Mi cuerpo se sentía caliente, el sudor resbala por mi frente y no podía hacer otra cosa que gemir ante sus caricias en todo mi cuerpo desnudo. Ella continuaba dando embestidas con el dildo mientras mordisqueaba mis senos.
-Ah!!!! Maria, ahht!!!, eso se siente bien- logre decir mientras mordía mi pezón y lo jalaba un poco- Llego- dije al sentirme llegar al orgasmo.
Yo me vine mientras ella me masturbaba, termine agotada, no lo niego, ella se acostó al lado mío y removió mis cabellos negros.
Esa noche, era como cualquier noche de Viernes, nos quedábamos de ver después de la escuela, íbamos a comer algo y después terminábamos en su departamento teniendo sexo. Simple sexo ocasional, sin compromisos. Así es como era.
Rápidamente me levante de la cama y comencé a vestirme.
-¿Te vas tan pronto Itzel?-me pregunto al verme buscando la mochila.
-Sí, lo siento, no podre quedarme a dormir, prometí llegar a casa.- tome mi mochila que había ido a parar debajo de la cama- Nos vemos- dije para salir de la habitación.
Salí del departamento sin decir palabra alguna, suerte que el metro quedaba cerca, camine unas cuantas cuadras y entre al subterráneo. Ella y yo solo éramos amigas, yo era su mero juguete para que pudiera sacar su frustración de estar enamorada y no ser correspondida, a veces me pregunto ¿Por qué acepte este estúpido juego?
La respuesta es aún desconocida, pero se la razón, era tentador tener sexo todos los Viernes y sin compromisos, la idea era tentadora desde cualquier punto de vista. Ella frustrada por Ana y yo por ella. El trato era no meter sentimientos en la relación. Sin embargo llevo bastante tiempo enamorada de ella, eso para mí era inevitable.
Entre al vagón del subterráneo que iba repleto, claro ser horas pico, todos salen ah esas horas. Por eso siempre está lleno, después de unos quince minutos llegue a la estación donde tenía que transbordar, y ahí iba yo, metida en mis pensamientos, hasta que el estúpido celular sonó, mire la pantalla y el nombre de “MAMÁ”., asi que no queda de otra que contestar.
-Ya voy para haya-Dije antes de que pudiera hablar
-¿En dónde vienes?- mi madre se escuchaba serena
-Estoy transbordando a Hidalgo ya voy a 4 caminos- conteste con sinceridad
-¿Quieres que tu hermano te vaya a buscar?
-No, yo llego sola, solo dile la poli de la entrada que me abra, olvide la llave
-Está bien, vente con cuidado
-See- dije para después colgar.
Guarde el móvil en la bolsa, esperaba a que el andén cerrara las puertas pero eso no pasaba. Cerré mis ojos. Ella era do años menor que yo y aun así yo era la sumisa, irónico, sigo pensando en ella. Aunque sé que, solo me lastimo a mí misma. Las puertas por fin se cerraron y el metro inicio su andar. Sabía que no tardaría más de media hora en llegar a mi casa, donde seguramente mi madre dirá “ ¿Por qué no le dices lo que sientes?” Y como siempre responderé, “es una relación sin compromisos, jamás podre ser correspondida” e iré a encerrarme a mi habitación.
¡Qué vida tan patética! Finalmente el trayecto termina, salgo del subterráneo y camino unos cinco minutos, cruzo la calle y llego a donde vivo.
-Buenas!- digo sonriente al policía en guardia
-Buenas Itzel- contesto amablemente- Tu madre me dijo que olvidaste las llaves
-Seee, las prisas, ya sabes- dije mientras él se dirigía a abrirme la puerta
-Así es la Universidad-Me dijo mientras pase a un lado de él.
-Hmm, supongo- conteste- ¡Nos vemos!- dije y salí corriendo en dirección a mi edificio, al llegar a este toque el botón del timbre que correspondía a mi hogar
-¿Me abren?- pregunte por el altavoz.
De pronto un gran sonido se escucho y el sonido de la puerta se quito, abrí y entre, camine hasta el elevador, tenia flojera de subir escaleras, aunque fueran pocas ya que vivía en el tercer piso. El elevador no tardo en llegar, me metí y apreté el botón con el tercer piso, llego a los pocos segundos, Salí y camine hasta la puerta de mi hogar y toque el timbre.
-Bienvenida- dijo mi madre al abrir y hacerse a un lado para dejarme pasar
-¡Ya llegue!- dije al entrar -¿Pero qué demonios pasa?- al ver un montón de maletas en la sala
-It, siéntate- dijo mi madre. Inmediatamente le hice caso- Veras, lamento no haberte tomado en cuenta pero, lo hemos pensado mucho y decidimos mudarnos a Mexicali
Quede en silencio, me mudaría.
