Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The snow in the dark. por Quincy

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues muchas gracias por leer. Continuare con el segundo capítulo, espero sea de su agrado y sino pues…. .____. Que mala pata XD

-Pasaron pocos segundos cuando el, volvió a hablar.- No seas tonto, no me perderás. He venido para quedarme, ahora cargaras conmigo toda tu vida.- Su tono de voz un tanto burlón pero tierno a la vez, como si quisiera reanimarme y no lo hacía nada mal, de hecho eso me hizo soltar una suave risa.- Ahora, basta de cursilerías y aliméntame buen sirviente. Dame esas galletotas.

-¿Qué solo piensas en comida?-Dije entre una risa pequeña, separándome un poco de él y limpiando mis lagrimas, que ya comenzaban a secarse, dejando un poco pegajosas mis mejillas.- Ya que dices que estarás conmigo toda la vida, creo que deberíamos conocernos mejor. No sé mucho de ti y tú de mi; menos. ¿Qué me quieres contar de ti?

- ¿Qué no sé nada de ti? ¿Estás bromeando? Sé que te gustan mis labios, además, leo tu mente genio, puedo saber lo que yo quiera…de ti, claro esta.- A veces me molestaba que fueran tan simplón pero creo que me acostumbraría a mi nuevo amigo y así fue, de otra forma no lo habría ni lo seguiría soportando ¬w¬- Bueno ¿Qué quieres saber de mi? Recuerda, ve lento que no soy muy bueno con eso de la memoria, y antes de que pueda responderte ya se me habría olvidado la pregunta.

- ¿Tu color favorito? –Me interesaba saber cosas simples de él, poco a poco le preguntaría cosas más intimas.

-Blanco, gris, café, azul, tu cabello…

-¿Mi cabello? Mi cabello no es un color.

-No torpe, el color de tu cabello ¿Cómo se llama?

-¿Negro?

-Sí, ese ¿Y mis galletas donde están?

-¬w¬ ¿A caso soy tu esclavo? Están en mi lonchera, tómalas tú.

-¿Por qué eres tan malo con este pobre desamparado hambriento? –Puso un tono tan mas falso que sentí unas enormes ganas de estamparle mi mano en su cara.

-¬w¬ Sigamos con las preguntas antes de que te bofetee. ¿Dónde naciste?

-Uy, debería tenerte miedo pero eres la cosa más tierna y torpe que jamás vi así que me dan más ganas de violarte a besos que de huir de ti.- ¿Qué significaba eso? ¿A caso tenía que enojarme? Por lo visto era gracioso ya que no paraba de reír y hasta se tiro en el suelo, revolcándose como un cerdito gustoso en el lodo.

-¿Te encuentras bien? ¿Snow? ¿Estás bien? Creo que te has vuelto loco y necesitas un psiquiatra.- Dije al tiempo que me hincaba a su lado y le acariciaba el brazo, tratando de que se tranquilizara.

-No entendiste, y eso me da risa. Eres tan adorable, torpe e inocente. Ven, acuéstate a mi lado y seguiré contestándote tus preguntas. A otra cosa, cuando toque el timbre no vayas al salón, quédate conmigo, no nos verán porque nos ocultaremos en mi escondite ¿Si? –El chico parloteaba y parloteaba, yo, atento lo escuchaba, me recostaba a su lado y lo observaba como comía. Sin articular una palabra, asentí suave y me pegue mas a él, sintiendo el suave frio que su cuerpo producía. Era como una onda invisible.- ¿Qué me habías preguntado?

-La verdad es que tenía tantas dudas de él, que no sabía bien como llegar a todas ellas y obtener una respuesta; pero segui con mi plan.- ¿D-Donde naciste?

-Mmmmm, la verdad no recuerdo. Solo tengo recuerdos borrosos de mi infancia.- ¿¡Que!?? Pero tiene mi estatura, mi apariencia ¿¡Como se atreve a decir semejante barbaridad!? Es un niño ¿O no?

-¿A-a que te refieres con eso? ¿No tienes mi edad?

-¡Claro que no zopenco! –Rio a carcajadas y se puso de lado para verme, supongo yo.- Tengo la apariencia de un niño por si me vieras con mi verdadera imagen pues no me alcanzarías.

-¡Pervertido! ¿¡Cuántos años tienes!? ¿¡De que me hablas!? ¡QUIERO IRME!

