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Endúlzame los oídos. por B2utieeJeehKwang

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Notas del fanfic:

Hola gente hermosa! Bueeno, somos B2utiee y JeehKwang unidas en una sola cuenta (?.

 

Jaja, somos hermanas y es nuestro primer fic en conjunto. Esperamos que les guste mucho!

 

Aclaración: Los miembros de SHINee no nos pertenecen y esto no tiene fines de lucro.

 

Notas del capitulo:

Aclaramos: Los POV de Jonghyun los escribe JeehKwang y los POV de Key los escribo yo, B2utiee. Esperamos que les guste mucho. Sin más que decir, a leer♥

Capítulo I: Intentando soportarte - Parte I



Jonghyun POV

Desperté temprano por la mañana, sentía mientras descansaba que algo me estorbaba, probablemente mi omma había olvidado el televisor encendido-pensé-Y claro, quién más podría ser?, si mi Appa, había perecido hacia poco más de 1 año, aún no me acostumbraba a su ausencia, a veces creo que voy a despertar y allí estará esperándome en la mesa con el desayuno preparado para los 3.

 

Cuando logré recaer en que eran sólo pensamientos nostálgicos míos me dirigí hacia el comedor y comprobé que mi omma se había quedado dormida en el sofá. Me acerqué y la desperté dulcemente, Omma-le dije tocando uno de sus brazos- despierta, ya es hora de levantarse, te prepararé el desayuno, pronto dejaremos de vernos y quiero aprovechar cada segundo de tí de éstas horas que me quedan libres.

 

Omma-repetí y acaricié su frente- Despertó y me sonrió, siempre portaba una sonrisa, que mujer más expresiva, yo sabía lo que le costaba demostrarme que ella se encontraba bien, sabía que lo hacía por mí, Saben?, realmente la admiro, es muy fuerte, ha sido el sostén de la familia siempre, sin dudarlo, inclusive en los peores momentos, ahora se encuentra sola y en vez de pensar en ella piensa en mí, a veces me siento mal por ello, creo que éste tiempo que estará sola va a servirle de mucho, tendrá tiempo suficiente. Como amo a mi omma, me siento orgulloso de tenerla-todo esto lo pensé mientras la miraba con una amplia sonrisa, ella sabía, de alguna manera sabía lo que yo pensaba y por eso acariciaba mi rostro y con los ojos llorosos me daba la despedida- mientras mi madre se incorporaba y de retiraba hacia la cocina oí una noticia

"[...]... Anunciamos que todas las líneas del metro han sido suspendidas sólo por la mañana, causa de un derrumbe en el sector A-3, por lo cuál se reanudará el servicio pasado el mediodía-dijo la periodista, a lo que su acompañante le contestó- Entonces lo más probable es que el tráfico esté congestionado durante las próximas horas...[...]"

 

-Apagué el televisor y dije en voz alta- Gracias a Dios que tengo una movilidad. Me dirigí hacia donde mi madre se encontraba, ya se había anticipado y tenía todo listo para despedirme. Un gran desayuno con todo el estilo.

 

Si ella supiera que sólo me bastaba con estar a su lado, como iba a extrañarla, siempre estaba pendiente de todo, hasta de hecho yo debía hacer trámites de la universidad y ella se encargó como si yo fuese un niño pequeño, no me molestaba, juro que no, yo sabía que ella necesitaba despejar su mente, y si eso le servía, a mí me servía también. Me costaba la idea de separarme éste año, había pasado tan poco del accidente que yo creía que no era lo mejor irme lejos de ella, temía por lo que le fuera a pasar, creía que si me iba lejos ella simplemente se iba a entregar por completo. Pero tener miedo no me iba a ayudar en nada a mi tampoco y ella había expresado a sus allegados que necesitaba estar sola y pensar. Yo por supuesto que lo respetaría, por lo cuál sin chistar acepté sin que ella supiera que yo estaba enterado de absolutamente todo.

