Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Camino a la perdición por Zadakko

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El capítulo de hoy trata de algo más cotidiano, pero también tiene sus misterios.. espero se den cuenta de ello y siga siendo de su agrado. 


 


Como dije.. se vienen muchas sorpresas, así que mientras más comenten más motivada me sentiré! 


Algún día haré una película con B2ST, necesito firmas. <3

"Seré el idiota número uno.." 


Pensaba JunHyung ya a mitad de camino hacia la ciudad. Su móvil era de vital importancia para su trabajo, tenía el número de los contratistas, asociados, entre tantos con los cuales debía tratar día a día, porque su padre cada vez le cargaba más la mochila con su labor. 

"No hay tiempo.. después lo iré a buscar".. 

Realmente no quería tener que volver a la mansión en donde se había alojado por una noche, las personas que había conocido ahí le parecían de lo más anormal, y no por falta de tolerancia de su parte, el caso era distinto y estaba seguro que cualquiera le daría la razón para no querer volver.

 

Como esperaba, su padre lo recibió engorroso, hace un tiempo no hubiera sido así, pero el cambio se esfectuó el año en que su madre murió, volviéndose un ser tacaño y amargado, porque ni rastro de ternura encontraba en su progenitor.  

Su atraso de una hora le hubiera costado el puesto a otro de los trabajadores, pero Jun era privilegiado, solamente tuvo que sentarse al costado izquierdo de su padre, justo en la silla que lo esperaba, y sobre la mesa había un vaso de agua del que bebió al instante, su garganta estaba seca.
Mientras los adinerados sujetos vestidos con marcas tipo Hugo Boss, se jactaban de las acciones adquiridas el último mes, Jun pensaba si .. ¿Realmente era necesaria su presencia?. Le interesaba la música, reunir talentos, el rap, componer.. eso siempre fue lo suyo, y por cuenta propia empezó a formar su propia empresa, la cual no tenía verdaderos frutos, todo a causa del hombre que estaba ahora de pie dictando ordenes. 

- Espero que el día en que yo ya no esté a cargo puedan obedecer y hacer crecer aún más esta empresa, aunque no lo dudo, porque mi querido hijo se hará cargo. ¿No es así?

El joven en medio de todos no mostraba signos de estar poniendo atención, y esto hizo fruncir el rostro del empresario.

- ¿No es así, JunHyung? 

Aquel sujeto presionó el hombro izquierdo para llamar su atención, sacando a Jun de sus pensamientos.

 

-¿Hm?.. Por supuesto, padre. 

 

Mintió, no estaba interesado en seguir con su empresa, pero eso lo arreglaría cuando el momento llegara. 

 

- Genial, por cierto te llamé muchas veces durante la mañana. ¿Pasó algo con tu móvil?

- Lo dejé en mi otra chaqueta.

 

Nueva mentira, no estaba para dar detalles de los acontecimientos de su vida, menos con tanto viejo mirón. 

 

-Sabes que tienes que andar con tu móvil. Como sea, espero estés más atento la próxima vez.

 

Las feroces miradas de los chupa sangre del padre del compositor, permanecían fijas en él. Sabía que no era del agrado de ellos, pero a él tampoco le agradaban, era un odio mutuo. 

 

-¿Terminamos? - Preguntó JunHyung.

- Sí, puedes irte, tenemos todo listo.

 

 

Jun no hizo otra acción más que ponerse de pie y retirarse de la gran oficina, para bajar por el ascensor, queriendo escapar y aprovechar su tarde libre fuera del edificio. Pero lo que no esperaba era encontrarse con tan familiar rostro a una calle de distancia. 

 

- YoSeob.. 

 

Exacto, al cruzar la calle, se encontraba de pie aquel chico con el que tuvo un encuentro nocturno poco inusual. Vestía de esa manera tan extraña.. ¿Qué acaso no tenía idea de moda?. Estaba estático, como un poste de luz, con su vista al frente, las manos tras su espalda, mirándolo.

Una sensación inquietante acarició sin permiso la longitud de la espalda de Junhyung, y sin esperar al cambio de semáforo, cruzó.

