LA CINTA
-¡¿Qué hiciste que?! ¡Voy a cruciarte hijo de puta! ¡No! ¡Voy a castrarte!-
Eran las frases que pensaba escuchar de su pareja tras contarle el pequeño incidente sucedido en su hogar tras haber donado ciertos objetos a la caridad pero en vez de eso sus oídos solo escuchaban lo impensable.
-¿Qué es una cinta de vedo?-
Respiro profundo recordando ciertas cosas que su rubio aun ignoraba del mundo muggle y por lo cual le permitía hacer ciertas cosas en el departamento que tenía fuera de la zona mágica que no afectaba ciertos aparatos domésticos como esta, que él había aprendido a adorar con la añoranza de un niño chiquito que jamás soñó con tener tantos juguetes para sí mismo.
-De video amor, se llama cinta de video-repitió dulcemente el moreno viendo como su pareja solo levantaba extrañado una de sus cejas.
-Bueno como se llame Harry, no entiendo porque me afectaría que tu regalaras esa cosa a la caridad, después de todo es tuya ¿no?-
-Bueno…técnicamente…si-respondio un poco asustado el moreno levantando las sospechas de su pareja.
-¿Potter, hay algo más que quieras decirme?-
Y ahí estaba, el indicio del apocalipsis, porque cada vez que Draco, su novio le llamaba por su apellido era porque algo malo iba a ocurrir, algo muy pero muy malo y en esa ocacion estaba seguro que no se trataría simplemente de una discusión que acarrearía como consecuencia al pobre ex héroe del mundo mágico el detestable destino de dormir en el feo sillón verde musgo regalo de Hermione y Ron en una forma de según ellos hacer las paces con su Dragón, cuando el sabia a la perfección era solo una excusa perfecta para deshacerse de un regalo indeseable del mas honorable de los Wesley. Por supuesto a Draco le había encantado el sillón y no por su feo modelo según él, sino por su color que era lo único que le había salvado de terminar en la basura. Cuanto hubiera deseado que eso ocurriera de saber que terminaría tras cada discusión durmiendo en esa cosa dura e incómoda, pero no, ese no sería su fin ese dia, porque después de que su rubio se enterara del verdadero significado que tenía aquella bendita cinta…Merlín lo pillara confesado.
-¿Potter?-
-Recuerdas la cajita que…esa que tenía una lucecita…la que te causaba gracia porque…bueno porque tintineaba de vez en cuando…veras, jajaja, lo que sucede es algo que quizás…-
-Espera-dijo agitando su blanquecina mano-no entiendo nada que tiene que ver ese cachivache muggle en todo esto, ¿es que acaso también lo donaste?-dijo algo acongojado el rubio.
-No, no amor de eso nada, solo fue la cinta, solo esa- dijo en medio de gallitos provocados por el pánico.
-Por un demonio Potter, cada vez entiendo menos-alego el rubio frunciendo el ceño-se claro y dime de una buena vez que fue lo que hiciste porque dudo que todo este drama se deba solo a esa cinta de vidu-
-¿Video amor, video?- repitió el moreno viendo la clara molestia de su pareja ante la corrección.
-Vodu, vidu, como se llame ¡solo dime que rayos está pasando como para que estés hecho un nudo de nervios!-grito furibundo el rubio viendo como el moreno daba un paso hacia atrás tragando en seco. Ahí definitivamente había algo raro y él lo descubriría como se llamaba Draco Lucius Malfoy-Mira Harry-dijo con el tono de voz más dulce que pudo sacar de su garganta-ni siquiera sé muy bien que era lo que hacía con exactitud la cajita esa, además de ser chistosa pero sea lo que sea, no me voy a molestar contigo, te lo juro, asi que dime, ¿que sucede con esa dichosa cinte?-
Le sonreía, hablándole con dulzura y por más que Harry deseaba pensar que aquello era bueno el sabia a la perfección que no lo era, pues ya conocía demasiado bien a su rubio como para no darse cuenta cuando tramaba algo. Maldijo entonces a Hermione por lo que estaba pasando, por su insistencia en que diera algunas de sus pertenencias, sobre todo cuando menciono como recaudarían buenos fondos para los pequeños huérfanos del hogar a donde iban a parar pues de seguro serian subastados al saber a quién pertenecieron. No, se dijo, su amiga solo deseaba hacer una buena obra de caridad, el que tenía toda la culpa de sus futuras desgracias era Ron que con su apuro para ir al dichoso partido de los Murciélagos de Ballycastle le había obligado a tomar lo que encontrara para dárselo a su esposa y asi poder librarse de esta.
