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Tú me cambiaste la vida por AlShiuu

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Una sonrisa bailó en mis labios a medida que acercaba mis dígitos a la corbata color negro que rodeaba mi cuello, oculta en el pliegue de la camisa blanca que también portaba en ese momento; apreté ligeramente el nudo de la corbata y amplié la sonrisa en mi rostro. Mis dedos delinearon las solapas del saco de seda que también estaba usando, el reflejo en el espejo de mi habitación me mostraba a un joven que difícilmente podría imaginar… era un estilo totalmente distinto a lo que solía usar diariamente pero era una fecha especial, la más especial de toda mi vida así que valía la pena.


Mi mirada se perdió en el reflejo de aquel chico elegante y bien parecido que tenía en frente, rápidamente me sumí en mis propios recuerdos…


 


Fue un día como cualquiera,


Nunca olvidaré la fecha.


Coincidimos sin pensar en tiempo y en lugar


 


Era 25 de Mayo del año 2008, las clases en la universidad se habían alargado más de lo que yo había creído pero a pesar de eso yo seguía manteniendo un aire tranquilo, calmado, sereno. Aunque era tarde aún faltaban unas cuantas horas para mi turno en aquella cafetería famosa ubicada en uno de los Centros Comerciales más concurridos de la Ciudad.


“Shine” era un nombre sencillo, pero cualquier persona que fuese amante del buen servicio y, por sobre todo, de una buena y cálida taza de café sabría que aquel nombre significaba el cielo, el paraíso; no es que yo hablase maravillas del lugar en el que trabajaba, siempre había tenido la costumbre de hablar y comentar con fundamentos, y “Shine” no sería sesgada por mi deseo de ser más y más en el mercado.


Caminaba por las calles de la ciudad con la música llenando mis oídos, solía olvidarme del mundo cuando tenía los audífonos puestos ya que, desde siempre, la música había sido mi boleto a un mundo en el cual yo era el personaje principal, podía llorar, reír, sufrir e incluso amar sin ser cuestionado por nada ni por nadie.


El recibir miradas de extrañeza de parte de los demás peatones había dejado de ser una molestia, desde el momento que perdí el miedo a mostrar mi voz había decidido caminar por el mundo como un alma libre, cantando a todo pulmón lo maravillosa que podía llegar a ser la vida.


Debido a que mi concentración se hallaba en la música, no noté el momento exacto en el cual me detuve frente a la puerta principal de “Shine”; una sonrisa curvó mis labios mientras empujaba la puerta de cristal decorado con algunos diseños de diamantes en tonos cálidos. Mis compañeros no tardaron en saludarme algo extrañados debido a lo temprano que había llegado ese día; pero no era para menos, vivía sólo y la soledad no era algo que me confortara…podía soportarla pero no era capaz de pasar mucho tiempo sin compañía, he ahí la razón de mi incansable horario de trabajo y de universidad.


 


Algo mágico pasó,


Tu sonrisa me atrapó


Sin permiso me robaste el corazón


 


Meneé mi cabeza ligeramente aún sin apartar la mirada de mi reflejo, hacía lo posible por no imaginar al joven de la habitación contigua que se estaba preparando para el más grande suceso en nuestras vidas al igual que yo.


No supe la razón pero un impulso me llevó a girar mi rostro, mi mirada se fundió con la de un joven de cabellera rubia que me miraba de manera curiosa, escrutando con su mirada cada centímetro de mí ser como si intentara descifrar la sonrisa divertida que había asaltado mi rostro tan sólo al ingresar al local. Percibí el tono rojizo apoderarse de sus mejillas, sus ojos notaron la intensidad de mi mirada y no dudó en descender la mirada, regresando su atención a la taza de café que tenía en frente. Reí. Era algo común entre los comensales de la cafetería, muchos de mis compañeros decían que se debía a que mi apariencia física ayudaba pero, vamos, parecía un cachorro…o peor aún ¡Un dinosaurio!


