Minhyun era un chico irresistible. Era carismático, activo, dulce, inteligente, entre muchas otras cosas. Era imposible no sentirse atraído por un chico tan completo como él. Y no solo tenía esas características que hacían ganar el corazón de cualquiera, pero también era demasiado atractivo que era difícil quitar los ojos de él una vez lo comenzabas a mirar.
Minhyun era un extraño imán que te llevaba lentamente a su lado. Porque era verdad, Minhyun no era una persona a la que uno podía llegar de un día a otro. Con él fue el proceso más largo porque jamás sabías si tus palabras estaban siendo recibidas positivamente o no. Era demasiado analítico mientras te estaba poniendo atención al hablarle. No sabía si estabas siendo aprobado o reprobado en lo que decías.
Y no era que Minhyun fuera antipático, porque nunca lo ha sido, pero a veces su expresión seria o demasiado calma te hace sentir un tanto incómodo o asustado. Es diverso lo que su rostro te provoca en oportunidades. Siempre verlo te hace sentir que es un chico misterioso.
Más adelante, descubrí que ese era su encanto, que ese misterio del que eras parte al acercarte a él era el encanto que terminaba destruyéndote por completo. Una vez te hacía parte de su vida, era una montaña rusa de emociones. Eran diversas las cosas que te hacía sentir, porque en un minuto eras observado atentamente sintiéndote emocionado, pero en otros ratos sentías una punzada de dolor por su indiferencia.
Una vez lo conocías realmente, podías darte cuenta que era una persona dulce, solo que le costaba dejarte entrar a su pequeño mundo. Jamás me atreví a preguntarle sobre su vida antes de ser trainee, porque temía que su siempre pasiva o seria se convirtiera en una apenada, vacía o ciertamente molesta.
Había visto a Minhyun molesto por pequeñas cosas como la limpieza, pero no estaba seguro si ese era un nivel acertado para describirlo verdaderamente molesto. Como dije, solía ser un ser serio y pasivo, pero travieso y alegre cuando estaba en confianza.
Como era un chico particular en varios aspectos, el que más me llamaba la atención era su interacción con los otros miembros. En un comienzo su atención estaba ciertamente en Ren porque ambos eran de Busan y tenían una buena conexión, o eso es lo que creo que pensó cuando se arrimó a él por mucho tiempo. Aunque supongo que con el tiempo se dio cuenta que lo único que tenían en común era el lugar de donde venían.
JR siempre comentaba lo adorable y guapo que era Minhyun. Siempre me pregunté, y creo que me pregunto hasta ahora, es si simplemente está encantado con Minhyun tal como yo y Baekho, en un aspecto un poco más que amistoso. Aunque jamás cuestionaría al líder, porque no creo que jamás admitiría sentir algo por el otro, pese a que en múltiples ocasiones lo viéramos mirándolo más de lo necesario o tratando de ganar su atención de formas tontas. Aunque estaba seguro que yo también me veía muy ridículo persiguiéndolo constantemente.
Baekho era un caso distinto, porque él admitía que después de Ren, Minhyun era la persona con la cual le gustaría pasar su tiempo en una isla desierta. Creo que ese fue el punto de partida y luego su admiración por el otro creció a niveles insospechables. Creo que ese fue el minuto en que verdaderamente empecé a valorar a Minhyun y a querer algo con él seriamente. Antes, era cierto que no dejaba de mirarlo y tratar de ganar su atención, pero todo ese tiempo pensé que Minhyun era una buena persona y que quería conocerlo mejor para tener un real amigo en Corea. El tiempo me demostró que estaba totalmente equivocado.
Baekho se convirtió en mi mente como una especie de enemigo al cual debía derrotar de forma silenciosa. No sabía si estaba persiguiendo a Minhyun al final por querer ganar algo o porque verdaderamente me despertaba cosas intensas. Hasta ahora sigo confundiéndome o tratando de pensar que es por mi espíritu competitivo, pero muy en el fondo creo saber que es algo más y que se llama amor...independiente si toda mi vida creí o no en ello.
Hay oportunidades en que odio a Baekho, porque rápidamente se ha hecho camino para acaparar la atención de Minhyun, y éste, parece disfrutar de sus miradas intensas y excesiva atención. No sé si no se da cuenta que a veces responde a sus intensas miradas y juegos que podrían mal interpretarse.
Es un poco difícil mirar por mucho tiempo, pero como mi misión es descifrar que hay allí, me torturo constantemente, pero no veo más que caricias, mimos, sonrisas y una gran cercanía. No sé si es porque Minhyun no permite que las cosas vayan más allá, o porque Baekho se está tomando las cosas con calma antes de iniciar algo a otro nivel. La verdad es que hay veces en que no puedo evitar acercarme a Minhyun para robar su atención de Baekho, independiente de las miradas fulminantes en el proceso.
No odio a Baekho, es solo que nos hemos distanciado por varias razones, una de ellas por la atención que destina completamente en Minhyun, una atención que antes no estaba presente pero que ahora es preocupante porque me está quitando parte del lugar que con mucho esfuerzo logré hacer.
