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Unexpected: between hate and love ||EUNHAE|| por JewellFish

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Notas del capitulo:

Bueno, este capítulo tenía planeado subirlo el fin de semana siguiente, pero al final decidi subirlo hoy ya que hoy es un día especial (es el cumple de nuestro monito más lindo y adorable). 

Así que solo decir que... ¡¡FELICIDADES LEE HYUKJAE!! Sigue cautivándonos con tu risa, seduciéndonos con tus bailes y emocionándonos siendo tú mismo. We love you, monkey <3!

Y a continuación, os dejo con el capítulo~

POV Donghae

 

Desde luego, cuando entré en el despacho del director me esperaba cualquier cosa menos eso. Si ya me había sorprendido encontrar allí a ese idiota que tanto parecía odiarme y que siempre estaba buscándome problemas, lo que me había dicho el hombre que dirigía la academia me había sentado como una patada en el estómago. Todavía no era capaz de digerir del todo la noticia. Yo… compartir cuarto con Hyukjae. Una de dos: o el director era demasiado optimista o lo que quería era ver una carnicería. Y a mí no me convenía ninguna de esas opciones si por culpa de eso tenía que terminar en la misma habitación que el cara de mono que estaba a mi lado en estos momentos. Y creo que la cara que se me quedó reflejaba a la perfección lo absurda que me parecía la idea, a juzgar por la mirada que recibía de parte del director.

 

- Pero… ¿¡a quién se le ha ocurrido esa maravillosa idea!? Está diciendo que no hacemos más que causar problemas y lo que planea es ponernos a los dos en la misma habitación. ¿Cree acaso que así va a mejorar las cosas? ¡Me niego! No pienso poner un pie dentro de ese maldito cuarto. –dije bastante enfadado, aunque no era para menos. Pero al parecer, el director no estaba bromeando. Vi cómo se llevaba una mano a la frente, como en señal de resignación. Algo me decía que eso no significaba que habría una buena noticia.

 

- Donghae, no tienes elección. Te aprecio mucho, lo sabes. Admiro tu afán de superación, tu dedicación y tu esfuerzo, pero esta situación es insostenible. Los otros directivos y yo creemos que si os veis obligados a pasar un tiempo juntos quizá consigáis arreglar vuestras diferencias y así se terminarán los problemas, por eso os damos un plazo de tres meses. –escuché como decía con voz seria, lo que no dejaba lugar a dudas. Era completamente verdad lo que estaba diciendo. Iba a volver a protestar cuando vi como él me hacía un gesto para indicarme que guardase silencio, por lo que esperé a ver qué más tenía que decir. – Donghae, no sigas protestando, ya que nada te servirá. La decisión está tomada y no hay otra salida. Bueno… en realidad sí, hay una, pero no creo que quieras llegar a ese extremo sin antes…

 

- Dígame la otra salida que tengo, director. –dije, interrumpiéndole de una forma poco educada, sí, pero necesitaba saber cuanto antes cuáles eran mis opciones y a lo que debía atenerme.

 

- Si te niegas a acatar la decisión de compartir habitación con Hyukjae, serás expulsado de la academia Super Junior de forma definitiva. Así mismo, si aceptas el intercambio de habitaciones y nos enteramos de que eres tú quien pone impedimentos para que ambos arregléis vuestros problemas, también serás expulsado. Sé que pueden parecerte medidas demasiado duras en estos momentos, Donghae. Sé muy bien lo mucho que te ha costado llegar a este lugar, pero como sabrás, no podemos seguir permitiendo que vuestras riñas infantiles pongan en juego la integridad de la escuela. Ahora bien, la decisión está en tu mano.

 

Expulsado de forma definitiva. No podía pensar en otra cosa en estos momentos. Esta academia era todo lo que tenía. El baile y la música eran mi vida. Si me echaban de este lugar yo no tendría a dónde ir. Después de la muerte de mi padre, mi madre se volvió a casar con un hombre que lo único que ha hecho ha sido lavarle el cerebro, llenárselo de mentiras que mi madre cree, y se la ha llevado lejos de mí. En esta escuela encontré un refugio, encontré amigos que me quieren y que son ahora mi familia, y ahora veía que todo lo que alguna vez creí tener podía serme arrebatado de la noche a la mañana sin que yo pudiese hacer nada para evitarlo. Aunque… bueno, en realidad sí podía hacer algo.

