Capítulo 1: Colegio para varones. (1)
Estaba amaneciendo del otro lado de mundo para ser exactos en Corea del Sur, donde sus habitantes empezaban a despertarse para iniciar un día de arduas labores y no era la excepción para un grupo de jóvenes que muy pronto entrarían en contacto unos con otros.
6:00 am Casa de la Familia Kwon.
Había sonado la alarma indicándome que tenía que levantarme el fin de semana paso volando ni si quiera supe como llego el lunes, el tan esperado lunes para mi omma quien al otro lado de la puerta hablaba.
-Ji, hijo levántate o llegaras tarde a la escuela.- me decía a lo que yo solo me enredaba con las sabanas.
-Ji, hijo ya es tarde no quiero que en tu primer dia de clases des una mala impresión.- me decía tocando con fuerza la puerta.
-Ya vale ya voy omma.- si mucho gusto me lévate de la cama y me dirigí a la ducha.
Abrí la llave y el agua caliente comenzó a caer encima de mí, realmente el agua caliente me relajaba esto era como estar en el paraíso, me decía a mí mismo.
Pasaron veinte minutos y salí de la ducha, mi madre había entrado con el uniforme que debía de llevar.
-¿Tengo que llevar uniforme?- le decía desganado pues en Paris a la escuela a la que asistía llevábamos ropa común.
-Si Ji, aquí no es como en Paris aquí hay reglas que tienes que cumplir.- me decía sacando de una bolsa de ropa el uniforme, no estaba mal era un pantalón de vestir color café claro, una camisa de manga larga, un saco color azul marino y una corbata roja con café. A decir verdad no estaba mal se veía que la tela era finísima y había buen gusto en la combinación de colores.
-Bueno, el uniforme esta pasable, creo que no esperaba menos de un Colegio tan prestigioso.- le decía a mi omma.
-Me alegra que te guste hijo, de hecho este es un diseño exclusivo para el Colegio, un diseñador importante los ha creado.
-Pero valla, hasta en ese Colegio tiene propio diseñador, valla sorpresa. Tal vez estoy juzgando mal el Colegio.- le decía poniendo una sonrisa.
-Eso es más que estupendo hijo, veras que ese Colegio cubrirá tus expectativas.- me decía dándome una palmadita en la espalda. Y así saliendo de mi habitación.
Rápidamente me cambie y acomode mis cosas en un bolso Prada® de última colección, esperaba que fuera el único en llevar aquel maravilloso artículo. Salí de mi cuarto acomodándome la corbata y bajando las escaleras, así llegue hasta el jardín donde se encontraba mi omma bebiendo jugo de manzana y fruta como desayuno.
-Listo que tal me veo.- le decía modelando a mi omma.
-Por Dios Ji, te ves espectacular. Lo bueno es que eres mi hijo así no tendré que competir con otras agencias para contratarte de modelo.- me decía.
Me senté y comencé a desayunar, tome fruta, cereal y jugo de manzana, no comí mucho porque dice mi omma que en el instituto hay un restaurante para ir a comprar lo que se te ocurra y que hay chef muy famosos trabajando ahí.
No veía la hora de estar en ese colegio, tantos buenos comentarios habían despertado en mi mucha curiosidad deseando ya verlo para juzgarlo por mí mismo.
Termine de desayunar, fui a lavarme los dientes y regrese al jardín para despedirme de mi omma.
-Mucha suerte Ji, sé que te encantara el colegio.- me decía mientras besaba mi frente.
-Gracias, nos vemos más tarde.- le decía mientras me encaminaba a la entrada de mi casa ya que ahí me estaba esperando el chofer con nada menos que un Rolls Roys.™
Subí al auto y nos dirigimos al famoso Colegio para Varones de Seúl, pasaron solo 30 minutos cuando me di cuenta que habíamos llegado era muy grande sin duda alguna había superado mis expectativas, observe como todos eran llevados en autos de lujo, sin duda eso alimento mi ego pues yo iba en uno de ellos y para ser preciso este vehículo solo había 20 unidades en el mundo. Cuando salí todos se me quedaron mirando sorprendido, cheque el croquis que me habían dado con todo y el uniforme y me dirigí a mi salón.
6:00 am Casa de la Familia Choi.
Escuche como azotaban la puerta de mi cuarto, mi cabeza estaba que reventaba pues ayer me había ido de farra llegando a las 4:00 am por lo que ni de loco quería levantarme.
-¡¡SEUNG ABRE LA MALDITA PUERTA O LA TIRARE!!- me decía rápidamente reconocí la voz de mi appa por lo que me tape la cara con la almohada.
-¡¡LARGATE DEJAME DORMIR!!- le decía y me acurrucaba más en la cama.