-¡Potter!-grito el rubio molesto sacándolo de sus ensoñaciones y obligándolo a tomar una buena bocanada de aire antes de soltar de golpe su mayor temor.
-En esa cinta estábamos nosotros-
Por la expresión de su rubio se dio cuenta enseguida que este aun no entendía con exactitud la gravedad del asunto por lo cual reuniendo todo su afamado valor Griffindor intento de explicarse mejor.
-Bueno, veras, como te explico esto-
-Solo suéltalo Potter-dijo con tono molesto el rubio como cada vez que su novio le intentaba de explicar acerca de algún artículo del mundo muggle como si de un niño chiquito se tratara, lo cual detestaba, porque él no era ningún idiota como para no entenderlo a la primera, ni mucho menos ¡un niño por Circe!
-Es que es algo gracioso amor que cuando lo sepas-decía el moreno intentando de reírse pero sin éxito alguno-Ejem-garraspo al ver empeorar la cara de su pareja-La cajita chistosa graba imágenes, recuerdas que alguna vez te lo dije-el rubio solo asintió-bueno…esa cinta tiene…como te lo digo, nuestras vidas guardadas en ella-
-Nuestro diario vivir-pregunto algo dudoso el rubio como deseando no parecer ignorante del tema.
-Si algo asi amor-
-¡Lo sabía!-exclamo el rubio sobre saltando al moreno-esa cosa al fin y al cabo es igual a un pensadero pero menos practica y bastante mediocre-recalco el joven recordando la única vez que se permitió verse reflejado en otro cachivache del departamento muggle que aún conservaba su novio en una zona en que estos si podían funcionar a la perfección, no como en su hogar que por desgracia tuvo que presenciar unos cuantos estallidos e incendios cuando Harry insistió en tenerlos en este.
-Si…es algo asi-respondio pasándose una mano por su revoltosa cabellera el moreno-Tu…recuerdas…cuantas veces…la mantenía grabando-dijo notando nuevamente la duda en el rostro de su amado-¿Cuándo la lucecita se prendía?-
-Asi, por supuesto-dijo el rubio sin entender absolutamente nada.
-Bueno…esa cosa que se llama cinta por error…-respiro hondo-se fue a la caridad-dijo cerrando los ojos y llevando sus brazos a su rostro como reflejo automático ante un atónito rubio.
-Y a mí que-
-Que en esa cinta aparecemos tú y yo-dijo apenas el moreno.
-Un momento, tú y yo-
-Si-dijo el moreno notando la molestia de su novio.
-¡Tú y yo Potter!-
-Si amor-
-¡Pues recupéralas!-grito furioso el rubio.
-No es tan fácil amor…veras…todas mis ex pertenencias fueron subastadas-
-¡¿Qué cosa?!-
-Yo…yo…-
-¡Potter más te vale que ninguno de mis enemigos ponga sus pezuñas en esa cintu o veras en realidad como me pongo cuando me enfurezco!-
-Draco, amor, yo la encontrare te lo juro, lo hare, solo dame un poco de tiempo y…-
-¡Maldición Potter! ¡Si mi padre se llega a enterar que baje la guardia y que por eso tienen imágenes mías!-
-No amor, yo no permitiré que ningún pasquín publique nuestras intimidades te lo juro-dijo agitando sus manos el moreno.
-Más te vale Potter, porque dudo mucho que a mi imagen de empresario exitoso le favorezca en algo que me vean sosteniendo una escoba o cocinándote-dijo molesto el rubio ante la incredulidad de su novio-Soy un Malfoy y se supone que nosotros no nacimos para hacer esos menesteres y si lo hago ¡solo es por ti! ¡y nada más que por ti, te queda claro!-
-Si amor-respondio quedo el moreno ante la ira iracunda de su rubio.
-¡Ahora sal y ve a buscar esa maldita cinta Potter! ¡Si no quieres que…!-No fue necesario que terminara aquella frase pues su pareja ya se desaparecía ante sus ojos para arreglar aquel desastre que como muchos parecían seguirlo a él y solo a él en específico.
No sabía si reír o llorar, pues le parecía increíble por una parte de lo que su novio consideraba degradante ante la sociedad mágica olvidándose por completo de todo el resto que habían hecho en frente de su cajita chistosa como a él le gustaba llamarle. Dios, si asi reaccionaba por una cosa tan simple no quería ni imaginarse como lo haría si llegaba a ver en plena portada del PROFETA una imagen suya desnudo o peor aún, ¡siendo follado! No, necesitaba ayuda y la necesitaba con urgencia.
