“Somebody to love.. Can you hear me? I want somebody to love..”
Empezó a sonar por décima vez aquella canción en la sala de ensayos, se habían dispuesto a practicar un poco, el panda había pedido la ayuda del bailarín principal, ya que sabía que era el mejor para esto, pero ahora se arrepentía, que acaso, ¿Ese hombre no se cansaba? Ya sólo quería descansar, y el otro no dejaba de dar vueltas por toda la sala.
Ri se encontraba recostado en el suelo, mientras todos esos pensamientos lo invadían, comenzó a cantar aquella pegajosa canción y de un brinco se sentó en aquel suelo de madera, dispuesto a ver un poco a su hyung. ¡Wow! Sí que era bueno, sus piernas se movían rápidamente al ritmo de la música, sin temor ni pena de que el otro le observara. No podía evitarlo, pararse en aquel enorme tatuaje del mayor, amaba los días de práctica, ya que aquel musculoso chico utilizaba playeras flojas, que dejaban ver su escultural cuerpo, pantalones cómodos en los que se podía mover, y unos enormes tenis blancos que hacían juego con ropa, le encantaba como se veía así, incluso más que cuando este se arreglaba, río un poco.
Últimamente convivían mucho, Dae se encontraba promocionando su nuevo disco en Japón, Seung ocupado con su nueva película, y Ji lleno de trabajo por su nueva gira, cuando estos dos últimos tenían un poco de tiempo, decidían pasarla juntos, ese panda bien sabía porque, y los entendía, soltó una pequeña risita traviesa aún con la vista perdida en los rápidos pies de su hyung, y no pudo evitar pensar “Si yo estuviera con Bae sería igual que ellos, no importa el trabajo, siempre tendría tiempo para el..”. A decir verdad al maknae le encantaba que sus demás compañeros estuvieran ocupados, así el no necesitaba buscar excusas tontas para estar con el mayor, amaba su compañía, pero, no se atrevía a decirle nada, se supone que ambos eran completamente heterosexuales, ¿No? Por eso mismo, el siempre se metía en líos con chicas, sabía que los demás tenían una ligera idea de lo que el sentía, más Ji, que era el mejor amigo del otro, siempre lo encontraba observándolo, o con esos abrazos de más que amigos, cuando el panda se percataba del otro, Ji Yong sólo se disponía a sonreírle, pero no era una sonrisa normal, no, sí no, una sonrisa cómplice,
Se detuvo la música y por primera vez observo como esos pies se paraban frente a el, volteó hacia arriba encontrándose con un Bae cruzado de brazos, que movía ligeramente la cabeza, dando negativos, ¿Ya había terminado la canción? Sí el apenas se había dispuesto a observar a su hyung, no era justo. El mayor le tendió la mano inclinándose un poco, ya que el cuarto estaba lleno de espejos, el maknae pudo verlo en distintos ángulos, parecía un príncipe en esa posición, tal vez.. ¿Su príncipe?
Sacudió un poco la cabeza tratando de desaparecer esos pensamientos tan tontos, ¿Qué lo hacia pensar así? Sí, estaba enamorado, pero, no tenía pensado decírselo nunca, o mínimo eso pensaba. Tomo la mano del otro y el rapidamente el bailarín lo paro con la fuerza de un sólo brazo, sí que era fuerte.
Estas amarillo maknae, ¿Te sientes bien? – Le dijo con un tono preocupado, colocando una toalla en su frente, limpiando un poco el sudor del otro, no pudo evitar pensarlo, ese mocoso era tan lindo.
¿Eh? Claro que no, estoy bien. – Sonrío fingidamente, tomo la toalla y se agacho un poco apenado, intentando cubrirse un poco la cara con aquel objeto, y lo sintió, ese sonrojo que brotaba de sus pequeñas mejillas cada que su hyung se portaba dulce con el.
Bae se dio cuenta, no sabía como reaccionar, eso le parecía encantador, pero no podía soltarle aquellos sentimientos al menor, no podía llegar y decirle lo mucho que le quería, y no de la manera que todos pensaban, cada vez le resultaba más difícil alejarse de el para que nadie se diera cuenta, su mejor amigo Ji lo sabía, y sospechaba que le había comentado a su novio, y eso lo apenaba más, no era que el no confiara en Ji Yong, ni que no pensara en decirle, no, pero sabía como era el, temía que de una manera u otra aquel Panda se enterará. No pudo evitar sonreír al recordar aquel día en el que su mejor amigo se había dado cuenta.