 

- ¿Qué haces aquí?.. ¿Cómo llegaste?

- ¿No me piensas saludar? ¿No te alegra verme?

- Yo empecé con las preguntas.

- ¡Junnie! 

 

 Ahí estaba otra vez con ese apodo y una sonrisa que hacia contraste a toda la imagen que generaba a primera vista.

 

- Eres un maleducado, esa no es forma de recibirme.. 

- Tsk, lo siento, YoSeob. ¿Podrías decirme que haces aquí?

 

El más bajito asintió sin deshacerse el dulce gesto en sus labios.

 

- Adivina buen adivinador

- No tengo tiempo para adivinanzas.

- Pero es tan fácil.. ¿No te hace falta algo?

- ¿Hum? ¿Algo?

- Si, algo de tu propiedad

- Mi móvil.

- ¡Exacto!

- ¿Tú lo tienes?

 

Increíble, el chico se había tomado la molestia de viajar hasta el centro de la ciudad para devolverle su tan preciado aparato, se había ahorrado un viaje. 

 

- Noté que es bastante importante para ti.. así que supuse que lo necesitarías, por eso te seguí hasta aquí.. pero no pude entrar al edificio, así que preferí esperar..

- ¿Me seguiste?..

- Sí.. ¿De qué otra manera hubiera sabido que trabajas aquí?

- No sé, como sea. - Jun no estaba para cuestionar el momento en que fue seguido, agradecía la intención, y por lo pronto quería su aparato, seguramente tendría algún mensaje de su novia.  - ¿Podrías dármelo? 

- ¡Adivina en que mano lo tengo y te lo daré!

El más alto hizo una mueca.

- YoSeob, dame mi celular. 

- ¡Vamos!.. ¿Qué acaso no te gustan los juegos?

- No estamos en edad de andar jugando, ¿No crees?

- Mentira, nunca es tarde.

- Quiero mi celular.

- ¡Adivina!

 La mueca se transformó en un gruñido, ya se había resignado, y la extremidad derecha señaló hacia la siniestra del más bajo. 

- ¡Oye!

Con total sorpresa YoSeob enseñó su mano, la cual tenía el aparato que Jun tanto necesitaba.

- ¡Eres bastante bueno!

El moreno hizo rodar sus ojos y tomó su móvil. ¿Cómo algo tan simple sorprendía al otro?, no había razón para eso.

 

- Muchas gracias por venir hasta aquí y traerlo. 

- De nada, no me lo hubiera quedado, realmente no sé de esas cosas

- Lo pude notar en tu casa. - Murmuró con indiferencia. 

- ¿Qué dijiste?

- Nada, nada. Tengo que almorzar.. Ahm.. ¿Quieres ir conmigo?

El más grande no estaba seguro de ir a comer, pero ya había ejecutado su pregunta, ahora debería pagar las consecuencias, aunque si invitaba a tal ojeroso muchacho era por cordialidad, una forma de pagar tan buen gesto.

- ¡¿En serio?! 

Los enormes ojos de YoSeob fueron tomados por un brillo alegre, dejando en claro la emoción que generaba tal invitación.

A Jun le seguía pareciendo increíble que se emocionara ante algo tan simple. - Ajá, ¿Vienes conmigo?

- ¡Voy! ¡Voy!

- Baja las revoluciones y dime, ¿Qué te gustaría comer?

- ¡Pasteles ! - Respondió sin dudar.

- Eso no es un almuerzo..

- ¿Y las galletas?..

- Tampoco.. 

- ¿Un pie de limón?..

- YoSeob, esos son postres.

- Mentira, yo los como todo el tiempo

- Supongo que tendré que decidir yo, ¿Te parece?

- Tú eres el de la invitación, yo acepto.

 

Para JunHyung resultaba agradable poder decidir hacia donde ir, quizá porque estaba acostumbrado a los almuerzos con su novia, en donde ella elegía exclusivamente el sector, y no le molestaba el dinero a gastar, el punto eran las ensaladas. Estaba harto de los malditos restaurantes vegetarianos, quería carne, en mucha cantidad, así que salir con YoSeob era la oportunidad perfecta para satisfacer su intento de gula. 