-¡EY! Niñita, deja de lloriquear. Soy algo así como inmortal, no yo sé lo que soy. Tengo 134 años y no sé donde nací, no te hare daño ¿Entiendes? Yo…yo te quiero, jamás te lastimaría. Ahora, deja de pensar mal de mí y limpia esas lágrimas.

-No me había dado cuenta en qué momento comencé a llorar, pero él estaba ahí, cerca de mí, acareándome la espalda y susurrando muy cerca de mis labios. Pensé que me besaría pero solo sonreía y me miraba.- ¿Inmortal? ¿134 años? ¿Qué es inmortal?

-Vida eterna, realmente no sé si pueda o no morir. Lo único que sé es que aunque pasan los años y  me sigo viendo joven, para ti me puse esta apariencia pero en realidad me veo como un joven de 20, 25 años. Sin una sola cana o arruga ¡Ténganme envidia cuarentonas! –No le comprendía muy bien lo que hablaba dado a mi poco conocimiento pero su risa me daba confianza además de esos ojos tan coloridos. Sonrei algo tímido y asentí.

-Jamás morirás...

-Pues eso creo. Deberías de comer una galleta ¿Dónde las compraste?

-Las tome de la cocina de Akemi-san. Me alegra que te gusten. Pero si jamás morirás ¿Qué pasara conmigo? Yo moriré y te quedaras solo, sin mí. ¿Qué pasara con nosotros?-Creo que lo que dije fue malo, pues su rostro se vio completamente serio, la alegría que antes abundaba se desvaneció como el polvo, dejando un rostro frio y triste.- ¿Snow?

-Escúchame bien, no importa lo que suceda o lo que tenga que hacer; tú y yo siempre estaremos juntos, la muerte no será un obstáculo, encontrare la forma de hacerte inmortal.-Sus ojos se tornaron un poco rojos, y unas cuantas gotas de lagrimas se acumularon en esos mismos ojos azulados. Su quijada se endureció y sus dientes rechinaron un poco con la fuerza que él los presionaba.- Sky…tu eres mío, eso tienes que entenderlo y gravártelo muy bien. Tu no me conocer pero yo a ti si, te he estado cuidando desde que tenias 2 años. No lo recuerdas porque eras muy pequeño, pero estabas solito jugando en el jardín de tu hogar. Un señor abrió la rejilla que daba hacia la calle y la pelota con la que jugabas se fue. Tu aun gateabas y fuiste por ella; eras tan torpe que no te fijaste que venía un auto ¡Casi mueres pedazo de tonto! Y yo ¡Yo estaba ahí! Te salve y me sonreíste, agradeciendo que te salvara. Sonara una completa locura pero…me enamore de ti. Sin embargo decidí ser paciente y esperar. Cuando la loca de tu madre asesino al estúpido de tu padre; me vi en la encrucijada mas catastrófica de todos los tiempos. No pude ayudarte, desde ese día he estado odiándome por no haberla detenido pero tenía miedo, miedo…mucho miedo y…y solo pude hacer esto. Esperar.-Me daba tristeza verlo de aquella forma: temblando y llorando.- Ahora juro que jamás te dejare solo y jamás dejare que vuelvas a estar triste. No me gusta verte llorar cuando es de tristeza…Listo, puedes comenzar a odiarme.

-Realmente no sabía como reaccionar ante esas declaraciones tan fuertes. No me molestaba el hecho de que él no se hubiese interpuesto entre ese cuchillo y la garganta de mi padre, ni me molestaba nada de lo que me había dicho. De hecho, me daba tanta alegría saber que alguien se preocupaba por mi.- ¿Me amas?

-¿Crees que si no te amara seguiría aquí como idiota comiendo estas deliciosas galletas?

-¿Prometes que seguirás a mi lado, sin importar nada?-Susurre con algo de temor. No quería hacerlo llorar más. Lo abrace con fuerza y escondí mi rostro contra su pecho, acurrucándome muy cerca de él y cerrando mis ojos.

-Eres un bobito. Pues claro, sin importar que seas tan torpe. Seguiré a tu lado. Ahora tú tienes que prometer que jamás dejaras que otro u otra te toque. Prometerás que seré el único chico al cual desearas besar, prometerás que seré el único pervertido al que dejaras que te agarre tus hermosas nalguitas y te desee con locura y pasión.-Otra vez volvió a reír a carcajadas, pero esta vez me abrazo por la cintura y se acercaba mucho a mi oído. Yo solté una suave risita y asentí sin comprender todo lo que decía.