-ya veo- solo pude decir eso
-Necesitamos que pidas tu cambio el Lunes
-Lo entiendo, lo hare, ahora quiero dormir, ¿Cuándo nos vamos?- pregunte
-El Viernes
-Okaz, mañana hare mis maletas, hoy solo quiero dormir
b-Lo siento- se disculpo mi madre
-¿por que?
-Te estoy obligando a irte
-Si eso fuera ya me hubiera ido-Dije, ante esa respuesta sonrió-¡Buenas noches!
-Descansa
Ese fin de semana me la pase haciendo maletas y la tarea.
El lunes llego y yo iba llegando a mi facultad, debía hablar con el director. Toque a su puerta antes de que las clases comenzaran, y entre a la oficina después de un leve “adelante”
-¡Buenos días director!- salude mientras me sentaba
-Es raro verte a tan tempranas horas
-Jejeje- reí- ¡si verdad! Hoy vengo a pedir mi cambio de facultad- fui directo y sin el Viernes por la tarde y no deseo perder clases
-¡Oh vaya!- dijo con un tono serio- ¿A dónde te mudas?
-Mexicali, quiero mi cambio a la Universidad de Tijuana
-Ya veo, ahí también esta ingeniería en cómputo, además que también es de nuestro sistema
-See
-Muy bien, hablare con la facultad de la Universidad, aunque no creo que haya problema, tu promedio es excelente, mañana seguramente ya tendré la confirmación del cambio, pasas por ella después de clases ¿Vale?
-Está bien- dije sonriente- Muchas gracias direc- dije antes de salir de la oficina.
Subí las escaleras para llegar a mi piso, y justo fuera de mi salón estaba ella.
-Hola- dijo un tanto tímida
-Buenas- fue mi saludo
-¿Podemos hablar?- su hermoso rostro mostraba cierta preocupación
-Claro, déjame tomar lugar y salgo.
Entre a mi salón y mis amigas me reprochaban toda clase de cosas, no es que fueran muchas, a lo mucho siete mujeres en un grupo de cuarenta. Les sonreí diciéndoles que no había problema y salí.
-¿de qué quieres hablar?- pregunte
-Terminemos
-¿Eh?- realmente no entendía a que se refería
-Terminemos con el juego,-bajo su mirada, su hermosa mira café- el Viernes después de te fueras llegó Ana a mi departamento y comenzamos a salir.
-¡Oh! Ya veo, pues felicidades- dije sin mirarla y tratando de que las lágrimas no salieran- También iba a proponerte lo mismo- dije
-¿Eh? ¿Por qué?
-Me mudo el Viernes, así que no podría cumplir el juego, ¡ah! Que felicidad, espero te vaya bien María, ¡nos vemos!- dije para entrar a mi salón pues mi profesor de cálculo iba llegando.
Al día siguiente vi a María y Ana juntas besándose, realmente me dolió, pero seguí pasándolas de largo, al término de las clases pase con el director quien me dio la noticia de que no había problema con el cambio.
El miércoles le dije a mi grupo sobre mi partida y para el Jueves me hicieron una fiesta de despedida. Donde me hicieron prometer que no perderíamos contacto, tomamos miles de fotos de recuerdo, llore de tristeza y felicidad.
Para el Viernes, los últimos profesores que me daban clases se despidieron, yo agradecí por su labor de educarme. Había ido a la escuela a tomar mis últimas clases. Salimos y varios compañeros decidieron acompañarme a casa y de ahí al aeropuerto junto con mi familia. Les había explicado que el departamento lo pondrían en renta. Nos ayudaron con las maletas, finalmente, en el aeropuerto esperábamos el del vuelo
-Cuídate mucho It- decían mis compañeros mientras lloraban
-Claro, prometo publicar en face cuando aterrice- dije feliz
-Nee It!- dijo Karina que se me acerco-¿Qué dijo la tonta esa cuando supo que te ibas?
-Nada
-¿Quee?- grito- Es una maldita
-Anda que no es para tanto- respondí mientras escuchaba el anuncio de abordaje del vuelo-Creo esto es un hasta luego- Me dirigí a mis compañeros-Gracias
Karina se acerco
-Juro que la matare- me dijo
Tome la bolsa que llevaría conmigo que tenía el celular y una laptop. Camine a donde entraría al pasillo de abordaje.
-No hay por que debas hacer eso, después de todo ella y yo solo éramos amigas ocasionales- dije y entre después de entregar el boleto.
Caminaba mientras pensaba. “así son las cosas, ella siempre amo a Ana, yo solo era un remplazo temporal, no tiene por que importarle que me vaya, ella es feliz, y yo lo seré, tal vez, porque entre ella y yo solo había sexo sin compromiso, solo un juego, solo amigas de sexo ocasional, no mas, no menos, solo sexo para calmar las angustias, solo eso un juego, donde el que se enamoraba perdía, pero yo perdí antes de iniciar, solo porque quería ser suya acepte el juego. Ni modo, fue lo que busque, y ah estas alturas no lo puedo cambiar, aun así la recordare como mi amiga ocasional”.