~Love Is Blindness~
Al escucharlo sollozar de aquella manera a través del teléfono, se me vino el alma a los pies. Zelo era una de las personas en las que mas confiaba...al fin y al cabo anteriormente habíamos sido más que amigos, pero decidimos dejarlo por el bien de ambos. Ninguno de los dos queríamos tener una relación estrictamente prohibida solo porque nuestros padres no aceptaran nuestra orientación sexual y utilizaran algo más que insultos para hacernoslo ver.
Por ejemplo:
Un día estábamos solos en mi casa, viendo la típica película que echan los domingos al mediodía por la caja tonta, Zelo bostezó a la vez que se acurrucaba en mi pecho cerrando los ojos para luego decir en voz baja:
-FLASHBACK-
-Oppa, me aburro...no hay nada bueno en la televisión...-dijo mientras abría los ojos lentamente para mirarme con aquella mirada de cachorrito abandonado en una cuneta.-
-¿Y que quieres hacer? -respondí sonriente mientras acariciaba su ondulado cabello con ternura- Te diría de salir a la calle e ir a por un helado o algo, pero como ves está lloviendo. -puse cara de circunstancias.-
-Y si...¿Vamos a tu habitación? -dijo incorporándose un poco para lograr sentarse en el sofá.-
-¿Q...Que? -aquella propuesta me había tomado desapercibido totalmente. ¿Acaso el menor me estaba dando una indirecta?.-
-Pues eso. Vamos a tu habitación, anda Uppie...-siseó colgándose de mi cuello- ¿Me sugieres algo mejor que hacer? -sonrió ladino al momento de susurra aquellas palabras en mi oído, rozando sus labios contra la curva de mi oreja, acto que hizo que el vello se me pusiera de punta y la piel de gallina, sabía perfectamente mis puntos débiles.-
-Zelo. ¿Es...estás seguro de lo que quieres? -pregunté algo atónito aún ante la mórbida idea del menor.-
-Totalmente seguro -dijo al momento de bajar su mirada hasta mis labios, y morderlos sutilmente para provocarme.-
En ese mismo instante sentí que no era dueño de mi cuerpo, eran demasiadas las sensaciones que éste chico me hacia experimentar con cada caricia, cada beso, cada susurro...
Rápidamente reaccioné, y me lo quedé mirando a los ojos perdiéndome en la oscuridad de estos, pero instantáneamente mi vista bajó hasta sus rosados y cálidos labios, y acto seguido me acerqué hasta lograr unir nuestros labios. Mis manos, ya habían tomado vida propia y con exigencia se colaban por debajo de la sudadera del menor, robándole algún que otro pequeño suspiro. El beso al comienzo era dulce y suave, saboreando cada detalle, pero a medida que nos acalorábamos se fue convirtiendo en uno mas demandante y pasional.
-Vamos arriba, estaremos mucho mas cómodos...-gruñí contra sus labios al momento de tomar una calada de aire, ya que mis pulmones ahora demandaban oxígeno.-
Lo tomé por la cintura haciendo que rodeara con sus piernas mis caderas, y me levanté del sofá cargándolo hasta mi habitación, dónde lo recosté en la cama sin interrumpir nuestro besuqueo. Ahora, mis manos se encargaban de deshacerse de la sudadera de Zelo, ya que por alguna extraña razón se había hecho muy molesta. Mientras que el pequeño también hacia lo mismo con mi ropa, yo me deleitaba besando aquella suave y nívea piel de su cuello, bajando por la clavícula hasta llegar a la parte superior de su pecho besándola con delicadeza y cariño, sonsacando innumerables suspiros de la boca de mi amante. Aquello, lo único que provocaba en mi era que perdiera la cordura y que de mi cuerpo se adueñara la demencia. Mis manos ahora exploraban cada linea y curva de su abdomen con la yema de mis dedos, captando cada detalle de éste por mínimo que fuera, y lo mejor de todo eran las reacciones del chico al que amaba, se mordía el labio inferior para reprimir sus suspiros por vergüenza, ya que aquel notorio sonrojo que teñía sus mejillas lo delataba. Y como lo que yo quería era escucharlo, dejé su torso de lado y subí mi rostro hasta la altura del suyo para besar levemente sus labios, para luego morder su labio inferior haciendo que emitiera un pequeño quejido y abriera los ojos exaltado con un sonrojo aun más exagerado.
-No quiero que te reprimas, dejame escucharte...-susurré contra sus labios, para acto seguido apoderarme de ellos con necesidad y deseo, pidiendo permiso para poder explorar su boca a mayor profundidad con mi lengua como si de una cueva se tratara.-
Sus suspiros eran música para mis oídos, adoraba aquel sonido que lograba hasta hacerme estremecer de los pies a la cabeza. Lentamente, fui dirigiendo mis manos hasta el cinturón de su pantalón, notando que alguien ya había despertado y estaba algo incómodo, y deseaba ansioso salir de su escondite, ante eso sonreí con malicia y me deshice del cinturón para luego desabotonar y bajar el cierre de aquella prenda. Y como supuse, Zelo se mordió el labio inferior mirándome con un soberano sonrojo en todo su rostro, con una mirada apenada y avergonzada. Ante su reacción me limité a mirarlo a los ojos para calmarlo mientras me deshice de sus pantalones dejándolo solamente en boxers. Sabía que era su primera vez, y el hecho de que quisiera perder la virginidad y su pureza conmigo, me halagaba. Me sentía un privilegiado por tenerlo en esas condiciones y que ese momento tan especial decidiera compartirlo conmigo.