-De acuerdo, lo prometo aunque no entienda muchas cosas de las que dices. Cuéntame mas de cómo me cuidabas cuando era pequeño y…cuéntame todo. Quiero saber todo de ti, pero sin mentir.

-¿Preparado para saber los mas oscuros secretos del guapo, hermoso e irresistible Snow?-Dijo usando un tono muy divertido.

-Si.

-Pues agárrate bien la ropa interior que se te puede caer del susto.-Rio a carcajadas y se revolvió un poco en el suelo. En verdad que me gusta estar con ese loco deschavetado.

-Si…

Y así, pasaron los años. El contándome todo sobre mí, incluso me dijo cosas que ni yo mismo sabia. Me sorprendía que él hubiera aprendido todos mis gustos y actos. Incluso sabia que siempre me recostaba bajo mi cama, puesto que no me gusta mucho las cosas suaves, a acepción de su pecho, su piel, sus manos, pues de todo el.

Después de unos cuantos años seguíamos juntos y el crecía conmigo, en realidad solo cambiaba su apariencia y el tono de su voz. El encontró una cabaña en el bosque, no muy lejos de la cuidad y ahí nos quedábamos a dormir. Yo me Salí del orfanato con la excusa de que quería estar solo y nadie hizo nada por detenerme. De hecho decían que entre menos bocas que alimentar mejor. Madre Akemi fue la única que se opuso ante la decisión pero al final tuvo que aceptar. No me quejo de la vida que llevo con Snow, ahora tengo 15 años y aunque aun no soy tan listo como él y no le entiendo muchas de las cosas que me dice, me defiendo. Hasta el momento solo me da pequeños y tiernos besos; de repente me acaricia mis glúteos pero más allá de eso; no va.

Snow por el contrario se la pasa robando comida y por alguna razón lo hace muy bien puesto que jamás lo han agarrado. Yo trabajo como asistente de un empresario muy joven para su puesto y me paga bien, con eso obtengo comida de forma honesta ¬w¬ como ese Snow, que roba todo lo bonito que ve.

Un día mientras trabajaba me tomo de la cintura y me llevo al elevador, le pregunte que hacía y me dijo “Yo secuestro las cosas bonitas que me gustan” y después soltó su típica risita pervertida. Pero debo admitir que me encanta estar con él, aunque de vez en cuando desearía que el llegara más lejos conmigo y…bueno…hiciéramos el amor.

Estamos en invierno y tengo la ligera esperanza de que al fin note que no soy tan frágil como el asegura que soy y hagamos el amor, pero lo dudo, ya que invierno el no se queda en casa. Le gusta estar tanto en la nieve y el frio, que incluso se mete a nadar al rio, al menos antes de que termine congelado.

Hoy el y yo estaríamos todo el día en casa; preparando la lista de alimentos que compraríamos para toda la semana.

-Galletas, esas nunca deben faltar. Y no compres un paquete, compra ¡20 paquebotes! –Decía mientras se tiraba en la alfombra y se reía. De pronto se me quedo viendo cuando yo anotaba en la lista.

-¿Qué tanto me mieras, he? –Le dedique una sonrisa picara y mis mejillas se sonrojaron un poco ¿Por qué ese tonto me hacia sonrojar apenas con una mirada?

-Muñeco…

-¿Mande?

-Se te cayó un papelito.

-¿Un papelito?

-En donde venias envuelto, bombón.

-¡SNOW! >//w//<  ¿Por qué tienes que ser tan ocurrente con tus frases tan…tan…¡TAN ESO!?-Rápidamente me cubrí el rostro y me sonroje a tal grado que una pequeña gotita de sudor escurrió por mi frente. Snow simplemente reía y se acercaba a mí, hasta que sentí se frio y delicioso cuerpo pegado al mío, acurrucándome entre sus brazos y respirando tan cerca de mi cuello.

-¿Y tu porque tienes que ser tan hermoso?-Susurro con ese tono tan propio de él, ese tono tan tierno y encantador que me hacia estremecer y desearlo.

-Porque te amo…baka.-Su risa se hizo presento y tomo de mi mentón, girando mi rostro y así, plasmando un tierno y lento beso en mis labios.

-Te amo mucho más y de eso no hay duda. ¡Ahora! ¡Ponte tus zapatos, tu abrigo y vamos de compras!

-¡Pero quítate esa ropa! >w< ¿Cuántas veces tengo que decirte que no puedes salir a la calle así de fachoso? Ya te compre pantalones y sudaderas, úsalas. También ponte zapatos que no quiero que pesques un resfriado.

