Habían transcurrido tres meses desde que Santiago finalmente logró aceptar que lo que sentía por Alex era amor y no un "desequilibrio emocional" por causa de algún trauma cerebral y de que se había decidido a intentar "una relación"" con este...Aunque sinceramente él no empleaba el término "relación" como tal...
Supuestamente ahora eran una pareja...pero el hecho de que ambos fueran hombres antes heterosexuales y ahora "heteroflexibles" les confundía el cómo hacer las cosas...aunque en el fondo su relación personal no hubiera cambiado mucho después de dar "ese" paso...
Pasaban tiempo juntos al igual que antes y de vez en cuando reñían por cualquier idiotez como un par de pendejos para luego contentarse, con diferencia de que estas “reconciliaciones" siempre terminaban en manoseos y apasionados besos de los cuales ninguno quería perder el control. Y es que la idea de dejarse dominar no le agradaba a ninguno de los dos, razón por la cual en el momento cuando las cosas se ponían realmente "candentes" no llegaban más allá de masturbarse mutuamente para intentar apaciguar sus ansias; y es que en todo el tiempo que llevaban juntos no habían logrado ponerse de acuerdo sobre quién sería el que "mordería la almohada"...
Pero es que...¡¿cómo rayos podían ponerse de acuerdo cuando ambos estaban acostumbrados a ser dominantes en sus relaciones sexuales?!...La sola idea de alguno de los dos tener que ser el "sumiso" los confundía en demasía, especialmente a Santi, el cual se negaba a ser quien fuera abajo solo por ser el menor...¡¿Qué?!...¿Acaso solamente por ser el más joven sería al que le tocara al que le dieran por el culo hasta dejarlo "invalido"?...
Y a pesar del sentimiento mutuo que ambos se proferían ese "pequeño problemita" aún no lograban resolverlo...Aunque tal vez lograrían resolver ese "inconveniente" más pronto de lo que pensaban...
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Santiago y Alex se encontraban en el cuarto del menos. Lo que había comenzado como una simple tarde de videojuegos se terminó convirtiendo en una sesión de toqueteos y besos MUY subidos de tono.
Ambos estaban sobre la coma sin zapatos y con sus camisas abiertas besándose con pasión y descontrol, intentando cada uno tomar el control mientras manos recorrían el cuerpo del contrario deleitándose con la textura ajena y de vez en cuando rozando sus miembros sobre la tela con absoluto descaro.
El castaño comenzaba a dejarse invadir por el calor de la lujuria que recorría su cuerpo...Batallar con la lengua con la lengua del mayor por el dominio del pasional ósculo era simplemente extasiante, acariciar el torso semidesnudo de Alex era una sensación delirante que lo incitaba a desear mucho más...Comenzando a ser dominado por la divina lujuria de manera casi inconsciente sus manos se dirigieron a tocar los glúteos del peliazabache de manera casi obscena momento en el cual este se removió quitando las manos del menor de ese lugar rompiendo el beso con una mueca de disgusto...como si de nuevo esta vez no fueran llegar más allá..
Y aquello era algo que el castaño no permitiría...¡Esta vez iban a llegar al final sí o sí!...
-¡Agghh!...- lo volvía loco esa mirada de Alex de: "o tú eres al que le den o NO llegamos a nada más"...Con lo caliente que estaba "consolarse" mutuamente esta vez no le serviría ni de "pañito de agua fría"...- ¡Ya vengo!...TÚ no te vayas a mover de aquí...- salió de la habitación bufando molesto ante la mirada del ojigris, el cual lo veía con cara de:"¿y a este qué coño le pico?"
A los pocos minutos Santiago regreso con el ceño fruncido y varias cartas en la mano las cuales barajeo y acomodó boca abajo sobre la pequeña mesita que estaba al lado de la cama.
-Escoge una...- demandó seriamente el castaño.
-¿Eh?...- el peliazabache arqueo una ceja ladeando la cabeza confundido.
-¡¿Eres tarado o qué?! ¡Qué agarres una maldita carta ya!
-¡¿Pero para qué carajos quieres que lo haga?!
El castaño inhalo profundamente antes de responder...
