juntos. Pero justo ahora, en medio de esa serenata de amor, no podían pedir mayor felicidad que esta. Por que estaban juntos, porque se amaban como nunca antes y por que sabían que eso era real, y nada podría arruinar ese momento.
Por ser así, tan especial, hoy le traigo a mi estrella serenata de amor.