DongHae se encontraba observando por la ventana de aquella habitación de clínica en la que se encontraba recluido, se golpeó suavemente la frente y empezó a llamarse idiota en todos los idiomas que se le ocurría. Es que, ¿a quien se le ocurre pasar la calle sin observar como el semáforo cambiaba el paso peatonal del verde a rojo? Sólo a él, y todo por estar inmerso en su mundo escuchando através de sus audífonos al mejor grupo musical que su país ha dado en los últimos tiempos. Y es que amaba ese grupo, cada que escuchaba sus canciones le entraban ganas de bailar, gritar y cantar donde sea que estuviese... en esta ocación se puso a cantar a viva voz con los ojos cerrados mientras cruzaba una de las calles principales de Seúl, con tanta suerte que el semáforo recién cambiaba y el auto que venía lo hacia a poca velocidad, sino lo mas probable es que no tuviese un yeso en la pierna sino que estaría siendo velado por sus familiares y amigos mas cercanos.
Lanzó un suspiro cansado y a paso lento se dirigió a su cama dispuesto a leer ese manga que su buen amigo SungMin le había traido horas atrás, y es que ni siquiera pasaban nada bueno en la televisión estos días, así que se conformaba con lo obsequiado.
Ya se había acomodado en el intento de cama, cuando derepente siente pasos apresurados fuera de su habitación, parecía como si alguien estuviese huyendo mientras es perseguido por una manada de rinocerontes (N/A: jajaj rinocerontes). En seguida, ve como se abre la puerta de su cuarto y entra un personaje con un abrigo bastante grueso, gafas oscuras y una gorra tapando su rostro que respiraba agitadamente.
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¿estás bien?- pregunta Hae con un pequeño tinte de preocupación ante el estado del extraño.
El aparecido alza la vista sobresaltado y la posa sobre el inquilino de la habitación, carraspea un poco para aclarar su garganta.
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estoy bien...-
Hae se encontraba un poco reseloso, esa voz estaba seguro de haberla escuchado en otra parte pero no lograba ubicarla...
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toma un poco de agua, se nota que estas sediendo- le dice al intruso, el desconocido se inclina en señal de agradecmiento y se acerca al termo que contiene el agua.
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¿sabes? Te estoy dejando tomar de mi agua, y esconderte de quien sea que huías, lo menos que podrías hacer como agradecimiento es dejarme ver con quien hablo, no te ofendas pero pareces mafioso con toda esa vestimenta encima, huyendo de la policía...- increpó el chico a su visitante
el desconocido dión un largo suspiro y empezo a quitarse las gafas oscuras, cuando derepente un grito de su acompañante lo altera... -¡No!, mejor no lo hagas, ¿que tal que si seas un mafioso o algo asi? ¡No quiero tener problemas asi que no te los quites!- expresó mientras tomaba la sábana de su cama y se las hechaba por encima de la cabeza demostrando clara intención de evitar que se le escapase una mirada...
El intruso, había abierto los ojos en gran medida ante la imaginación del muchacho, cuando se recuperó del pequeño shock que le produjo esas palabras lo unico que atinó a hacer fue largar una carcajada, mientras se quitaba lentamente sus anteojos y su gorra...
Al escuchar la risa, DongHae se destapó... y ahora fue él quien quedó en shock al ver quien era su visitante...