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Sobre la repisa por Agnes-San

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Notas del fanfic:

Tenía muchas ganas de hacer un fic así, bueno en realidad la historia recien la invente ayer mientras intentaba dormir, lo cual no me fue muy facil, entonces digamos que tuve un tiempo de estar inventando jaladas xDD

 

Notas del capitulo:

Es un fic extremadamente corto y espero que les guste

Sobre la repisa.


 


El nuevo juguete estaba sobre la repisa, todos ahí éramos de plástico, uno que otra muñeca era de trapo, algunas guardadas aun en su caja, otros como yo estábamos sueltos, sin nada más que una nota atada al cuello, al brazo o a la cintura, una nota que indicaba el precio de cuanto nos venderían; yo era uno de los más baratos, uno de los que aun tenían ropa pero aun así no elevaba mi preció.


En la repisa siempre estaban los juguetes más caros, las muñecas de porcelana, las barbies nuevas, y fue entonces que lo vi entrar, una chica lo llevaba en brazos, una mujer que sobrepasaba los veinte años, iba tan bien vestido con un short a cuadros rosas y azules con un saquito del mismo color un moño rosa atado al cuello, con el cabello rubio y ojos hermosos.


Si hubiese tenido un corazón seguro que en ese momento se habría detenido dentro de mi pecho plástico, vació, si hubiese respirado seguro ya habría muerto asfixiado, sus ojos radiantes me vieron de lleno solo unos minutos antes de ser volteado.


Era dos veces mi tamaño, quizá un poco más alto pero aun así hermoso, seguro lo pondrían con las muñecas de porcelana, seguro su lugar estaría sobre la repisa, seguro ahí lo exhibirían como uno de los muñecos más hermoso, como uno de los más inaccesibles.


 Por supuesto que el señor lo compro a un alto precio y lo vendería por uno aun más alto, minutos después lo apartaron de mi vista,  ya no podía verlo.


Unas horas más tarde el señor que se hacía cargo de la tienda lo puso encima de la repisa, lo había limpiado, le había peinado en cabello rubio como el sol y le coloco una etiqueta con el precio atada a su pie calzado con zapatos negros.


Lo sentó junto a la muñeca más bonita, y luego hizo que simularan estar tomados de la mano, como una pareja, y eso me molesto de sobremanera, como odiaba a esa muñeca de bonitos risos castaños, de vestido rosa, si la odiaba.


 


***


 


Mi ángulo de visión solo lo alcanzaba a él, a sus piernas blancas que ya se miraban totalmente sombrías pues a luz estaba apagada, su mano se había destrampado de la de la muñeca de risos castaños y eso solo alegraba mi día.


Como ansiaba moverme y llegar hasta él, pedirle su nombré y darle el mío, el que alguna vez tuve, preguntarle sobre su vida, sentirlo cerca, al principio no lo logre, solo llegaba a mover los ojos, moverlos para poder verlo mejor.


 El día me sorprendió, él lucia un poco más apartado del resto de las muñecas, quizá por la noche se había movido un poco pero era imposible pues las muñecas de porcelana suelen tener miedo a moverse solas, porque son frágiles, porque temen caerse a pedazos y perder su hermosura y ser tiradas como miles de trozos sin vida, inertes llenos de vacío.


Sus ojos  me veían directo, con sus grandes pestañas señalándome, y por supuesto devolví la mirada, yo para él también existía, solo un muñeco del montón solo era yo, Jonghyun el nombre que alguna vez tuve.


 


***


 


Durante días solo me observo, durante días no pude dejar de verlo, durante días su sonrisa me alegraba el día y por la noche solo quería viajas hasta la repisa, sentarse a su lado, charlar con él, escuchar como entonaba el sonido que emitía.


 


¿Cómo era que había llegado hasta el mostrador?


No tenía idea, solo quería sentirlo cerca conocerlo un poco más, hablarle de mi nombre y las muñecas que lo rodeaban, decirle que probablemente él se quedaría mucho tiempo ahí por su alto costo.


Puse las manos sobre la repisa y me empuje hacia arriba, después de todo yo solo era un muñeco de acción, una figurilla que simulaba a un cantante en tamaño miniatura,  sus ojos se posaron en los míos al momento de subir sobre la repisa.


Su sonrisa bonita se ensancho otro poquito y de nuevo sentí una corriente recorrerme entero, me sentía tan pequeño a su lado, tan idiota comparado con sus manos bonitas, con sus rodillas rosadas, con sus mejillas llenas de rubor rosa.