-¡¡CON UN DEMONIO SEUNG, TIENES QUE IR A CLASES!!- me decía abriendo la puerta.
-¡¡JODER!!- decía pues me había quitado las sabanas de golpe y me aventó una bolsa con quien sabe que mierda a dentro.
-¡¡SEUNG YA LEVANTATE, RECUERDA LA ADVERTENCIA QUE TE HICE!!- me decía recobrando la cordura y levantándome sin nada de gusto, pues hubiera preferido quedarme ahí hasta las 4:00 pm y después irme de farra otra vez, pero no tenía que cumplir con el caprichito de mi appa porque si no me quitaría la herencia. Perdón soy débil ante eso.
-Vale, vale ya me levante no te enojes.- le decía mientras buscaba una toalla y me dirigía al baño.
-Bien Seung me agrada que cumplas con tu palabra.- me decía mi appa.
-Sí, ¿Puedo pedirte un favor?- le decía antes de entrar al baño.
-Dime ¿Qué quieres?- me decía.
-Puedes decirle a la nana que me busque una aspirina, me está jodiendo la cabeza.- le decía.
-Claro y como no ayer llegaste cayéndote de borracho a las 4:00 am era lógico que tuvieras una resaca d ellos mil demonios.- decía mi padre.
Sin dejar que me estuviera sermoneando entre a la ducha y me di un regaderazo de agua fría para que así despertara y se me quitara esta mugre resaca. Salí en menos de 15 minutos pues lo único para lo que quería ducharme era para que se me quitara el olor a alcohol que salía de mis poros.
Me dirigí a la cama viendo que era aquella bolsa que me había dejado mi padre, la cual abrí para llevarme una no muy agradable sorpresa.
-¡¡¿UNIFORME?!! – decía mientras lo sacaba de aquella bolsa negra, el cual venia sujetado de un gancho de madera.
Lo que me faltaba, yo siempre llevaba ropa de vestir pero un uniforme era demasiado, la herencia tiene que ser realmente buena para que pase por esto, decía mentalmente. Comencé a sacar prenda por prenda y le eche un vistazo, realmente no se veía tal mal dije para mis adentros comencé a cambiarme, me di cuenta que no me veía tan mal con aquella atrocidad, digo soy Choi SeungHyun así me ponga una cosa estúpida me vería bien, dije alabándome a mí mismo, fui a mi armario y saque un abrigo y una bufanda pues hacia frio.
-¿Estás listo?- decía mi appa quien me estaba viendo desde la puerta de mi cuarto.
-¿Desde a qué hora estas ahí parado?- le decía cuestionándolo.
-A penas solo quería entregarte esto.- me decía dándome una caja.
La tome y la abrí rápidamente, a lo cual ahora si me llevaba una grata sorpresa.
-Wow un bolso LV™, este ni si quiera ha salido se dice que es bastante caro ¿Cómo lo conseguiste?- le decía sin poder evitar poner mi cara de asombro
-Ya vez tengo mis contactos.- me decía sonriendo.
-Umm pues gracias.- le decía mientras lo llenaba con mis útiles al igual que mi Ipad y mi Iphone que acomodaba ahí.
-Bueno apúrate o llegaras tarde la limosina te está esperando.-
-Pensé que no cumplirías con el trato.- le decía enarcando una ceja.
-Claro que la cumplo.- me decía saliendo de mi habitación.
Desayune rápidamente pues quería ver la clase de limosina que mi appa me había comprado para ir a la escuela, rápidamente acabe y fui a despedirme de mi appa que se encontraba en su estudio.
-Ya me voy.- le decia.
-Bien espero que pongas en alto el nombre Choi.- me decía
-Claro, con los regalitos que me has dado eso será fácil.- le decía riéndome
-Ten.- me decía extendiendo algo
-No puede ser una tarjeta black.-
-Si pero no desperdicies el dinero.- me decía sentenciándome.
-Está bien.- le decía saliendo del estudio y yendo al jardín donde se encontraba esa preciosura de limosina, era una Chevrolet Corvette® color blanco sin duda mi caprichito estaba cumplido, el chofer iba bien arreglado hasta con guantes. Me subí rápido y emprendimos el viaje.
Llegamos baste rápido y vi que era un colegio con categoría sin duda alguna digno de mi status. Vi como los alumnos se quedaban admirando mi limosina y se secreteaban seguro pensando que un artista había llegado ahí. El chofer se estaciono y salió para abrirme la puerta tomando mi bolso y así saliendo por fin ante la atenta mirada de los escolares.
Tome el bolso y me dirigí seguido de las miradas atónitas de los alumnos, había logrado lo primero que quería en esta escuela que supieran que no era cualquier alumno.