Esa noche Masato regreso a su habitación que compartía con su superior y su amigo-rival Ren.
Pronto actuaría en una gran obra, no podía expresar palabras; luego de arreglar sus cosas para el día siguiente, como siempre se puso su yukata blanca y se dispuso a ir a dormir en su cama incomoda y aun escuchando los ronquidos fuertes de Ranmaru, logró conciliar el sueño.
Eran las 2:00 de la mañana, todos dormían profundos en sus recamaras, sin embargo Masato sintió algo extraño, no sabía cómo expresarlo pero se sentía muy estrecha la cama y sentía que no tocaba el suelo, abrió los ojos y observo como estaba en la cama equivocada.
-Jinguji ¿Está es otra de tus bromas?-Encontrándose con la mirada de Ren sin ropas-
-Claro que no-Poniéndose encima de Masato-Solo quería darte las felicitaciones por tu esplendida audición
Empezó a besar los labios ajenos suavemente pero sus manos viajaron hasta la entrepierna del menor…
-Jinguji ya basta-Separando a Ren todo sonrojado-Kurosaki-san nos podría ver, idiota
-¿Ahora si importa la gente a tu alrededor no Masato?-Acariciando sus cabellos
-¿Qué intentas decir? No digas indirectas-Esquivando la mirada del rubio
-Mírame a los ojos cuando te hablo-Tomando el rostro de Masato bruscamente-¿Cómo es eso que la corderita es la mujer que amas?
-Espera ¿Escuchaste mi conversación?-Intentándose soltar-Jinguji no me molestes, tú le llamas corderita y no te digo nada
-¡Eso es diferente! Sabes como trato a las mujeres y solo juego un momento-Toma el obi de la yukata y le mira lujuriosamente-Por esa falta, te mereces un castigo muy severo, mañana no podrás sentarte
-Jinguji no…ahhhww….ah-
Ren beso apasionadamente con furor los labios de Masato, y jalo el obi rápidamente dejando a Masato, tal como lo trajo Dios al mundo, el beso se estaba volviendo aburrido para el mayor, asi que mordió los labios de su pareja para introducir su lengua y jugar un poco, ahogándole en gemidos. Sus labios luego bajaron hasta el apetitoso cuello blanco de su pareja y dejó marcas por todos los lugares visibles….
-Ah…Jinguji…idiota…sé más cuidadoso….ah-Posando sus manos en la espalda de Ren
-Esto es por casi abrazar a Tokiya-mordiendo uno de sus pezones-Y no me importa si tengas que usar manga larga y cuello alto, te dejaré marcas por todo el cuerpo
-Eres un celoso pervertido….ah ¡Duele!-Su otro pezón fue mordido fuertemente
Luego de jugar rudo con los pezones del peliazul, bajo hasta el miembro de este y lo empezó a frotar mientras lamía y mordía su oreja. Masato estaba más que excitado que se corría al instante…
-No sólo es pequeño, también no aguanta ni un minuto-lamiendo la esencia de Masato de su mano-Me pregunto ¿Qué pensaría la corderita de este amiguito?
-Deja de hablar tanto y ya mételo de una vez por todas-excitado a más no poder
-¿Olvidaste que esto es un castigo Masato?-Susurrando un oído-Pídemelo de la manera correcta como en nuestra primera vez
-Jinguji…..por favor….me muero si no la metes ya…-Ren le miraba juguetonamente
-Así me gusta, tan obediente Masa-chan-
Acomodo las piernas de Masato en sus hombros y sin preparar su entrada ni nada, metió su miembro, ya grande por la falta de atención, dentro del estrecho ano del otro.
-Hace tiempo que no lo hacemos-Aún sin moverse-Se siente tan caliente como la primera vez
-No lo describas Idiota…ah-Con lágrimas en los ojos
-Masato ¿Te está doliendo?-preocupado intenta separarse pero recibe un beso corto
-No importa eso, igual creo que lo merezco-sonriéndole a Ren
-Entonces sigamos, te haré gritar toda la noche si eso buscas-
Empezó a embestir una y otra vez, sus cuerpos amaban esos choques, Masato se agarro de las sabanas, toda la litera se movía y sus gritos de placer retumbaban dentro de la habitación, Ren coloco de cuatro a Masato para volverle a embestir con mucha más fuerza, y al mismo tiempo prestarle atención a su miembro, ya llegando al clímax derramó su toda su semilla dentro al mismo tiempo que el peliazul se corría manchando las sábanas. Ren se tiro al costado de Masato que jadeaba cansado, y le robo un beso, que fue correspondido y en sorpresa le dio una nalgada al menor.
-¿Y eso porque?-Avergonzado y molesto con Ren
-Ya te dije que era un castigo-sonriendo picaronamente-Además tus nalgas me encantan, todo tu cuerpo me encanta, no, todo tu ser lo adoro
-Tan cursi como siempre idiota-volteándose molesto-
-Si no quieres verme me voy-bajando de la litera sin embargo una mano le tomo
-No te dije que no me gustarás Jinguji-sonrojándose-A veces tus tonterías pueden ser reconfortantes
-Si dices eso me dan ganas de otra ronda-Volviendo a ponerse encima suyo
-Nadie te detiene-Masato miro apenado al rubio-Yo también quiero…
-No pararé ni aunque implores-Acariciando su rostro-Sabes que puedo ser bestia cuando me seduces así
Y así empezaron otra vez esos besos húmedos, era bueno que su superior tuviera el sueño pesado para no escucharlos, por que estuvieron así hasta las 5:00 de la mañana. Quien se imaginaría ese tipo de relación entre Ren y Masato?