—     Hola —musite idiota.


—     Hola —regreso volteando al frente donde la luz del sol decía que ya era tarde para entablar una conversación.


Su mano grande y fría como la porcelana se aferro a mi mano fría como el plástico. Mire su perfil bien definido, su perfil de porcelana y mi nao envuelta a la suya, completamente grande, completamente bonita.


Cerré los ojos un momento y me invite a disfrutar el amanecer a su lado, sin decir una palabra, solo sentirnos uno al otro.


No dure mucho encima de la repisa, pues se dieron cuenta que yo no era de ahí y me bajaron junto a los demás juguetes, para mi suerte la muñeca de risos se marcho con una chica que la adquirió a un precio más bajo del que la vendían.


 


***


 


Había hecho mi cruzada de llegar hasta la repisa junto al muñeco de bonito aspecto, el que tomaba mi mano entre la suya y a veces no decía nada, solo miraba desde arriba al resto de la juguetería, solo tomaba mi mano y me decía que no me fuera en silencio, sin hablar una sola palabra.


—     Me llamo Jonghyun —hable y por primera vez en toda la noche se volteo a verme, parpadeo un momento y sonrió.


—     Key… solo Key


—     Key —repetí como un robot.


Y ahí de nuevo estaba nuestro amanecer que los grandes ventanales nos dejaban ver, las nubes se pintaban de un bonito color anaranjado cuando los rayos de sol se paraban sobre ellas.


—     No te vayas. —me pidió  apretándome con más fuerza la mano, sin ser mucha por que como toda muñeca de porcelana temía romperse.


—     De todas maneras me bajaran de aquí — hable y él solo bajo la vista clavándola en el piso.


—     No quiero que te vayas. —suplico con los ojos, y yo tome asiento de nuevo a su lado.


Como lo predije cuando llego el vendedor solo me bajo de ahí y con mucho pesar solté la mano de Key y él me dejo ir.


—     Quien te pone allá arriba ¿eh? —pregunto el hombre apretándome entre su mano, sonriendo como idiota.


Quise responderle que yo, que yo subía solo para estar un rato junto a Key, el gigante de porcelana con moño rosa y mejillas preciosas, pero no lo hice.


—     Creo que te dejare arriba, así llaman mucho más la atención, un juguete feo junto a uno más bonito.


Aplaudí mentalmente su idea.


Solo me sentó junto a Key, mi gigante hermoso y él instintivamente tomo mi mano cuándo nadie lo vio.


 


***


 


¿Cuánto tiempo había pasado?


No tenía idea, solo él continuaba tomándome la mano, la noche me duraba tan poco mientras estaba en su compañía, poco a poco me había enamorado de uno de los artículos más caros dentro de la tienda, uno que minuto a minuto se llenaba más y más de polvo, que cubría el rubor en sus mejillas.


Me pare a su lado y solo me miró y esbozó una sonrisa hermosa con sus labios llenos de color, color que le tiempo se estaba llevando, mire sus ojos, y apenas le sacaba unos centímetros, él sentado y yo de pie, sosteniéndome en mis piernas de plástico duro.


—     Voy a limpiar tus mejillas — le avisé, y el cerro los ojos.


—     Está bien. — musitó.


Con ambas manos frote sus mejillas y de pronto el color volvió.


—     Así te miras más hermoso. — dije y él de nuevo solo sonrió.


—     Lamento que estés acá arriba. —susurró quedo con su hermoso timbre de voz.


—     No me importa, siempre y cuando estés a mi lado


—     No te soltare nunca —tomó mi mano una vez más como siempre lo hacía y  la acercó a su mejilla fría.


—     Te voy a besar — advertí antes de acercarme hasta su boca y depositar un pequeño beso en sus labios, aunque sus labios eran como veinte veces los míos, pero no me importaba porque lo amaba.


—     Quédate conmigo, sobre está repisa — me pidió solemne.


—     Me quedare contigo siempre. — suspiré colocando un beso en su mejilla rosada, até el moño en su cuello de una mejor manera y me sonrió.


—     Te amo. —habló cuando los primeros rayos del sol tocaron las nubes, cuando todo se volvió naranja en cuestión de minutos, cuando mi ilusión creció y me prometí ver muchos más amaneceres en su compañía.


—     Yo a ti. —dije y Key tomó mi mano para ya nunca soltarla…


 


 


 

Notas finales:

Les gusto??

gracias por leer xDD

 

kisses *3*


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