Light volvió a casa y pasó un par de horas arreglando su habitación y ayudando a su madre mientras esperaba la llegada de Ryuzaki, que prometió que en cuanto saliera de la escuela iría a verlo.
-¡Estoy en casa!-dijo Sayu entrando-¡LIGHT! ¡Que bien que estés de vuelta! ¡Te extrañé mucho!-gritó totalmente emocionada y corriendo a abrazar a su hermano.
Ryuzaki llegó poco después, saludó a los presentes y junto con Light fueron a su habitación para estudiar y hacer la tarea.
Tras varias horas la madre del castaño fue a verlos
-No quiero interrumpirlos pero casi anochece y me preocupa que Ryuzaki esté fuera a esa hora...
-No había notado lo tarde que era -dijo el ojinegro-Lo mejor será que vuelva a casa. Mañana vendré a verte.
-Vamos, te acompaño a la puerta-concluyó la madre del castaño abandonando la habitación.
A la mañana siguiente Ryuzaki volvió a casa de Light, tocó la puerta y el padre del castaño lo recibió.
-Bienvenido, pasa-dijo-Light está en su cuarto, solo te pido que toques antes de entrar, se estaba bañando.
-Gracias ¿Puedo preguntarle algo?-dijo el ojinegro, recibiendo un sí como respuesta-¿Por qué ese repentino cambio de actitud hacia mi?
-Lo más importante en este momento es la salud de mi hijo, por eso decidí no hacerle pasar disgustos-respondió y continuo su camino.
-¡Ryuzaki!-gritó Light mientras lo abrazaba.
Ambos unieron sus labios en un dulce beso que pronto se intensificaría. La lengua del ojinegro se abrió paso hasta encontrarse con la del castaño, que lo recibió con una especie de abrazo. Ambas se entrelazaban juguetonamente provocando gran placer en sus dueños.
-Ya extrañaba tus besos-jadeó el castaño muy sonrojado.
-Anda-le sonrió Ryuzaki-Estudiemos.
Entraron a la habitación y permanecieron ahí varias horas resolviendo ejercicios, revisando ejemplos, estudiando conceptos y en algunas ocasiones abrazándose o besándose.
-Traje algo para que coman, después de tanto estudiar lo necesitan-dijo la madre de Light dejando la comida sobre el escritorio.
Cuando terminaron Light dio un largo y profundo bostezo y dijo
-Tengo sueño... Durmamos un rato y después estudiamos ¿De acuerdo?-volvió a bostezar y se recostó sobre la cama.
-No creo que...-empezó a decir Ryuzaki.
-Ya hemos estado aquí los dos juntos. Solo ven y duerme conmigo un rato-lo interrumpió el castaño.
-Aún no entiendo como un tonto como tu puede convencerme-respondió sonriente el ojinegro recostándose junto a él.
Light lo abrazó y apoyó su cabeza sobre el pecho de su amado, él lo besó en la frente y correspondió el abrazo.
-¡Ya anocheció y Ryuzaki sigue aquí! Lo olvidé por completo-dijo la madre del castaño.
-Lo acompañaré hasta su casa-respondió fríamente su padre-¡No me mires así! Solo lo hago por Light... Ya que ese chico está tan preocupado por él lo menos que puedo hacer es acompañarlo a casa.
-Me alegra que hayas entendido-agregó su madre mientras lo abrazaba.
-Despierten-habló la madre de Light, ambos se despertaron y se levantaron.-Vamos Ryuzaki...-prosiguió hasta ser interrumpida.
-¡Pero ya es muy tarde mamá!-reprochó Light.
-Tranquilo, tu padre lo va a acompañar.
Cuando su padre regresó corrió a abrazarlo.
-¡Gracias papá! Esto significa mucho para mi, gracias en verdad.
-No fue nada-respondió con seriedad.
Pasaron algunos días más antes de que Light volviera a la escuela y todos los pasó con Ryuzaki que estaba con él tanto como le era posible.
Permanecía a su lado hasta el anochecer y cada que iba de regreso a casa el padre de su amante lo acompañaba y aprovechaba esos minutos para saber más sobre esa persona que, aunque por fuera no lo pareciera, era tan especial como para haber cautivado a su hijo.
-Sinceramente no te entiendo-decía la madre de Light-Hasta hace unos días ni siquiera soportabas que mencionara a Ryuzaki pero ahora su relación cambió drásticamente.
-No es para tanto-respondió su esposo-Si me he acercado a él es solo porque quiero descubrir la razón por la que Light sigue con él.
-¡Amor! Esa es la única razón, no le das tantas vueltas al asunto-concluyó con una sonrisa.
-¿Amor? Puede que sea cierto-pensó antes de ir a ver a su hijo.
Light se preparaba para dormir, ya era bastante tarde y se sentía cansado. Al ver a su padre sonrió y preguntó
-¿Qué necesitas?
-No es nada hijo, solo quería saber si estabas dormido-respondió su padre, ocultando que el verdadero motivo de su visita era hablar con él.
-Me tienes sorprendido-dijo el castaño sonriendo-Pensé que sin importar lo que pasara no aceptarías a Ryuzaki... Te lo agradezco, se que para ti no ha sido fácil esta situación, que todo ha pasado muy rápido y que no es sencillo para comprenderlo.
Su padre lo abrazó, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hizo, Light se sentía feliz y también lo abrazó tan fuerte como pudo.
-Descansa Light, mañana regresarás a la escuela y será mejor que no vayas cansado-concluyó su padre saliendo de la habitación.
-Gracias papá... Te quiero-pensó el castaño antes de dormir.