-Madre, han llamado de la universidad?

-Uhmm, sí, de hecho creo que dejé tus papeles sobre la mesada. Por allí -me señaló-

-Gracias, iré por ellos en un momento. No recuerdas para que me llamaron antes de ayer?-lo dije poniendo en mi boca un bocado de Bibimbap-

-Dijeron algo así como, un cambio de habitación por las instalaciones electricas. Avisaron con poco tiempo, se disculparon por ello, pero de todos modos tienes todo allí donde te dije. Nunca se me olvida nada, quédate tranquilo, te noto un poco nervioso.

-No, no son nervios, es sólo que me apena dejarte aquí y además quería saber porque los reiterados llamados, más aún si sólo faltaban 2 días para el comienzo de las cátedras.

-Fue algo imprevisto hijo, querían asegurarse de que te llegara el mensaje.

-Bien, madre... está todo delicioso, gracias. Nunca dejas de sorprenderme. Te extrañaré, deseame suerte, iré a asearme y por mis cosas.-terminé de decirlo, me incoporé mientras dejaba la tasa de infusión que mi omma había preparado y la abracé, luego me retiré a mi habitación y me preparé para salir-

Mientras terminaba de preparar mi bolso, tomé el teléfono y lo llamé a Jinki, él solía ser muy puntual por lo cuál la intención de mi llamado era que no se preocupara.

Ya estaba listo, eran cerca de las 09:45, un minuto más y Onew me mataría, estaba casi seguro. Como también estaba convencido de que sería difícil encontrarlo desayunando comida NORMAL, sí, digo normal por que seguramente a estas horas ya estaría comiendo su delicioso pollo, aquél pollo que no se quitaba de la boca ni para hablar.

Tomé las llaves del auto, me subí y me dirigí inmediatamente hacia la casa del adicto al pollo, en el camino puse algo de música, me gustaba mucho, me tranquilizaba. Faltaban pocas cuadras para llegar, asique le envié un mensaje para que saliera. Nunca hubiece imaginado que la respuesta sería

-Key aún no termina de desayunar, juro que lo mataría, le insistí para que se aprontara y lo único que hace es poner más comida en su boca y encogerse de hombros, por lo cual deberás tocar el timbre y pasar y por favor no hagas comentarios, ya sabes como terminan estas cosas, parecen dos niñas de jardín discutiendo por ñoñadas-



Me causó gracia lo que me decía, ya que sabía que tenía razón. No sé por que motivo me gustaba molestarlo, es decir, era un niñito para mí, el hermano menor de mi mejor amigo, era mi propósito hacerlo enfadar. Además no me costaba nada ya que se enfadaba más rápido de lo que cualquier otra persona pudiera hacerlo. Era divertido, y desde ya, Jinki sabía que yo personalmente entraría y como diversión lo molestaría sin miramientos.

Mientras bajaba del auto e ingresaba al portico de la casa iba elucubrando mi plan macabro para sacarlo completamente de quicio en su primer día a Key. Me reí lo suficiente, tanto que no necesité tocar el timbre para que se dieran cuenta que había llegado. Mi amigo hermano fue quien me recibió, su cara era de pocos amigos, el sabía que yo llegaba preparado, por lo cuál le sonreí y le dije:

-No me mires así, no vengo con malas intenciones, ¿Dónde está el cabeza de huevo podrido?, la princesita no terminó de desayunar?.-sonreí seguido de una risa, me reí con fuerzas para que me escuchara desde la puerta-

-Yahhh, me tienen harto parecen pareja de tanto que se agreden todo el tiempo. Ya sabes el dicho. Creo que te estas volviendo algo raro amigo.-sonrió y entonces me dió un abrazo y me palmeo la espalda-

-Estas completamente...-hice una pausa y agregué con voz amanearada-cuerdo, estoy enamorado del cabeza de muffin, dónde está?, quiero comerlooo.-grité y seguí bromeando-

-Ya, pasa de una vez y a ver si lo convences de venir que sigue desayunando como si fuese un puerco, por poco y se come la heladera, si es que la pobre no cobró vida y salió espantada.

