Capitulo 3 cazador
Un chico de cabellera larga y negra caminaba tranquilo en el bosque aunque era de noche no le importaba, su objetivo era una ciudad que estaba a 1 día del pueblo que estuvo hace unas horas
Logro divisar un pueblo no pequeño ni grande
-es ahí…-
Empezó a caminar hacia ese lugar esperando a que se encontrara con una persona que él conoce
---con Yata---
Dejo caer la espada y se sentó en el suelo cansado, respiraba con dificultad por el entrenamiento, fue muy pesado
-por ahora hay que dar una pausa, haza mejorado un poco- dejo la espada clavada en la tierra y se acerco a Yata
-si…señor…- a duras penas podía hablar
-ya esta anocheciendo- hablo Kusanagi quien vio el entrenamiento todo el día riéndose cuando Yata volaba la espada y las veces que le ha costado sacarla de un árbol o de la tierra
-es cierto, mejor entremos antes que empieza a dar frio- hablo Mikoto entrando a la casa
Yata con algo de dificultad camino hacia la casa
-te hare un baño Yata-chan, creo que será una recompensa por la practica- Kusanagi se acerco al menor mientras caminaban hacia adentro
-más bien tortura… gracias Kusanagi-san…-
Ambos entraron después del cazador
---minutos más tarde---
Estaba muy agradecido por el dueño del bar, no solo lo cuido sino le dejo el baño para asearse
Su mente estaba en blanco mientras disfrutaba el agua caliente y mejor ahora ya que por la noche se sentía la brisa fría
Se sumergió al agua sintiendo el calor en su rostro y la paz
-…mío…-
Abrió los ojos de golpe aun en el agua, pudo jurar que escucho a alguien hablando
-…eres…-
Es imposible, no se puede escuchar bajo el agua
-…solo…-
Salió del agua esperando encontrar a ese quien le está hablando y darle un golpe pero una fuerza lo jalo de nuevo hacia el agua
-…mío…-
No sabía si era el sueño que tuvo antes, se sentía tan real y el miedo empezó a invadirlo
Intento salir alzando sus brazos hacia afuera pero esa fuerza no lo dejaba
-…mío…-
Uso lo que tenia de energías y saco la cabeza
-¡AYUDA-!-
De nuevo estaba dentro del agua y sintió unos brazos rodearlo
Ya no podía aguantar estar tanto tiempo dentro del agua y empezó a sentirse cansado
-solo mío…-
Fue lo último que logro escuchar
---abajo---
Kusanagi trajo 2 platos de un estofado en la mesa
-es raro, Yata-chan aun no ha bajado-
-es probable que este cansado-
-cierto, fue algo pesado para el- se sentó a un lado de la mesa mientras lo veía divertido -quizás este todavía- -
-¡AYUDA-!-
Ambos escucharon el grito
-¿Yata-chan?-
Mikoto sin dudar por el grito empezó a correr hacia arriba seguido por Kusanagi
Derribo la puerta del baño y logro ver burbujas en el agua
Por impulso corrió hacia la tina y metió su brazo al agua para sacar al chico
Lo jalo del brazo para poder sacarlo, juro que en un momento sintió que una fuerza no se lo permitía pero cedió
Saco el cuerpo del chico mientras vio la tina con una cara no muy contenta
Kusanagi llego y vio a Mikoto con Yata inconsciente y desnudo
-¿Qué sucedió?-
Mikoto no le dio explicación y le entrego al chico
-quiere al chico-
Kusanagi agarro una toalla y cubrió al menor pero al ver que estaba en la tina cuando Mikoto lo saco
-estaba dentro del agua…-
Lo dejo en el suelo y empezó a dar presión a sus pulmones para que sacara el agua, no taro mucho para que el menor sacara el agua pero seguía inconsciente
-¿c-como?- pregunto mientras cargo al chico
-intento llevárselo pero no lo logro-
Miro la tina otra vez
-déjame hacer una cosa-
De sus ropas saco un pequeño frasco y vacio el contenido en la tina
-así no podrá tocarlo-
-¿Qué es eso?- pregunto Kusanagi aun sosteniendo al chico
-agua bendita, así el vampiro no lo tocara ni intentara salir de ahí-
-¿e-eso es posible?-
-esos seres tienen muchas formas de cómo ir y venir, pero ahora no te preocupes tu casa es un lugar seguro-
El rubio suspiro de alivio
Escucharon unos golpes en la puerta de abajo
-¿podrás atender?-
-si-
El mayor se llevo al chico a un cuarto mientras el pelirrojo bajo hacia la puerta y abrió
Al abrir se encontró con un chico de cabellera negra recogida por una cola de caballo
-¿Es usted Mikoto?-
-si- contesto cortante aunque estaba alerta a cualquier movimiento