 

Lo único que tenía que hacer era aguantar tres meses, soportar durante tres largos meses su molesta compañía. Pensar en él me hizo darme cuenta que, desde que el director nos hubo comunicado la noticia, yo fui el único que protestó por la estúpida medida que habían tomado. Él no abrió la boca al menos desde que yo entré, y eso me parecía verdaderamente extraño. No creía que a él le agradase la idea de tener que aguantarme tres meses como compañero de habitación, así que… ¿por qué no protestaba él también? Le miré de reojo levemente, para intentar ver si es que se había dormido o qué rayos le ocurría, cuando pude ver como una sonrisa de satisfacción surcaba su rostro, acompañado de ese brillo malicioso en sus ojos.

 

¡Mierda! Eso fue lo único que paso por mi mente. Sin duda a él le estaba divirtiendo toda esta situación. Seguramente en estos momentos estaría pensando que lo que yo iba a hacer sería seguir negándome y marcharme de la escuela. Pues bien, si eso era lo que creía, estaba muy equivocado. Por nada del mundo quería abandonar este lugar. Y si para poder permanecer aquí tenía que estar encadenado a mi peor enemigo, lo estaría sin dudarlo. Dejé escapar un suspiro de resignación, mientras en mi mente se repetían una y otra vez esas palabras hasta que al fin las liberé y las dejé salir de entre mis labios.

 

- Acepto el intercambio. –dije mientras sentía cómo la garganta se me resecaba de repente. Lo único que esperaba en estos momentos era que el tiempo pasase lo más rápido posible. Observé al director y pude ver como su rostro se iluminó por unos segundos. Estaba seguro de que por unos momentos él creyó que iba a coger mis maletas, pero para abandonar la escuela para siempre y no solo para cambiar de habitación. Y no le culpo. Hasta hace escasos segundos yo también estaba convencido de que ese sería mi destino.

 

- Fantástico. Me alegra que hayas recapacitado Donghae, y que no hayas hecho algo de lo que pudieras llegar a arrepentirte. –dijo con cierto deje de alegría en su voz. Aunque de eso último yo no estaba tan seguro… Algo me decía que me iba a arrepentir, y mucho, de la decisión que acababa de tomar. Pero eso ahora ya no venía al caso. –Bien, ve a recoger todas tus cosas y llévalas al cuarto de Hyukjae. He hablado ayer con Hangeng, por lo que él ya está avisado de la “mudanza”. Él será quien se encargue de llevarte a tu nueva habitación si es que no sabes donde se encuentra. Y…

 

Iba a decir algo más cuando ambos escuchamos como la puerta se cerraba. Hyukjae se había ido así sin más, sin decir ni una sola palabra. Seguramente no se esperaba que yo hubiese aceptado la idea de compartir habitación y eso no le agradaba en absoluto. Pues bien… ¡que se fastidie! Yo tampoco voy a ponerme a dar saltos de alegría por la idea pero es lo que hay. Cuando sentí la mirada del director sobre mí, como preguntándome si sabía a qué había venido eso, me encogí de hombros. Ni lo sabía ni me importaba. Lo único que quería era que el director terminase rápido su discurso para poder largarme, cambiar mis cosas de habitación e irme a dar una vuelta, intentando pasar el menor tiempo posible en esa estancia.

 

- Bueno, como te iba diciendo… Ah, sí. Hoy ni tú ni Hyukjae tendrán clases. Pero, eso sí, tampoco podrán salir de la habitación una vez termine la hora de comer. Los tendré vigilados a los dos y si se les ocurre poner un solo pie fuera de ese cuarto, sufrirán las consecuencias. El día de hoy lo dedicarán a intentar habituarse el uno al otro, y por eso no se os permitirá salir. ¿Está todo claro?

 

Cuenta hasta diez, Donghae. Cálmate. Tranquilo… ¡A la mierda la tranquilidad! No le llegaba con hacerme compartir cuarto con el mono imbécil sino que aún por encima me obligaba a pasar toda la tarde entera encerrado con él… O me moría porque me mataba él o lo hacía de un ataque de locura para no matarle yo. Pero no me quedó más remedio que asentir y salir en dirección a mi habitación para comenzar a hacer las maletas. Esto iba a ser más duro de lo que creía…

 

Llegué a la habitación y vi que la cama de Heechul hyung estaba vacía. Pensé que quizás habría salido, hasta que escuché como su voz sonaba desde el baño. Seguramente estaría duchándose y cantando una canción, como era su costumbre. Eso me hizo sonreír mientras sacaba mi ropa del armario y la doblaba cuidadosamente para guardarla en el interior de la maleta. Echaría de menos escuchar cantar a Heechul hyung por las noches, aunque mi hyung no supiese nada porque siempre cantaba cuando creía que yo estaba dormido. Terminé de guardar todas mis cosas y justo en ese instante, Heechul hyung salió del baño, perfectamente arreglado y perfumado, observándome con curiosidad.

