Dream & You
Capitulo 1: Vacio
-¡¿Qué dijo?!- otra vez molestando… ¿No se cansan nunca esos taxistas?
-“Que a tu puta madre me la paseo entre las piernas, eso dije”- pensé y simplemente seguí mi camino, esos taxistas jamás entienden, solo quiero que dejen de molestarme.
Seguir caminando. Siempre el mismo camino, hacia el mismo lugar, hacia el mismo solitario lugar. La reja de mi casa esta cerca, puedo verla. Paso de la puerta de entrada y me dirijo al salón de belleza de mi mama ubicado al lado de mi casa. Entro.
-Hola Kaya-san –saludo mientras me siento en una de las sillas giratorias y pongo la mochila en el suelo, con una sonrisa en el rostro, una de verdad, la primera en todo el día.
-Ah Shinya-kun ¿Cómo te fue?- siempre la misma pregunta, pero no me molesta, Kaya-san es “mi segunda madre”, el mismo lo dijo.
-Bien, bien. ¿Y tú? ¿Haz tenido gente?
-Pues, solo he hecho dos cortes… -tomo un anillo con un dije de serpiente muy hermoso de la mesa del manicure y me lo entrego- te lo compre afuera del hospital, cercano a mi casa, ojala te guste.
-Es muy bonito, gracias- y me puse el anillo en el dedo- ¿Hay alguien en casa?
-Tú mama… Y tu hermano que llego hace cinco minutos
-Gracias, al rato vengo. Dejo mis cosas, como y vengo- el asiente y sonrie. Me levanto y tomo mis cosas. Abro la puerta del baño, entro y cierro. Adentro hay otra puerta, la abro y entro a mi casa.
-¡Ya llegue! –con paso rápido hacia mi cuarto, llego y aviento mis cosas al suelo.
-Si, ya te vi.
Me dirijo al baño, entro y cierro con seguro. Es el único lugar tranquilo de la casa, además del salón de belleza. Hago lo mio, me lavo las manos y salgo. La mesa ya esta puesta, veo a mi mama y a mi hermano sentados, platicando y riendo. Suspiro y me dirijo a mi asiento, como en silencio, como otros días.
Mi hermano termina primero, se levanta y se va a encerrar a su cuarto, mi mama igual se levanta y va a hacer lo suyo. Termino comiendo solo. Termino. Me levanto y me voy a mi cuarto, a dormir, a escapar de la soledad.
Una hora, dos horas, tres horas. Despierto, miro el reloj. Faltan dos horas para que Kaya-san se vaya. Camino al salón. Kaya-san esta haciéndole un corte de cabello a una señora muy habladora, saludo y me siento en la silla de Kaya-san. Observo el lugar. Hay dos posters de anime: Grell de Kuroshitsuji y Lucy de Elfen Lied, yo los pegue, Kaya-san me dio permiso y mi mama parece que ni los noto.
Comienza a llover. La clienta ya se ha ido, completamente satisfecha.
-¿Me pasas mi libreta, Shinya-kun?
-Claro- la tomo y se la doy-
-Y… ese fue el sexto corte de hoy- sonrie y se sienta frente a mí, platicamos, bromeamos y reímos. Las dos horas pasan volando. Kaya-san debe irse. Su novio Kamijo ha llegado por el.
-Ya me voy, Shinya-kun, nos vemos mañana- me sonríen ambos y Kaya-san cierra la puerta del salón y se alejan, yo apago las luces y me voy a mi cuarto.
Me paro en la puerta del cuarto y lo observo todo. No hay nadie en casa. Y por un instante, todo esta mas apagado que siempre, los colores se apagan hasta volverse grises, mas vacio…
-Estoy solo…- y sin quererlo, comienzo a llorar, sollozando camino a la cama y me tumbo en ella- quiero llamarlo…
Pero me contengo y sigo llorando, gritando tu nombre. Se que si marco me contestara tu mama y tal vez me diga alguna grosería.
Si tan solo no hubiera dicho que andábamos de novios… si me hubiera quedado callado, ahora podríamos estar hablando por teléfono o por la red social de moda hablando junto con Miku.
-Teruki… perdóname… -y seguir llorando, sollozando, gritando y gimiendo tu nombre- “Dime que me amas…”
Limpio las lagrimas con la muñequera que llevo en el brazo izquierdo, para que no se vean las cinco cortadas que me he hecho hace tres días y para tapar la hilera de trece marcas de cortadas hechas en una semana hace un mes, cuando se me prohibió hablarte.
-“Tu eres tan bueno conmigo… ¿Por qué hable? Ahora mi mama cree que me acosas y estoy cuádruplemente castigada… odio esto… Odio…” –suspiro- enamorarme, por eso odio el amor…
Me levanto y pongo música, me vuelvo a acostar, la suave melodía de la canción que me dedicaste comienza a sonar. Vuelvo a llorar-. Mi hermano llega y se encierra, no me importa.
Cierro los ojos y me pongo a cantar, con el corazón, mientras las lagrimas siguen cayendo.
-“Aun así no me arrepiento de amarte, aunque le hayas caído mas a mis amigos y ellos ya no me hablen, aunque mis padres te odien, aunque los tuyos me odien… Te amo, Teruki”
Once de la noche de Viernes. Mi mama llegara a las tres de la mañana. Sigo llorando, ahora en silencio, gritando y gimiendo tu nombre en mi mente.
Realmente te amo…
-Teruki…-
Y aun llorando, con ese último susurro de tu nombre, me quede dormido, soñando contigo, deseando que el día siguiente no llegue… dejar de sufrir, dejar de estar solo…
Pero aun así te amo y me enorgullece hacerlo… Como dice en el libro “A tres metros sobre el cielo” que justamente termine de leer ayer por tercera vez: <<io e te, 3MSC>> “<<Yo y Tu, 3 Metros Sobre el Cielo>>”…