FLASHBACK.
Tanto ruido, tantas luces, tantas personas, pero, les encantaba encontrarse en Japón, amaban aquel país, y después de un gran concierto, habían decidido descansar un poco, los 5 miembros de Bigbang se encontrabanen aquel lindo cuarto de hotel, decidiendo que hacer, Dae se había quedado dormido de un momento a otro, al Panda no se le veían muchas ganas de salir, se veía entretenido con la TV, Bae esperaba a lo que dijeran los demás, Ji quería salir, pero el pobre de Seung se encontraba tan cansado, el delgado líder no pudo evitar molestarse e inflar sus mejillas, su chico solamente le deposito un tierno beso en una de ellas y se dispuso a marcharse.
Lo siento pequeño, pero de verdad, estoy muy cansado, ¿Por qué no le preguntas a Bae sí te acompaña? – Dijo dulcemente observando la linda expresión de su pareja, el otro volteo los ojos y se dirigió a Bae, el sólo asintió con la cabeza sonriéndole, haciendo que el menor sonriera. - Te ves tan lindo sonriendo.. – Decía suavemente el mayor parándose de su lugar, amaba estar con su hyung, y que el se quedará en el hotel no le agradaba nada, lo tomo de la mano antes de que el mayor saliera, haciendo que este volteara. – Te extrañare mucho Tabi, dame un beso, no te vayas así.. – Dijo volviendo a inflar sus mejillas apenado, encontrándose con la mirada del pelinegro, no le molestaba ser dulce con su chico enfrente de sus amigos, ellos sabían bien como eran ellos, y a ninguno le incomodaba, sólo uno de ellos experimentaba un sentimiento distinto, no podía evitar tener un poco de envidia, deseaba estar de la misma manera con el bailarín.
Seung no pudo evitar sonreír y regresarse al anterior sillón que compartía con su novio, inclinándose un poco, tomando la cara del menor suavemente y a la vista de todos deposito un dulce beso en esos rosados labios que tanto le encantaban, después de aquel tierno gesto, se dispuso a irse, no sin antes ver un momento los ojos de Ji, y tomar delicadamente su mano. – Te amo Jiyongie.. Bae, cuida bien de mi chico, ¿Sí? – Volteo a ver al bailarín, el otro sólo le sonrió, amaba ver a sus amigos tan felices, y llenos de vida a causa del amor. Ji sonrió despidiéndose de su novio, se dispusieron a marcharse, silenciosamente ya que Dae había caído rendido, y el panda veía la tv bajito, no quisieron molestarlos, pero aquel chico de grandes ojeras había escuchado todo, y no pudo evitar estar un poco celoso, el era el que quería salir con Bae, entrometido Ji, pensaba mientras se perdía en la TV.
Y bien, ¿ Qué quieres hacer bro? – Decía el moreno colocando sus bien formados brazos tras su nuca, Ji le sonrió y le señaló un lugar, era un restaurante famoso, siguieron caminando hasta llegar a la puerta del lugar, donde escogieron un lugar lejano, donde pudieran estar tranquilos, y quitarse toda la ropa que traían encima, que les servía de disfraz perfecto para que nadie notara su presencia.
Después de ordenar un montón de comida, se dispusieron a hablar de su tour, de lo bien que les estaba yendo, lo increíble que las VIPs se portaban con ellos, las diferentes culturas que su trabajo les permitía conocer, todo era perfecto, la comida, la compañía, hasta el lugar, cuando de pronto, el bailarín se percato de la mirada traviesa de su amigo.
¿Por qué me ves así? – Dijo algo nervioso, conocía bien a su amigo, después de tantos años de amistad no podría ser diferente.
No, por nada.. – Soltó el de cabello ahora rosa con negro, tratando de fingir una voz seria, después no pudo evitar reír bajito mientras se tapaba la boca con su mano, algo juguetón, Bae lo vio y sabía lo que venía, Ji sólo se ponía así con asuntos de chicas.
