Las bocinas de una ambulancia se escuchaban era tarde ya quizás cerca de las nueve de la noche, del auto se bajaron dos policías, no. No era una ambulancia era una patrulla. Los pies del policía se adentro a la habitación sin antes pasar por un pasillo al pasar el marco de la puerta, encontrando sobre la cama a un sujeto el cual cerca al corazón se había apuñalado.
Detrás de las paredes de un edificio sucio se encontraba, dentro de esos escombros su mirada se detenía en ambos, una mirada perdida en la oscuridad, mientras que el contrario atraía al otro pegándolo a el susurrándole en el oído cosas que solo podía entender a quien eran suscitadas al tiempo que bajaba su mano por la espalda acariciándole. Quien les observaba simplemente apretaba sus labios tratando de no romper en llanto simplemente retrocedió dos quizás tres pasos para girar su cuerpo y empezar a correr sin dejar rastro. El contrarío solamente escucho un leve ruido que hizo que su rostro, el del peli rojo detuviera su vista en el sitio donde antes era ocupada por el que ya habia desaparecido las manos de su compañia le hizo distraerse de nuevo restándole importancia a aquel sonido.
El moreno se encontraba sentado sobre el borde de la cama su mirada se perdió sobre el retrato de sus padres juntos contemplo sus miradas deslumbrando tanto amor que se levanto de la cama y se miro al espejo viéndose reflejado acerco la vista achicando sus ojos dando unos pasos hasta pegar su rostro a unos cuantos centímetros del espejo esperanzado intento buscar ese sentimiento que antes había encontrado en sus padres pero por mucho que lo anhelara simplemente ese sentimiento que impregnaban en sus ojos horas antes se había opacado y era de esperarse después de una decepción tan grande como la que había divisado es que el problema era que no quería creer, su mente razonaba diciéndole al tiempo tantas palabras que confundían más a su corazón que le pedía que no escuchara la mente, tan terco. Dejo caer sus brazos con pesadez volviendo a sentarse a una orilla de la cama con su mirada perdida en algún punto de la habitación. Aunque estuviera ahí en su habitación su interior se derrumbaba tanto que creyó romper a llorar pero antes de que la primera lagrima terminara de perderse por su mejilla sintió que su espalda le dolía, una piquiña subía por toda su columna vertebral centrándose en sus tríceps paso sus manos por el lugar con un poco de fuerza pero la piquiña empezó a convertirse en un ardor enterró tanto sus uñas provocando que su ropa se desgarrara un poco, volvió a pasar segundos después sus dedos sintiendo como algo descendía de su espalda, frunció el seño y con ayuda de dos de sus dedos saco una pluma de su espalda untada con un poco de sangre se quedo mirándola sin ningún sentimiento.
A la lejanía se visualizaba la silueta de un hombre alto delgado de cabello corto, sin embargo esta silueta tenia algo peculiar y es que a sus espaldas era notorio unas blancas alas medianas. Unas gotas se deslizaron por la ventana y los vastos rayos de luz permitieron identificar las alas que le desprendían al sujeto quien se encontraba a espaldas.
Miro en su escritorio unos cuantas navajas y trozos de madera que empezó a tallar formando dos personas al cabo de unas horas empezó a jugar con ellas al unirlas y abrazarlas acomodando la cabeza de una en el hombro apretó sus labios y las dejo de esta forma, volteo con brusquedad su cuerpo con ayuda de la silla giratoria entre sus piernas apretaba la navaja y un tallo de madera el cual empezó a tallar con un poco mas de empeño. Hizo muchas puntas de flecha y después pasadas las horas dispuso a tallar el arco.
Se encontraba sentado sobre la puerta tomando el arco mientras tensaba la cuerda hasta que finalmente logro ajustarla lo suficientemente para levantarse moviendo sus alas.
