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Un perfecto desconocido por waka-yukari

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Notas del fanfic:

Una vida normal en "Midgard" reencarnados en simples mortales después del Ragnarök

Notas del capitulo:

Sólo es un oneshot , basado en un fanart

 
Dejo los empaques encima del congelador del área de cocina, los chefs y los ayudantes iban de un lado a otro; ese lugar era un caos total. Un gran hombre alto y robusto se acerco a él, nervioso mientras se sonaba la nariz, ya que el clima era frío, húmedo y lluvioso.
 
- Toma, Chris Hemsworth, mejor vete antes de que yo mismo te quiera sacar a patadas- el joven alto, fornido y de ojos azules gesto una mueca de rabia y golpeo la pared con todas sus fuerzas, refunfuñando mirando con enojo abandono esa cocina por el pasillo de salida, a lo lejos vislumbro la salida, una puerta blanca. Todos sabían de su carácter explosivo y duro, y a nadie le sorprendió el modo de su reacción.
Cuando abrió la puerta el cielo estaba nublado, una gran nube negra amenazaba con una gran tormenta, se veían a lo lejos  relámpagos, hasta parecía una coincidencia el que estuviera tan enojado y los relámpagos se asomaran desde ese momento. Había sido su ultima paga en ese restaurant de comida rápida, una clienta se había quejado por que el no accedió a su petición extra. Por lo general siempre le pasaba lo mismo, era algo odioso y tedioso. Lo único que deseaba en ese momento era el perderse unas horas antes de llegar a su departamento vacío y sin nadie quien esperara por él.
 
Camino unas horas por el centro de la ciudad, todo parecía estar en tonos grises para él, si era un día oscuro, al seguir avanzando sintió la llovizna sobre su cara, se detuvo debajo del techo de un local de café para ponerse el gorro de su chamarra y seguir caminando, a lo lejos vio la parada del auto bus que tenía que tomar para llegar a casa. Miraba a toda esa gente sin mirada alguna, preocupada por llegar a sus siguientes citas,  hundidas en sus pensamientos, abriendo por inercia sus paraguas, caminando con rumbo pero sin propósito alguno. Bajo la mirada por un segundo y cuando la volvió a levantar vio a un joven alto, delgado, cabello negro como la noche y dos ojos de color esmeralda, un porte elegante, esa mirada hechizante, fría; vestía un traje todo negro, encima una gabardina negra hasta sus rodillas adornada con una singular bufanda gris, con verde y toques dorados cubriéndose con un gran paraguas de color negro, sentía la necesidad de detenerse y acercársele, para contemplar esos ojos.
 
Cuando llego el momento de pasar por su lado, el corazón le latía a mil por hora, lo conocía, o lo había visto ya en otro lado, tal vez era comensal del restaurant del que apenas había sido echado unas horas atrás; hasta que estuvieron a la misma altura lo vio de arriba abajo, sintió el impulso de querer tomarlo de la mano e irse con él a donde fuera, el abrazarlo y decirle que era todo para él… ¿pero por qué? Si era un perfecto desconocido. Pasaron de largo pero a cierta distancia ambos  giraron para verse el uno al otro. El  ojiazul se escondió para poder así saber a dónde se dirigía el joven de ojos verdes, se detuvo en un restaurant- bar, suponía que para mitigar el frío que había provocado la torrencial lluvia que se había desatado  unos minutos después de que ambos se encontraron, de nuevo estaban retumbando en sus odios los truenos al son que sus emociones revoloteaban en su ser.
 
No lo dudo ni un segundo mas, se decidió a entrar al mismo lugar, tomo el valor necesario, entro al lugar, se detuvo en la recepción y desesperado busco a ese joven, hasta que lo vi en la barra del bar, un apartado del restaurant casi vacío, perfecto para empezar una conversación. Llego hasta él y tomo asiento al lado del azabache, que tenía una piel blanca como la nieve y unos labios rosados.
 
