Capitulo 8.
Si Steve no fuera la encarnación de los buenos modales, Clint ya habría sido golpeado repetidas veces en el rostro. Para su buena fortuna no era el caso, así que lo único que recibió a cambio de las declaraciones de su imprudente lengua, no fue más que una mirada escandalizada que le gritaba que cerrara la boca.
—…entonces, cuando estaba por despedirme de Steve, llegó esta chica, Peggy ¿Cierto? —les estaba contando Clint al resto de sus amigos mientras tomaban el almuerzo sentados en el césped de los jardines.
Steve se limitó a asentir con la cabeza herméticamente y con la quijada apretada, sin querer desviar la vista de la cara sonriente de Barton y ver la expresión del resto. El universo había escogido un día fantástico para que el maestro de Clint no se presentara y pudiera acompañarlos en el descanso, pues su horario era el único de todos que lo tenía en el siguiente periodo.
—Sí, sí, Peggy —continuó Clint— es una chica muy linda ¿verdad, Steve? Tal vez no es una súper modelo o algo, pero tiene su encanto.
—Es bueno oírlo, amigo —Thor le dio unas palmadas en la espalda para felicitarlo— ¡Qué bien que has encontrado a alguien!
— ¿Qué? ¡No! —negó Steve al fin dejando de ver a Clint para posar la vista en el otro rubio del grupo— No ¡no estamos saliendo!
—Pero lo estarán —Clint de nuevo intervenía.
—Si —dijo Steve sin pensar en lo que decía—…Es decir ¡NO!
Sus compañeros se rieron al ver lo apenado que estaba y cómo se metía él sólo en el lodo. Aunque escuchó su risa Steve seguía sin atreverse a mirar a alguien en particular.
— ¿De dónde la conoces? —Natasha le preguntó una vez que sus risas se apaciguaron.
—Es de mi clase de arte. Me quedé hasta tarde con ella porque…
— ¿Es la compañera que la maestra te asignó? —la voz de Tony interrumpió la explicación que lo expiaría de sus inexistentes pecados.
Steve tragó duró antes de encarar a Tony para responderle; Habría sido demasiado raro que se le quedara viendo a Natasha.
—Sí, es ella —le miró, pero la cara de Tony estaba normal, como si la noticia fuera poco importante, como si le diera igual si Steve salía con ella o con la enfermera de la escuela— Nos quedamos para hacer el trabajo de mañana.
— ¿Y te gusta? —de nuevo Natasha era la que lo sacaba de los depresivos pensamientos en que podría hundirse de un momento a otro.
Por otro lado esa era una buena pregunta.
—Pues…no —volvía a mirar a la pelirroja, pero le habría gustado ver la reacción, si es que había alguna, de Tony— A demás apenas y la conozco, no voy a invitarla a salir.
—Por supuesto que no —Thor le dio la razón por completo y Steve creyó que quizás había entendido porque no quería que nada se malinterpretara—Eso sería demasiado pronto, hay que ser un caballero y tener paciencia.
Steve estaba que se tiraba de un puente.
— ¡Claro! —concordó Clint— Steve es de los chicos que se toman su tiempo.
El aludido le envió una sutil mirada asesina y luego de ello la conversación se desvió hacia otros temas menos relevantes, aunque seguían picándolo de vez en cuando respecto a Peggy ¡Por dios que la había conocido hacía unos días! Aun así ellos gustaban de especular sobre su relación y a petición de Thor, Clint dio una descripción detallada de la chica y Banner rodó los ojos.
Por otro lado Steve estaba un poco reticente a mirar a Tony, que para su desgracia estaba sentado casi enfrente de él, si seguía con la cabeza volteada hacía otro lado pronto se rompería el cuello.
Pero lo que si veía y que por alguna masoquista razón no había hecho el esfuerzo por evitar, era a Bruce, que estaba sentado al lado de Tony, y como al parecer Stark no tenía ganas de ir a comprarse algo a la cafetería le estaba robando papas fritas sin que Banner se quejara o hiciera algo para impedirlo, como si fuera la cosa más normal del mundo que Tony metiera la mano en sus cosas.
Eso no le gustó.
Y seguramente guiado por eso y por alguna otra masoquista razón decidió que, quizás, no era tan mala idea mirar un poco más directamente a lo que estaba haciendo Tony.
Error.