-A-ambos estamos claros en que somos "d-dominantes" pero ahora que queremos intentar "esto" debemos hacer algunos cambios y por eso con estas cartas decidiremos de una vez por todas quién irá "arriba"...al menos l-la primera vez...- explicó con algo de nerviosismo. Admitía que debido a la naturaleza de ambos la única forma de llegar más allá era encontrar la manera de lograr que alguno de los dos fuera el "pasivo" primero...después ya verían que harían...pero al menos aunque la idea que se le ocurrió era una completa bazofia era tal vez lo que necesitaba para por fin tener por completo al sensual ser que protagonizaba sus húmedos sueños todas las noches.
El ojigris lo veía con cara de: "¿y ahora qué mierda te fumaste?” Incrédulo de tal proposición.
-¿Estás hablando en serio?
-Sí...o...¿luego de tres meses juntos sin llegar a "eso" tienes una mejor idea?...- su idea no era la mejor...pero si no podían resolver las cosas de una manera normal que fuera el maldito azar el que se encargara de decidir su suerte...o su "desgracia".
Al ver que el menor hablaba en serio el ojigris rodó sus ojos resoplando con hastío para de forma algo dubitativa tomar una carta. De igual manera Santiago tomo una rogando por su suerte de no tener que ser al primero al que lo dejaran en "una silla de ruedas".
-A la cuenta de tres...-el ojimiel se armó de valor para conocer su "destino"- uno...dos...tres...-una sonrisa victoriosa surco su rostro mientras contemplaba la cara de: "mierda...alguien ayúdeme..."
-N-no...No es justo...Fue trampa...-el mayor se quejaba de su desdicha.
-Acepta lo que te tocó- demandó el castaño- al menos p-por ahora...luego yo iré a-abajo...-susurro ante la mirada sorprendida del peliazabache...Ya no le molestaba tanto la idea de ir abajo...siempre y cuando él fuera el primero en poseer a Alex.
El mayor paso su mano por su cabello, el cual lo llevaba suelto y algo desordenado de manera que lucía sensual y suspiro con resignación.
-Ok...veamos lo que eres capaz de hacer...- dijo con una sugestiva sonrisa acostándose boca arriba en la cama resignado a su suerte incitando con la mirada a Santiago, el cual comenzaba a creer que el ojigris era bipolar-¿entonces?...¿Me demostrarás que tan bueno eres en LA CAMA- comentario ante lo cual el menor se sonrojo levemente.
El castaño respiro profundo intentando controlar los malditos nervios y aunque obviamente esta no era su primera vez, sí la era con otro hombre y por lo tanto eso hacía las cosas "diferentes"...Y el hecho de aquella imagen de Alex recostado en la cama con su cabello negro como el ébano ligeramente desordenado, aquella mirada retadora, su camisa abierta al igual que el broche de sus jeans dejando ver el inicio de sus boxers negros no le ayudaba en nada a controlar la inmensa excitación de poseerlo en ese mismo instante y hacerlo gemir su nombre una y otra vez...
Se acercó al mayor con parsimonia y algo de nerviosismo viendo como este se mantenía quieto y expectante ofreciéndole el absoluto control a él...y eso era sencillamente...demasiado...
Sin contenerse más un segundo más se abalanzo sobre Alex robando sus labios en un demandante y hambriento ósculo del cual tomo el control introduciendo su lengua dentro de la cavidad bucal del mayor iniciando una rítmica danza junto a la contraria mientras una de sus manos se enredaban en aquella lacia y oscura cabellera y con la otra comenzaba a recorrer con descaro el torso semidesnudo del ojigris, el cual paso sus brazos alrededor del cuello del menor profundizando el beso.
Abandono la paradisiaca boca de Alex, el cual gimió en reproche...Solamente el exótico y adictivo sabor de aquellos labios no le era suficiente...deseaban saborear todo de él...
Repartido besos por su quijada y mordisqueo ligeramente su clavícula recorriendo con su húmeda lengua aquella piel acanelada deleitándose con los extasiante suspiros y gemidos que el ojigris prefería, los cuales solo lo incitaban a desear mucho más de él. Dejó que sus manos se deshicieran de la molesta camisa de Alex, no deseaba que nada arruinara el poder acariciar a sus anchas ese perfecto torso con sinuosidad. Pellizco una de las tetillas del mayor y sin resistirlo atrapo con su boca el otro tentador botoncito succionándolo con deleite alentado por los armoniosos jadeos del ojigris. Recorrió con su lengua el definido aunque no demasiado torso de Alex deteniéndose en su ombligo para con una sonrisa traviesa introducir allí aquel húmedo músculo divirtiéndose con los espasmos que esta acción causaba en el peliazabache...