-¿Con quién estás hablando? ¡Exacto! Con Snow, el invencible. Vamos mortal, sígueme y no me ordenes que me desvista porque no lo hare.

-¬w¬ ¿Así que no lo harás, he?

-¬u¬ Oblígame…

-¡AAAAAAAAAHHH! –Me lance sobre él hasta tumbarlo en el suelo, lo aprisioné con mis piernas y con esfuerzos le levante la sudadera; dejando a la vista su blanca y tersa piel, esa piel tal suave que me daban ganas de devorar y besar cada centímetro sin dejar un solo rincón sin disfrutar. El noto mi mirada sumisa, que solo admiraba su abdomen descubierto.- Ya, Snow, cambiate. –Dije al tiempo que me levantaba y me encaminaba a la habitación. No quería incomodarlo y aparte, no quería que el me volviera a rechazar como todas las anteriores veces que trate de llegar mas lejos de los simples besos que el me daban. Pero jamás me cansaba de sus labios. Acepte que para el no soy tan deseable como para que me quiera tocar y hacer el amor.

De pronto una melancolía brutal me lleno y me deje caer en la cama. Me sentía tan torpe y tan simple. A comparación de él, yo solo era un chico común y corriente. Era obvia la razón por la que me rechazaba; no era mi supuesta “fragilidad”, era que el no me deseaba por ser tan simple y común.

Me hice bolita en la cama, mordiendo mi labio inferior para no llorar, y mirando hacia la ventana, como los copos de nieve bañaban el bosque. Mi hermoso Snow, el no se merecía a alguien como yo, el se merece a alguien igual de perfecto. Aun no lograba entender porque yo, porque se fijo en mi.

A mis espaldas escuche un pequeño ruido. No me moleste en mirar pues sabía que era él, solo me hice más pequeño y cerré mis ojos, escondiendo mi rostro de aquella mirada tan penetrante.

-¿Por qué piensas que no te deseo? Deberías verte a un espejo. Deberías ver como los demás te observan y te devoran con la mirada. Eres perfecto para mí, de hecho el que no entiende soy yo. ¿Cómo alguien como tú, soporta a un tarado como yo? Mi Sky, mi pequeño Sky, entiende. Eres frágil. Cuando seas más maduro haremos el amor. ¿No crees que es difícil para mí? ¿Ver tu suculento y hermoso cuerpo, y no poder comerlo a besos y meterte todo mi amor por el trasero?

-No mientas Snow, solo mírame. Delgado, torpe, simple, claro que no me deseas, no tanto como para desnudarme y hacerme más tuyo de lo que ya soy.

-¡BASTA! –Demonios, lo hice enojar. Pero no me importaba, el tenía que decirme la verdad, juro siempre hacerlo. Se tumbo a mi lado y me abrazo con fuerza, mirándome, sentía su mirada clavada en mi rostro. Como queriendo que abriera mis ojos.- Mírame ¡Mírame Sky!

-¿¡Para que!? –No podía evitarlo, tan solo pensar en lo mucho que yo lo deseaba y en lo poco de afecto que lograba sacar de él; me hacían odiarme más y llorar con mas sentimiento y dolor.

-¡Para que veas lo mucho que te amo! Para que veas mis ojos y mires que no te miento cuando te digo que yo, Snow, deseo más que cualquier otra cosa; hacerte el amor y hacerte gritar mi nombre, mientras destrozo tu ropa y beso ese delicioso cuerpo, esas preciosas y redonditas nalguitas ¿Y por qué no? Hacer un 69 tan ardiente que no querrás dejar de hacerlo.-Un tímido suspiro me delato, no podía enojarme con él o hacerme el indignado; sea cual sea la forma siempre lograba hacerme feliz. Reí un poco ante todo lo que había dicho y lo mire, abrazándome a él.- Te prometo que haremos el amor, solo deja que seas más fuerte y puedas soportar la brutalidad de mis embestidas. Porque déjame te cuento, mi hombría no es nada pequeña.

-U//w//U Snow…deja de decir esas cosas tan pervertidas-Me acurruque entre sus brazos y suspire. No podía evitarlo, estar cerca de él era lo único que me hacia feliz.

 -Te amo.

-Y yo a ti, te amo.

~continuara~

Notas finales:

Prometo que para el siguiente habrá lemon ¬u¬ pervertidotes y gracias por leer nwn Quejas, comentarios, ya saben, los recibo con mucho gusto nwn


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).