Siempre había sentido esa sensación de que no estaba solo como si otra persona evitara en mi y a veces esa persona se adueñaba incluso de mis propios sentimientos, como si alguien estuviera siempre cerca de mi, pensé que era por que era hijo único y yo mismo no quería sentirme tan solo como había crecido, mis padres y yo vivíamos en L.A. desde que tenia razón, ellos se habían mudado de corea a USA para tener un futuro mejor que ofrecerme a mi, mi padre era gerente en una fabrica y mi mama era ama de casa para mi el ingles fluía como mi lengua materna no siendo así el coreano que se me dificultaba de sobremanera, aunque siempre quise ir aunque sea de vacaciones a Seul, pero mis padres siempre me convencían de lo contrario pues siempre me habían dicho que no quedaba ningún familiar vivo en corea y que no tenia sentido volver aun lugar del que habían salido, ahora yo tenia 17 años y estaba por cumplir 18 asistía a una escuela normal aunque me gustaba mucho bailar jamás había pensado en ser artista, raro en una persona que vive en L.A. Esa mañana como siempre me desperté me lave y baje a desayunar, cuando entre a la cocina encontré a mis padres con un semblante sombrío y juraría que se quedaron cayados cuando yo entre a la cocina como si me ocultasen algo.
-pasa algo malo??-les pregunte
-no nada Youngmin, quieres tostadas francesas-dijo mi madre
-no, tengo que irme ya-dije tomando un trago de mi jugo y echando un pan tostado en la boca
-sabes a que hora saldrás hoy-pregunto preocupado mi padre
-como siempre a las 4, me voy o me pondrán un retardo-
-cuídate cariño-me dio un beso mi mama
-claro claro-le dije saliendo por la puerta
ciertamente estaban actuando de manera extraña mi padre jamás le preocupa la hora en la que salgo y mi madre tenia los ojos aguados como si quisiera llorar, seria que algo malo estaría por pasar, un nudo se formo en mi garganta y de nueva cuenta esa sensación extraña, como si mi cuerpo no me perteneciera y una gran tristeza me invadía, llegue a la escuela mientras escuchaba las clases de historia comencé a llorar de la nada como si algo dentro de mi no estuviera bien, mi respiración se hizo entrecortada, tenia el corazón echo pedazos sin razón aparente, seria por el cual mis padres estaban extrañas en la mañana un mal presentimiento me vino a la cabeza, algo me decía que mi madre no estaba bien, salí de la escuela sin importarme razón alguna y corrí a mi casa, mi corazón latia a mil por hora, cuando llegue a la casa no había nadie la puerta estaba con llave entre asustado no había señales de ella me fui a su cama y me eche en forma de ovillo tenia miedo de que algo malo le hubiese pasado unos grandes surcos de lagrimas se formaron en mis mejillas y seguía llorando mientras acariciaba la almohada de mi madre esa sensación extraña corría por mi cuerpo y no me dejaba calmarme, me acerque al buro donde estaban las fotos de mis padres para tomar la foto y no sentirme tan devastado como estaba, pero una hoja blanca que sobre salía del cajón llamo mi atención, abrí el mueblecillo de madera era un sobre de remitente tenia corea con mi pésimo coreano leí;
-Jo Seongmin-
Ese nombre jamás lo había escuchado en mi vida pero recordaba que el apellido de soltera de mi madre era "Jo", y su nombre antes de casarse con mi padre era Jo Hyemin tal vez seria de algún pariente en corea, el sobre parecía estar abierto solo echaría un ojo a la carta para saber quien era, comencé a leer.
Jo Hyemin:
Soy Jo Seongmin, se que jamás pensaste volver a saber de mi
Después de eso tan terrible que me hiciste a mi, tu hermana menor
Pero todos estos años, no he dejado de buscarte y hoy por fin se de ti.