Tony estaba mirando en dirección a Thor que estaba contando algo sobre a saber qué, se había perdido gran parte de la conversación en sus pensamientos. Se estaba llevando un par de papas a la boca, de lo más casual, entonces algo que dijo Thor lo hizo reir y una de las papas se cayó sobre su regazo. Todo habría resultado perfecto de no ser porque Bruce la tomó. Deslizó su mano sobre la pierna de Tony y tomó la papa. ¡Y Tony no dijo nada! ¡Tony dejó que invadiera de ese modo su espacio personal y juraría, JURARÍA, que se movió ligeramente para que le tocara más! Quiso romperle la cara a Bruce, pero su parte racional le recordó que Bruce no tenía la culpa de nada, Bruce sólo estaba...momento ¿qué estaba haciendo Bruce exactamente? Estaba seguro de que de haber querido únicamente tomar los remanentes de la comida que Tony le estaba robando, no había necesidad de tanto contacto físico. Pero se recordó que no era como si Tony fuera de su propiedad o algo, le gustaba a pesar de que era un imbécil pero no podía ir a golpear a alguien sólo por haberlo tocado y porque éste se dejara. Además Banner le agradaba, no podía dejar que sus sentimientos se sobrepusieran de tal modo…
— Steve ¿estás bien? —la voz de Bruce lo sacó de sus pensamientos. Miró hacia él con cara interrogante— Te ves ido.
—Estoy bien —le respondió con una sonrisa forzado que esperó le hubiera salido bien— Es sólo que… —“que te alejas de Stark o te quedas sin dientes” no diría eso, no.
— ¡OH! —exclamó Clint oportunamente— ¡Debes estar pensando en Peggy!
—Ah, el amor —Natasha agregó en falso tono soñador para seguir la broma.
Steve volvió a negar las insinuaciones de sus compañeros, esta vez con un poco menos de ímpetu.
El resto del descanso su mirada se desvió hacia Tony y Bruce. No se había dado cuenta antes, pero ahora que los veía prestando un poco más de atención a los detalles, era Bruce el que parecía más inclinado a acercarse a Tony.
La campana sonó poco después y cada quien se dirigió a su salón, con la promesa de que se verían a la salida. Steve dijo que tenía cosas que hacer y Stark lo miró partir con sentimientos encontrados.
El problema con Loki era que, ciertamente, no parecía muy amenazante. Así que cuando los abusivos de su clase de algebra —¿Por qué siempre era la clase de algebra?— notaron lo bueno que era en ello pensaron que era buena idea meterse con él para que les hiciera la tarea o a saber qué. Lo que no sabían era que Loki estaba esperando justamente una oportunidad como esa.
No estaba sorprendido por tener a dos chicos acorralándolo contra la pared del pasillo luego del último periodo. Lo que le sorprendía era que lo hubieran escogido a él y no a Bruce que, y sin ánimo de ofender, tenía más pinta de terminar en ese tipo de situaciones.
Pero lo que lo asombraba más sobre todo eso era que aún no había matado a alguno de los dos. Porque puede que pareciera un debilucho, sobre todo cuando se le comparaba con su hermano, pero las cosas no siempre son lo que parecen.
—Me temo que me será imposible cumplir sus demandas —les dijo que los chicos. Uno era más alto que él y el otro de su estatura— Si me disculpan, debo retirarme —hizo amago de escabullirse pero el más alto de sus agresores se recargo en la pared y se cerró el paso.
Loki miró al chico con una expresión de superioridad que encajaba perfectamente con su rostro afilado, era una de esas caras petulantes que sólo los miembros de la realeza —y gente como Stark—, podían componer tan rápido y con tan perfecta armonía.
—Muévete —dijo Loki imperativo y el chico se rió, porque el de cabello negro simplemente no parecía peligroso.
—Hazme hacerlo —se burlo el chico más alto y el otro se rió también. Y Loki compuso una sonrisa.
Los chicos lo habían interceptado cuando se dirigía a su última clase del día jueves, arte. Habían hecho que se acercara a la pared y le habían dicho que querían que hiciera algo por ellos, Loki a penas prestó atención a sus deseos estúpidos porque tenía mejores cosas en que pensar, por ejemplo, el cómo podría hacer que sus muertes lucieran como un accidente.
Y de pronto el joven abusador le daba una maravillosa excusa para probar una de las tantas cosas que se le habían ocurrido.
—Bien —susurró Loki y le envió una sonrisa bastante perturbadora a su agresor.
Loki tomó, con un movimiento impetuoso, el brazo que el chico más alto había recargado en la pared para impedir que se alejara. Agarró su muñeco y la torció, haciendo que el resto de su brazo de doblara también hacia un lado en el que definitivamente no debía girar.