 

- Hae, pez bobo… ¿se puede saber qué estás haciendo? ¿Por qué narices guardas todas tus cosas en las maletas? ¿Te vas? ¿Es que acaso te han echado?

 

- No, no es eso, hyung. Es decir, me voy, pero no porque me hayan echado. Solo me han cambiado de habitación. –dije con voz resignada. Todavía no podía creérmelo…

 

- ¿Cómo que cambiarte de habitación? –dijo bastante sorprendido. Claro, él no sabía nada. Y ahora que lo pensaba no creo que le hiciese demasiada gracia saber con quién le tocaría compartir habitación. Y tener que ser yo quien se lo diga… Tierra, trágame.

 

- Sí, hyung. El director me ha “obligado” a cambiarme de habitación. Mi nuevo compañero de cuarto será Lee Hyukjae. Dice que cree que pasando más tiempo juntos lograremos arreglar nuestras dife…- La risa de mi hyung hizo que me detuviese y frunciese el ceño. Desde luego, no podía ser más desconsiderado, pero se la iba a devolver. - Oh, hyung, se me olvidaba. Como yo tengo que irme al cuarto de ese mono idiota, su compañero se quedará en este cuarto. Así que te tocará convivir con Hangeng.

 

Su cara fue todo un poema. Estaba seguro de que iba a empezar a gritarme cuando alguien llamó a la puerta, interrumpiendo nuestro comienzo de discusión. Cuando abrí la puerta, pude ver a Hangeng del otro lado, con las maletas en la mano. Le hice un gesto para indicarle que pasara, y él se dirigió a la cama donde estaban mis maletas y dejó allí las suyas. Al fin y al cabo, sí era real…

 

- Si ya tienes todo listo, sígueme, te llevaré hasta tu nueva habitación. Y más te vale cuidar bien mi parte del dormitorio. –dijo mientras salía por la puerta y yo cogía mis maletas a toda prisa para poder seguirlo. Por mi mente pasaban mil y una palabras, cada cual peor a la anterior, para definir al sujeto al que ahora seguía. Llegamos a la habitación y él se detuvo delante de la puerta, abriéndola para que yo pudiese entrar, comprobando que estaba completamente vacía. Me indicó que me correspondía el lado derecho de la habitación, el que estaba junto a la ventana, y se fue, cerrando la puerta y dejándome allí solo. Dejé mis maletas sobre la cama y las abrí, empezando a quitar las cosas de ellas mientras las iba guardando en los lugares de mi habitación que me correspondían.

 

Estaba tan inmerso en la tarea que casi había olvidado por completo con quién debía compartir habitación. Estaba tan ensimismado en lo que hacía que no me había dado cuenta cuando alguien había entrado en el dormitorio hasta que sentí como me agarraban por la muñeca y me empujaban hacia la pared, haciendo que por un momento cerrase los ojos debido a que el golpe me había dolido más de lo que me habría esperado. Cuando volví a abrir los ojos allí estaba él, acorralándome entre su cuerpo y la pared, y yo lo único que quería era escaquearme cuanto antes.

 

- Hyukjae, déjame en paz…

 

- Eres un pez estúpido si crees que voy a hacerte caso. –dijo mientras se acercaba más a mi rostro, y en especial a mi oído, haciendo que su cabello rozase mi mejilla. –Bienvenido a tu infierno, Lee Donghae.

 

Lo único que pude ver después de eso fue como él se alejaba y cerraba la puerta, abandonando la habitación, mientras yo me dejaba caer por la pared hasta sentarme en el suelo. Iban a ser los tres meses más largos de toda mi vida… 

Notas finales:

Espero que os haya gustado, al menos si alguien lo lee uxu...

Espero con ganas vuestros reviews, que son los que me alimentan y me animan a seguir escribiendo <3


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