Caminé con alegría hasta la barra, lancé mi mochila hacia el otro lado y no dudé en meterme por debajo de la tabla del mesón. A pesar de que mi turno aún no iniciaba no perdía nada con empezar a trabajar dos horas antes, el encargado sólo tomaría nota y adjuntaría el tiempo adicional que trabajaba para cuando yo quisiese emplearlo.


Tomé uno de los mandiles que estaban colgados en la habitación trasera de la cafetería, ese lugar en el cual todos dejábamos nuestras pertenencias y donde nos reuníamos durante nuestros recesos; até las cintas del mandil a la altura de mi cintura y abandoné el espacio, no sin antes haber dejado mi mochila y la polera con la que había llegado en el casillero que me correspondía.


Y fue en ese momento, apenas salía de la habitación mis ojos se movilizaron hasta encontrar al rubio que anteriormente me había observado. Estaba sonriendo, siendo sinceros era la primera vez que una sonrisa lograba desarmarme por completo. Sus ojos se entrecerraban ligeramente mientras sus labios se ampliaban cada vez más, dando paso a una visión de su perfecta y blanca dentadura.


Mi corazón se detuvo por unos segundos mientras que en mi mente se reproducía la imagen de aquel chico una y otra y otra vez.


 


Y así sin decirnos nada,


Con una simple mirada


Comenzaba nuestro amor


 


Recuerdo claramente como él también ladeó su cabeza y unió su mirada con la mía; la sonrisa que brillaba en su rostro se amplió más de lo que yo había creído que era posible…pero más aún fue el brillo que su nueva sonrisa me dejó, una sensación de calidez se apoderó de mis mejillas cuando él bajó la mirada con timidez, dedicándome luego unas miradas fugaces.


Tan sólo me bastó una mirada de sus ojos, una sonrisa de sus labios para enamorarme de él.


 


Tan hermoso eres por fuera


Como nadie en la tierra


 Y en tu interior habita la nobleza y la bondad


 


-Soy KiBum, pero todos me dicen Key.- Esa fue la primera vez que hablamos, lo recuerdo perfectamente. Él se había acercado a la barra mientras yo atendía mi turno, no había ningún otro trabajador así que yo debía hacerme cargo de los clientes y pedidos que se realizaran, después de todo no era una época de mucha clientela, y en cierto modo lo agradecía.


-Soy JongHyun.- Tomé su mano, la cual me había ofrecido luego de terminar su presentación.- ¿Key?-Sonreí. No pude evitarlo.


-Sí, Key.- Él también sonrió, algo molesto pero correspondió mi sonrisa después de todo.


Pasaron los días, las semanas e incluso algunos meses antes de que yo, finalmente, me decidiera por pedirle que saliese conmigo. Él accedió con gusto, sin titubear ni sopesar la idea… hizo de mi día el mejor de todos.


Lo llevé al cine y luego a cenar, era el típico contexto de una cita pero, a pesar de tener un historial realmente amplio de romances, nunca antes me había visto en la necesidad de pensar en alguna idea o algo similar para una cita, normalmente las chicas y chicos que me buscaban tenían un plan claro y certero. Plática, una taza de café y sexo desenfrenado… obviamente no consideré esa idea como algo idóneo para la primera cita real que tenía con el rubio.


-Te ves bien.-Susurré con nerviosismo, no podía evitar que mis rodillas temblasen y mis manos sudaran. No mentía cuando realicé aquel cumplido, se veía realmente hermoso con aquellos skinny jeans que se convertirían en mis preferidos y esa camiseta que se amoldaba a su cuerpo. Una casaca de cuero café, una bufanda de seda y unas zapatillas simples eran el complemento perfecto para el conjunto que estaba usando.


-Gracias.- Susurró con las mejillas encendidas, dudaba que estuviese acostumbrado a los cumplidos a pesar de ser tan estúpidos como el que yo le había dado, más sabía que eso desaparecería tan sólo porque yo me negaba a dejar pasar un día sin que supiese lo hermoso que era a mis ojos y a los ojos de los demás.