 

- Conozco un lugar.. 

 

Sin más que decir, sujetó por detrás del cuello al pelinegro y lo guío por la vereda en dirección al local de comida. Por otro lado YoSeob no oponía resistencia, era como una pequeña mascota saliendo a pasear y  daba la impresión de que todo era nuevo para él. JunHyung solamente se limitaba a observar su actuar y no soltarlo, en una de esas se le escapaba. 

- ¿Cuánto falta? - Impaciente se escuchaba el invitado a comer, más ahora que pasaban alrededor de muchos locales de comida.

- Poco, muy poco.. 

 

Quedaba solamente una cuadra que cruzar al doblar la calle, pero cuando lo iban a hacer, se encontraron de golpe con dos personas. Un chico bastante alto de tez clara, cabello oscuro, un sweater verde y un enorme bolso de cuero cargado con libros y un notbook. 

- DongWoon. 

Aquel alto muchacho venía muy pegado a otro de estatura similar, por no decir igual a la de YoSeob. A diferencia del pelinegro,  poseía ojos muy rasgados, tez más oscura, un cuerpo bien formado con unos notorios músculos en sus brazos.
Se trataba de Woonie y Kwang, el primero estudiante de psicología en la mejor universidad de Corea, perteneciente a una familia adinerada, con un padre escritor, y una madre actriz, amigo de infancia de Jun.  El otro a su lado era un estudiante de educación física de una universidad vecina. 

- ¡JunHyung! 

La marcha de todos fue detenida con ese inesperado encuentro. 

- Quien te viera, Woonie.  -Una sonrisa malévola afloraba en la hendidura bucal del moreno.

- ¿Esa es la forma de saludar a un buen amigo?

- Sabes que tengo formas y formas. 

Los más bajos se limitaron a observar en silencio.

- Siempre, ¿cómo te va?..

- Bien, ¿Y a ti? Veo que andas bien acompañado.

 

El hijo de empresario sabía que su amigo tenía una especie de relación con un hombre hace unos meses con las descripciones presentes en KiKwang, aunque la noticia no le sorprendió, le costaba verlo en vivo en compañía de alguien de su mismo sexo.

 

- Bien, gracias.. bueno, él es KiKwang, estudia cerca mío.. 

- Un gusto, KiKwang, soy JunHyung, amigo de éste come libros hace años.

-  Ajaja.. ¿Verdad que es un come libros?, el gusto es todo mío. 

 

Ambos saludaron con una pequeña reverencia, y risas por parte de Kwang.

DongWoon negó queriendo reprimir sus ganas de reír, iba a dar paso a su pregunta.

 

- ¿Y tu amigo, Jun?

- Cierto, casi lo olvido.. Es YoSeob, lo conocí hace poco.

- Vaya, mucho gusto YoSeob, soy DongWoon.

 

De forma amable y respetuosa, el más alto de todos estrechó su mano con el pálido acompañante de Jun. 

La vista del chico se clavó en la cálida mano que estrechaba. Apretó hasta hundir sus dedos sobre la piel, provocando una mueca por parte de Woonie. 

 

- Tus manos.. - Sin permiso le sujetó la otra y examinó como si de algo único en el mundo se tratase. 

Jun estaba desconcertado, y qué decir de Kwang sus ojos parecían dos llamas ardiendo en ira, claramente no le agradaba la forma en que YoSeob se estaba presentando con su pareja.

 

- Agg.. ¿Qué tienen mis manos?.. 

- Son hermosas.. muy hermosas.. ¿Tocas piano, verdad?

 

Las pupilas dilatadas de YoSeob penetraron los cafés de Woonie, invadiéndole u incómoda sensación y Jun pudo darse cuenta de eso, pero cuando estaba por interrumpir, el chico de buen cuerpo se hizo notar ante ellos. 

- Detente..