Cuando toco a la puerta del hogar de sus amigos no pudo evitar escuchar los sonidos inequívocos de cierta actividad que el de seguro no tendría por semanas a causa de la dichosa cinta. Y por eso abochornado de tan solo imaginarse la escena tras la puerta decidió desaparecerse deteniéndose de golpe al escuchar el nombre de…
-¡Draco!-
-¿Draco?-se dijo asi mismo irrumpiendo en la vivienda muggle de sus amigos sin el menor reparo, ni preocupación de lo que se fuera a encontrar, pues el nombre de su novio había sido mencionado y solo hacía dos horas le había dejado furioso en su hogar. Por eso aquello no le agradaba, no le agradaba para nada.
Miles de imágenes se le pasaron por la mente, al igual que miles de situaciones y en todas ellas el final era el mismo, uno de sus mejores amigos asesinados y su pareja siendo sacado a la rastra de la escena del crimen para ser encerrado en la torre más alta que encontrara en todo el Reino Unido.
No sabía que iba a decir, ni mucho menos lo que encontraría, las palabras se le agolpearon en su garganta y sin saber cómo lo único que logro sacar de esta fue.
-¡Pero qué demonios pasa aquí!-casi chillando como colegiala asustada por ver algo indebido en contra de su voluntad.
Un peli rojo se levantó de golpe de su cómodo asiento para dejar caer algo que el identifico de inmediato, mientras este solo negaba con la cabeza en medio de disculpas confusas.
-¡No es lo que parece hermano! ¡Yo jamás, lo juro! ¡Solo estaba, lo encontré por casualidad y solo quería ver que tenía, solo eso! ¡Pero jamás, jamás pensé que! ¡Tienes que creerme Harry yo no sabía, no sabía! ¡Me engañaron, lo juro, lo juro!-reclamaba el peli rojo al borde de las lágrimas.
-¡Ron!-exclamo furiosa entonces una mujer que entraba a la sala viendo como su esposo le había desobedecido al tomar aquella cinta que específicamente le había prohibido ver-¡Pero qué diablos! ¡Ronald Wesley, acaso debo vigilarte como niño chiquito!-
-¿Asi parece?-dijo entre dientes un pálido moreno que solo entonces pudo notar la castaña que solo se había preocupado en reclamarle a un nervioso peli rojo.
-¡Herm dile que no lo hice a propósito, dile, vamos dile!-gritaba espantado el peli rojo a punto de colapso nervioso.
La castaña solo atino a pasarse una mano por la frente y decir-Por Merlín, cuanto lo siento Harry, yo-pero entonces una voz llena de lujuria inundo el cuarto produciendo no solo la excitación nata del moreno que ya estaba acostumbrado a oírla, sino de los otros dos en el cuarto.
-¡Ahí…ahí…si…siiiiiiiiiiii Harry…dámelo….dámelo mas…fuerte…uf!-
-Te gusta asi….oh…quieres más…dilo, dilo-decía el hombre de la imagen en la pantalla en la cual se reflejaba el contraste de luz en sus bien formados músculos llenos de sudor-solo tienes que decirlo…mi Dragoncito… ¡dilo!-gimió extasiado para dejar escuchar casi en un ronroneo por el otro.
-Dame…quiero…más adentro…al Sr….Harrycito….dame…a Harrycito…-
-El Sr. Harrycito no escucha-se le escucho en un ronquido excitante decir al moreno mientras una nalgada se escuchaba fuerte y potente retumbando en el cuarto.
-Mas…¡más!...Sr. Harrycito…deme más…por favor, más fuerte…mas-gemía fuera de si el rubio con las mejillas encendidas mientras tomaba su pene, al tanto que el moreno tras él le mordisqueaba el cuello.
Harry escucho como sus amigos tragaban saliva con dificultad sacándole de su autoflagelación al verse con su rubio en tan buenos términos y haciéndole recuerdo de golpe por qué había llegado hasta esa casa.
Paso al lado de ambos a toda prisa sacando la cinta de video de la casetera con premura haciéndola añicos en el acto con el dolor de su corazón para luego incendiarla en un acto que solo produjo en su mejor amigo un suspiro que asimilo como decepcion.
-Si tanto te gusta esto porque no te arriendas una porno-lanzo molesto el moreno viendo la innegable cara de ignorancia de su amigo-¡O mejor aún!, ¡grábense y después véanse haciéndolo!-dijo arrepintiéndose en el acto al ver roja de vergüenza a su mejor amiga que apenas le soltó un lo siento y un té la iba a regresar Harry en un mísero murmullo.