El chico soltó un grito y dio un par de pasos hacia atrás para liberarse. Loki lo dejó ir mientras los estudiantes que pasaban por el pasillo los miraban con curiosidad.
— ¡Imbécil! —le escupió el joven y se acercó a él de nuevo con la intención de golpearlo, pero a Loki no le costó trabajo esquivar su puño.
Luego de evitar el golpe, y ya que el chico llevaba impulso, Loki aprovechó para ponerle el pie y hacer que se tropezara; El muchacho terminó con la cara en la pared en la que minutos antes acorralaba al de cabello negro. El otro chico no había hecho más que mirar la escena, y se le vía realmente desconcertado porque su amigo estaba perdiendo contra…bueno, alguien como Loki.
Los alumnos ya comenzaban a acercarse a ellos para ver como terminaban las cosas entre esos dos, listos para el espectáculo que seguramente les ofrecerían.
Furioso, el chico se acercó a zancadas a Loki, lo tomó por el cuello de su playera y lo llevó nuevamente a la pared, donde la uso como soporte para poder alzar a Loki unos centímetros del suelo y ponerlo a su altura.
—Te crees muy listo ¿no? —le dijo el chico a Loki— Veamos qué haces ahora.
Loki se estaba riendo, incluso cuando el chico alzó una mano para golpearlo en la cara continuo sonriendo porque por supuesto que él era más listo y sabía de antemano que, si dejaba que el chico lo golpeara, las cosas serían peor para él: Uno no se mete con Loki Odinson y sale bien librado.
Bien, bien, que lo golpeara entonces, que lo dejara sangrando y con la nariz rota, que le tirara un diente si le apetecía, Loki se encargaría de vengarse después y lo que le haría no iba a comparase a los puñetazos que ahora le pudiera dar.
Estaba realmente entretenido con todo eso. Se había pasado la mayor parte del día y la semana refunfuñando por su culpa, y ya que no podía hacerle nada, el muchacho que se disponía a romperle la cara sería el perfecto chivo expiatorio, y a demás tendría una razón perfectamente válida para destrozarle la vida.
Bien.
O no tan bien.
Justo antes de que el primer golpe conectara con su rostro, alguien salió de entre la pequeña multitud que ya se había formado en torno a ellos y tacleó a su agresor. Loki cayó al suelo pesadamente y tuvo que sostenerse de la pared para no caer completamente. Cuando volteó a ver quién había osado interrumpirlos con su estúpido acto de heroísmo, no estuvo del todo sorprendido por encontrarse a su hermano mayor.
En cierto modo fue reconfortante verlo ahí. Pero en cierto modo era un imbécil.
Thor ya había empezado a golpear al chico en el suelo, sin darle oportunidad de defenderse y de su amigo no había rastro alguno. Los alumnos vitoreaban la escena.
— ¿Qué mierda haces? —preguntó Loki, sin moverse de su sitio o impedir que Thor golpeara al otro.
Cuando su hermano le habló, Thor se detuvo en el acto y se levantó, dejando que el otro chico se arrastrara para huir de ahí. Los estudiantes se dispersaron al notar que ya no habría más baño sangre, sólo unos pocos realmente chismosos se quedaron a ver la conversación.
— ¿Estás bien? —dijo el rubio, acercándosele con preocupación.
—Por supuesto que estoy bien, bruto —le respondió Loki también acortando la distancia— ¿Por qué te metiste?
— ¿Como que por qué? —Thor estaba incrédulo, no esperaba que su hermano se pusiera de digno al respecto— ¡Iban a golpearte!
— ¿Y qué? —fue la respuesta de Loki— Puedo defenderme yo sólo.
—Loki, no seas así, yo…
Pero el moreno se daba la vuelta y hacia oídos sordos ante todo lo que decía su hermano mayor. Thor se quedó viendo como Loki caminaba por el pasillo como si él no le estuviera hablando.
Thor frunció el ceño, a veces su hermano era realmente desesperante.
—Al menos dame las putas gracias —le gritó cuando el otro ya había avanzado varios metros.
Thor sonaba realmente molesto, y Loki sabía que estaba de verdad enfadado porque su hermano mayor, a diferencia de la mayoría de la población adolescente, se reservaba el uso de palabras anti sonantes a situaciones que las requerían en serio.
Loki se paró en seco y, después de cerrar los ojos y pensarlo un poco, se dio media vuelta y regresó a donde su hermano mayor, que lo veía con cara de pocos amigos.
