Sobre una nube blanca soy arrastrado por el fuerte viento del sur, me lleva por el cielo tenido de azul, haciéndome vagar. Una ráfaga de viento más fuerte aparece, y me hace caer…caígo del cielo, ¿Para qué? ¿Qué hare en un lugar así?, Sera esta la tierra de la que hablar mi amo….si es así… ¿para qué me ha mandado? ¿Que misión debo de cumplir…?
Mis dudas son respondidas cuando siento un lloroso delante de mí, un chico menor ésta llorando, siento como su corazón se está rompiendo, ¿Señor…es esta mi misión? Me pregunto a mí mismo acercándome a él. Me mira sorprendido…y no es para menos, soy su ángel guardia, el que lo acompañara durante sus días de vida, y quizás hasta después que estos mismo pace. Me narra su historia; ha pasado por tanto males… todo odio guarda de aquellas personas que se suponía que debían de encargarse de cuidarlo, ¿El ser humano es tan malvado, un monstro sin sentimiento? No sé cuál es la respuesta…no sé nada de ellos realmente, aun cuando mi deber es cuidarlos… no se las respuestas que busco, y el Señor no me quiere decir.
Los años pasan y aún sigo a su lado, ahora es un hombre de veinte años…se hiso tan guapo, ¿Cómo es que aún no tiene a alguien es su corazón? ¿No lo he salvado cómo debía? ¿Qué mal he hecho ahora?
Lo espero, ya son las 12 de la noche y no aparece por ningún lado…la comida que prepare se enfría, la lluvia surge de entre el cielo, no lo aguanto más…debo buscarlo. Me paseo por las frías calles de Seúl, que desierta estaban ya…Escucho, como la primera vez un lloroso delante mío, me acerco y me arrodillo para levántale la cabeza y poder verlo directo a los ojos para encontrármelos cubierto de lágrimas con mis dedos se las saco y le sonrió con dulzura… de pronto me abraza y llora en mi hombro mientras yo le golpeo despacito la espalda, no quiero que se sienta solo…quiero que sepa que me tiene a mí, siempre a su lado.
Minutos después se separa de mí, me toma del brazo y corriendo nos redijimos al departamento donde vivíamos.
Apenas entramos me entapa contra la puerta besándome con fuerza, pero aun así me transmite su amor en un beso cálido, le correspondo con suavidad y lentitud, no quiero que se pierda este sentimiento. Sé que está mal…mi Señor jamás me perdonara, esto es un pecado…un ángel y un hombre…ambos machos besándose y amándose…momento, ¿amándonos? Si, desde el mismo día que nos conocimos, con delicadeza me toma de la cintura y lo envuelvo su cuello con mis brazos, con cuidado y a ciegas llegamos al dormitorio donde me deposita en la cama, ambos con las respiraciones agitadas y sonrisas de bobos, se saca la camisa rápidamente mientras yo me saco la remera, se me suben los colores a la cara cuando siento sus pequeñas sobre las mías ayudándome. Me beso y me saco de alguna manera, de un tirón el pantalón llevándose también mi ropa interior, ahora ambos desnudos nos observamos… se acomoda entre mis piernas con cuidado, apoyando ambos brazos al lado de mi cabeza e inclinándose para adelante para besarme con pasión.
Esa noche me entregue a él…sentí sus carisias, sentí su amor…
Al día siguiente al despertar me sonrojo al recordar lo que paso pero aun sonrió y me toco los labios con lentitud…se sintió tan bien… ¿esto es el amor?
Me levanto de la cama sin hacer ruido alguno me dirijo a la cocina, le preparo un desayuno, sé que va a despertar y estaba en ello cuando de pronto todo se congela, todo a mi alrededor se vuelve blando, “llego la hora” me digo a mi mismo… Mi amo se presenta ante mí.
— ¿Estás haciendo lo correcto hijo mío? ¿Eres feliz con él? —Sonrió al escucharlo, el solo se preocupa por mi bien…
— Si señor… con el descubrí algo especial que se llama amor.
Él sonrió y me abrazo… —Eso espero…por favor, cuidado bien…y por sobre todo, prométeme que serán felices hasta que tenga que llevármelos…
— ¿Llevarme devuelta al cielo? — le pregunto al no entender su comentario
—No hijo mío…se te olvida una de las reglas del cielo; “Cuando un ángel se enamora de un humano este deja su labor en el cielo y se vuelve humano para estar al lado de su amado/a”
Sonrió una vez más — Lo siento Señor…no la recordaba, no tengo problema alguno, y le aseguro que hasta ese día llegue yo seguiré siendo feliz con el esperando a volver a encontrarme con usted en lo alto del cielo.
—Espero que cumplas con tu palabra…— se da media vuelta sonriendo yéndose — Hasta pronto hijo…
—Hasta pronto Padre… — le digo con una sonrisa llena de cariño, después de todo…es difícil separarse de tu padre.
Siento como mis poderes se van…mis alas desaparecen, ahora solo soy un simple humano…
Cuando todo vuelve a la normalidad y el tiempo vuelve a pasar siento unos brazos rodeándome por la cintura, me giro y le clavó un leve beso en los labio.
—Yesung, no me dijiste que eras hijo de Dios… — me dice con un puchero — ¿Ahora eres humano?
—No lo creí necesario Kyu…— le acarició con lentitud la mejilla — Y si, ahora soy como tu…— le digo y vuelvo a sentir que me besa acercándome más a su cuerpo mientras enredo mis piernas en su cadera y mis brazos alrededor de su nuca.
Fin~