¿Podría haber algo más erótico que las tentadoras expresiones de Alex al gemir?...En definitiva lo dudaba...
-Todavía falta sacar algo más...- dijo con una mirada ladina comenzando a quitarle los jeans al mayor para relamerse los labios al verlo finalmente en ropa interior...El verlo solamente con esos boxers negros ocultando aquella incipiente erección aprisionada por la tela con su mirada vidriosa por placer y sus mejillas con coloreadas en un tenue carmesí mando la poca cordura que le quedaba en esos momentos al país de Nunca Jamás con un boleto sin fecha de retorno.
Acaricio sobre la tela la hombría del mayor logrando que este jadeara y con una sonrisa maligna comenzó a delinear con la punta de sus dedos y a besar la parte interna de los muslos del ojigris para luego jugar con el elástico del bóxer amenazando con quitarlo.
-Wow...Para alguien que dice que no le gusta el papel de "pasivo" estas bastante duro...- una burlona sonrisa surcaba los labios del menor mientras acariciaba sobre la tela el miembro del peliazabache, el cual se mordía ligeramente los labios intentando contener sus gemidos- dime Alex...¿quieres qué te quite esto?...-ronroneo jugando con el elástico del bóxer y besando aquella hombría aún prisionera por la ropa interior.
-¡Maldita sea Santiago ya deja de torturarme!- sonrío ampliamente ante la desesperación del mayor..,¿Y cómo no hacerlo?...Si el verlo comenzando a desesperarse por la excitación era absolutamente grandioso...el tener el control de la "primera vez" le proporcionaba un placer indescriptible y sin pensarlo ni un segundo más despojo de la única prenda que cubría a Alex, dejando al descubierto su incipiente erección.
Santiago trago en seco al ver libre en toda su extensión la hombría del mayor...jamás ni en sus más locos sueños se hubiera imaginado estar en aquella situación...A punto de hacerle el amor a otro hombre...quizás antes la idea no le hubiera parecido nada atractiva pero en esos momentos lo único que podía anhelar era fundirse con ese sensual ser que tenía ante sí...
Guiado por un instinto lujurioso acerco su rostro al miembro del peliazabache...lo que antes le hubiera parecido asqueroso y repulsivo ahora ansiaba hacerlo...
Con algo de nerviosismo paso su tibia lengua por el glande saboreando el líquido preseminal, sintiéndolo estremecerse ante esa acción lo cual lo incitaba a seguir. Beso y succiono la punta para acto seguido engullir por completo aquella erección logrando un sonoro gemido por parte del mayor.
Inicio un vaivén lento, el cual poco a poco fue aumentando de ritmo devorando con ansias aquel pedazo de carne, escuchando los hermosos gemidos de Alex; el cual intentando soportar las intensas sensaciones enredo sus dedos en la castaña cabellera del menor hasta que finalmente derramo toda su semilla en la boca del menor, el cual para su propia sorpresa no se sintió asqueado de beber aquella esencia.
Levanto su rostro relamiéndose los labios encontrándose con la imagen del ojigris...Su cabello desordenado, la frente perlada en sudor, sus sensuales labios entreabiertos, sus mejillas ardiendo mientras respiraba irregularmente...Aquel cuadro era demasiado tentador como para resistirlo...
Sin esperar un minuto más saco de un cajón de la mesita que estaba al lado de la cama un lubricante. Lo tenía guardado desde que comenzó a salir con Alex pero nunca habían tenido oportunidad de usarlo ya que jamás habían logrado ponerse de acuerdo en "eso" y no llegaban hasta el final.
Unto sus dedos con el viscoso líquido, el mayor se encontraba con las piernas abiertas y ligeramente flexionadas exponiendo su entrada estremeciendo con esa vista al menor causando que su propio miembro palpitara dentro de sus pantalones.
El peliazabache aún se recuperaba del reciente orgasmo y fue tomado desprevenido por el menor, el cual introdujo un dedo en su interior notando como comenzaba a tensarse.
-Santi...- a pesar de que Alex había aceptado su "suerte" aún había un ligero temor en él.