Apartó sin temor alguno las atrevidas manos que osaron posarse sobre las del estudiante de psicología, había sentido celos de la forma en que las acariciaba. 
DongWoon fue invadido por una ternura inmensa, porque nunca antes había visto al pequeño a su lado con un ataque de celos de ese tipo y  de ningún otro.

- Tú..

Rápidamente la expresión facial del tez blanca cambió a una más trastornada, su mirada no mostraba compasión y parecía que el interior de sus ojos se oscurecían sin hacer diferencia entre iris y pupila.

KiKwang respondió a su mirada, aunque por dentro sintiera algo de temor por la forma en que habían cambiado sus ojos.

- ¿Yo qué?

- No debiste interrumpir.

- Tú no debiste tocarlo así

 

- YoSeob.. -Interrumpió Jun, jalando de su camisa hacia atrás al bajito a su lado, ya que la cercanía que tenía con Kwang era un tanto amenazadora, y no había razón para ponerse a discutir, aunque puede  quedara fascinado con las manos de su amigo. - Vamos a comer.

- ¡La comida!.. ¡Es verdad! 

La actitud de Seob volvía a ser la misma de hace unos minutos, estaba alegre una vez más y no parecía tener esa mala intención reflejada en sus ojos.  Mientras los otros dos chicos miraban atónitos ante el modificar de su actuar, y a decir verdad, para DongWoon era algo bastante curioso.

- Lamento esto.. YoSeob tiene una personalidad especial. - Sin darse cuenta Jun lo justificó.

DongWoon negó sonriendo afable.

- No hay problema, son cosas que pasan.. Supongo que se nota demasiado que toco el piano.

- ¡Se nota mucho! - Interrumpió el pelinegro tirando él ahora de Jun para que avanzaran. -  ¡Hasta pronto! 

- Calma, caaalma. 

Refunfuñaba el compositor dejándose llevar por el más bajito, e hizo un  ademán con su cabeza en señal de despedida a su amigo y acompañante, desapareciendo de los ojos de ambos.

 

- Dongwoonie.. 

- ¿Si, Kwangie?.. 

- ¿No crees que ese chico.. YoSeob.. es muy raro?..

- Lo es, realmente lo es..

-Incluso su ropa.. es antigua..

- Todo tiene una razón de ser

- ¿Ahora lo compararás con algo de psicología? 

- ¿Estudio el comportamiento humano, no?

 - Él quería tus manos.. 

- Mis manos son tuyas, babbo. 

- ¡Más te vale!..

- No me digas que pensaste en que me iba a fijar en él.. 

- No es feo, se ve apretable..

- Está muy flaquito y pálido.

- ¿A tu amigo le gustará?..

- No, JunHyung tiene novia.. aunque..

- ¿Aunque?

- Nada, olvídalo.. vamos a casa.

   

 

 

- ¿Puedo saber por qué hiciste esto? 

- ¿Hacer qué?

- Eso.. tomar las manos de DongWoon y poner una cara de psicópata. 

- ¿Psicópata dices? - YoSeob se largó a reír con mucha gracia - ¿Cómo me puedes  llamar psicópata?, estaba jugando..  al parecer ni tú ni tus amigos tienen sentido del humor..

- No parecía un juego, no todas las personas son como tú.

- Eso lo sé.. 

- Piensa un poco antes de actuar, es lo único que te pido, y mira, ya llegamos. 

 

Precisamente, frente a ellos había un enorme local de tres pisos con un enorme letrero que  indicaba el nombre, y  una puerta de vidrio los separaba del interior.

 

- ¿Y esto? 

 

- ¿Qué no lo conoces? Es el pizza Hut.. Tengo un amigo que adora la pizza, y antes de que me consumiera el trabajo, solíamos venir a comer aquí, aunque obviamente él era más feliz que yo. Anda, no seas lento y entra. 

Torpemente YoSeob empujó la puerta sintiendo  entrar el exquisito aroma en su nariz, era algo que jamás había olido, a la siga de él, ingresó Jun. 

 

- Perfecto.. no hay tanta gente. 

- Pizza.. 

- Sí, pizza comeremos.. ¿Te gusta, verdad?