-Uppie~ -susurró apenado llevando sus manos a mi rostro, ya que antes éstas se limitaban a estrangular las sabanas para reprimir sus suspiros.-
-¿Sí? -respondí mirándolo a los ojos con ternura, haciéndome una idea de porqué me había llamado en ese momento. Seguramente no se veía preparado para aquel paso en la relación, que quería esperar más ya que tenía miedo de lo que ocurriría en ese mismo instante en la habitación, por lo que intenté separarme para aliviar su incomodidad pero por su parte, me tomó del cuello para acercarme de nuevo a él-
-Te amo. -dijo con una suave sonrisa curvando sus labios, para luego besarme con dulzura y lentitud, a la vez que sus manos jugueteaban con el cabello de mi nuca.-
Entonces me di cuenta de que estaba equivocado, que de verdad Zelo quería dar ese paso, y llevar nuestra relación a un nivel mayor, un escalón más. ¿Acaso podría ser ese día mejor?
Decidí que fuera él el que tomara las riendas de mis actos para así no forzarlo a algo que no quisiera ni obligarle a algo a lo que no estuviera preparado.
Pasaron los minutos y ahora era él quien estaba sobre mi. Tal y como yo había hecho, comenzó a desnudarme dejándome también solamente en boxers, fue en ese mismo instante que nos miremos a los ojos sabiendo que era lo que seguía. Avergonzado, fue bajando el elástico de mis boxers algo indeciso y nervioso ya que el pulso le temblaba un poco. Al darme cuenta de eso, cambié de turnas y lo dejé debajo de mi y besé de forma tierna su frente y luego mirarlo a los ojos fijamente.
-Tranquilo, comenzaré yo...¿Sí? -le sonreí con ternura y comencé a bajar el elástico de sus boxers con lentitud dejando ver la erección de mi adorable Zelo, hasta que un fuerte golpe en seco, me aturdió y volví a colocar en su sitio aquella prenda.-
Era mi padre...
-¡¡MOON JONG UP!! ¿COMO TE ATREVES A DESHONRAR A LA FAMILIA DE ESTA MANERA? -bramó con furia al momento de tomarme del brazo fuertemente y apartarme de mi novio tirándome al suelo.-
-¡Jong Up!-exclamó Zelo levantándose rápidamente de la cama e ir corriendo a socorrerme, pero mi padre se limitó a apartarlo de mi de un empujón tirándolo a él también al suelo.-
-Estate quieto si no quieres recibir tú también...-miró a Zelo con rencor, para luego mirarme a mi y levantarme del suelo tomándome del mentón- ¿¡Acaso no son suficientes las palizas que ya te he dado para hacerte ver que esto no es correcto!? ¡ESTO NO ES NATURAL! -gritó preso de la histeria mientras me propinaba un fuerte puñetazo en la mandíbula, para repetir una y otra...y otra vez la misma acción, partiéndome el labio, rompiéndome la nariz y provocándome unos cuantos moratones en el rostro para luego, cuando ya estaba en el suelo casi moribundo, empezar a patear mi estomago...hasta que, surgió el milagro de que Zelo lo apartara de mi de un empujón y me abrazara entre sollozos.-
-¡PARE! ¡¿NO VE QUE LO VA A MATAR?! -exclamó Zelo con lagrimas ya rodando por sus mejillas mientras se aferraba aún mas a mi y miraba a mi padre con odio.-
-Tsk, como si eso me importara...-sonrió de medio lado- desde el principio siempre supe que fuiste un error Jong Up...un jodido y puto error. -escupió aquellas palabras con desprecio y odio, para luego salir de la habitación y luego finalmente salir de casa-
En toda la tarde no pude sacarme aquellas palabras que pronunció mi padre...” Siempre supe que fuiste un error Jong Up...un jodido y puto error”. Un jodido y puto error...¿De verdad lo era? Finalmente, de tanto repetirme una y otra vez aquella frase en mi cabeza, terminé por creermelo...así que...
Soy Moon Jong Up, un jodido y puto error...mas conocido como, aborto.
-FIN DEL FLASHBACK-
-Zelo...¿Por qué no te das cuenta de que esa persona te hace daño?...Es peor que mi padre y tu padre juntos, y lo sabes -dije preocupado mientras aguantaba con una mano el teléfono y con la otra me vestía decidido a ir a la casa del pequeño.-
-Lo se...pero, le amo Jong Up...Le amo~ -dijo Zelo entre sollozos y con la voz quebradiza-
Y fue en ese momento, justo en cuanto él pronunció esas dos ultimas palabras, sentí una fuerte punzada en el pecho.