—Gracias —“por ser un imbécil” quiso decirle, pero en cuanto Thor oyó el seco agradecimiento de su hermano su rostro cambió completamente y fui iluminado con una sonrisa.
—Así está mejor —le dijo Thor sin dejar de sonreírle de forma tan esplendorosa que Loki no pudo más que mostrar una pequeña sonrisa de vuelta. Odiaba las tonterías que su hermano le provocaba.
—Sólo espero que la próxima vez no te metas en mis asuntos —le recordó Loki— Sabes que no necesito que me ayudes.
Oh, por supuesto que Thor sabía, porque conocía los trucos de Loki, pero aún así…no podría haber dejado que golpearan a su hermanito.
—Está bien —mintió, porque se seguiría metiendo en los asuntos que quisiera—, pero de verdad, Loki, no busques problemas.
—Los problemas me encuentran a mí —excusó y logró hacer que Thor riera.
Y hasta ese momento, las ansias de venganza que Loki sentía dentro de él se habían esfumado, pero entonces alguien más entró en escena.
—Thor —Jane Foster, compañera y amiga del aludido, se les acercaba— Dicen que acabas de golpear a alguien —acusó de inmediato.
—No…no exactamente —dijo Thor volteando hacia ella— Es sólo que mi hermano… —se volteó para señalar a Loki, pero este ya no estaba.
Loki caminaba por el pasillo expulsando tan mala vibra, que los estudiantes le abrían camino como el mar se había abierto ante Moisés.
Thor vio cómo se marchaba, sin entender.
Pero había alguien a quien la mala vibra de Loki no le intimidaba en absoluto. Natasha Romanoff se acercó de lo más campante hacia su amigo que caminaba por el pasillo con cara de que iba a matara a cualquiera que osara dirigirle la palabra.
—Vaya escenita te montaste —comentó Natasha caminando junto a él. Bien podría haber esperado a la clase de arte, pues la compartían, pero no pudo resistir confrontarlo respecto a lo que acababa de ocurrir.
Loki no respondió por un momento, y siguió caminado con la vista al frente, apenas notando a la chica.
— ¿Tienes algo que decir al respecto o sólo tienes ganas de chismear? —se decidió a contestarle sin voltear a verla.
Natasha sonrió.
—La verdad es que todo era de lo más “normal” hasta que apareció Jane —comenzó a decirle Natasha, y si notó o no que Loki apretaba los puños no lo hizo obvio—, la conozco porque va conmigo en historia. Sé que le toca química con Thor porque él pasa por ella y se van juntos a la clase —detuvo su verborrea y miró a Loki.
— ¿Y eso me importa por qué? —el moreno no iba a ceder, que Natasha pensara lo que quisiera.
—Por nada —no era la respuesta que él esperaba.
Continuaron caminando en silencio y por el pasillo camino a su clase de arte, y no fue hasta que estaban a unos metros de la puerta que Loki no pudo contenerse. Se paró enfrente de Natasha y ambos se detuvieron.
— ¿Qué quieres realmente? —porque él sabía que Natasha sabía…o que al menos se hacía una idea de qué coño estaba pasando ahí. Necesitaba salir de dudas.
—Es obvio —Natasha ya no tenía una sonrisa en la cara y lo miraba con toda seriedad—, tú, Thor, Jane…es como una maldita telenovela.
Loki se quedó callado y la miró por un largo, largo rato. Sabía que lo sabía. Cómo había llegado a tales conclusiones aún era misterio, al menos parcialmente: la chica ya había demostrado ser espeluznantemente observadora y increíble al inferir cosas, no era del todo una sorpresa que, de todos, ella fuera la única en notar la tensión sexual/romántica revoloteando alrededor de los dos hermanos.
—Tampoco es que me enorgullezca al respecto —dijo Loki, bastante más a la defensiva de lo que pretendía. El pasillo se iba vaciando, y pronto sólo ellos dos permanecían en él— Sólo pasó.
—No te lo estoy reprochando —aclaró ella, y luego se mordió el labio, pensando en sus palabras—, pero es…
— ¿Raro? ¿Enfermizo? ¿Inmoral? ¿No se te ha ocurrido que nosotros ya hemos pensando en eso? —lo cortó él—, se supone que estamos trabajando en esto, porque…cosas como está empezaron a pasar…
Loki no sabía muy bien por qué le estaba diciendo todo eso a Natasha, pero la verdad no creía que la chica terminara esparciendo la noticia por ahí. Otra de las cosas que le agradaban de ella era que, aún teniendo toda la información que tenía, mantenía la boca cerrada.