¿Qué no aprendí de él? Nuestras citas, con el tiempo, se volvieron más y más originales. Solíamos compartir nuestro día en el albergue en el cual él se ejercía como voluntario. ¿Había visto algo más caritativo en mi vida? No, nunca antes. Su mirada destellaba sincera felicidad cada vez que los pequeños niños rodeaban su cuerpo con sus frágiles brazos, era un brillo distinto al que usualmente me regalaba, emanaba un cariño distinto pero aun así muy reconfortante.


 


Hoy la palabra AMOR


Tiene otra dimensión


Día y noche pido al cielo por los dos.


 


Poco a poco fui dejando de lado todas las artimañas que desde muy pequeño había adoptado, desde que su presencia estaba conmigo había dejado aquellos malos caminos que eran el día a día de mi vida. Mi círculo de amistades se redujo considerablemente, pero encontré amigos que no me dejarían a pesar de cual malo fuese el momento.


TaeMin, MinHo y JinKi, eras esas personas que desde el principio me enseñaron lo que una amistad verdadera significaba, Key había recreado sin saberlo un mundo perfecto, un mundo que siempre había creído no podría existir.


-JongHyun, ya es hora.- MinHo golpeó la puerta de la habitación que había empleado para vestirme.- Los invitados ya están aquí.


Sonreí una vez más a mi reflejo en el espejo, cerciorándome que el traje estaba en perfectas condiciones abandoné el amplio cuarto. MinHo me esperaba a un lado de la puerta, su espalda apoyada en la pared y con la mirada perdida en la pantalla de su móvil; una sonrisa divertida iluminó su rostro cuando un mensaje parecía haber llegado a su bandeja de entrada.


Estaba casi cien por ciento seguro que el mensaje era de cierto castaño de fina figura, muy cercano al chico que era el amor de mi vida.


-Vamos.- Sonrió antes de bajar las escaleras, esperando que yo siguiese su paso.


 


Ahora todo es tan claro


Es a ti a quien yo amo


Me devolviste la ilusión


 


Podía oír el murmullo de las personas que nos esperaban en el salón principal de la mansión que ejercía su labor como nuestra casa. Algunas sonaban felices, otras sonaban algo confundidas y otras simplemente se hallaban allí tan sólo para cumplir y no quedar mal con nosotros.


Habían transcurrido casi cinco años desde nuestro primer encuentro, cinco años en los cuales yo había aprendido lo que significaba estar enamorado de verdad y hallar el amor en la persona correcta.


-¿Estás listo?- MinHo palmeó mi hombro y sonrió.


-Más que nunca.- Susurré al tiempo que empujaba la gruesa puerta de madera que tenía en frente.


 


Tú me cambiaste la vida


Desde que llegaste a mí


Eres el so que ilumina todo mi existir


Eres el sueño perfecto, todo lo encuentro en ti.


 


La marcha nupcial no se hizo esperar, luego de pocos minutos de que yo arribase al altar, él bajó por las amplias escaleras y avanzó hasta el salón.


Todos los ojos estaban fijos en él, pero Key sólo me observaba a mí, tal y como yo hacía con él. Noté el nerviosismo en su semblante, yo también estaba nervioso pero nunca antes nada se había sentido tan real tan…correcto.


Una vez que llegó al altar, tomé su mano y avanzamos juntos lo poco que nos quedaba hasta llegar a la posición correcta. La ceremonia pasó si percances, quizá más rápido de lo que yo había creído pero lo agradecía de cierta manera.


En un abrir y cerrar de ojos el encargado de prescindir la boda nos anunció “Puede besar al novio”. Sonreí igual de bobo que antes mientras tomaba la cintura de mi oficialmente esposo y lo acercaba a mi propio cuerpo.


Observé sus ojos fijamente, tal y como lo hice la primera vez que lo conocí. Me aferré a su delgada cintura tal y como lo hice la primera vez que me atreví a abrazarlo; acaricié su mejilla al igual que lo hice cuando, por primera vez, lo bese.


Y antes de unir nuestros labios en un beso susurré


“Tú me cambiaste la vida”.

Notas finales:

!Espero que les haya gustado! Lo escribí hace unas cuantas horas pero recién he terminado de corregirlo, más a pesar de eso si encuentran alguna falla, háganmelo saber.

Espero sus comentarios~

<3


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