Salió a la calle con el arco en manos camino entre estas hasta que se encontró con un grupo de jóvenes de su edad que pasaron de el como si fuese invisible, se detuvo y volteo su rostro viendo como las espaldas de los otros se alejaban una conversación lo despertó y poso su mirada en una pareja en el marco de una puerta el hombre contrario le sonría a otro. Por su parte apunto con el arco a uno de ellos disparo la flecha pegándole de golpe al rubio en la espalda desvaneciéndose la flecha con un polvo enrojecido impulsando al rubio a besar al contrario.
El moreno giro la vista miro en el cielo las pocas estrellas que alumbraban por las luces de la ciudad centro su vista de nuevo en su camino hasta llegar al subterráneo para sentarse en unas de las bancas metálicas mientras sostenía el arco en sus muslos, volteo su rostro y miro como una morena y una peli naranja se sonreían mutuamente, el moreno se levanto y se escondió detrás de un mural preparo de nuevo el arco para pegarle a la morena en el pecho esta se toco instintivamente la otra le miro con preocupación pero la morena sorpresivamente la arrincono y empezó a besarla mientras que el metro pasaba con rapidez por la estación.
El moreno se encontraba sentado en una cafetería afilando una de sus puntas de pronto se escucho que la puerta de la cafetería se abrió entrando una mujer esbelta de ojos claros junto con un hombre musculoso de color castaño claro su cabello al cual la mujer le coqueteaba por otra parte en el rincón de la cafetería se encontraba un chico el cual su cabello oscuro cubría parte de sus ojos, escuálido en comparación al hombre fornido. Este se encontraba mirando con cabeza baja a ambos. El moreno ángel simplemente apunto primero al hombre fornido, acomodo mejor sus tatuadas manos para tener más firmeza agudizando la vista disparo la flecha logro que el hombre volteara viendo al chico pero antes de que diera algún paso el ángel disparo en cuestión de segundos al abdomen de la mujer dándole de lleno provocando que detuviera al hombre y lo girara para besarle el hombre después de batallar unos segundos empezó a corresponderle, el ángel fijo la vista en aquel tímido muchacho disparándole en la frente haciendo que se levantara de golpe del asiento acercándose a la pareja para tomar al hombre fornido y besarle con pasión rompió el beso y miro a la mujer para empezar a besarle de la misma manera.
Por unos instantes estuvo en la copa de un edificio extendió sus manos y cerró los ojos dejando llevar su cabeza hacia arriba disfrutando de la caricia del viento caer sobre su cuerpo dio un paso y callo del edificio. Se movilizaba en un automóvil apuntando por la ventana a grupos de parejas cediéndoles el paso de avanzar hacia ellos después de que el flechazo les diera tan profundamente sin tener un dolor alguno. Por último dio a parar en un bar avanzo entre el pasillo hasta llegar a un campo abierto empezó a dejarse llevar por la música cerrando sus ojos mientras rozaba con su flecha a la multitud a la cual se topaba llegando al clímax se descontrolo empezando a insertar con sus manos las flechas haciendo que la promiscuidad inundara el lugar aun permanecía con sus ojos cerrados danzando enterrando sus flechas quien se atravesara en su paso donde mujeres hombres, hombres, hombres, mujeres y mujeres repartían su amor mutuamente.
Aun moviendo su cuerpo con sensualidad y sin un ápice de abrir los ojos se fue alejando sin salir de ese trance. Los pies del policía se adentraban a la habitación al pasar el marco de la puerta, encontrando sobre la cama a un sujeto el cual cerca al corazón se había apuñalado. fue perdiendo el dominio de su cuerpo mientras bailaba por unos instantes Sintió el calor del peli rojo abrumarle que le quemaba perpetuamente sintió abrazo por su parte hasta que la flecha que creía que apuntaba a su corazón desapareció junto con la silueta del peli rojo. La sombra dio paso mostrando los rubios y largos cabellos del policía quien llevaba una gorra y unas gafas se aproximo al moreno y se acerco suavemente para notar como recuperaba la conciencia. este con la vista nublada logro divisarle tenuemente. Lo que no sabía era que fuera de su apartamento se encontraba el peli rojo sentado en una cerca con su rostro cubierto llorándole mientras escuchaba la sirena de la ambulancia acercarse.