-me adentré en la casa de Onew y caminé lentamente y en puntas de pie tratando de no hacer ruido y no ser visto, estaba clara mi idea, iba a asustarlo y por que no, revolverle el cabello con fuerza como siempre lo hacía, esa era una de las tantas cosas que odiaba.

Ya a punto de llegar a concretar mi maldad, noté que el cabeza de huevo estaba terminando de desayunar, tenía que apresurarme, asique entré por la puerta del personal que derivaba en la cocina, la abri lentamente, apenas y se oyó un pequeño ruidito, me acerqué en puntapié y le tapé los ojos, luego le pregunté casi susurrando...

-Quién soy?-tono delicado.

-El único perro sin inteligencia sobre la faz de la tierra.-tono burlón, quitando mis manos de su rostro.

-Cómo quisieras que ese perro sin inteligencia, tan guapo, tan audaz, tan sensual, tan especial-con énfasis-, estuviese tocándote en éste momento, con esas manos tan suaves como las que tuviste el placer de sentir hace un momento cuando abrigaban tus ojos, ricitos de oro.

-Puajj... ya quisieras que una hermosura como yo, te viera de esa forma.-sonriendo de lado.

-Ya quisieras tú, que vuelva a posar estas tiernas y suaves manos sobre tu rostro, pero para tu desgracia no tengo más ganas de ensuciarme tocando niñitas histéricas. A decir verdad debo admitir que eres la primer mujer que se niega a mis encantos, y vaya encantos - se señala de pies a cabeza- quién no querría llevar este porte?, por favor ricitos tu envidia es evidente.-le tira un beso burlón, luego le da un coscorrón en la cabeza despeinándolo por completo-

-Qué irónico es que fantasees tanto conmigo, que me veas como una mujer. Igualmente no te culpo sé la hermosura que lleva éste perfecto cuerpito. Gracias.-sínico y me empujó con su dedo justo en el centro de la frente-

-rápidamente le tomé la mano, no se la estrujé, pero si la presione un poco y le dije- No te atrevas a ponerme una mano encima ricitos. Para que tengas en cuenta, ni en un millón de años te pondría un dedo encima y ya me cansaste asique tal vez más tarde te agreda un rato, me diviertes de verdad me diviertes.-le puse un dedo en la frente y lo empujé hacia atrás, fingí que me iba pero antes de hacerlo en forma de burla le acomodé el cabello y luego le dí otro coscorrón-

Mientras me dirigía hacia la sala de estar en donde se encontraba Onew, noté de Key inflaba sus cachetes en forma de enfado hacia mí, por lo cuál aproveché la ocasión y le dije a Onew...

-Bueno veo que ya podemos irnos, pero debo manifestarte que no podremos llevar a tu hermano, sino a un pez globo, uno más horrendo que lo habitual pero no por ello lo vamos a dejar en esta pecera no?.

-Onew suspiró, cansado de la situación. Se tocaba la cien y cerraba sus ojos. Algo habría escuchado, pues se estaba riendo, me miró y agregó-Pareciera que te gusta, tanto que lo molestas y mi querido hermano tampoco se queda atrás. De todos modos puedo utilizar esto para un bien, ya sé lo que te regalaré para tu proximo cumpleaños, pero primero debo saber quién será la novia y quién el novio, que te parece?

-moría de risa y no exagero, me hizo sonrojar, comencé a negar y le dije que ESTABA completamente loco. Como yo, con mi hombría podría fijarme en un nisiquiera HOMBRE, un niño. A caso mi pollo había perdido la cordura?, como yo podía fijarme en el hermanito menor de mi mejor amigo?, es una locura o no?, bueno... todo esto lo pensé, y me di cuenta que de alguna manera, me gustaba... me gustaba molestarlo, eso no quería decir nada, por favor que exagerados que son, de la misma manera molesto a mis amigos, o no?...