El ojimiel le dirigió una mirada deseando hacerle comprender que todo estaría bien; que sería cuidadoso, ante lo cual el mayor simplemente suspiro y cerró los ojos dispuestos a dejarse llevar.
El castaño obviamente jamás había tenido sexo con otro hombre pero si tenía experiencia en el sexo anal por lo tanto sabía que debía prepararlo adecuadamente. Introdujo un segundo dedo más fácilmente moviéndolos en forma de tijeras intentado ensanchar aquella estrecha entrada notando como el mayor gemía de incomodidad pero en menor grado que al principio. Cuando lo considero pertinente un tercer dedo se abrió paso dentro de Alex simulando pequeñas embestidas intentando encontrar aquel punto existente dentro de cada hombre sobre el cual tanto había investigado.
-¡¡Ahh!!...-cuando el ojigris se arqueo gimiendo fuertemente supo que lo había encontrado y que no había marcha atrás.
Saco sus dedos del interior del peliazabache para deshacerse de su propia ropa...No deseaba ninguna barrera entre su piel y la de SU Alex porque él era suyo y de nadie más...Solamente anhelaba sentir la deliciosa y cálida fricción de sus cuerpos...
La mirada silenciosa y de expectación del mayor sobre sí solamente acrecentaba su libido...Masturbo su miembro untándolo de lubricante acomodándose entre las piernas del mayor para comenzarse a introducir lentamente en su interior, el cual se aferró a sus hombros con expresión de dolor e incomodidad.
-S-se cuidadoso...- suplico Alex con los ojos vidriosos...Al fin el sueño de Santiago se cumplía...y el ver de aquella forma tan indefensa y a su merced al ojigris junto con la exquisita estrechez que este poseía lo único que lograba era acrecentar su excitación, teniendo que usar todo su patético autocontrol para no poseerlo como una bestia y lastimarlo.
Beso sus labios terminando de introducirse agónicamente en él, manteniéndose tortuosamente quieto para que el peliazabache se acostumbrase a la intromisión hasta que el mayor finalmente comenzó a mover suavemente sus caderas dando la señal que tanto había esperado.
Comenzó a embestirlo de manera lenta y suave, aumentando gradualmente el ritmo a uno salvaje y pasional alentado por los gemidos y suplicas de Alex el oírlo suplicar por más era glorioso...el escucharlo gemir su nombre una y otra vez simplemente divino...Disfrutar de aquella estrechez y calidez y era...indescriptible...
La habitación se inundó de armoniosos y sinfónicos gemidos y de un calor avasallante proveniente de aquellos dos seres que se amaban sin contemplaciones...Demostrando que para realizar ese acto que los unía en un solo ser el hecho de ambos ser hombres no tenía ninguna importancia...Solamente importaba lo que sentían...
Estocada tras estocada Santiago sentía el clímax cada vez más cerca, devorando con ansias los adictivos labios del ojigris, ahogando sus jadeos y gemidos entre ambas cavidades.
El peliazabache llevó una mano a su propio miembro bombeándolo con frenesí hasta que no pudo resistir más las intensas sensaciones de placer y término estallando entre ambos vientres mientras que Santiago al sentir como aquel cálido y carnoso interior se contraía sobre su hombría de una forma tan exquisitamente extasiante no pudo evitar venirse en tres embestidas más llenando con su semilla por completo a Alex sintiéndose dichoso de haber sido el primero y esperaba EL UNICO que pudiera disfrutar de él de aquella forma.
El castaño salió del interior del peliazabache aun recuperándose del clímax. Depositando un casto beso sobre los labios del mayor para acto seguido acostarse junto a este acomodándose en su pecho.
-¿Y?...¿Fui lo bastante bueno?...- pregunto con una sonrisa ladina delineando con la punta de sus dedos los suaves belfos del ojigris.
-Uhmmm...No estuviste mal...pero yo soy mejor amante que tú...- hablo Alex con una sonrisa un tanto engreída ante lo cual el menor arqueo una ceja.
