Estaba concentrado en sus sentimientos intentando descifrarlos que ni cuenta se dio que ya había caído el día del cumpleaños de su querido Hyung, le había comprado un regalo días antes gracias Key y Jonghyun, pero seguía bastante nervioso. Y es que me había dado cuenta hace un par de meses que mi querido Hyung, mi querido MinHo ocupaba muchísimo espacio en mi mente y corazón sin siquiera haber pedido permiso se había adueñado de mi corazón robandolo y reclamando su propiedad sin siquiera saberlo.
Y es que me había enamorado de aquella rana como decía Appa, me había enamorado de aquellos enormes y redondos ojos, de sus mimos y cariños que me profesaba a diario cuidándome de todo tipo de cosas, desde los problemas más insignificantes tu siempre estabas tan preocupado de mi que eso me cautivó, pero no me volvió loco solo tus atenciones, sino también tu cuerpo, tu sonrisa, tu amplia espalda y tu mal genio en las mañanas declarando que querías volver a dormir dos días. O de hecho aquella energía que te entregaba el desayuno para que quisieras ir a hacer tenis, correr, nada o cualquier deporte para matar el tiempo como solías decir.
Y ahí estabas mirando la cena pensando que mañana era tu cumpleaños y queríamos gritarte feliz cumpleaños apenas fueran las 12 del día. Onew nos había convencido de tomar algo liviano y comer pollo frito con papas, no había sido la idea preferida de Key-sshi, pero al final todos estaban entretenidos intentando pasar desapercibido los mensajes que nos llegaban de nuestros amigos diciendo qué debían llevar, entre otros.
Y tú ni cuenta te habías dado cuando en el momento que tocaron las doce aparecieron algunos chicos de la SM para saludarte, celos por todos lados que muchos te saludaran efusivamente y a pesar de todo había mantenido mi sonrisa intacta esperando que se comenzaran a irse, la idea había sido de Key y ya no me estaba gustando mucho, estabas pasando más tiempo con ellos que conmigo, cuando normalmente me prestabas muchísima atención… y creo que la extrañé mucho y mi mente comenzaba a planificar la muerte de varios chicos y chicas tan solo para que te soltaran. De hecho ni cuenta me había dado hasta que mientras hablabas con Heechul tomé una de tus manos y caminé a la terraza que no tenía a nadie.
El alcohol y la música evitaron que fuera muy evidente el hecho que me estaba robando al cumpleañero de su propia fiesta. Me mirabas algo extrañado, pero igualmente tenías tus dedos entrelazados con los míos sintiendo un delicioso calor en mi palma e inflando el pecho, esas caricias eran solo para mi y nadie más.
- ¿Qué pasa Taemin? – Preguntaste un poco confundido, aunque al parecer estabas muy a gusto con el hecho que te había raptado.
- No te podía saludar como debía… Feliz cumpleaños MinHo – Saludé mientras te abrazaba, durante la noche había bebido unas copas de más y al parecer mi vergüenza había desaparecido completamente ya que terminé mi gran saludo besando tus labios lentamente, saboreando aquella mezcla entre la cebada de la cerveza, el sabor aceitoso del pollo y un delicioso sabor a ¿Piña?
La velocidad del beso al parecer aumentó y tu lengua rápidamente me pedía permiso para ingresar a mi boca cosa que accedí rápidamente gustoso.
- Me gustas Taemin – Susurraste suavemente contra mi oreja sintiendo el cálido aliento y mi piel erizándose.
- Y a mi me gustas tú … – Susurré mordiendo el lóbulo de tu oreja – Feliz cumpleaños – Volví a susurrar mientras besaba tu cuello. No me había dado cuenta pero ¿Donde estaba todo mi recato y pudor?
- Ehh – Gemiste ante la sorpresa y luego me empujaste contra la muralla evitando que la gente presente en nuestro departamento no viera nuestras siluetas – Este ha sido el mejor cumpleaños Minnie – Susurraste volviendo a encerrar mis labios tomándolos como rehenes de tus labios sabor a piña.