Key POV

Me encontraba estudiando, era mi primer día en la Universidad y oía al profesor muy atento, no quería perderme nada de la clase. Me sentía orgulloso, realizado. Al fin, estaba haciendo lo que más amaba, estudiar música en la Universidad de Gyeonseong, desde pequeño ansiaba llegar a este momento.

Repentinamente, un ruido comenzó a molestarme mientras intentaba prestar atención a la clase, el ruido ascendía de volumen gradualmente, esa… Esa canción se me hace conocida… Pero, por qué escucho esto? En ese momento todo se veía borroso, una persona que no reconocía vino caminando y me chocó con su brazo. Pegué un salto tremendo, agitado y algo sudado, diablos. Todo fue un sueño, el famoso ruido que oía gradual era nada más ni nada menos que mi celular, indicándome que debía despertar.

 


Miré la hora adormilado, en el reloj marcaban las 7:00. Los rayos del sol se imponían por todo el cuarto, cosa que impedía a mis pobres ojos que se abrieran con normalidad. Me refregué los mismos arrastrando cansancio, no había podido dormir bien por la noche, la ansiedad recorría mis venas, sin nombrar claro que el día anterior mi hermano y su molesto mejor amigo habían estado charlando hasta tarde en su cuarto, que estaba al lado del mío.

Hoy sería mi primer día en la Universidad y no podía evitar estar emocionado ante esto.

Por suerte, mi hermano era un apasionado de la música como yo, ya llevaba un año cursado de la carrera y me alegraba poder pasar tiempo con él en la Uni, de ese modo no me sentiría tan solo siendo mi primer día.

Lo malo de todo esto era que su amigo Jonghyun, también estudiaba la misma carrera, por lo que estaba obligado a verlo todos los días en clases. No es que yo fuera una persona que odiaba a los demás, pero simplemente no soportaba a Jonghyun, era un egocéntrico, altanero y lo peor de todo es que siempre me trataba como un niño.

Acaso un año es mucha diferencia de edad? Suspiré algo enojado, tan solo recordarlo me hervía la sangre, siempre me revolvía el cabello, cosa que odiaba en demasía y se burlaba de mi, claro que esto a mi hermano le resultaba gracioso, según él, “nos llevábamos estupendo”. Sí, claro… Estupendamente horrible, diría yo.

Decidí quitar de mi todos esos pensamientos horribles, había quedado con Taemin que a las 10:30 vendría a casa, él era mi mejor amigo desde que éramos niños y por suerte, teníamos los mismos gustos, ambos amábamos la música, nos las pasábamos escribiendo canciones en conjunto y mejorando nuestro cantar.

 

Mi ejemplo a seguir era mi hermano, Onew. Lo admiraba mucho y quién no lo haría? Onew era una excelente persona, casi nunca peleábamos y siempre era muy amable con todos. Nuestra pasión por la música la habíamos heredado de nuestros padres, ellos desde pequeños nos incentivaban para que amáramos esa forma hermosa de expresarse, según sus propias palabras.

Comencé a mirar mi bolso, cuidando de no olvidar ninguna de mis preciadas prendas de vestir, acomodé todo doblándolo a la perfección y luego de sentirme satisfecho, tomé una toalla y me dirigí hacia el baño. Abrí un poco la puerta y ahí estaba mi hermano, saliendo de la ducha, sólo llevaba una toalla en su cuerpo.

-Hyung! Lo siento, no sabía que estabas en el baño. Apúrate, debo bañarme y prepararme! Le dije emocionado.

-Claro pequeño, en un momento saldré, ya sabes, yo no tardo hora y media en bañarme como OTROS. Dijo riendo.

Sonreí al oírlo y esperé tranquilo en la puerta. A los pocos minutos, el baño ya estaba desocupado. Me metí rápido, hacía bastante frío y necesitaba sentir el agua caliente sobre mi cuerpo. Luego de darme una renovadora ducha, me sequé, me vestí y tomé el secador de pelo.