-gusto en conocerle, me llamo Kuroh-
Mikoto vio al chico con una ceja alzada
-se puede saber porque- -
-mi maestro dijo que vaya con usted-
-¿Quién es tu maestro?-
-Miwa Ichigen-
El mayor había escuchado de ese sujeto, era un cazador pero ese era más tranquilo que todos y antes de exterminar a un vampiro hablaba un tiempo con él antes de matarle, un sujeto muy extraño
-mi maestro me ha dicho que hay un vampiro aquí-
-es cierto-
-quiero que hagamos un equipo para exterminarlo- hace una reverencia esperando la respuesta
-…. ¿Cómo se que estás preparado?-
-¿eh?-
-entiendo que es tu maestro ¿sabes cómo exterminar a uno?-
-por completo señor, si fuera ignorante ante ese punto no estaría aquí ni mucho menos siendo un alumno de mi maestro-
^ Muy formal^
-*suspiro*… entra niño-
-¿eh? M-me llamo Kuroh- hablo un poco ofendido por lo que ha dicho el pelirrojo
-lo sé-
Kuroh no pudo evitar tener un tic en el ojo pero respiro profundo, su maestro no aceptaría una actitud infantil
Entro y cerró la puerta, logro divisar a Mikoto quien subía en las escaleras
-s-señor-
-un chico fue atacado por un vampiro-
Kuroh abrió los ojos
-el chico está vivo-
-¿sobrevivió?-
-sí pero al parecer hay uno quien lo quiere-
-en estos casos es peligroso dejarlo-
-por suerte el chico lo encontramos con un solo rasguño pero al parecer su “salvador es un no muerto-
-un vampiro salvando a un humano-
Ambos llegaron a una recamara donde Kusanagi arropaba al chico
-todavía sigue inconsciente-
-no tenemos que dejarlo solo ahora- dijo Kuroh acercándose al chico
-¿Quién eres?- pregunto el rubio no muy confiado
-me llamo Kuroh, mi maestro es Miwa Ichigen-
-he escuchado de ese cazador… fue hace tiempo-
-murió mi maestro-
Ambos miraron al chico
-su último deseo fue que estuviera con Mikoto para seguir entrenándome pero al parecer también hay que cuidar al chico-
-cierto…-
Se escucharon unos golpes en la puerta
-iré yo- dijo el rubio mientras salía de la habitación
-iré con usted, a estas alturas no es mejor estar solo-
-gracias Kuroh-
Kusanagi bajo hacia la puerta y abrió
-hola hermano-
-¿Seri?-
-ha pasado mucho tiempo- dijo la mujer con una sonrisa, su vestido era por completo azul, contando que las joyas eran azul rey
-pasa- se hizo a un lado dejando a su hermana pasar
-este lugar no cambio nada…por cierto, felicitaciones por el bar, ha llegado hasta la ciudad que es un buen lugar-
-es lindo escuchar eso de ti- dijo con una sonrisa- seré curioso ¿Qué te trae por aquí?-
-cierto- saca de su bolso una carta- nos han invitado a una fiesta de presentación-
-¿Eh?- tomo la carta- ¿Por qué papa y mama-?-
-murió papa- dijo agachando la cabeza
-¿Qué?-
-murió de una enfermedad, mama no está para salir-
-….- tuvo que sentarse por la mala noticia que recibió
-aunque no se llevaron bien, te duele-
-….-
-papa me dijo una cosa- se acerco al rubio-“estoy contento que mi hijo cumpliera su sueño”-
Miro a Seri con sorpresa
-… ¿no me odia?-
-se molesto cuando decidiste abrir un bar en vez de tomar su puesto, pero no te quito tu parte-
El mayor bajo la mirada
-no creí que…-
-nunca te odio- se sentó cerca de Kusanagi- fuiste el primero que negó sus planes y eso le sorprendió-
Este la abrazo mientras hundía su cabeza en el hombro de Seri
Ella sin decirle más acaricio su cabeza dándole ánimo
---en otro lugar---
Llego Adolf a su mansión
-ya llegue-
-bienvenido- hablo una menor peliblanca
-hola papa- llego un chico de cabellera blanca
-¿están ansiosos por la fiesta mis hijos~?-
-no mucho- dijo la niña tranquila
-algo- el mayor de los hermanos se rasco la cabeza
-¿has invitado a muchos?- dijo la pequeña acercándose a Adolf
-si Anna, quiero que su fiesta este todo mundo- cargo a su hija para empezar a dar vueltas
-¡papa la vas a marear!- dijo el albino pero Anna no hacia una expresión alguna
-ven también Shiro~-
Agarro los 2 mientras daba vueltas de felicidad
---con Saruhiko---
Molesto pego la pared con fuerza
Intento llevarse al chico pero ese maldito cazador lo evito, por ahora no debe moverse al azar, es mejor esperar a que el destino lo acerca a el
-esos imbéciles…- molesto camino a su habitación