Te he buscado por todo el mundo lo que hiciste no tiene perdón alguno,
Si, te he aborrecido durante muchos años demasiados ya,
Por que yo jamás pensé que tu me fueras hacer algo como eso,
Pero todo este tiempo he sufrido tanto que mi corazón esta totalmente desgatado,
Siempre quise enfrentarte para que me dijeras por que hiciste eso
Pero por desgracia las cosas no parecen mejorar
Ahora que por fin he dado con tu paradero tristemente no puedo enfrentarte
Pues estoy muriendo, tengo Cáncer en Tercer grado
Y ni las quimioterapias ni nada parecen funcionar en mí
Eso debe alegrarte no?, mi muerte por fin!!
Ya que con esto enterrarías aquel pasado y aquello tan terrible que me hiciste,
Así que tranquila, deja de esconderte, ahora por fin descansaras;
Por que ahora que estoy condenada a muerte no pienso quitártelo
Yo solo quiero saber si "EL" esta bien?, si es feliz??, si ha crecido como un buen hombre??.
Aunque no se que mentiras le habrán dicho tu y tu marido ni como lo hayan criado,
Se que el debe ser un gran hombre como lo es al que he visto crecer con mis propios ojos,
Pero hermana si aun te queda algo de remordimiento de lo que me hiciste antes
Te ruego, no, te suplico que por aquel amor si un día me lo tuviste
Por favor déjame verlo nuevamente te lo pide una mujer moribunda,
Ya no puedo solucionar nada de lo que paso antes,
Inclusive ahora pienso que esta bien a su lado no pienses que quiero quitártelo
Seria inútil, pues estoy a punto de morir.
Pero por favor HERMANA quiero verlo antes de partir.
Estruje el papel entre mis dedos impotente y un montón de lagrimas se agolparon en mis ojos y mi corazón se encogió de una manera que parecía comprimirse en mi pecho, el dolor era inmenso e indescriptible, no sabia por que pero aquellas palabras me partían el corazón en mil pedazos, mi madre entro a la habitación y me arrebato la carta de golpe, no entendía su actitud, su hermana estaba muriendo, y solo quería ver aquello que mi madre le había arrebatado.
-la leíste-me grito
-si, por que jamás me dijiste de mi Tía- aun las lágrimas fluían incesantes de mis ojos
-ella no es tu tía, ella no es nadie-me grito
-deja de mentir madre, que es aquello tan preciado para ella que le quitaste-le exigí
-nada, tú no debes leer las cosas que no son tuyas-
-no me mientas, ella esta muriendo-
-Youngmin, tu no debiste leer esta carta-decía mi madre entre lagrimas
-debes regresárselo-
-pero Youngmin-
-ella esta muriendo solo quiere verlo-
-es que hijo no sabes lo que pides-
-madre, no hagas que me decepcione mas de ti, suficiente es saber que le quitaste algo a tu hermana menor y me ocultaste que tenias familia-
-no me juzgues, tu no sabes lo que paso?-
-entonces dime-
-no puedo, no debo, ahora menos que nunca-
-esta bien, si no quieres decirme no lo hagas pero al menos promete que le dejaras ver eso que quiere mi tía-
Mi madre echo a mis pies llorando imparable la levante despacio algo dentro me hacia no sentir pena por ella se que como me dijo la estaba juzgándola sin saber nada al respecto pero para mi se me hacia difícil pensar en que la madre amorosa con la que había crecido esa madre fuera una mala persona que le quitara algo a su propia hermana ella me abrazo aferrándose fuertemente a mi, con sus ojos rojos parecían cansinos como si estuviera sufriendo el dolor mas grande del mundo salí de su habitación y me fui a la mía me eche en la cama viendo oscurecerse la habitación al paso de las horas, no salí en toda la tarde, al anochecer escuche llegar a mi padre, mi madre entre sollozos le conto lo que había pasado el se paro frente a mi habitación y trato de abrir mi puerta pero yo le había echado el pestillo.
