Las cosas entre Light y Ryuzaki mejoraron desde ese día.
Pasaban más tiempo juntos, se veían a la hora de la entrada, en la hora del almuerzo, se sentaban cerca durante las clases, Ryuzaki lo llevaba a su casa al salir de la escuela y miles de cosas por el estilo.
Lo único que a veces rompía su paz eran los evidentes celos del ojinegro hacia Misa... Cada que la veía cerca del castaño buscaba el pretexto perfecto para llevárselo de inmediato.
-Me ha costado mucho mantenerme bien con él. No permitiré que los coqueteos de esa chica arruinen lo que ya hice-pensaba.
Light aún estaba confundido, Ryuzaki se mantenía más constante en su forma de ser; aún no dejaba que el castaño lo abrazara o besara cada que que quería, pero al menos le permitía demostrarle lo que sentía cuando estaban completamente solos.
Una tarde de regreso a casa ambos se detuvieron donde siempre para despedirse.
-Te quiero Ryuzaki-dijo el castaño abrazándolo.
-No seas tonto-respondió el ojinegro al mismo tiempo que besaba la punta de su nariz-No digas cosas de las que te puedes arrepentir-correspondió el abrazo y se besaron tiernamente.
Light caminó hasta la puerta de su casa mientras Ryuzaki lo miraba.
-Es un tonto y aún así me enamoró-pensaba el ojinegro.
-Que espere hasta que entre a casa me hace sentir protegido ¡Lo quiero tanto!-se decía el castaño entrando.
-¡Light!-gritó Sayu cuando lo vio entrar-Te preguntaría como te ha ido pero tu sonrisa lo dice todo...-concluyó guiñándole un ojo.
-Bienvenido a casa hijo-saludó su madre con una sonrisa.
-¿Ya le dijiste?-preguntó Sayu muy intrigada.
-¿A qué te refieres?-respondió el castaño sin saber de que hablaba.
-¡No lo disimules! ¡Seguro que te le declaraste!-insistía Sayu esperando una respuesta por parte de su hermano.
-Ya deja eso Sayu-dijo su mamá-Tu padre lo dijo esa noche, en cuanto tu hermano esté listo lo dirá-
-¿Te referías a lo de "mi novia"?- preguntó el castaño.
-Eso lo deja claro... Aún no se lo has dicho ¡Esperaba que pronto viniera a casa y pudiéramos conocerla! Eres muy indeciso. Si te hace tan feliz pídele que sea tu novia y ya-repetía una y otra vez su hermana.
Los días eran casi iguales, Light llegaba a casa feliz por haber pasado el día junto a Ryuzaki y su hermana le cuestionaba el porqué de no querer presentarles a la chica.
-Si supiera que realmente es un chico el que me hace feliz-pensaba-Y ni siquiera podría presentárselo porque aún no se que somos... Es obvio que no somos solo amigos, hay cosas que los amigos no hacen-se dijo así mismo al recordar lo que pasó el día de su cita-Pero tampoco somos novios...
Un viernes por la tarde el castaño, como ya era su costumbre, estaba en su cuarto pensando en todo lo que le estaba pasando cuando escuchó el timbre sonar y tras este la voz de su hermana llamándole.
-¡Light! Te buscan.
Bajo de su habitación y lo primero que vio fue a Misa hablando con Sayu.
-¡Hola Light! Vine a traerte tu cuaderno, lo dejaste abandonado bajo el árbol en el que siempre estás con...-fue lo último que pudo decir la rubia, pues el castaño la interrumpió diciendo
-No me había dado cuenta, gracias por traerlo-le sonrió-Mamá, Sayu, ella es Misa, es una de mis amigas.
-Gusto en conocerlas-sonrió la rubia.
-El gusto es nuestro-respondió la mamá de Light-¿Te quedas a cenar?
-Gracias por la invitación pero debo regresar a casa pronto-respondió Misa amablemente.
-Será en otra ocasión entonces. Te esperaremos-concluyó.
-Gracias ¡Hasta luego!-se despidió la rubia mientras Light la acompañaba hasta la puerta.
-¿¡Es ella verdad!?-preguntó Sayu muy emocionada.
-Es solo una amiga...-contestó el castaño.
-¡Claro que es ella! Lo noté desde que los vi juntos. Deberías declararte de una vez. Es muy linda y de seguro tiene muchos pretendientes. Si no te decides alguien lo hará antes que tu-insistía su hermana.
Al parecer estaba convencida de que Misa era la persona de la que Light estaba enamorado. Insistía en que debía declararse y presentarla formalmente como su novia. Estaba tan empeñada en hacer que la rubia y su hermano fueran novios que hizo correr el rumor de que mantenían una relación en secreto.
Este rumor hizo que la rubia tomara valor y le declarara al castaño su amor. Desafortunadamente escogió el peor momento, pues Light estaba con Ryuzaki y sus celos se harían presentes...
-¡Light! ¡Necesito hablar contigo!-gritaba alterada Misa.
-Todo es culpa de Sayu-se disculpaba el castaño con su amado.
-Que te diga lo que quiera y que nos deje, sea lo que sea estaré contigo-respondió el ojinegro.
Cuando llegó a donde es castaño estaba éste comenzó a hablar
-Siento mucho lo que Sayu hizo, sabes que te considero una de mis mejores amigas y no quisiera que este malentendido cambie las cosas.
-No es eso... Yo, yo... ¡Te quiero!-dijo la rubia.
Ryuzaki moría de celos; no esperaba que fuera a decir eso y sobre todo le preocupaba la respuesta de su amante; simplemente apretó los puños para no reaccionar mal.
-Pues, no sé que decir... ¡Pero yo quiero a alguien más! Lamento que lo que mi hermana dijo te hiciera pensar otra cosa-se disculpó Light.
Misa se disculpó y salió corriendo con los ojos llenos de lágrimas, no quería que el castaño la viera llorar.
-(Creo que es el momento)¡Light!-dijo el ojinegro.
-Sabes que al que quiero es a ti-corrió a abrazarlo-Todo esto es un malentendido.
-Precisamente por eso. Para evitar más situaciones así debemos formalizar lo nuestro-concluyó Ryuzaki.
Light estaba sorprendido, esta vez iba en serio.