-¿En serio?...¿Y por qué no me lo demuestras?...- aunque en estos tres meses juntos la idea de ser el pasivo no le agradaba en nada luego de aquella demostración de amor del mayor que accediera finalmente a ser el "sumiso" comprendió que el hecho de estar arriba o abajo realmente no tenía mucha importancia en personas como ellos mientras lo hicieran con todo el sentimiento que sentían...Aunque estaba seguro que después de esto terminaría con un dolor en el culo de los mil demonios mientras pudiera demostrarle al mayor lo que sentía por él no le importaba...Tal vez después de todo el soportar ese dolor al final le podría terminar gustando...O quizás sería que el amor lo comenzaría a convertir en un "masoquista".
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Fue despertando lentamente con algo de pereza dándose cuenta de que se encontraba acurrucado en el cálido pecho del mayor mientras sus piernas se hallaban enredadas con las de este. Miro con algo de letargo él reloj que se encontraba sobre la mesita al lado de su cama, el cual marcaba las 8:45 am.
Contempló al mayor, el cual dormía de forma apacible haciéndolo ver absolutamente hermoso. Intentó reincorporarse sentándose en la cama...y entonces lo sintió...
Aquel maldito dolor que punzaba en su parte baja...Pero es que...¿cómo no le iba a doler?...Si luego de desvirgar a Alex por "ese" lugar dominado por el asqueroso romanticismo y la pasión del momento se había ofrecido en bandeja de plata para que le dieran bien duro...Y no solo una...¡sino dos veces!...
Los recuerdos de su pasional entrega danzaban en su mente...La gloriosa sensación de haber poseído al mayor y la sensación de haber sido el pasivo...Admitía que en un principio el ser el sumiso fue doloroso...pero luego cuando el ojigris toco ese punto dentro de él que lo hizo vibrar como en un Nirvana...lo único que pudo pedir fue más y más...
Se ruborizo al recordar todo lo que había hecho y dicho...en su vida había tenido algo tan intenso...Tal vez sería porque estaba con la persona correcta...
Ah...El enamoramiento lo estaba volviendo un estúpido cursi...pero si eso significaba permanecer al lado de Alex quizás solo por él podría acostumbrarse a sentirse como un puto "Osito Cariñosito".
El mayor se removió a su lado empezando a despertar dirigiéndole una de sus radiantes sonrisas.
-Buenos días...- saludo el ojigris con aquella sonrisa que siempre lo emboban.
-Buenos días...¿cómo amaneciste?...
-Me duele el maldito trasero...- contesto el mayor haciendo reír ligeramente al castaño, sentándose con algo una pequeña mueca de incomodidad abrazando al ojimiel por la espalda.
-No creo que te
te duela tanto como a mí...-comentó algo ruborizado.
-No creo que debas quejarte...porque bien que te gusto...-afirmó con una engreída sonrisa ante lo cual el castaño frunció el ceño molesto- pero...¿sabes?...a mí también me gusto que tú me dieras...y no tengo ningún problema que de vez en cuando lo volviéramos a repetir...- atrajo al menor sobre sí cayendo sobre la cama rozando sus pieles desnudas nuevamente mientras unían sus labios en un beso lento pero que no dejaba de estar cargado de pasión.
Cuando las cosas nuevamente iban a subir de tono la puerta se abrió de golpe...
En el marco de la puerta se hallaba la hermana de Santiago, una chica de quince años de cabellos castaños y ojos color miel, la cual veía la escena dentro de aquella habitación con la quijada caída, las mejillas rojas y sus ojos abiertos como platos.
Y es que no era para menos...Ambos estaban en una posición bastante comprometedora...y para completar el cuadro los dos estaban totalmente desnudos sobre la una cama desordenada.
-¡¡Mamá!!...-la castaña grito ensordecedoramente para correr al piso de abajo.
Santiago estaba a punto de sufrir un ataque cardíaco...¡¿Cómo demonios pudo olvidar que su madre y su hermana regresaban de viaje ese día?!...¡¿Cómo rayos le explicaría a su mamá semejante escena?!
Sí, tenía planteado contarle a su madre sobre "eso" pero no en semejante circunstancias que dijeran de una forma tan directa: "Sí mamá ahora me gustan los hombres y me estuvieron dando duro toda la noche"…
De repente observó la ventana y volteó a ver al mayor con una maligna sonrisa, el cual comenzó a sudar frío al ver la "oscura" actitud del ojimiel...
Santiago sonrió macabramente...Después de todo...las personas tenían posibilidades de sobrevivir si las arrojaban desde un segundo piso, ¿cierto?