A la media hora, toda mi perfección estaba a la vista, me había maquillado los ojos al mejor estilo natural, con un fino delineado negro que resaltaba mis ojos, mi pelo liso hacia el costado. Hacía unas semanas que me había teñido de rubio y sinceramente me encantaba cómo se me veía.


Me eché algo de perfume, sonreí mirándome al espejo, estaba seguro que hoy sería un gran día.
Bajé las escaleras y saludé a mis padres como siempre dándoles un beso en la mejilla a cada uno. Omma ya me había preparado mi cappuccino y mi padre estaba retirándose de casa, con algo de pesar comencé a comer mis tostadas, Onew estaba sentado en la mesa mirándome con su típica cara reprobatoria.


-Key, tardaste mucho, como siempre… Apúrate! En cualquier momento llegará Jonghyun y debemos irnos de camino a la universidad. No querrás llegar tarde tu primer día, no es cierto?


Bufé mientras tragaba.

-Hyung, no seas molesto. Son las 9:30, primero que nada, no me interesa si tu tonto amigo está por llegar… Es más, si quieren pueden irse por su cuenta, asi no tengo que soportarlo… Segundo, Tae vendrá a las 10:30, no quiero ir sin el, voy a esperarlo. Tercero y último… el horario de entrada es a las 11! Para qué quieres llegar tan temprano?

Onew me miró entre sonrisas y suspiros.

-No pienso irme sin ti, por qué haría eso si estudiamos en el mismo lugar? Aparte, aunque lo niegues, amas pasar tiempo con Jonghyun, lo veo en tus ojos.

 

Me dijo divertido a lo que abrí mi boca en señal de clara negación y sorpresa por sus palabras.

-Por último, está bien… Esperaremos a Taemin, pero ya sabes lo que siempre digo…


-“Nunca está de más ser puntual o llegar temprano a algún lado” Lo sé, lo sé.. No es necesario que lo repitas… Pero, qué dijiste del perro ese? Amo pasar tiempo con él? JAMAS!

 

Dije enojado mientras me metía más bocados a la boca con fastidio.


Onew comenzó a reír.

-Otra señal de que se llevan estupendo! Dijo negando con la cabeza. Igualmente Key, podrías apurarte un poquito…

Lo miré mientras masticaba y alcé mis hombros indicándole que eso no sucedería.

Onew me pincho el brazo simulando enojo y tomó su celular, al parecer ya se estaba mensajeando con el perro tonto.

Mientras tomaba sorbos de mi cappuccino, tomé el mío y comencé a chequear mi facebook, como no había nada interesante, lo cerré y le envié un mensaje a Minnie.

“Buen día Tae, ya despertaste? Yo estoy desayunando… Con algo de mal humor… el perro en cualquier momento llegará a casa”



A los cinco minutos, había llegado su respuesta.

“Hola Key! Jaja… enserio? Seguro estás muy feliz ;)”




“Yah! No digas bobadas, ya te pareces a Onew haciendo esos chistes…”




“Quién dijo que era un chiste? :O. JAJA lo siento, es que eres adorable cuando te enojas al hablar de Jonghyun.”



“JA –JA muy gracioso eh! Recuerda que tienes que llegar a las 10:30. Si puede ser, ven antes, ya sabes cómo es Onew con la puntualidad.”



“Lo sé, creo que podré llegar a las 10:15, te veo al rato!”



Apoyé mi celular sobre la mesa y seguí tomando el desayuno, siempre me tardaba cuando comía, según todos comía más lento que un pajarito. En ese momento, escuché una risa un tanto macabra, se me había erizado la piel. Por favor dios, que no sea él, rogué implorando a todos los cielos que se cumpliera mi deseo. Al no ver a nadie entrando a la cocina, me calmé y dibujé una sonrisa en mi rostro, tal vez había sido una mala jugada de mi inconsciente.