Mientras tanto en una casa no mágica un rubio hacia y deshacía en esta imaginándose las mil y una forma en que Harry le haría pagar por su osadía, sobre todo cuando le mostrara la dichosa cinta que de seguro habría recuperado, si es que había caído primero en manos de la sabe lo todo de su amiga, como de seguro habría pasado.
Si, esa noche como cada vez que se reconciliaban el vería o más bien sentiría la pasión y la furia desmedida del gran Sr. Harrycito, pero mientras esperaba se conformaría viendo cierta cinta que su novio mantenía escondida en su closet creyéndole ignorante de lo que esta guardaba.
Fin.
Extra
-¿Cómo iba?-se pregunta un rubio intentando por tercera vez para poner aquella cosa que parecía un libro pero sin hojas pero que con dificultad entendió que no lo era-¡al fin!-grito jubiloso el joven al conseguir meterlo por la ranura-¿Ahora?, cuál de estos botoncitos…asi, era el de la flechita-la apretó pero sin ver resultado alguno-Que idiota eres Draco, con razón el cuatro ojos se burla de ti-se dijo un poco molesto al darse cuenta que aún le faltaba encender la caja idiota como llamaba al televisor-¡Ya!-dijo feliz al escuchar los primeros sonidos de esta y ver como en ella aparecían tanto Harry como el…¿En el Mundo Muggle?
-¿¡Qué diablos es esto!?-
-¿Eso quisiera saber yo Draco? ¿Qué demonios ocurrió aquí?-dijo molesto un moreno que acababa de entrar a su amado departamento muggle encontrándoselo hecho un total desastre-¿Acaso paso un huracán y no me di por enterado?-agrego sin bajar el tono de voz por el lugar que consideraba su refugio en el único lugar en donde no le apuntaban con un dedo apenas lo vieran.
-Si estos son nuestros recuerdos caseros-dijo el rubio apuntando la pantalla del televisor-¡Donde diablos están las de nosotros teniendo sexo!-grito furioso erizándole el cabello al moreno que miraba horrorizado la pantalla-¿Potter?-
-No debes preocuparte amor, ya la recupere- dijo atropelladamente el oji verde a la defensiva olvidándose por completo del atentando en contra de su bella morada.
-Bien-contesto el rubio estirando su mano en espera de una cinta que jamás llegaría-Y bien-
Harry solo retrocedió unos pasos sin darse cuenta-La destruí amor-
-Bromeas verdad-
-No amor-contesto quedito el moreno.
-¿Y crees que voy a creerlo?-
-Es la verdad amor-
-¡Potter, maldito idiota si esa cinta llega a caer en las manos equivocadas!-
-¡Draco no! ¡Te lo juro! ¡Si quieres…si quieres…tomo visiteratium! ¡Eso! ¡Me tomo dos frascos, tres pero es la verdad!-decía desesperado el moreno viendo la furia reflejada en aquellos ojos color plata.
-¿En serio te la beberías?- el moreno asintió-porque tengo en casa como para un ejército-dijo el rubio preguntándose Harry por qué su pareja tendría aquella cantidad, dándose un golpecito mental al darse cuenta que solo exageraba.
Le vio aproximársele felinamente hasta el para tomarlo de las solapas y darle un voraz beso.
-Te creo-dijo cortante.
-¿En serio?-pregunto nervioso el otro ante un rubio que lo devoraba con la mirada.
-Si-contesto este deslizando su mano por su pecho-Y en todo caso-continuo mordisqueando su oreja-eso ya no importa-susurro condenadamente sensual.
-¿Asi? Entonces ya no estas…molesto-dijo temblando de placer el moreno al sentir aquellas expertas manos resbalarse por encima de sus ropas.
-Ni lo creas Potter-dijo fingiendo molestia-pero…-
-¿Pero?-
-Si bien la cintita de vodo se perdió, eso no quiere decir que no podamos hacer otra-ronroneo tomando el miembro de su pareja con fuerza.
-Iré…iré por la…cajita chistosa amor-dijo apenas en medio de gallitos que le salían sin darse cuenta un ex héroe de guerra.
-Ve por ella-dijo su rubio soltándolo pero no sin antes nalguearlo para que se apresurara.
Si, esa noche se iban a divertir mucho con el Sr. Harrycito y sobre todo cuando luego de este pudieran verse en la cajita idiota que Harry tanto adoraba.
Ahora sí,
El fin