—Iba a decir peculiar —continuó Natasha—. Lo que quiero decir es…no lo sé —admitió al final—, la verdad no sé qué esperaba cuando comenzamos esta conversación…pero a mí tampoco me agrada Jane —una sonrisa se forma en sus labios pintados de rojo.
Loki tardó en responder el gesto, pero lo respondió.
Al parecer, el destino había decidido que Thor y Steve se encontraran como hacía unos días. Por algún motivo que esta vez Steve no se tomó la molestia de preguntar, Thor estaba sentando en una de mesa de los jardines de la escuela a una hora en la que, se suponía, ambos deberían tener clase, pero no hacía falta justificar su irresponsabilidad frente al otro, así que fueron directo al grano.
—Escuché que te peleaste en el pasillo —comentó Steve de lo más casual mientras fingía hacer algo en una de sus libretas.
Thor, que no creía que valiera la pena hacer la terea o algo así, le devolvió una mirada que le decía que no le hablara más al respecto, de todos modos contestó:
—Así fue —le dijo, con expresión apesadumbrada—, unos idiotas iban a golpear a Loki así que me metí.
—Ya veo —continuó Steve—, el rumor se esparció muy rápido, decían que habías dejado al chico inconsciente o algo así.
—Claro que no —negó de inmediato Thor—, pero creo que si me pase un poco…tal vez le rompí la nariz —se calló un momento y después se develó la razón por la que se mostraba tan decaído— Y luego ¡Loki se molestó conmigo porque lo defendí! ¡Si no me meto ese tipo lo habría matado!
—No creo que Loki sea tan débil —reflexionó Steve, porque había visto las miradas asesinas de Loki y alguien con tanto odio en su interior naturalmente no terminaba muerto porque el bravucón de la escuela lo molestara.
—Ya sé pero…si tuvieras un hermano lo entenderías —se excusó Thor—, a demás, cuando logré que se contentara un poco, llegó una amiga mía y de la nada se fue ¡Se fue! Como si Jane tuviera la peste o algo, daba miedo ver lo molestó que estaba.
Bien eso si que era raro, pensó Rogers, pero supuso que, quizás, Loki ya conocía a la tal Jane y no era de su gracia, así que simplemente se había ido porque Loki tampoco era precisamente de muy buenos modeles.
—Tal vez sólo le cae mal, Loki es un poco…brusco —terminó diciendo Steve al no hallar otra forma de decirle que su hermano era un completo imbécil.
Thor suspiró.
—No importa —dijo al fin—, siempre se molesta conmigo por cosas que nunca entiendo.
Pareció que la conversación había muerto llegados a ese punto, pero entonces Thor compuso una sonrisa que contrastó totalmente con su estado de hacia un momento, a Steve la maravillaba la forma en que podía cambiar de humor.
—Mejor hablemos de tu amiga, Peggy —comenzó a decir Thor y Steve sintió que quería morir ¿no podían dejar el tema por la paz?— Supongo que ya no te gusta Tony ¿no?
—Eh… —Steve no supo muy bien qué decir—. Es que Clint ve cosas, no me gusta Peggy, me cae bien a lo mucho, apenas y la conozco —la sonrisa de Thor comenzó a desvanecerse—, pero de todos modos, estoy seguro de que a Tony le gusta Bruce.
— ¿Cómo puedes decirlo?
—Porque sólo velos, mira cómo se hablan, o cómo se tocan, no es cómo lo hacen los amigos, ellos… —Steve se quedó callado, sabiendo que terminaría diciendo cómo era que quería matar a Bruce cada vez que los veía “demasiado” cerca.
Pero por la cara de Thor no hacía falta que le dijera nada más, el rubio más alto parecía haber comprendido a que se refería.
— ¿Entonces no le dirás nada?
— ¿Para qué? —Steve sonaba resignado.
—A veces un hombre necesita encararse a sí mismo y descargar su corazón.
Y a veces Thor hablaba con una sabiduría aterradora. Steve cambió de tema otra vez:
— ¿Y qué pasó con tu relación? —la pregunta dejó descolocado a Thor por un momento, así que Rogers aclaró— ¿Esa en la que los tabús sociales la impedían?
—Ah… —Thor no parecía tener ganas de hablar al respecto, y ante la mención de aquello se mostró triste—, supongo que la otra persona no quiere enfrentarse a la sociedad realmente y…bueno, no creo que vaya a funcionar.
—Lo siento —dijo Steve, aunque se preguntó si era adecuado decir eso cuando alguien hablaba sobre que había terminado.
Esta vez la conversación murió del todo.