Camino a la escuela Light decidió que lo mejor era tomar los consejos que le habían dado, aunque no directamente.
Flash back
-Pues a mi me gusta un chico, pero al parecer ni siquiera nota mi existencia-dijo Misa algo triste.
-Algo así es con él-pensó Light-Sólo que él si la nota y prefiere evadirla.
-Yo creo que lo mejor es darle tiempo al tiempo-dijo Takada.
-Sí-contestó Matsuda-De seguro si dejas que las cosas pasen poco a poco él se dará cuenta y podrían llegar a intentar ser algo más que amigos.
Fin flash back
-Tal vez eso necesita Ryuzaki-pensó el castaño-También debe necesitar aclarar sus sentimientos.
Al llegar a la escuela vio al ojinegro que al percatarse de su llegada comenzó a caminar pero, contrario a lo que siempre hacía, esta vez era para acercarse a él.
Al mismo tiempo que el ojinegro llegó hasta donde se encontraba, escuchó una voz que decía.
-¡Light! Que bien que hayas llegado ¿Cómo te sientes hoy? Esto... Hola, soy Misa Amane ¿Cómo te llamas?
-Soy Ryuzaki, amigo de Light-dijo mientras lo abrazaba como mostrando que era suyo.
-¡Oh que bien!-dijo la rubia-Siendo todos amigos de Light ¿Por qué no salimos este fin de semana?-sonrió.
-Eres muy amable-dijo con algo de sarcasmo casi imperceptible-Pero Light y yo ya tenemos planes. Supongo que será en otra ocasión.
-Em, claro...-dijo algo decepcionada Misa-Bueno, nos vemos después-agregó mientras iba a donde se encontraban Takada y Matsuda.
-¿Cómo que ya tenemos planes?-preguntó intrigado y un poco irritado el castaño.
-Dijiste que querías conocerme mejor-contestó en tono retador el ojinegro pellizcando en forma de juego una de sus mejillas, causándole un evidente sonrojo-Tomalo como una oportunidad para lograr lo que querías-terminó mientras caminaba hacia su salón.
Light lo siguió, aún no podía creerlo, tendría una cita con su amado ojinegro, esto era lo mejor que le había pasado.
-¿Por qué ese cambio?-preguntó el castaño intentando descubrir lo que pasaba por la mente del ojinegro.
-Ya te lo dije, es solo una oportunidad para que me conozcas-respondió sin verlo siquiera.
-Está loco si cree que lo dejaré con esa chica-pensaba Ryuzaki-Por la forma en que corrió al verlo es más que obvio que está interesada en él.
Cuando fue hora del almuerzo el castaño y el ojinegro salieron juntos, algo que le extrañó a Light, pues Ryuzaki siempre lo evitaba.
-¡Light!-gritó Misa acercándose a él-¿Quieres ir a almorzar algo?
-Justo eso íbamos a hacer-contestó rápidamente el ojinegro sin dejar al castaño decir una sola palabra.
-¡Bien! Así puedo presentarte a Takada y Matsuda. Seguramente les vas a agradar-dijo la rubia indicando a donde ir.
Una vez hechas las presentaciones todos se dispusieron a almorzar. Conversaron durante el tiempo que estuvieron juntos. La rubia era la que más hablaba, mientras el ojinegro la observaba para analizar su conducta, como buscando algo sospechoso en ella.
Todos regresaron a sus respectivas clases, disponiéndose y quedando en verse a la salida.
Cuando las clases terminaron los cinco volvieron a reunirse.
-¿Les parece si vamos al parque o algún otro lugar?-preguntó Misa.
-Light y yo tenemos trabajos pendientes-contestó el ojinegro nuevamente, evitando que el castaño accediera.
-Está bien-contestó decepcionada la rubia-Supongo que será otro día.
-¡Vamos Light!-dijo tomándolo de la mano, lo cual sonrojó al castaño-Te acompañaré a tu casa-terminó diciendo mientras caminaban.
-Esto... Es extraño ¿Sabes?-dijo el castaño que durante gran parte del camino a casa no había dicho nada.
-¿Por qué?-preguntó con incertidumbre el ojinegro.
-Bueno, ayer fuiste muy frío y cortante-dijo Light mirando al suelo-Hoy en cambio pasaste gran parte del día conmigo y hasta me acompañas a casa-concluyó mientras se acercaba a abrazarlo, el ojinegro lo rodeo con un brazo siguiendo su camino.
-¡Llegamos!-dijo Light apartándose de Ryuzaki.
-Bien, nos veremos mañana-se despidió el ojinegro tomándolo de la barbilla y depositando un beso en sus labios.
El corazón de Light se aceleró y una sonrisa se dibujo en su rostro.
-¡Seguro que ahora todo será diferente!-pensó sin despegar ni un momento la vista de su amado.
-Es un tonto-pensaba Ryuzaki camino a casa-Si supiera todo lo que con un simple roce produce en mi... Supongo que eso no lo detendría, pero al menos estaría consciente de lo que hace.
Al día siguiente el ojinegro y el castaño permanecieron el día juntos, reuniéndose con la rubia y sus amigos a la hora del almuerzo y la salida.
Nuevamente Ryuzaki llevó a Light a su casa.
-¿Te parece si vengo a buscarte al medio día?-preguntó el ojinegro-Ya que dices que tu familia no va a estar no le veo problema a venir por ti-añadió con una ligera sonrisa.
-¡Me parece perfecto! (No puedo creerlo, en verdad es una cita, hasta va a venir por mi y eso)-respondió el castaño dejando ver la felicidad que sentía.
-Bien, nos vemos mañana-dijo Ryuzaki acariciando suave y tiernamente su mejilla.
Era lo mejor que le había pasado, por primera vez su amado ojinegro mantenía la misma actitud dos días seguidos. En verdad estaba contento, quería ser feliz con él y lo estaba consiguiendo.