-mira niño, no tienes derecho a tratar a si a tu madre-le oí gritar desde afuera-tu menos que nadie, ella te a cuidado amorosamente, ella te enseño andar en bici cuido de ti cuando estabas enfermo me entiendes, y no iras a ningún lado tu te quedas aquí-grito molesto aunque no entendí a que se refería con que me quedara ahí si claramente no había pedido ir a ningún lado
Cuando lo escuche irse me tranquilice un poco si algo me asustaba era el modo de ser de mi padre, jamás congeniábamos perfectamente , aunque jamás me trato mal, el y yo no éramos hijo y padre normales, siempre había sido serio y poco cariñoso conmigo pero era mi padre así que me había acostumbrado a su forma de ser, los oí discutir casi toda la noche mientras pensaba incesante aquello que mi tía quería ver, seria algún objeto que apreciaba y que mi madre le había quitado, pero un objeto no era razón para esconderse como ella había dicho me parecía absurdo que mi madre huyera a causa de un objeto, el sueño me venció y me quede profundamente dormido.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Estaba parado en un parque no había nada a mi alrededor, aunque en un principio me asuste al no ver nadie estaba solo no escuchaba ningún otro sonido excepto el latir de mi corazón, era un sonido como un tambor acompasado me tranquilizo un poco escucharlo, de pronto el sonido dejo ser único era como si el tum tum de mi corazón llevara un eco cerré mis ojos para agudizar mi oído los tums tums eran dos como si ese sonido me llamara comencé a caminar aun con los ojos cerrados dejando que el sonido del corazón me guiara a donde quisiese que fuese, una cálida mano tomo la mía era una sensación extraña una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo, y deje de tener miedo me sentí pleno, como se siente no temer a nada ni a nadie como si el mundo cupiera en la palma de mi mano, entre abrí los ojos para encontrarme a mi perfecto reflejo frente a mi era yo, podía reconocerme eran mis facciones o bueno casi todas su cabello era diferente demasiado oscuro, parecido a mi color natural ya que tiempo atrás me lo había teñido a rubio claro, sus ojos eran mas grandes, sus pestañas mas minúsculas, sus mejillas no eran tan regordetas y los labios mas gruesos, algunas eran diferencias imperceptibles a simple vista, pero sabia que yo no era el, si no alguien mas, la mano cálida que me tomaba era la del chico frente a mi, quizá estaba soñando seguramente pero sabia que el no era yo, y yo no era el.
-Youngmin-me dijo con una voz bastante parecida a la mía-Ven!!-me tomo del brazo y acerco su rostro al mío, sus ojos marrón oscuro no parpadeaban su mirada era fija incluso podía ver mi reflejo dentro de ellos mi cabello rubio claro destellaba en los ojos castaños frente a mi ese si era yo, me dije al ver mi reflejo en los cristales castaños-nunca me dejaras-me dijo nuevamente el chico luego se abrazo a mi podía sentir sus respiración chocar contra la piel de mi cuello, el bao caliente rozar mi piel y el acompasado sonido de su corazón y el mío latiendo uno junto a otro, era un sonido tan placentero que bien podía morir ahí sin ningún remordimiento.
-no lo hare jamás-le respondí apretando mas su cuerpo contra el mío era ligeramente mas pequeño que yo así que su barbilla encajaba perfecta en mi cuello como si hubiéramos sido hechos para encajar uno en el otro.
La cálida sensación que producía el cuerpo delgado entre mis brazos y su pecho junto al mío era incomparable a ningún otro sentía claramente que el tiempo no transcurría y lo único quería era que el jamás dejara de abrazarme, pero justo ahí sonó mi despertador.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Me rasque los ojos para quitarme el sueño que aun tenia y acaricie mis brazos buscando al chico de cabellos oscuros que desapareció en cuanto abrí los ojos el sonido de las pisadas afuera de mi habitación eran fuertes parecía haber mucho movimiento afuera me levante alborotando mi cabello y abrí la puerta mi madre estaba dando vueltas por la casa moviendo objetos, que es lo que se proponía me pregunte al verla pero ella me aparto y entro a mi cuarto con dos maletas una grande y una pequeña la curiosidad me gano pues ella no pronuncia palabra alguna ni si quiera un saludo matutino.
