Me encontraba recostado en el patio de la casa observando el cielo azul como lo hacia últimamente desde que te deje ir, sin intentar luchar por ti, y ahora me arrepiento profundamente ya que día a día te anhelo y te extraño, intento comunicarme contigo desde aquel día, en que me convertí en un cobarde por no luchar por lo que realmente quería, se me ha convertido en un habito pensar y decir tu nombre.
Siento la necesidad de ir donde te encuentres y pedirte que vuelvas a mi lado, decirte lo robro que fui, pensando que te quedarías a mi lado, me doy cuenta de que eras y sigues siendo mi vida, si tú no te encuentras a mi lado me voy muriendo de forma lenta. ¿Qué puedo hacer? De mi voz sale un susurro "Te amo", desde el fondo de mi corazón quiero aunque ya no me correspondas quiero disculparme contigo por lo cobarde que fui, como desearía que volvieras a mi lado.
Una tarde en la cual decidí ir a dar una vuelta al parque más que nada para caminar y hacer el último intento de ver si te encontrabas, y vi te vi sentado en la banca en que me declaraste mi amor, me acerque a ti y cuando estaba a tan solo unos pasos nuestras miradas se cruzaron y termino la corta distancia que nos separa y te pregunto “¿Podrías escucharme una última vez?” tu solo asientes, me arrodillo frente a ti diciendo “Lo siento, nunca fue mi intensión hacer que te alejaras de mí, yo te ame, te amo y lo sigo haciendo, desde el momento que te alejaste de mi vida esta no ha vuelto a ser las misma, por eso desde el momento que deje que el miedo me invadiera te he buscado para decirte estas palabras y para poder preguntarte si volverías conmigo,”
Me levante del suelo y me senté a tu lado y te observe durante un tiempo, vi como aquellos ojos que me alegraban el día, ahora amenazaban con delatarte tus lagrimas, tan solo me miraste y me dijiste que todavía me seguías queriendo, sin embargo seguías temiendo que sucediera lo de la última vez que estuvimos juntos.
Te digo y prometo que no volvería a ocurrir ya que aprendí que si quería a alguien tenía que luchar por él, lamento haberme demorado tanto en darme cuenta que lo más me importa en este mundo eres tú.
Termine de decir esto y volví a arrodillarme frente a ti esta vez tome tu mano, vi sorpresa en tus ojos y te dije “Esta vez quiero comenzar bien las cosas, te gustaría que saliéramos juntos” tú te levantaste y te sentaste a mi lado y me diste un abrazo mientras sentía como volvían a salir lagrimas de tus ojos pero esta vez eran de felicidad. Nos levantamos, “Porque no vamos a comer algo, yo invito” aceptaste y nos dirigimos a tu restaurante favorito y cuando ya estábamos listos te invite a ver una película, en el momento en que salimos del cine te lleve a tu casa ya que se nos había hecho muy tarde te acompañe hasta tu casa, me disponía a despedirme de ti cuando tú te me acercaste y rozaste nuestros labios a pesar de que fue un beso simple me alegre. “Sera mejor que entres ya que está comenzando a hacer frío, te amo” Tan solo asentiste y entraste antes de que cerraras la puerta te diste vuelta y dijiste también te amo. Cuando ya estaba dentro con la puerta cerrada, me dirigí hacía mi casa y ya no veía la vida de la misma forma ya que al fin comenzaba mi vida porque te encontrabas a mi lado.