¿Cuántos cumpleaños he tenido? Muchos de seguro, pero este es el más solitario, a pesar de estar con mis nakamas mi corazón se siente solo.
- ¡Luffy! –
Será mejor disimular, no quiero que ellos se sientan tristes por mí, solo una sonrisa y olvidar los pensamientos fácil ¿no?
- ¡Feliz cumpleaños Luffy! – dijeron todos al mismo tiempo.
- Ne Luffy, ten este es mi regalo – dijo Nami dándole un paquete – ¡espero te guste! –
- Gracias Nami – dijo esbozando una sonrisa – ¡valla gracias! Que linda chaqueta, gracias Nami –
- No hay de que – dijo sonriendo.
- Oe Luffy, este es el mío ¡será mejor que dejes algo para nosotros! – dijo Sanji ofreciéndole un enorme pastel.
- ¡Wau! Sorprendente ¡Sanji eres el mejor! – dijo el capitán babeando –
- Vamos a la cocina a cortarlo –
- ¡sí!
Pasaron la tarde entre presentes, música y bailes, poco a poco todos fueron retirándose a sus cuartos, los últimos en quedar fueron Luffy y Robin, quien aun no había dado su regalo al capitán.
- Capitán-san –
- ¿si, Robin? –
- Ten, este es mi regalo – Entre sus manos tenía una botella común y corriente, bien limpia y con un corcho.
- ¿y esto? – dijo Luffy perplejo.
- Escribes un deseo en una hoja de papel y la colocas dentro de la botella, la tapas bien y la tiras al mar, si tu deseo es fuerte se puede cumplir – dijo entregándole la botella – no tienes que fingir tu dolor por siempre capitán-san –
- Robin… - dijo mientras sus lágrimas rodaban por sus mejillas.
Lloro un rato en brazos de la morena para calmar su pena, luego corrió a su habitación a escribir su deseo, uno solo, que él estuviera aquí.
Ace
Coloco con cuidado el papel dentro de la botella y una de sus lágrimas callo en su interior sin darse cuenta. Tapó la botellita y se acercó a la cubierta, miro el mar un momento y la arrojó. La arrojó lo más fuerte que pudo y cerró sus ojos.
En el puesto de vigía podía escuchar claramente las dos voces de sus nakamas, era sabido por todos la relación de Sanji y Zoro aunque estos aun no la contaran.
¿Por qué no pudimos ser felices como ellos? ¿Por qué te fuiste sin antes poder decirte que te amo?
Camino a su camarote y se tendió en la cama, su pecho dolía enormemente, si le hubiera podido decir sus sentimientos ¿algo habría cambiado? Él tuvo que morir para darse cuenta de lo que sentía era amor, ¿Por qué no se dio cuenta antes?
El tiempo pasó y el siguió dándole vueltas a sus pensamientos, culpando a Ace por abandonarlo, a Akainu por matarlo, a él mismo por no protegerlo.
- Luffy… - una voz le alerto, esa voz…
- ¿Ace? – el menor le miro con fijeza sin creerlo temiendo que al pestañear desapareciera - ¿eres tú? –
- Si, por ahora – le dijo sonriendo – no puedo quedarme mucho tiempo, me han dejado verte por un momento no mas –
- Ace… -
El menor se abrazo a él, llorando por momentos, sintiendo el calor del otro, sin pensarlo dos veces tomo la cara de su hermano entre sus manos y deposito un tímido pero fuerte beso.
- Luffy… - el mayor pestañeo confuso.
- Te amo – murmuro el menor – te amo, te amo, te amo – dijo entre lágrimas – perdóname por no decirlo antes, perdona por no salvarte –
- Luffy… yo también te amo –
Dijo besándole una vez más, con pasión, introduciendo su lengua en la boca del otro, eso tomo por sorpresa a Luffy, quien no se esperaba respuesta a sus sentimientos, sin embargo devolvió el beso lo mejor que pudo.
Un sueño, esto es un sueño, Ace besándome… ¿despertare ahora?
Sin embargo el beso continuo y los brazos del mayor le envolvieron una vez más, el chaleco de Luffy cayó al piso, los labios del mayor bajaron por su cuello, mientras le empujaba suavemente hasta la cama, los pantalones de ambos desaparecieron, entre besos desenfrenados, la mano de Ace bajo rápidamente hasta el miembro de su hermano, el cual estaba excitado debido a tanta caricia y reclamaba por atención, atención que Ace no tardo en darle, bajando su boca para comenzar a engullirlo con deseo, dejando que el menor dejara escapar suaves gemidos que trataba de reprimir sin éxito. Uno de los dedos de Ace se deslizó hasta la entrada del menor, quien jadeo al presentir lo que se avecinaba, el primer dedo se introdujo, arrancándole una pequeña queja al capitán, los labios de Ace volvieron a su boca, mientras su única mano libre le distraía mientras jugaba con su miembro, los gemidos de Luffy no tardaron en salir de sus labios, escapándose por más que Luffy los tratara de callar, un segundo dedo entro para acompañar al primero, moviéndolos como tijeras para dilatar la entrada, el menor gemía casi descontrolado.
- Ace… me… métemela – dijo entre jadeos –
- Luffy, te amo – dijo mientras se posicionaba para penetrarlo.
Le penetro lentamente, disfrutando de la estreches de su hermano, quien yacía bajo él, con sus mejillas sonrojadas y la boca entre abierta, dejando salir suaves gemidos que mesclaban el dolor con el placer, el mayor introdujo su miembro completamente y espero que el menor se acostumbrara.
- Luffy… me voy a mover – dijo con un jadeo.
- Ace… hazlo –
Ace comenzó con un vaivén lento, pero el deseo y el placer le hicieron aumentar el ritmo, al igual que los gemidos de Luffy aumentaban, no tardaron mucho en venirse ambos, Luffy entre ambos vientres y Ace en su interior, estaban agotados, Ace se acostó al lado de Luffy y lo tapó con la manta, depositó un suave beso en los labios del menor antes de que ambos cayeran en los brazos de Morfeo.
La luz del sol y el gruñir de su estomago despertó a Luffy, abrió sus ojos lentamente, encontrándose solo en su habitación. Las lágrimas resbalaron por su rostro y se levanto, pero un dolor en su parte baja le hiso sujetarse de su mesa de noche, donde notó una hoja de papel.
“feliz cumpleaños Luffy
Te ama, Ace”