-que se supone que haces??-le pregunte mi voz sonó irritada
-empaco tus cosas!!-dijo sacando ropa de mis cajones y echando a las maleta
-lo veo, pero por que razón?-
-acabo de ir a comprar el boleto de avión a corea debes irte antes de que tu padre regrese-
Perdón había dicho irme a donde? me talle los ojos tratando de poner mis pensamientos claros acaso seguía soñando.
-a donde??-pregunte torpemente
-dijiste que querías que le dejara ver eso que le quite a mi hermana cierto?-
-las cosas son como deben ser, si ella morirá seria mejor que aunque sea le dejes verlo antes de que muera-
-pues eso hare, tu padre no quiere, pero amo a mi hermana fue mi desesperación la que me hizo actuar hace 17 años atrás- me tomo de las manos y me llevo a sentarme en la cama-Youngmin quiero que sepas que te amo mas que nada en el mundo, y debes ir a verla antes de que muera-
-yo??-pregunte sin entenderla
-te contare todo...pero pase lo que pase por favor promete no odiarme-
-a que te refieres-no terminaba de entenderla
-si te dejo ir a pesar de lo que dijo tú padre que me dijo que no fueras, si lo hago es por que te amo y la amo a ella-
-no entiendo nada-cada vez que ella hablaba me saltaban mas dudas que respuestas
-solo prométeme que no me odiaras por lo que te diré-
-no lo hare-dije impaciente
-Seongmin es mi hermana menor y me porte muy mal con ella...sabes yo soy infértil-
-infértil??-pregunte
-por favor déjame hablar primero luego me dices tu dudas-yo asentí- hace 18 años yo estaba casada con tu padre y después de muchos intentos de embarazarme descubrimos que era infértil, nos dolió mucho y pensamos en adoptar, justo en esa época tu tía Seongmin quien era una estudiante de secundaria quedo embarazada de su novio el chico no quiso hacer cargo y yo como su hermana le pedí a mi marido que la apoyáramos pues nuestro padre la echo de la casa por creerla una mujer de lo peor, nuestra madre murió muchos años antes de que todo pasara, así que ella no contaba con nadie mas que yo, le pregunte si realmente quería seguir con el embarazo o deseaba interrumpirlo, pues era muy joven, pero ella no dudo ni un minuto en afirmar que deseaba tener al bebe así que ella se mudo a nuestra casa y cuidamos de su embarazo, tiempo después resulta que el doctor nos dio la buena noticia que no solo era un solo bebe si no dos y eran varoncitos, si era un embarazo gemelar imagínate la felicidad de ambas cuando nos enteramos mi hermanita tendría gemelos, pero ella aun no termina la secundaria, era muy joven para trabajar no podría hacerse cargo de ambos bebes-
Hizo una pausa yo quede horrorizado al empezar a armar el rompecabezas del que mi madre hablaba
-Tu padre y yo hablamos con ella le pedimos que nos los diera, que cuidaríamos de ellos como nuestros propios hijos, pero ella se negó y luego huyo de casa, no supimos de ella durante los últimos dos meses de embarazo hasta que un día el medico hablo a nuestra casa informándonos que ella había dado a luz a los gemelos-
Unas lágrimas corrieron por sus mejillas al imaginar lo que me contaba.