No habrían pasado más de unos dos o tres minutos, cuando sentí ese olor que reconocería hasta la otra punta del mundo, ese perfume que siempre usaba él, el molesto. Diablos, acaso estaría aquí de verdad? No tuve ninguna duda cuando sentí unos dedos largos y suaves, tapándome los ojos.

-Quién soy? Dijo algo juguetón como siempre. Fruncí el ceño.

-El único perro sin inteligencia sobre la faz de la tierra. Dije burlándome y quitando sus manos de mi rostro.

-Cómo quisieras que ese perro sin inteligencia, tan guapo, tan audaz, tan sensual, tan ESPECIAL… Estuviese tocándote en este momento con esas manos tan suaves como las que tuviste el placer de sentir hace un momento cuando abrigaban tus ojos, ricitos de oro.

Me dijo con su eterno tono de egocentrismo y un claro descaro. Claro, porque siempre que nos encontrábamos a solas, me hacía esos chistes de mal gusto, insinuándose entre risas. Era más que obvio que era todo una cargada, pero aún así, era un gran pervertido.

-Puaj, ya quisieras que una hermosura como yo te viera de esa forma. Le dije sonriendo de lado.

-Ya quisieras tú, que vuelva a posar estas tiernas y suaves manos sobre tu rostro, pero para tu desgracia, no tengo más ganas de ensuciarme tocando niñitas histéricas. A decir verdad… debo admitir que eres la primer mujer que se niega a mis encantos, y vaya encantos! Quién no querría llevar este porte?, por favor ricitos… Tu envidia es evidente!

Comenzó a apuntarse con sus dedos, enviándome lo que parecía un intento de beso y como broche de oro, no evitó la peor parte, me despeinó mi hermoso peinado. Ya está, lo mataría. Estaba casi asqueado, entre la risa y la histeria misma que había nombrado hacía un momento.

-Qué irónico es que fantasees tanto conmigo, que me veas como una mujer, igualmente no te culpo, sé la hermosura que lleva este perfecto cuerpito. Gracias! Le dije cínicamente empujando con mi dedo levemente su frente.

Tomó mi mano.

Me advirtió que no lo tocara, alegando que jamás me pondría un dedo encima. Luego de eso siguió diciendo estupideces de ese calibre, a lo que ignoré. Lo único que no había ignorado, era su empujón en mi frente, y sí, era mayor que yo pero siempre copiaba mis acciones, realmente era un niño. Atinó a retirarse de la cocina, mi madre ingresaba y miraban divertido cómo volvía a revolverme el cabello. Inflé mis cachetes ante su actitud y bufé fuerte si tuviera la oportunidad, ya lo hubiera molido a palos.

-Hijo.. qué bueno que te lleves tan bien con Jonghyun, eso hace muy feliz a Jinki. Dijo mi madre contenta.

La miré con la cara más que sorprendida, acaso todos estaban ciegos? No veían que nos odiábamos con locura?

-Omma, estás loca? No lo puedo ni ver. Lo mataría. Dije agitando mi puño frunciendo cada vez más mi ceño.

-Bueno, por lo que veo tienen la típica relación amor-odio. No te hagas el tonto Kibum… Bien que cuando Jong no aparece por mucho tiempo, comienzas a preguntar por él! Dijo divertida.

-JA! Me niego a creer esa blasfemia omma… Yo jamás preguntaría por él, no me interesa en lo absoluto.
Omma me miró negando con la cabeza.

-Claro, claro, como digas hijo. Palmeó mi espalda.

Terminé de desayunar, gracias al perro bobo la comida me había caído pesadísima. Miré la hora y ya eran las 10:16. Taemin estaría por llegar, genial, sería mi salvación a todo esto.

Notas finales:

Aaaaah esperamos que les haya gustado mucho, si quieren dejar su opinión o su crítica sería genial también. Annyeong♥

 

B2utiee.


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