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DISTANCIAS por Jenifer

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Notas del fanfic:

*NARRADO POR JONGHYUN*

¿Han tenido información del "novio" de Key en los últimos días?

El modelo Hyeong Seop Park, bueno por distintas razones han hablado de una posible relación de ellos dos, y hace algún tiempo no ha vuelto a haber JongKey, básicamente por esto es el fic, a medida que sigan saliendo rumosres o que desaparescan voy editando el fic.

Esta primera parte es debido al alparecer mucho tiempo que pasa Key con el modelo y de nuevo la falta de JongKey.

Notas del capitulo:

Intente escribir "lemon" sin embargo es la primera vez y no considero haya quedado my bien, hice en verdad un esfuerzo.

FLASHBACK






Pieza para dos, amor en pareja. Se acostó a la orilla de la cama sus ojos brillaban de una manera peculiar, no entendía qué pasaba; me dirigí al baño lavé mi rostro, me mire al espejo, sonreí con astucia agradecido de la idea que había llegado a mi mente, salí al cuarto apoyándome en el marco de la puerta con media sonrisa en mi rostro, me miro confundido pero se levanto y se acerco a mí cautelosamente, yo intentaba no parpadear no quería perderme tal espectáculo, él en su totalidad lo era. Paró frente a mí con los brazos cruzados a la altura de su pecho más o menos a la distancia de 10 centímetros, 10 centímetros en los que el aire era cambiante e irresistible; enseguida me miro, esa mirada que sabía apreciar, a la que amaba intensamente y en cuestión de segundos mordió su labio sensualmente, bajo sus brazos, toco su cabello, rozó su labio inferior con  el dedo pulgar de la mano derecha de una manera casi excitante, sonrió ampliamente y se giro de vuelta a la cama.

¿Qué estaba haciendo?, ¿no era obvia mi intención? –Que tengas buena noche- , dijo adentrándose en las cobijas y apagando la luz de lámpara que estaba a su lado. Mi sonrisa desapareció, él sabía lo que yo quería y sin embargo no le importo. Intente no darle mayor importancia me acosté también en la cama del lado, él no había cedido a lo que yo considere invitación en ese momento, entonces lo mejor sería dormir en camas separadas. Intente conciliar el sueño pero hacía frío, me gire de modo tal que pudiese verlo y allí estaba pero sólo podía observar su espalda. Mis ideas en la mente se agitaban de lado a lado provocándome un serio dolor de cabeza, yo sólo quería estar con él. Podría incorporarme, ingresar sin su consentimiento a la cama, abrazarlo fuertemente y empezar a besarle o podría dejar así y esperar a que él tomara el primer paso. No pude resistir, simplemente me incorpore quitando las cobijas de mi rostro, y allí estaba él nuevamente sentado al borde de su cama, observándome, ¿qué tanto veía? Estábamos aún  lejos el uno del otro, 20 centímetros y yo anhelaba de la manera más profunda acortar la distancia sosteniéndolo en mis brazos. Él ganó nuevamente, se paró lentamente y subió a mi cama apoyando las rodillas y luego las manos, gateo hacía mí aprisionando mis piernas con las suyas por sobre las cobijas, sentí como algo se extendió por mi cuerpo; se seguía acercando y quedó a 3 centímetros de mi rostro, tomó mis mejillas con firmeza, cerró los ojos y su lengua recorrió los bordes de mis labios, no soporte la impaciencia me incorpore agresivamente de manera tal que él quedase bajo mi cuerpo, - sabía que  no podrías soportar la tención, ¿en verdad pensaste en ganar?- dijo el rubio esbozando una sonrisa; mi corazón latía con rabia, él sabía lo que producía en mí, lo que había sufrido hacía pocos minutos y sin embargo lo dejo en segundo plano, -¿es esto para ti un juego?- pregunté, me miro asombrado luego se relajo un poco respondiendo- Tú eres mi juego favorito y el único- intento romper la tensión al juntar sus labios con los míos sin embargo repliqué –va a ser a mi manera-. Esperaba que mis ideas nuevamente intentaran escapar de mí ser pues las llevaría todas a cabo.