- ¿qué le sirvo señor? – el ojiazul se quedo pensativo mientras veía que era lo que consumía el ojiverde, podría ser alcohol pero el aroma de la cafeína inundo sus fosas nasales.
 
- Un café, gracias- el bar-tender se retiro para traer la orden, al mismo tiempo que Chris veía por el rabillo de su ojo que era lo que el otro joven hacia, leía el periódico y hacia unas anotaciones en una pequeña libreta de piel café, eran las 6 de la tarde, pero parecía de noche por la tormenta que azotaba la ciudad. No tenía la mas mínima idea de cómo empezaría una plática, sin que se viera raro o acosador, y sin querer el destino habló.
 
-  ¿disculpa, me puedes pasar una servilleta? – pregunto el azabache que aún escribía en su bloc
 
- ¡ahh, sí, claro! – Chris extendió su mano para tomar unas cuantas del servilletero
 
-Toma- el ojiverde las tomo sin siquiera voltear a ver al otro comensal
 
-Gracias – esa era su oportunidad para poder decir algo
 
-¿trabajando? – la pluma de tinta negra dejo de trazar las líneas que llenaban el espacio amarillo de las hojas, una leve sonrisa se dibujo en el rostro del empresario, quien veía fijamente la libreta.
 
-Así es, mi trabajo nunca me da tiempo de respirar- dijo mientras levantaba la cabeza y veía al ojiazul
 
Nunca has podido ver la obviedad de la situación, idiota- murmuro en voz baja y casi para sus adentros el moreno
 
-  ¿perdón? – Chris sintió como si esas palabras fueran para él
 
-  Nada, cosas del trabajo, ¿y tú grandote? –
 
- Pues yo, acabo de ser despedido de mi trabajo, así que mi trabajo me da vacaciones – sonrió el rubio
 
-  Afortunado los mortales de hoy en día, los Dioses nunca descansamos – el rubio no veía adecuada esa expresión, se le hacía prepotente el decirlo
 
- Mi nombre es Tom Hiddleston, mucho gusto….? – le tendió la mano para saludar
 
- Chris Hemsworth , mucho gusto , Tom , tienes un acento de otra parte, ¿eres de aquí de Manhattan? – el moreno puso sus codos sobre la barra del bar para así poder poner su rostro sobre su mano derecha
 
- No, soy de Inglaterra, pero estoy aquí unos meses por negocios , tú tampoco tienes un acento de aquí Hemsworth
 
- No, tengo unos 6 años viviendo aquí, soy de Australia – el mesero llego con el café del ojiazul
 
- Aquí tiene- tomo la taza y le sorbió un poco
 
- Gracias – el azabache comenzó a guardar todo en su abrigo y se puso de pie
 
-Lo siento Chris, tengo que marcharme, alguien me espera – el corazón de Chris se detuvo al escuchar eso, haciendo que se pusiera de pie también
 
-¿alguien? – dijo con voz molesta y temblorosa
 
-Si, grandote, es un cliente, toma mi tarjeta de presentación – Chris por un impulso lo tomo de la muñeca y lo acerco a el
 
-Dime ¿por que siento la necesidad tan grande de no dejarte ir con ese cliente y te quedes a mi lado? Y que te conozco desde hace siglos-  Tom mostro una sonrisa burlona
 
-No sé o a lo mejor….- se soltó de él y se acercó al oído del rubio-   -Es que estés celoso, Thor….- Los ojos de Chris se abrieron como dos platos, las puntas de los dedos de las manos se le tornaron fríos
 
- ¿Thor? ¿a que…?- el moreno tomo de la cabeza a Chris dándole un gran beso , haciendo que el ojiazul lo tomara de la cintura, y le respondiera con gran hambre también
 
- Me tengo que ir grandote, te espero, ahí tienes mi dirección- Tom camino hasta la entrada, abrió su paraguas y un carro negro con vidrios ahumados lo esperaba en la calle
 
- Loki...
Notas finales:

Jajajajaj presiento que alguien me pedirá continuación...


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