Sus largos dedos recorren con sosiego la piel ajena, ¿es incorrecto? No lo sabe e igual no cuestiona, su amante en turno es apasionado, demandante, lo vuelve loco y cada que lo toca se pierde a sí mismo en un abismo de desbordante placer y deseo, ¿por qué parar? Si se disfrutan, si sabe que ha probado infinidad de pieles pero ninguna lo satisface, ninguna se amolda tan bien a su boca, ninguna como la de su pequeño aprendiz.
Una mesa de corte no es el mejor lugar para quitarle la virginidad al chiquillo que jura estar listo para culminar su amor, que aunque tiembla y en sus ojos observa algo de duda, que a pesar de que le dijo que si no estaba listo no era necesario, ahora insiste en querer ser penetrado por él. No es la primera vez de Donghae, no, pero si es la primera vez que lo hace con alguien de quien esta perdidamente enamorado y por eso es cuidadoso, cariñoso, teme que con cualquier movimiento de su parte pueda dañar a su dongsaeng.
Su víctima se encuentra debajo de él, las prendas superiores ya no existen en ninguno de los dos cuerpos, por ello Donghae lleva sus expertas manos hacia la pretina del pantalón contrario y la recorre juguetón, notando que su amante está desesperado.
— No juegues conmigo de esa manera.
Le susurra su bebe sobre el oído mientras lo muerde… un diminuto gemido sale de su boca y rápido busca el rostro de su acompañante: está sonriendo lascivamente. Gesto que lo pierde, que lo arrastra a dejar en estado ínfimo la delicadeza que pretendía tener. Despoja de una a su dongsaeng del pantalón, observa con todo detalle ese par de piernas largas y pálidas que ahora demanda como suyas. Comienza a recorrerlas con besos y caricias, degusta con infinito placer aquella piel.
— ¿Por qué eres tan perfecto Kyuhyun?
Pregunta pero no recibe respuesta, tampoco la necesita, sabe que Kyuhyun, a pesar de su juventud es demasiado vanidoso, ¡y puede serlo! A ojos de Donghae no hay nadie más perfecto que aquel joven de belleza superior, que de todos sus alumnos por mucho es el mejor, sin duda el único de quien teme le pueda quitar su lugar en el mercado, pero por eso es que están juntos, para ambos ser poderosos, para ambos reinar en un rubro tan competido como lo es la moda. ¡Ya son amantes, y espera en un futuro no muy lejano ser socios! Puesto que Kyuhyun está a punto de graduarse.
Deja de prestarle atención a esas magnificas piernas y sube hasta la boca de Kyuhyun, allí lo besa pausado, intentando robarle el aliento. Para cuando se da cuenta, su dongsaeng, en un movimiento por demás ágil, cambia sus posiciones y ahora es el quien se encuentra debajo. Para ser un principiante, Kyuhyun es bueno, bastante bueno, pues con mucha seguridad retira lo que queda de la ropa de su
hyung y lo deja completamente expuesto, sin absolutamente nada que lo cubra de su inquieta mirada. Pasea sus manos por la delicada piel de su maestro, entonces se da cuenta de que todo el cuerpo de Donghae, -con o sin ropa- es hermoso. Descarado como solo él sabe ser, toma entre sus manos el miembro de su amante y lo acaricia, dirige su mirada para encontrar la de Hae, pero este tiene los ojos cerrados y presiona sus labios.
— Te ves lindo sonrojado.
Se burla y sigue inmerso en su trabajo, mientras Donghae comienza a decir su nombre entre gemidos apenas audibles, y él se siente poderoso, ¿tanto placer puede causarle a las personas? ¿Tan buen amante es? Se detiene cuando se percata de que Hae está a punto de venirse, entonces es ahora el quien ataca los labios ajenos y besa apasionadamente, su hyung es dulce, delicado, tal como lo son las mujeres, ¿por qué Donghae no fue una? Kyuhyun no tiene experiencia con los hombres, pero con damas… ¡con ellas es otra cosa! Infinidad de compañeras y conocidas han pasado por su cama, auto y cualquier lugar donde se pueda tener sexo, y afirma arrogante, que todas, absolutamente todas han salido satisfechas, la mayoría, siempre rogando por más.
El par de amantes vuelve a cambiar de posición regresando a la que tenían primero, Donghae sigue dudoso, pero Kyuhyun lo apura y es él mismo quien se deshace de la última prenda que cubre su cuerpo, Hae sabe que ya es hora. Algo dubitativo, acerca sus dedos a los labios del menor, Kyuhyun inmediatamente los introduce en su boca y lame sensualmente, ¿cómo puede ser tan perspicaz? Cuando cree que ya están lo suficiente lubricados los retira y ahora comienza a introducir uno en la entrada del menor, este grita, y Hae se siente algo mal por causarle daños a la persona que ama pero Kyuhyun se da cuenta:
— No te detengas.
Suplica y Hae se da valor para seguir. Un segundo dedo es introducido y Kyuhyun se sujeta fuerte de lo primero que encuentra para no desfallecer.
— Perdóname, te duele porque es la primera vez.
— No importa… solo no te detengas.
Apenas y logran articular palabras entendibles, Hae porque arde en deseos de marcar como suyo a su dongsaeng, y Kyuhyun porque siente un dolor infernal.
Luego de un par de movimientos más con los dedos, el mayor piensa que es ahora o nunca y se introduce en Kyuhyun sin decir nada, el menor grita escandalosamente y se aferra a la espalda ajena enterrando las uñas.
— Si te lastimo demasiado…
— ¡Ni lo pienses! — Interrumpe — Solo espera un poco…
Kyuhyun respira profundo y busca con premura la boca de su hyung, lo besa dulcemente y a su vez comienza a moverse en círculos, lento y suave, dando a entender que pronto podrán empezar su tan anhelado vaivén.
Un prudente tiempo después, ambos amantes ya se encuentran sumidos en un desbordante placer, con la piel perlada por el sudor y exhaustos, gritando el nombre de su contrario a la par. Donghae embiste con fuerza a Kyuhyun, quien grita, gime y suplica por más, Hae toma el miembro de Kyuhyun y comienza a masturbarlo, quiere darle la mejor experiencia que pueda a su pequeño.
No son conscientes de cuánto tiempo se han entregado a su amor, pero han sido muchas y eso si lo saben, Donghae está satisfecho, y al parecer Kyuhyun también, tanto que se han olvidado de la incómoda mesa en la que se encuentran y de que están en el taller del mayor, expuestos a que alguien los vea.
Ambas respiraciones salen entrecortadas, ha anochecido y solo se percatan de eso por el reloj que hay en la pared. Ninguno dice nada, el silencio reina en aquel obscuro pero cálido cuarto.
— ¿Kyuhyun…?
Llama Donghae pero no se le responde, busca el rostro de su niño y observa que ya se ha dormido; con cuidado de no despertarlo, jala una de las tantas telas que los rodean y con ella cubre la desnudez de ambos, besa el pálido rostro del menor y lo abraza con firmeza para caer también en un profundo sueño, no sin antes susurrar las palabras que hace tanto guarda celosamente y pensó nunca diría:
— Te amo…
Kyuhyun abre los ojos inmediatamente algo sorprendido, y observa curioso al personaje que lo abraza con tanta posesividad, entonces suspira y sonríe.
— No te creo.
Declara confiado y vuelve a cerrar los ojos, esta vez dispuesto a dormir. Nunca olvidara la primera y última vez con su hyung.
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