Sujeté sus muñecas con una mano pasándolas sobre su cabeza, me acerqué con la intención de besarle y al ver que sería correspondido me corrí hacia atrás; él debería sufrir tanto como yo.
Baje mi mano por tu tórax, toque cada parte simplemente rozando mientras mis labios besaban su cuello, sentí como se estremecía y me sentí muy bien; de un momento a otro se soltó y me pidió que lo besará, lo amaba y ante su suplica no había más por hacer, le mire y le sonreí, me acerqué y mordí su labio inferior con cierta rudeza, me adentre a su boca intentando encontrar su lengua con respuesta positiva, una vez así sentí su cálido aliento; frené el beso le mire de reojo, sostuve su cintura con mis manos, e inicié a besar y lamer cada parte de su pecho hasta llegar al ombligo, allí me quedé un rato, mordiendo con suavidad lo cual sabía que le excitaba, él quitó mis manos de su cintura y las entrelazo con las suyas sujetándolas con firmeza; mordí el elástico de su pantalón intentando quitarlo, una vez que lo logré pude desatar su zona baja y tras esto el esboce de un gemido leve; besé sus muslos y los roce suavemente con mis dientes y lengua, a fin de cuentas su miembro de encontraba sujeto en mi boca y ayudando con mi mano izquierda a estimular.

Así pasé la noche, entre besos, entre abrazos, entre gemidos que llenaban mi alma, entre palabras que me hacía amarlo cada vez más, esa noche él fue mío y yo suyo. Al finalizar el encuentro lo sujete entre mis brazos, puse un tierno beso en su mejilla, en sus ojos, en su nariz concluyendo con su sonrisa y sus labios.-Te amo- concluí. -No más distancias, por favor- concluyó. Luego de esto quedé dormido viendo como su piel nívea borraba de a poco las marcas que habían dejado mi piel y sus ojos se cerraban.


-FIN DEL FLASHBACK-





Recordé lo que había sido alguna vez, sin embargo ahora es diferente.           

No permanecía en casa, se encontraba lejos en algún lugar con él, sin mí. Apenas lo veíamos para cumplir horarios de trabajo, su energía era diferente a como antes lo había visto.

Sentado en la sala de acomodé para intentar leer,- teníamos horas de descanso y cada uno estaba inmerso en un asunto diferente-, yo esperaría quedar dormido en lo que leía, seguramente no iba a tardar pues me sentía somnoliento. El ambiente era agradable, pacífico hasta que apareció, justo allí de pie frente al espejo, vestido con moderación, con cautela y meticulosamente llamativo con su media sonrisa esa que cautiva, sus cabellos rubios que tan estéticamente caían en su frente casi hasta los ojos, sus manos tersas, sus labios finos, su piel nívea tan sensual. Salí de mis pensamientos luego de que giro a verme preguntando si necesitaba algo, -quería asentir, “si, te necesito”- no, dije negando con la cabeza y volviendo a mi lectura.

Tomó una mochila y se marchó.

Mi corazón latía fuertemente, no sabía qué hacer, podíamos descansar y sin embargo él se dirigía un lugar diferente y lejos de este.

No concilié el sueño, pasaba el tiempo y no podía evitar contar cada hora que pasaba y la puerta no se había abierto para dar paso a alguien.

Luego de cinco horas  sucedió, en una madrugada más fría que de costumbre estaba nuevamente allí; fingí dormir acostándome de manera tal que pudiera observarlo.

Se acerco a mí, y mi única respuesta fue de temor; levanto lentamente la manta y me abrigó, luego se dirigió al cuarto, supuse. Su piel que alguna vez había aprisionado con amor y pasión no estaba nívea, tenía leves cambios que debido a su tono era imposible ocultar. Sus mejillas estaban coloradas como si hubiese pasado vergüenza  y los bordes de sus labios se tornaban rojos;  tan rojos como el tono de una cereza, tan rojos como las mil y un veces que yo lo besé, tan rojos como la sangre que corría con furia  por mi cuerpo, tan rojos como el corazón dentro de mí que intentaba salir del pecho convertido en simples moronas; no habiendo más, dormí al sonido del segundero mientras secaron las lágrimas que derramé.            

Notas finales:

 

 


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