- No he comido antes

- ¿Cómo que no? Todo el mundo lo ha hecho aunque sea una vez en su vida. 

 

YoSeob se encogió de hombros sin responder. 

 

- Tsk.. realmente eres alguien muy raro. Ve, busca un asiento.. yo iré a pedir directamente las pizzas para evitar que tarden, muero de hambre. 

 

El pequeño de estatura asintió con su cabeza, al instante deambuló por el local buscando algún lugar que fuera de su agrado, y ni se daba cuenta de que el 80% de los clientes lo miraban de pie a cabeza por su apariencia. 

 

- ¿Dónde se metió?.. 

 

Jun ya había hecho el pedido, y como esperaba la atención fue más rápida en caja. Una pizza con carne de cerdo, pollo, extra queso y cebolla, mientras que la otra era tradicional. Sobre los bebestibles, una coca-cola grande para su persona y pensó en que para YoSeob estaría bien lo mismo, sólo que en tamaño normal. 

 

- Ahí está, já.

 

Al final de local había una mesa arrinconada con asientos enormes pegados a la pared, era un buen lugar para comer, así que junto a la mesera fue a su lugar.

 

- Pedí dos pizzas.. y para beber, coca-cola.

- Está bien, gracias ..

 

Ambos platos de madera con los trozos cortados en perfectos triángulos, humeaba, desprendiendo tan agradable olor.

Jun observaba fijamente a YoSeob.

 

- ¿Y? ¿No vas a comer o quieres que te sirva yo también?

- ¡No! Es sólo que.. 

- ¿Sólo qué?.. 

- No sé cómo se come la pizza.. 

 

Los labios del compositor se apretaron entre sí, conteniendo a penas un segundo la risa que explotó en el final de la pizzeria.

 

- ¡¡Ajajajaja!! ¡¿Qué dices?!  -Preguntó tratando de esconder con el dorso de su mano, la pequeña pero bien cuidada dentadura de su boca. 

- ¡No te rías! En serio no sé cómo..

- Dios.. YoSeob, ¿Acaso vienes de otro planeta?, ¿Cómo no vas a saber algo tan básico? 

- Te acabo de decir que no sé

- Bien, mira.. es simple, puedes comer con los servicios a los costados de tu plato o con la mano. - En ese momento señaló a un grupo de chicos en otra mesa. - ¿Te fijas? como ellos, aunque parecen más unos cerdos que humanos. 

- Entiendo.. 

 

YoSeob miró su plato y con bastante cuidado sacó un trozo de pizza tradicional, la cual dejaba un camino de queso al estirarse. Abrió su boca e introdujo dando una mordida que enrojeció sus labios por el calor que emanaba, pero parecía no afectarle.

 

- Está caliente, ten cuidado. 

 

El chico masticó tranquilamente su trozo de pizza hasta traga, finalmente hizo una mueca. 

- Es salado.. 

- ¿No te gustó?

 - No

 

Que sincero había resultado ser el más bajo, pero nada podía hacer Jun, no lo iba a obligar a comer.

 

- ¿Y qué te gusta?

- El pastel

- ¿Sólo eso?

- Sí, esto tiene un aroma agradable.. pero su sabor no me agrada, puedes comerlo tú. 

- No creo que pueda con tanto, pero vale, después te daré tus pasteles.

- ¡Eso es lo que quiero!

 

La sonrisa alegre expresada por YoSeob contagió a Jun, era extraño pero la estaba pasando bastante bien con él, se sentía cómodo y la sensación que había tenido la primera vez que lo llamó "Junnie", se repetía cada vez que le sonreía viéndolo directamente a los ojos, pero cuando compartía de ese grato momento, su móvil empezó a sonar. 

 

-Tsk.. 

 

Buscó en el bolsillo de la chaqueta que traía, al ver la pantalla se encontró con una cantidad de mensajes por parte de su novia, pero el recién llegado era de su amigo. 

"Por favor, llámame."


HyungSeung..

 

 

Notas finales:

Debo aclara que YoSeob no es un chico bipolar (??).. 

 

Compartan con sus amigas <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).