Mi relación con Minhyun es confusa, porque él responde a mis caricias y miradas tal como lo hace con Baekho. Quizá y mi sed por querer toda su atención hace que me sienta más especial de lo que realmente soy. Su mirada penetrante, su sonrisa coqueta, sus caricias en mi mano cuando estamos esperando que JR salga del baño para tomar nuestros turnos, hace que de cierta manera tenga esperanzas de que esto pueda ir más allá...pero cuando veo que al otro día se va con Baekho en la Van, afirma su cabeza en el hombro del otro y se susurran prácticamente todo el viaje, me hace perder la cabeza y querer confesarle finalmente cómo me siento.
Pero cada vez que me acerco a Minhyun, no puedo más que actuar como un estúpido y me sumerjo en sus caricias, en sus manos traviesas que me hacen cosquillas cuando me distraigo, o simplemente me quedo contemplándolo y él hace lo mismo de vuelta. Y como jamás puedo leerlo completamente bien, mis nervios aumentan y no puedo articular palabra. Me quedo quieto, mi boca se seca, pienso que habrá otra oportunidad.
Sé que lo correcto debería ser terminar con la angustia y solo besarlo porque estoy seguro que sería la forma más normal para que comprendiera la profundidad de mi cariño, pero una y otra vez me tropiezo con mis acciones o termino sonriendo como un bobo ante sus tonterías, ante ese magnetismo que te atrapa incluso antes de que te des cuenta de ello.
Estamos en el sofá. Sus manos están entrelazadas entre las mías, porque poco a poco he podido superar esa barrera y he podido gozar de privilegios como este. Su pulgar hace círculos imaginarios en mi palma, y no puedo evitar suspirar satisfecho porque solo él puede quitar toda esa tensión de un día ajetreado.
Acaricia mi cabeza, sonríe coquetamente, me quedo boquiabierto un segundo, pero luego le sigo el juego porque estoy seguro que él espera que entre en su mundo complicado y confuso.
Siento que hoy es un día especial, porque incluso JR se ha demorado bañándose mucho más de lo normal. Quizá éste es el día en que deba decirle cómo me siento.
Mi brazo rodea su hombro y él cómodamente sostiene su mano sobre me pecho y su cabeza en el hueco de mi cuello. Su aliento golpea cálidamente, su aliento hace que mis vellos se ericen, su sonrisa traviesa cuando me mira a la vez que acaricia mi pecho de arriba a abajo hace que esto se convierta en algo más íntimo que los otros días, y estoy tan dispuesto a decirle lo que siento que lo miro y en mi rostro no hay ninguna sonrisa porque estoy nervioso, porque voy en serio. No quiero un premio, Minhyun no lo es. Quiero su amor y completa atención.
Continúa mirándome y de pronto todo se va al diablo cuando la voz cantarina y cargada de felicidad inunda el ambiente. Baekho entra y se sienta en el sofá al lado de Minhyun, diciendo algo como 'awwww' Aunque cuando lo miro, sonríe con esa seguridad que ha ido ganando día tras día cuando está cerca de Minhyun.
—¿Qué haces con él?—pregunta en tono de broma, agregando.—Yo podría cuidar mejor de ti.
Mi cuerpo se pone rígido y Minhyun larga una risa sin dejar de contemplarme. Y yo también lo miro, no pudiendo evitar lucir fastidiado. Lo siento, mi cara ya no está sería, percibo que ruedo mis ojos y que Minhyun continúa observándome.
—¿Puedes?—pregunta de forma juguetona, aunque su mano aún permanece en su pecho y su vista no se aparta de la mía. Esa mirada entre inocente y maligna, como si supiera los estragos que está causando.
—Claro, no soy tan aburrido como Aron. Mira, parece un muñeco de trapo. Yo puedo hacer que nos divirtamos más y estemos igual de cómodos—dice naturalmente, un sonido de diversión acompaña lo dicho.
—Me gustaría escuchar lo que tienes pensado—responde Minhyun, como avivando la llama Baekho. Su voz es juguetona, y por un segundo su atención se desvía de mí y ve a Baekho.
—Podríamos ver una película, poner unos cojines en la sala, mantas y luz apagada.
Minhyun junta sus manos y sonríe como si se tratara de un niño que quiere un dulce. Su mirada se concentra en mí una vez más, vuelve a nuestra posición original, su mano se desliza de mi pecho lentamente hacia la tira de mis jeans negros. Su ceja está alzada, su expresión es retadora, supongo que espera que diga algo, pero de mi boca no sale nada porque ese simple movimiento hace que mi cara se caliente. Esa mirada es demasiado insinuante, tanto que me quedo sin palabras una vez más. ¿Es mi idea o quiere algo?
Pronto Minhyun se incorpora, me hace un guiño, y sigue a Baekho fuera del living.
Perdí la oportunidad.
Me quedo un rato mirando a la nada, pero decido salir de allí lo antes posible y esconderme en mi habitación.
No importa cuánto quiera a ese chico, cuánto tiempo piense en él, cada vez que lo intento, es inalcanzable. Es coqueto con todos, es atento y dulce con todos nosotros. No sé si algún día podría sentirme exclusivo cuando su mirada penetrante está un segundo sobre mí, pero al instante siguiente, está como si nada tras de Baekho para una atmósfera incluso más íntima.
Y luego de todo esto pienso que Minhyun es la descripción de lo que no se puede tener.
FIN