Suéltalo ya, que te conozco bien. – Bajo un poco su cabeza al plato, llevando una pieza de sushi a su boca, Ji tomo una servilleta, limpio un poco sus labios y lo soltó sin más.
He visto como ves al panda, no sólo hoy, sí no, siempre. ¿Por qué no me lo habías dicho? – Dijo con una sonrisa en sus labios, era un chico listo, podía ver el amor en el aire. El otro no pudo evitar atragantarse al escuchar eso, casi se ahogaba provocando carcajadas en su amigo, después de ese pequeño ataque bajo un poco la mirada apenado. – ¿De que hablas Ji? Te estas imaginando cosas. – Trataba de evadir el tema, que claramente le ponía nervioso, maldito Ji, ¿Por qué tenía que conocerlo tan bien?
Ji soltó sus palillos y cruzo los brazos aún observando aquel nervioso bailarín, sin duda, lo conocía bien. - ¿Qué te pasa? A mi no me puedes mentir Tae, y lo sabes bien. – No le quitaba la mirada, esperando que el otro volteara, no podía ocultarlo más, era su mejor amigo, aparte, ya se había dado cuenta, ¿Qué más daba? – No me mires así Ji, ya lo sabes, ¿Qué más te puedo decir? – Cabizbajo seguía moviendo los pequeños granos de arroz con sus palillos, cuando de reojo volteó a ver a Ji Yong, que aquella sonrisa que anteriormente tenía, se convertía en felicidad pura, parándose de su lugar emocionado, abrazando fuertemente al otro, poniéndolo aun más nervioso. – ¡LO SABIA, MI HERMANO ESTA ENAMORADO! – Gritaba con fuerza, mientras el otro no sabía donde meter la cabeza, intentando calmar los sentimientos de su amigo. – ¡Shhhhhh Ji! ¡Alguien nos puede descubrir! – Mentira, eso era lo que decía Bae, estaban tan lejos de los demás que era claro que nadie se había percatado de la felicidad del otro, era una simple excusa para que lo dejara en paz.
Ji tomo una vez más su lugar y acerco la silla a la del otro, volteándolo a ver con su hermosa sonrisa, el bailarín lo observo algo sonrojado y soltó nervioso. – ¿Ahora que quieres? – El otro cruzo nuevamente los brazos sobre la mesa y con una tierna mirada se dirigió a su amigo. – ¿Qué crees que espero? Quiero saberlo TODO. – Bae movió su cabeza de lado, esperando que todo esto fuera una pesadilla, conocía a Ji y sabía que no lo dejaría descansar hasta saber el más mínimo detalle. – Bien, te contaré, pero, no quiero que nadie se entere, mucho menos el Panda. ¿De acuerdo? – El otro se acerco a el, como sí de un secreto se trátase, Ji asintió con aquella sonrisa que lo caracterizaba.
Habían pasado horas, y el lugar estaba a punto de cerrar, pero Bae seguía sin terminar, Ji no había soltado palabra desde que había prometido no decir nada, todo este tiempo el bailarín había estado hablando, sonreía cada vez que hablaba del panda, reía con cada recuerdo que contaba, se sonrojaba al contarle cuanto le encantaba su sonrisa. Ji lo supo desde el principio, sólo se dispuso a oír, le encantaba ese Bae, ahora no era el único, su amigo de toda la vida, también se había vuelto presa del amor.
FIN DE FLASHBACK.
¿Quieres bailar conmigo? – Dijo Bae asomándose por un costado de aquella toalla que cubría al menor. El otro solo río, pensando que el otro jugaba, y asintió dejando caer aquel objeto al suelo, no supo como, pero de un momento a otro uno de los fuertes brazos del bailarín lo tomaba de la cintura, mientras el otro dulcemente tomaba su mano, dispuesto a bailar, le dedico una de sus mas cálidas sonrisas. El maknae se apeno, pero lo tomo del hombro y con nerviosismo colocó su mano encima de la de su hyung.
¿Estás listo panda? – Soltó el mayor algo sonrojado, ver la reacción del maknae no le ayudaba mucho, y al observarlo tan dulcemente apenado lo hacía sentir como un tonto, un tonto muy enamorado..