-corrimos a su lado y los vimos eran dos hermosos varoncitos pero tenían signos de desnutrición pues ella no cuido su alimentación además estaban muy débiles y pequeños inmediatamente tu padre hablo con el doctor le planteo la situación de mi hermana y el como nosotros queríamos hacernos cargo de sus bebes, el doctor no estaba muy convencido y dijo que no podía quedarnos con ambos bebes por que después de todo eran de ella, pero que tal vez podíamos hacernos cargo de uno para que el peso para ella fuera menos, muy a pesar de lo tu padre quería aceptamos, el doctor acordó decir que el otro bebe había muerto a causa de la desnutrición y nos lo dio a nosotros, a mi hermana le dijo que tu-
Dijo señalándome
-habías muerto, pero ella con el otro bebe y sin lugar a donde ir fue a nuestra casa, y se dio cuenta que estabas vivo, se puso furiosa y casi enloqueció tu padre trato de controlarla pero ella dijo que iría con la policía, con miedo y las pocas pertenencias que pudimos tomar en ese instante desaparecimos de corea desde ese día, al principio nos ocultamos en Alemania, para luego pasar por diversos países y así borrar nuestras propias huellas, luego llegamos a USA con pasaportes falsos y una identidad nueva nos asentamos aquí y desde ese día no había vuelto a saber de ella hasta que esa carta llego Youngmin perdóname!!-me abrazo fuertemente-se que te ocultamos esto pero entiende nosotros no podíamos tener hijos y ella tenia dos-sus lagrimas mojaban mi pecho y se aferraba a mi como si temiera soltarme.
Yo realmente no tenia algún sentimiento que reinara en mi en ese momento, eran un montón de cosas las que mi cerebro procesaba a cada momento a cada palabra que me decía la mujer que por tantos años había llamado madre y junto con ello mis sentimientos iban cambiando conforme entendía cada palabra que me decía, pero podría mantener la promesa, mi corazón se estrujo en respuesta a mi propia pregunta al parecer no, me deshice de los brazos de mi madre torcí el gesto molesto al escuchar aquella palabra en mi mente sus brazos trataron de alcanzarme pero yo ya estaba parado lejos de ahí, mi respiración se hizo trabajosa, tantos años había vivido en una mentira, yo no era yo y entonces quien era, mi madre estaba muriendo, tenia acaso un hermano "GEMELO" y entonces recordé el sueño que había tenido y a el chico que se parecía a mi, tenia que ir a corea, tenia que irme ya, ahora era yo quien revoltijeaba en los cajones sacando cosas y metiéndolas en las valijas, la mujer solo me veía sentada en la cama tan pronto como pude empacar todo lo que cupo en las maletas me detuve, me pregunte si había echado lo necesario pues no eran unas vacaciones, ni si quiera sabia cuanto tardaría o que es lo que haría, solo empaque todo lo que pude luego me acerque a la mujer que seguía echa un mar de lagrimas, que era lo que sentía por ella, tenia odio, re proveches pero después de todo como había dicho mi padre la noche anterior ella cuido de mi, pero ella también me había apartado de mi madre y de mi hermano, tenia que domar mis propios sentimientos y me acerque a ella la tome de la mano.
-Mama, puedes darme la carta, necesito el remitente-
La mujer me miro con amor, y corrió a la habitación mi extendió el sobre blanco con la dirección de corea y el boleto de avión y un montón de billetes verdes no sabia cuanto pero debía tomarlos pues no tenia mucho dinero propio.
-por favor Youngmin cuídate, también por favor no nos odies-pedía algo imposible acaso no lo sabia
-no se cuando regrese, así que tu también cuídate-la abrase -no te odio, pero también quiero que entiendas la magnitud de tus acciones-le dije con mi voz entrecortada
Luego fui a mi escritorio y tome la caja donde guardaba todos los ahorros de mi vida que eran apenas unos cuantos dolores, de ahí tome las maletas y camine a la puerta desde el marco de la puerta blanca eche la ultima ojeada a lo que había sido mi vida hasta ese día, la mujer cubría su cara impotente de detener sus lagrimas.
-Adiós- le dije sin mirar atrás y me encamine a corea.